Lo primero que concluí esta mañana tras apagar la alarma de mi móvil y despejar mi mente fue que los libros de Limón Dulce tienen algo bueno: son infalibles para combatir el insomnio.

No sé cómo, pero anoche acabé leyéndome un capítulo. Algo digno de estudio para uno de esos programas típicos donde hablan de fenómenos paranormales. Tardé bastante pero al final lo leí completo. Tuve que luchar en numerosas ocasiones para que el sueño no me venciera pero mi promesa a Olivia hizo que no sucumbiera al mundo de la noche antes de tiempo. Cuando me desperté me encontré con todas las hojas esparcidas por la cama y el suelo. Menos mal que solo imprimí el primer capítulo, fui bastante previsor.

Mientras me preparaba un café para despejarme una teoría sobre la identidad de ese junta letras me vino a la mente. ¿Por qué nadie sabía cómo era siendo tan conocido? ¿Y si en vez de un chico que escribía para ligar con chicas había algo más allá detrás de su nombre? Como, por ejemplo, la posibilidad de que Limón Dulce sea en realidad algo fabricado por Inteligencia Artificial. He leído a mucha gente en redes teorizar sobre un futuro donde el arte sea creado de este modo. ¿Y si ese a quien todo el mundo alaba no es más que un conjunto de ceros y unos? Explicaría muchas cosas aunque al mismo tiempo sería bastante preocupante. ¿Qué cara pondría Olivia si esto fuera real?

―¿Y bien?

Precisamente su voz es la que me saca de mis pensamientos.

―¿Cómo? ―pregunto confuso sin saber lo que me ha dicho.

―Te preguntaba si querías más.

Miro mi plato repleto de su salteado variado de verdura a la plancha y niego con la cabeza.

―Está perfecto así ―respondo con una sonrisa.

―Yo quizás repita ahora después ―le dice Jero saboreando un trozo de calabacín―. Te ha quedado riquísimo.

―Genial, aunque espero que guardéis espacio para el segundo plato.

―Eso por supuesto ―afirma él mirando algo en su teléfono móvil.

―Bueno, Eloy, no me he olvidado de lo que me prometiste ayer, y si te soy sincera estoy emocionada.

Sabía que no tardaría en sacar el tema sobre su queridísimo escritor. Bueno, cuanto antes me quite esta conversación de en medio, antes la terminaré. Además, cuanto más rápida la tengamos, evitaremos entrar en cualquier tipo de discusión innecesaria que solo provocará más de un dolor de cabeza.

―Lo primero, ¿leíste al menos un capítulo? ―inquiere alzando una ceja.

―Por favor, Olivia, ¿por quién me tomas?

―Por el chico que el otro día no llegó a leer más allá de la sinopsis ―me replica.

Buen argumento.

―Eso fue solo el otro día. Esta vez he conseguido leer un capítulo antes de sucumbir a los encantos de mi cama.

―¡Por fin! ¡Te has leído un capítulo de Limón Dulce! ¿Ves como no era tan difícil?

―Bueno, créeme, fue bastante complicado.

―Exagerado. En fin, dime entonces qué te ha parecido ―me dice con impaciencia pinchando un trozo de pimiento rojo junto a uno de zanahoria pero sin llevárselo a la boca.

¡Pero qué sacrilegio está a punto de cometer! ¡Cómo se atreve a mezclar el pimiento rojo con la zanahoria al mismo tiempo! Bueno, mejor me abstengo de opinar al respecto, supongo que será cuestión de gustos culinarios. A mí desde luego no me gusta hacer esa mezcla a la hora de llevarme el salteado a la boca.

―Qué impaciente.

―Estoy deseando que me digas lo mucho que te gustó en realidad. No tengas miedo en reconocerlo, estamos como en familia. Jero no dirá nada a nadie si no quieres.

Nuestro compañero no dice nada concentrado en su teléfono. Supongo que no quiere escucharnos discutir una vez más sobre el autor favorito de ella.

―¿Quieres que sea totalmente sincero? ―pregunto con una pícara sonrisa.

―Por supuesto.

―Luego no te quejes, tú misma has dicho que quieres que lo sea.

―No empecemos, Eloy ―me pide tras un suspiro.

―Con solo leer el primer capítulo puedo afirmar que el libro es totalmente infumable. ¿Cómo puede gustar a tanta gente? Te juro que he intentado ser lo más objetivo posible pero eso ha sido peor, te lo aseguro. No entiendo cómo a la gente le gusta lo que escribe y que, si esto continúa así, en algún momento del futuro quede constancia de su existencia y quede anclado a la historia sobre el siglo en el que vivimos. ¡La literatura está en decadencia por su culpa! Si Hernán Osorio levantara la cabeza...

―¿Eh?

Mi compañero deja momentáneamente lo que estuviera viendo en su teléfono para mirarnos y atender a nuestra conversación.

―Hablábamos sobre que me he leído el primer capítulo del tío ese que tanto admira Olivia y lo infumable que es. Por desgracia la literatura está en decadencia.

Oli niega con la cabeza y arrastra la silla con fuerza antes de levantarse.

―Si no queréis más verdura, me la llevaré y traeré el pescado ―dice con voz seria.

―Me has dicho que fuera sincero.

―Lo que eres es un irrespetuoso ―sisea―. Podrías haber dicho que no te gustaba y me hubiera parecido fantástico.

―¿Segura?

―Por supuesto que sí. Sería cuestión de gustos. Lo que me parece bastante hipócrita por tu parte es estar comparando con escritores que llevan siglos muertos. La literatura no está en decadencia, ¡evoluciona! Hay más variedad y gustos muy diferentes. Pero tú no sales de tu mundo ignorando lo que hay más allá de tus ojos. Me parece maravilloso que no te guste pero eso no te da derecho a hablar así de él o de nadie.

Miro hacia Jero buscando una señal de apoyo pero lo encuentro con la cabeza de nuevo agachada, sumido en lo que sea que esté viendo en su móvil. Cuando vuelvo a mirar hacia Olivia ya no se encuentra aquí. Suspiro. Espero que se haya relajado cuando vuelva de la cocina. No quiero que sigamos discutiendo. No sé qué hubiera pasado si le hubiera dicho mi teoría sobre la Inteligencia Artificial. Quizás lo que quedaba de verdura en la fuente hubiera terminado encima de mi cabeza. 

______________________________________________________________

¡Hola, hola! Ya estoy aquí con un nuevo capítulo. 

Por fin Eloy ha leído un capítulo de Limón Dulce, sin embargo, no le ha gustado. ¿Será por eso o quizás sea la percepción previa que tenía cuando fue a leerlo?

La teoría de la Inteligencia Artificial, ¿qué opináis? ¿Será cierto?

Al final la comida ha terminado siendo un poquito agria, ¿se reconciliarán Eloy y Olivia?

Por cierto, tengo que añadir el barner de estos últimos capítulos, así que espero hacerlo en estos días

¡Nos leemos en el próximo capítulo!