- Si mamá, estoy bien -dice a través del teléfono-. También te amo mucho y tranquila. Acabo de llegar...

- Espero que Lucas esté allí, ese chico es un caso serio. Por eso te dije que llamaras dos horas antes -suspira-. Te amo mucho mi niña, no quiero que te pase nada malo.

- Ya te extraño mami -suspira y sonríe-. Ya debo terminar la llamada, te escribo más tarde, lo prometo.

- Cuídate. Pendiente, ve a la entrada y busca tus maletas, hay ladrones en los aeropuertos así que cuidado. Y atenta a Lucas, debe estar por llegar. -finaliza la llama.

Venir aquí ha sido una difícil decisión. Siempre he soñado con ser independiente y viajar, conocer el mundo, diferentes culturas, personas nuevas, darle cabida a lo desconocido en mi pequeño universo. No imaginaba que ese tiempo o ese sueño se cumpliría tan rápido.

- ¡PASIVA! -se escucha un grito a lo lejos y me giro buscando con la vista a Lucas- ¡AQUÍ ESTOY! -logro visualizarlo al final de las escaleras eléctricas.

- ¡PASIVO! -grito y lo saludo agitando mi mano.

Todos en el aeropuerto se nos quedan mirando. Al llegar abajo lo saludo y me da un fuerte abrazo,mientras me gira en el aire. Después de un rato así me baja y me mira directo a los ojos. Suspira de emoción y me vuelve a abrazar.

- Creí que nunca te conocería, loca. -peina su cabello y sonríe coqueto-. Han pasado tantas cosas y la verdad me emociona que estés aquí.

- También estoy feliz de verte, tonto. -le sonrío.

- La universidad de aquí es muy buena, ya voy por mi segundo año y soy uno de los más aplicados de la clase. -toma mis maletas y empezamos a caminar hacia la salida, para ir a su auto-. Eres pequeña, pero traes equipaje pesado -dice mientras sufre con mis dos maletas más grandes, las otras dos las llevo yo.

Subimos al auto y el empieza a conducir por las oscuras calles, es de noche y no sé dónde estamos.

- ¿Aún sigues teniendo chats hots? -mira la carretera mientras me pregunta eso-. Recuerdo que eras muy buena, espero que también lo seas físicamente -me lanza una mirada pervertida.

A Lucas lo conocí por un grupo de WhatsApp, allí tuve chats hots con todos los integrantes, incluyendo a otras mujeres. Es cierto, era muy buena... Ya lo había olvidado, eso fue hace mucho tiempo. Volteo a mirarlo mientras el sigue conduciendo.

- Recuerdo que en ese tiempo era muy buena... Nadie se me escapaba, todos me pertenecían... No físicamente, pero si por chat -rio a carcajadas-. Tú también eras muy bueno, debo admitirlo.

Él me mira de reojo y sonríe. Lucas es muy guapo, la verdad es que su carrera como modelo le ha funcionado muy bien, es más lindo de lo que era antes.

- Bueno querida, la vida nos une a todos por una razón. Por ejemplo, estar aquí en mi casa -dice al estacionar y apunta una hermosa residencia-. Bienvenida a tu nuevo hogar, princesa -besa mi mejilla y empieza a bajar las cosas del auto.

Debo admitir que es acogedora. El deja todo en la entrada, enciende las luces y me hace un pequeño recorrido por la casa.

- Y esta de aquí es la cocina -da vueltas y la señala-. Aquí es donde las mujeres se divierten esclavizando se para hacer comida para sus esposos machistas que no saben cocinar -me mira divertido-. Bienvenida a tu nueva vida, esposa querida.

- ¿Yo? -mis carcajadas inundan la casa-. Eres un imbécil -lo golpeo con fuerza en la cabeza y el chilla-. Yo no cocino, bebé. Solo para mí, los demás que vean si pasan hambre o aprenden con tutoriales de YouTube.

-El golpe dolió, maldita... -me mira haciendo puchero-. Ahora moriré de hambre -me carga como aún saco de papas y me sube a la segunda planta de la casa, abre una puerta de una habitación con una patada y me lanza en la cama. Se sienta a ahorcadas sobre mí y me empieza a dar cosquillas. No paro de reír.

- Ya! Por favor... -suplico entre risas- idiota quítate! -intento escapar pero no puedo.

- Si me prometes no tocar mi Nutella, te dejo escapar -se detiene y me mira con seriedad.

- Oh wow, no es un juego... Pero estás pidiéndome algo imposible. Sería más fácil que me pidieras sexo todas las noches -digo indiferente y en forma de broma.

- Eso se escucha mejor, ya no necesitaría cenar porque te cenaría a ti -se acerca peligrosamente y me inspecciona con la mirada-. Nah mentira, eso sería muy horrible -empieza a reír mientras se levanta y camina hacia la puerta de la habitación-. Pero lo de la Nutella es enserio y no es negociable -sonríe mostrando sus dientes y cerrando los ojos -. Ahora debes quedarte aquí en tu habitación. -cierra la puerta y desaparece.

Este día ha sido raro, desde que subí a ese avión. Primero el compañero de puesto, la chica vendedora de pastelillos, los gemelos con disfraces de rinoceronte... No estoy segura de ser normal, pero creo que eso me hace encajar más en este extraño mundo.

Me acerco al escritorio y saco una hija de papel.

- Bien, lo primero es conseguir alojamiento... -tacho esa meta de la lista-. No será por mucho tiempo, pero provisionalmente está bien para mí...

- Siento interrumpir de nuevo tu privacidad... -lucas entra y tiene una bandeja con galletas saladas y sardina-. No es la gran cosa, pero es mi cena de hoy -sonríe-. Debo comer ligero por la sesión de fotos de mañana... -observa la hoja de papel y me la arranca-. ¿Alojamiento? Yo soy el mejor para eso -dice orgulloso-... ¿Trabajo?...

- Necesito uno antes de terminar la semana, es urgente. A demás de que no pienso quedarme aquí más de una semana... -mi sinceridad es notable.

- Si quieres puedes ir a la sesión fotográfica de mañana y preguntar si necesitan modelo o camarógrafa -me apunto sorprendida-. Sí, tú -me sonríe-. Eres muy hermosa físicamente como para ser una modelo, de hecho creo que ellas te envidiarían... A demás de ti talento con la fotografía, lo lograrás.

- Gracias, yo creo que... -no puedo terminar porque me interrumpe.

- Tu lista es una basura, deberías tener como primera meta divertirte, diversión... Eso es lo que necesitas, eso es -me toma del brazo y salimos corriendo de mi habitación.

- ¿A dónde me llevas Lucas?

Él sale conmigo a la calle principal y me mira directo a los ojos, me toma de ambas manos.

- Te llevaré a un lugar que tal vez te guste... Cumplirás uno de tus sueños -empieza s saltar y chillar como fangirl.

- ¿Sueño? ¿Cuál de tantos? -se acerca y me susurra en el oído.

- Ya verás, preciosa...