10. Curioso unicornio
Parpadea un par de veces.
Dos veces más.
Namjoon no está acostumbrado a tan ostentosa vista.
Está impresionado.
Se encuentra de pie a las afueras de un lujoso edificio acristalado en una calle del barrio de Gangnam. No lleva ninguna pertenencia con él, salvo su pequeño bonsái JjinJjin debajo del brazo, que con mucha dificultad pudo sostener mientras conducía su motocicleta. Fue lo único que el propietario de su ahora ex-apartamento se dignó a dejar fuera de la puerta.
El alto edificio exhuma opulencia por cada centímetro cuadrado. Accede por la puerta principal giratoria y en el amplio recibidor lleno de espejos y lámparas de cristal, se encuentra con una recepcionista que al verlo se ruboriza por el atractivo rostro del peligris. Si fuera otra la ocasión, el detective podría incluso coquetear un poco y quizá obtener su número de teléfono como en tantos ligues casuales, pero después de la funesta tarde en el trabajo sólo puede pensar en un buen lugar donde dormir.
Esa es una de las razones y la otra... la imagen de cierto castaño que danza entre sus pestañas cada vez que cierra los ojos, colándose de vez en cuando en sus más profundos pensamientos, aunque aún se niegue a reconocerlo.
Con una sonrisa cansada, el detective enseña la llave y la gira entre sus dedos, dándole a entender que no es un extraño en el lugar. Y la muchacha asiente con una reverencia, mostrándole con las manos el camino hacia los ascensores.
Revisa nuevamente su bolsillo para verificar el papel donde está escrita la dirección. Sube hasta la décima planta y al salir, una gigante vista nocturna de la ciudad le da la bienvenida, pequeños puntitos rojos, blancos y amarillos vislumbrándose a través de la gran ventana a mitad del pasillo. Sólo hay dos departamentos en cada planta y camina hacia la derecha hasta llegar a la puerta del 10A.
Suspira.
- JjinJjin, quizás mañana te pueda regar con agua mineral de primera calidad- sonríe Namjoon hablándole a su bonsái, acariciando con sus dedos tiernamente una de sus hojas. Fue un regalo de su abuelos, meses antes de morir, de quienes aprendió el amor por las plantas y la naturaleza.
El detective intenta poner la llave en la cerradura de la llamativa puerta blanca de bordes dorados, pero se detiene. ¿Es correcto? No es su casa y ni si quiera sabe si es una hora adecuada para llegar. Toca el timbre un par de veces y nadie contesta. Da un par de toques a la puerta sin obtener resultado.
Finalmente decide usar la llave. Se sorprende que no tuviera seguro y puede abrir la puerta sólo con girar levemente el mecanismo.
Entra en la vivienda y cierra la puerta detrás suyo. El lugar está oscuro y no sabe dónde puede estar el interruptor de la luz. Deja el bonsái en el suelo y da un par de pasos a tientas.
- ¿Buenas noches... señor... ? - el peligris chasquea la lengua, enfadado consigo mismo. No pudo leer el informe que le enviaron y ni si quiera sabe el nombre de la persona a quién se supone debe proteger.
Da un par de pasos más por el salón tenuemente iluminado por el gran ventanal que deja filtrar la luz de la luna y le llama la atención un leve brillo que proviene del fondo del lugar. Mientras camina hacia ella, cree escuchar a alguien... ¿Cantando?
Llega hasta el umbral de una amplia cocina de elegantes acabados en blanco y negro. Pero su vista no tiene tiempo de apreciar el suntuoso decorado del lugar.
Namjoon se encuentra con los ojos abiertos de par en par viendo un curioso unicornio bailar de espaldas.
O eso es lo que parece.
"Los millonarios son tan raros"
El peligris ahoga unas risitas y tose un par de veces para intentar llamar la atención de aquella persona enfundada en un traje colorido tan singular, con un brillante cuerno dorado en la cabeza, esponjosas orejas en tono pastel y peluda cola rosa.
El unicornio parece no darse cuenta de la presencia extraña y sigue bailando mientras canta y mueve las caderas al compás de la música que proviene de sus grandes audífonos.
