Celebrando cada día…
Como todos los años, nuevamente llegó mayo. Es un mes que amo porque muchos de mis amores nacieron, precisamente, en mayo.
Pero me pasó lo mismo que el año pasado, que a fines de abril, al escuchar o ver la publicidad del Día de la Madre, me sentí huérfana. Sí. Huérfana de padre y madre. Es una sensación que me hace sentir débil, y no hago buenas migas con la debilidad.
Me sé, o más bien, me creo fuerte, y ese sentimiento de fragilidad me enoja, me molesta, me "pica". Lo peor es que es un escozor que no se quita rascando la piel, pero como me gusta darle vueltas a todo aquello que me irrita, decido "rascar" mi alma. ¡Y vaya si se encuentran cosas allí!
Creo que lo que me duele, y mucho, es que ya no iremos a la casa paterna, donde fuimos tan felices. Incluso si fuéramos, no sería lo mismo. A medida que el tiempo pasa las ausencias se sienten más.
Por suerte siempre hay algún cachorro que me hace reír con respecto a esto. Ahora mismo, al pensar en ellos, me convenzo más de lo bien que les queda el apodo de cachorros. ¡Olfatean todo! Y casi no pasa un día en que me pregunten: "¿Esto es de la abuela Carmita?" Si mi respuesta es un no, insisten: "Pero huele a ella."
Hace un par de días, como si intuyera que estoy pensando en mamá, Tomi me preguntó: "Iaia, ¿quién es tu mamá? Yo le respondí: " Mi mamá era la abuela Carmita, ¿te acordás?"
Entonces él, con una sonrisa amplia y pícara me dice: "¡Ah, sí! Pero ella ya se murió".
¡No puedo menos que reírme! Y enseguida cambia mi estado de ánimo.
Sin duda alguna soy huérfana de padre y madre, pero tengo la dicha de haber vivido con ellos, los mejores momentos de mi vida. Además soy afortunada pues yo también soy madre y abuela, y mis hijos y mis nietos conocieron y disfrutaron como pocos, de sus abuelos y algunos bisabuelos.
Es entonces que resoplo fuerte y  alejo  esos pensamientos que me entristecen, para atesorar lo que tengo y disfrutar de lo que tuve.
¡Qué bella es la vida! ¡Y qué bien hace vivirla!
Sin lugar a dudas, el corazón es quien guarda las memorias más gratas y recordarlas es volver a vivirlas.

ilargiluna
1/5/2022