El amor es algo incontrolable, dicen que uno no elige de quien enamorarse, no importa que rodee a la persona, se ciega ante esas sensaciones de plenitud.

Él hoy llevó a su chica al cine, vieron una película de acción, ambos disfrutan ese tipo de cosas, desde jóvenes se reunían para hablar de los nuevos filmes, la sangre a ella no le asusta, prefiere eso a ver una romántica. Después se fueron a un parque, compraron una pizza y unos refrescos, hablan mientras comen sobre lo que han vivido estos años sin verse, en como pensaba el uno por el otro...

Se miran, sus ojos reflejan que se extrañaban, ese amor no se apagó, sigue vivo, solo estuvo en pausa. Ella está feliz, sonríe de oreja a oreja, le encanta escuchar su voz y esos tontos chistes que para una enamorada significan mucho. Lo logró, buscó la oportunidad de volver a la vida de él, su corazón late con fuerza, quiere gritar y comunicarle al hombre amado que está ahí, siempre para él, sin importar nada, el tiempo ahora lo controla ella, no lo volverá a perder. Estar en sus brazos le devuelve la vida que tanto estuvo agonizante al saber de él por chismes de su mejor amiga.

Él está feliz, con ella se siente pleno, dichoso, un hombre, le encanta ver que ella es feliz con sus palabras y cumplidos, que se siente protegida, en un lugar seguro repleto de cariño y cuando le da todo lo que él ha contenido se ve satisfecha.

Siguen hablando, ahora más bajo, ya no escucho, ¿de qué será?, seguro alguna tontería que en ese estado de enamoramiento resulta increíble, sus risas son más fuertes, él la abraza más a su cuerpo y ella se siente segura.

¿Hermoso no?, ver a unos enamorados creyendo en el amor y que nada les quitará esa alegría, pero... ¿qué hay detrás de este tiempo sin verse?, ninguno se reservó a esperar, hubieron más personas en sus vidas que creyeron en sus palabras vacías de cariño. Ambos construyeron su vida, un suceso les había dejado claro que no debían seguir, él la engañó y decidió hacerse responsable de sus acciones, ella no lo aceptaba al principio, se negaba a que él la engañara y al saber de la nueva pareja decía que seguro la chica mentía.

La verdad duele, a ella le dolió ver que él no la quería tanto como decía y se alejó, encontró un hombre que la llevó al altar vestida de blanco, tuvieron hijos y le brindó un hogar.

Por otro lado el hombre nunca construyó un hogar, trabajaba y llenaba el vacío de cumplir con su responsabilidad en alcohol y mujeres, llegaba tarde a su casa, sin importarle que había personas esperándolo. Su actual pareja sospechaba que nunca llenaría su corazón, sin pruebas no podía reclamar nada, sólo lo sabía, el aroma y la actitud lo delataban.

Pero eso no les importa ahora, solo están ellos aquí, en este día soleado perfecto para un picnic. Después irán a un lugar para demostrarse su amor sin palabras, con tacto y besos.

Es triste para mí ver a ese hombre aquí, es doloroso, no se porque lo sigo. Hace tiempo recibí llamadas y mensajes dándome ubicaciones para descubrirlo, me negué a creerlo pero después la curiosidad me ganó y fui.

No debería importarme, solo soy su hija, que mis padres se separen no cambiará el cariño que él me tiene... a quien engañó, esto me está matando, creí ser el resultado del amor entre mis padres y ahora verlo a él tan amoroso con esa mujer, como nunca lo estuvo con mi madre, me hace ver que vivo en un mundo tonto que yo idealicé, en si mi padre no pasa tiempo conmigo, no me lleva a comprar nada a la tienda, le molesta ir a dejarme a la escuela y siempre está enojado sin razón, digo, soy buena estudiante, obedezco en casa, ¿qué quiere de mí?... exacto, nada, nunca fui su prioridad, solo yo imaginaba que mi padre era un padre genial cuando no lo es.

Ellos sienten amor, yo siento odio, miedo, angustia, las cosas van a cambiar, mi padre es un infiel, bueno, ante las leyes no sé si se considere así, la verdad nunca se casó con mi madre, ahora entiendo la razón. ¿Por qué se quedó?, si no cumple con su papel de hombre de la casa, mi madre tiene hasta tres trabajos para pagar la luz, el gas, la ropa, doctores, dentista, medicinas, escuela y mi padre sólo da un poco para los alimentos y hasta le pide prestado a mi madre... de hecho me debe dinero, ¿para qué lo ocupa?, ¿para estas salidas?

No debería estar aquí, me refiero a no tendría que existir, tal vez así ellos estarían juntos. Mis padres se juntaron por mi llegada, por mi culpa. Quisiera irme de este lugar, pero no puedo, estoy temblando y las lágrimas no paran de caer. ¿Por qué a mí me mandaron estas cosas?, solo soy una niña, tengo 12 años, he mentido a mi madre para salir con el pretexto de ir con mi amiga para hacer un trabajo de la escuela.

Mi celular suena indicando que tengo un nuevo mensaje: "¿duele?, pues a él no le importan tus lágrimas, nunca le has importado", una foto acompaña el texto, me veo. Así es, ella misma me mandó todo, los insultos, fotos, mensajes de voz, textos de amor entre ellos, todo, todo... "no me lo quitaste". Nunca respondo, solo veo y lloro.

Se levantan, es hora de irse a estar a solas y es momento para regresar a casa.

—¿Todo bien? —pregunta mi madre al verme entrar.

La casa huele a sopa y tacos de longaniza, mi madre está en la cocina y mi hermana está sentada en el sillón mirando las caricaturas.

—Sí, todo bien —contesto sin verla a la cara, tratando de ocultar mi dolor.

Se acerca a mí y me abraza.

—Deja de fingir, te hará daño —me dice con dulzura, la miro—. Yo también lo sé.

Miro al lado, hay una maleta preparada con las cosas de mi padre, una parte de mí no quiere que ocurra, pero otra sabe que es lo mejor.