Namjoon se acerca un poco hacia él, con la intención de tocar un par de veces en su espalda y así poder saludar en mejores condiciones, pero el unicornio gira de repente llevando una enorme taza en sus manos.
- ¡AAAAAAAAAHHHHHHH! - Seokjin grita asustado por la presencia extraña, lanzándole toda la bebida caliente que llevaba.
- ¡QUEMAAAAAAAAAAAA! - vocifera el peligris mientras pone las manos enfrente para intentar frenar lo inevitable, vertiéndose el café en sus dedos y salpicando gran parte hacia sus piernas.
- ¡Oh Dios mío! - el castaño pone sus manos en su boca, sorprendido al ver la figura del moreno que empieza a dar saltitos en su sitio.
- ¡Quema! ¡Quema! ¡Quemaaaaaa!- Namjoon empieza a quitarse los pantalones desesperadamente, quedándose solo en boxers y dejando ver unas grandes rojeces en sus muslos y rodillas.
- ¡¿Pero por qué te estás desnudando?! - el unicornio se tapa los ojos con su mano libre y se gira avergonzado para no ver al peligris.
- ¡Jefe-Nim!, salí tarde de la universidad, aquí le traigo las últimas compras que me pidió, ¡Buenas.... ¿Piernas?! - exclama Jungkook, con los ojos desmesuradamente abiertos, en shock, sin dejar de ver la inquieta figura del peligris y sus marcados muslos.
Namjoon ignora la llegada repentina del muchacho y sigue intentando echarse aire con las manos, agitándolas exageradamente, dándose un poco de frescor a su ardiente piel, soltando maldiciones y soplando sus dedos, mientras piensa en que definitivamente hoy no es su día de suerte.
El salón está nuevamente iluminado.
Jungkook se había marchado, no sin antes confirmar que el peligris no suponía ningún peligro para su jefe y después de hacer una última compra: vendajes y cremas para quemaduras leves.
Namjoon se había duchado en uno de los baños de invitados, para quitarse la sensación pegajosa de la bebida vertida sobre él, haciendo malabares con los chorros de agua y su piel adolorida.
Ahora se encuentra sentado en el enorme sofá blanco del salón, con unos cortos shorts rosas y una camiseta extra grande llena de estrellas que el castaño le había prestado como pijama.
El curioso unicornio, del que ahora sabe que se llama Kim Seokjin, se encuentra a su lado aún vestido con su colorido pijama pero con la cabeza descubierta, sosteniendo una de las manos contrarias en sus finos dedos mientras aplica una suave crema sobre ella.
- Entonces... te llamas Kim Namjoon y eres el agente que me asignó el Superior Kim. - resume el escritor en pocas palabras la breve charla que tuvieron después del accidente en la cocina.
- Así es... Señor Kim. Lamento haberlo asustado irrumpiendo en su casa. Hubo un problema con mi departamento y tuve que desalojarlo esta misma noche.
- No te preocupes, el que lo lamenta soy yo por haberte causado estas rojas lesiones. Y por favor no me hables formalmente, me haces sentir viejo y además soy menor que tú- pronuncia el castaño con una pequeña risa nerviosa, mientras coloca un vendaje en la mano dañada.- Llámame Seokjin.
- Mi trabajo es protegerte Seokjin. Espero no causarte más problemas.
- Creo que podría acostumbrarme a este tipo de problemas. - contesta el escritor automáticamente, siendo la misma frase que dijera el mayor esa mañana, ruborizándose en el acto por sus palabras. ¿Por qué había dicho eso? ¿Acaso estaba coqueteando con el agente?
El peligris le sonríe mostrando unos hermosos hoyuelos cautivadores. Lo observa mientras el castaño toma una de sus manos delicadamente y frota con cuidado su piel. Los mechones desordenados cayendo por su rostro y sus hermosas pestañas atentas en su tarea. Mira el singular ropaje del menor y lejos de parecerle infantil, le parece encantador.
- Bonito pijama, Seokjin.
El escritor cae en cuenta que sigue llevando puesto el pijama de unicornio y se enrojece aun más, esta vez hasta el cuello y las orejas.
- Fue... Fue un regalo de mi madre. Me gusta usarlo cuando escribo - tartamudea el castaño, colocando otro vendaje en la mano restante. ¿Por qué está tan nervioso? - Listo. Ahora solo falta aplicar esto en las piernas.
Namjoon lo mira con sorpresa, levantando ambas manos vendadas, dando a entender que no podía hacerlo solo.
Seokjin se vuelve a ruborizar hasta la punta de la nariz. ¿Tendrá que tocarlo? ¿Pasar sus dedos por su bien formados muslos?
- Creo... Creo que tus piernas no están tan mal. Creo que no te hará falta. - afirma el castaño, enrojecido hasta la médula.
- Realmente me arden mucho más que las manos. - confirma Namjoon con un pequeño puchero.
¿Por qué le pone carita de cachorro?
Seokjin mira hacia el peligris y mueve la cabeza afirmando levemente avergonzado, cierra los ojos y tiembla al aplicar el ungüento en las fornidas piernas del agente.
El detective realmente no está tan mal herido, pero está disfrutando de haber puesto al castaño en aquella situación. Disfruta de los suaves y nerviosos dedos del escritor en contacto con su piel, de la hermosa vista ruborizada de Seokjin, de sus hermosas pestañas y de sus labios fruncidos.
- Creo ... que ya haz aplicado suficiente. - habla Namjoon, viendo que los dedos ajenos han dejado de frotar la zona dañada y viajan hacia el norte del cuerpo del peligris, un rumbo peligroso del cual el castaño no tiene control al haber cerrado los ojos.
El escritor abre sus hermosos orbes y se queda paralizado al ver que algunos dedos suyos se habían colado por debajo de los shorts del peligris. Recoge su mano bruscamente hacia atrás y asustado se queda mirando fijamente a Namjoon.
El agente tiene en el rostro una sonrisa satisfactoria de medio lado y sus ojos azulados le muestran una divertida mirada.
- Gracias Seokjin.
- De... De nada.
- ¿Te encuentras mejor?
- Si. Gracias. El café solo cayó en ti.
- Me refiero a esta mañana en el restaurante.
Seokjin baja la mirada hacia la alfombra del enorme salón, mordiendo levemente su labio inferior.
- Lo siento. - añade el peligris ante el silencio del escritor.- No quiero invadir tu privacidad. Pero ya que tendré que investigar sobre tu vida y los posibles contactos sospechosos, pensé que sería bueno que me contaras un poco sobre ti.
Seokjin suspira y vuelve sus almendrados ojos hacia el moreno enfrente suyo.
- Es... por el mar. Tengo fobia al mar. Tuve un accidente cuando era niño y no he podido superarlo.
- Tu crisis... ¿Fue por el acuario de Sunhee?
El escritor mueve afirmativamente la cabeza con lentitud.
Namjoon recuerda su propio accidente de infancia y piensa en aquel niño que seguramente no pudo seguir con vida. La angustia y desesperación que sintió en aquel momento. Ahora puede reflejarse un poco más en el sentir del castaño.
- Entiendo - se limita a responder el agente, en un suave tono comprensivo, sin querer preguntar más para evitar los dolorosos recuerdos.
- Te agradecería que ese dato no lo incluyas en tus informes policiales, a menos que sea estrictamente necesario. Es un recuerdo que preferiría olvidar. Es algo... personal.
- No te preocupes. - responde el peligris con un leve sonrisa.
Un silencio agradable recorre el ambiente.
- Bueno... ahora ya sabes algo más sobre mí. ¿Hay algo que yo deba saber sobre ti? - el color carmesí vuelve a inundar las mejillas del escritor. - Me... Me refiero durante el tiempo de la investigación, mientras vivas aquí.
- Uhmm... - piensa por unos segundos el detective, entrecerrando uno de sus azulados ojos, sin perder de vista el hermoso rostro frente a él.- Me gusta hacer deporte por la mañana. Espero que no te moleste.
- No hay problema.
- Y salir algunos fines de semana.
- Ok.
- Y escuchar música clásica en alto volumen.
- Ok.
- Y dormir desnudo.
- Ok... ¿QUÉ?
Namjoon explota en risas que inundan todo el salón ante el rostro avergonzado de Seokjin. Está disfrutando de cada acción del escritor, cada mueca, cada gesto, cada sonrojo. Le está gustando más de lo que debería. Sin embargo nunca suele mezclar su vida personal y la profesional. ¿Debería hacer una excepción?
- Es una broma - confirma riendo el peligris. -¿Cuál es mi habitación?
- Aún no está lista y faltan comprar algunas cosas ya que estaba previsto que llegarías mañana... ¿Te importa dormir esta noche en el sofá?
- No hay problema. Creo que JjinJjin y yo estaremos bien aquí.
- ¿JjinJjin? Tu.. ¿Tu novia?
- ¿Eh? No, no. No tengo compromisos actualmente. JjinJjin es mi bonsái. Lo deje al lado de tu puerta. Espero que no te moleste.
Seokjin se levanta del sofá, caminando hacia la entrada y regresa con la planta en sus manos.
- Es muy bonita - afirma y la lleva hacia la cocina, regándola con un poco de agua antes de regresar al salón, colocándola al lado de los grandes ventanales. - Creo que aquí estará mejor.
Namjoon sonríe ante la escena. El curioso unicornio está agachado, intentado buscar el mejor ángulo de la planta para que le de el sol y acariciando sus suaves hojas. Los pequeños detalles del castaño hace que el mayor quiera descubrir más sobre él, le gusta su cercanía, su risa, su voz y hasta su silencio. Por un alguna extraña razón se siente todo tan correcto... tan perfecto.
Seokjin camina hacia el sofá, llevándole a Namjoon algunas mantas.
- Buenas noches detective Namjoon.
- Buenas noches Seokjin.
El escritor apaga las luces, dejando sólo una pequeña lámpara encendida. Sube las escaleras de caracol a paso lento, volteando de vez en cuando hacía el salón, donde el peligris le sigue sonriendo desde el sofá.
Seokjin llega a su habitación, cerrando despacio la puerta tras de sí y corriendo se lanza hacia la cama para abrazar su almohada y esconder su sonrojado rostro mientras da pequeñas pataditas de emoción sobre las sábanas.
Namjoon está acostado sobre el cómodo y elegante sofá, con los brazos cruzados detrás de su cabeza mientras no deja de mirar el techo sin perder una sonrisa tonta en sus labios.
Definitivamente esta noche ninguno de los dos podrá dormir.
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Hola! Gracias por llegar hasta aquí...🥺💜 Empecé mi primera historia como un reto personal ya que amo el Namjin y siento que es un shipp del que existen muy pocas historias a comparación de otros shipps, y me parece increíble haber llegado hasta el capítulo 10🙈. Es un fic al que no le di publicidad ni comparti en redes (sólo compartí un Oneshot) y por eso me sorprende que exista gente linda como ustedes que la esté siguiendo🥺❣️. Incluso casi lloré de emoción cuando vi que alguien recomendó leer mi historia en un grupo Namjin en facebook.😭😭💜💜 Eso me ilusionó muchísimo!! (Querida Paulina García, si estas leyendo esto, no te conozco pero q sepas q te amooooooo💞). A todos los que han llegado hasta aquí, seas del shipp que seas y sea por el motivo que sea, muchas muchas muchas gracias por apoyarme con sus votos y hermosos comentarios🌟🌟🌟, los leo todos con mucha emoción. Cambié la portada para celebrar el cap 10 🥳, ojalá les guste. Espero que me acompañen en esta hermosa historia hasta el final y espero también no decepcionarles. Pueden dejarme aquí sus comentarios sobre lo que más les está gustando del fic o sobre lo que les gustaría saber más en futuros capítulos. Les mando a tod@s un enorme abrazo con todo mi corazón Namjinista.
💜💜
-Ayri-
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