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EL FIN Y EL PRINCIPIO


La escritora mira a la rubia sin entender una sola palabra, aquello cada vez es más enredado y extraño ya que cuando creía que ya sabía todo lo que tenía que saber una nueva sorpresa aparece. Es una historia tan enrevesada que parece ficción.

Kayden va en busca de ayuda y se apresura en encontrar a alguien. Cuando entra en la vivienda, George Monroe la mira con cierta extrañeza.

—¿Quién es usted y cómo ha entrado en mi casa? —se dirige el hombre a ella.

—Su esposa necesita ayuda. —le informa la contadora de historias. —Ha roto aguas. —le comunica.

George sale corriendo acompañado por la escritora hacia el lugar en el que su esposa está a punto de alumbrar a sus dos bebés. Cuando llegan, la cabeza del primer bebé ya está saliendo y el tío de Marilyn corre junto a su mujer. El fantasma de la rubia mira a su tío enternecida. Él siempre había deseado ser padre.

Cuando el hombre ve a su bebé se emociona, es muy parecido a él, hasta el color de su cabello tiene, además de la pelusilla rizada. La pareja espera el nacimiento de su segundo retoño pero la criatura no parece moverse está demasiado quieta. En ese momento el fantasma de la adolescente aparece junto a Marilyn, Kayden la mira temiendo lo que pueda hacer.

Cuando el nuevo padre extrae al segundo bebé con sus propias manos del interior del cuerpo de su esposa, llora como un niño. El bebé ha nacido muerto, era de piel clara como la de su madre y en su garganta de puede apreciar un ligero morado, como si alguien hubiera hecho presión en esa parte de su cuerpo impidiendo que respire con normalidad provocando así su muerte por asfixia.

El padre del bebé fallecido aprecia una marca extraña en el cuello de su nonata criatura, ese morado de su cuello tiene la forma de lo que parecen unos dedos, unos dedos del pie de un niño pequeño.

En ese momento, el fantasma de la adolescente sonríe con maldad y luego se evapora en el aire. Seguido del fantasma de Marilyn.

Kayden comienza a darse cuenta de algo.

«No puede ser posible lo que estoy imaginando.» piensa la contadora de historia mientras comienza a atar cabos.

La siguiente escena en la que Kayden se ve envuelta es una discusión, más bien una reprimenda de la dama pelirroja a la adolescente.

—¿Has sido capaz de hacer algo así? George lo va a saber. Necesitas ayuda, hija. —dice la hermosa mujer de cabellos rojizos a su hija, la adolescente.

—No, si yo te lo impido. —responde su única hija mirándola con maldad. —No sería la primera vez que me deshago de algún estorbo.

—¿De qué estás hablando? —dice su madre que comienza a asustarse.

—¿Por qué crees que solo una de nosotras nació con vida?

Su madre que en un principio no entiende que es lo que su hija le quiere decir remonta su memoria varios años atrás.

—Eso no fue más que algo involuntario. Ella estaba destinada a no nacer. —se lamenta su progenitora.

—¿Estás segura de eso madre? —sonríe su hija de manera casi diabólica mientras eleva una ceja.

En ese momento, Hayden empuja a su madre por las escaleras, haciendo que la mujer ruede por la larga y recta escalera. La joven sonríe mientras ve caer a su madre sin mover un musculo del cuerpo. Cuando la otra joven de la casa a la que tanto se parece Hayden ve a la dama inconsciente al final de la escalera y corre hacia ella preocupada, la adolescente finge preocuparse y corre también a su madre.

La joven no duda en llorar desconsoladamente al ver a su progenitora aunque cuando nadie puede verle una pequeña sonrisa aparece en su cara.

Cuando George llega y ve la escena corre junto a ella asustado. Su mujer abre los ojos y observa a su agresora que la mira con maldad.

La pelirroja derrama unas lágrimas y mira a su marido. Le toca la cara con cariño y le dice.

—Investiga, George, investiga. —dice su esposa.

Tras pronunciar estas palabras la hermosa mujer de cabello rojizo cierra los ojos y exhala su último suspiro. George trata de hacerla reaccionar desesperado pero es en vano. Judith se ha ido para siempre. Kayden presencia la escena emocionada y no puede evitar derramar unas lágrimas. El hombre permanece durante horas abrazado al cuerpo de su mujer.

La siguiente escena que Kayden presencia ocurre en el exterior de la casa, en un pequeño jardín que había no muy lejos de allí. Es varios años después, no muchos, tras el fallecimiento de Judith. De nuevo puede ver a Marilyn dirigiéndose a un encuentro con Michael. Lleva la misma ropa que tenía puesta días antes cuando la escritora soñó con una escena en la que la rubia iba a encontrarse con alguien pero que no pudo ver completa. Ahora sí puede ver avanzar la escena. La rubia dice algo al oído al pintor. En cuanto el hombre lo escucha una gran sonrisa aparece en la cara del chico de piel oscura. El muchacho mira el vientre de la rubia y lo besa.

—¡Voy a ser padre! —grita emocionado.

Ella le sonríe y le pone dos dedos en los labios para que guarde silencio.

—Se cauteloso por favor. Ella no puede enterarse. —le pide la rubia. —Nadie debe saberlo. Ni siquiera mi tío. Me encantaría decírselo pero si lo hago, tarde o temprano ella lo sabrá y eso nos pondrá en peligro.

—Solo es una chiquilla adolescente y caprichosa. —comenta el artista.

—Es mucho más que eso, Michael. —se sincera la sobrina de George con el hombre que ama.

La rubia le hace una revelación y la cara del pintor cambia por completo.

—Eso no puede ser. —dice él incrédulo.

—Yo misma se lo escuché decir creyendo que nadie la escuchaba. Me amenazó si seguía viéndote. —se sincera Marilyn.

—Le estoy haciendo creer que entre los dos ya no hay nada, pero no creo que pueda seguir engañando la por mucho tiempo más.

—Entonces solo hay una solución para esto. —dice el joven afroamericano.

—¿Cuál? —pregunta su amada.

—Marcharnos de aquí. Nadie puede saberlo así que no des pistas. Toma solo lo imprescindible.

La rubia le sonríe y asiente con la cabeza. Luego la escena desaparece de la vista de la escritora.

La muchacha decide inspeccionar por la casa. Está muy distinta a como ella la encontró al llegar allí. En ese momento se ve en el dormitorio de una de las adolescentes. Son tan parecidas físicamente...

La joven está escribiendo en lo que parece un diario.

«¡Uno de los diarios!» piensa la contadora de historias.

La joven se detiene a mirar con más atención a la joven que escribe de manera tan concentrada en su diario. La muchacha mira a su alrededor pero por suerte no ve a la escritora. Al parecer en ese instante ella está pero no está allí. Cuando la joven levanta la mirada y mira al frente que es desde donde la contadora de historias la mira.

Kayden reconoce perfectamente quien de las dos adolescentes es esa chica. Esa mirada de rabia, maldad, esa mirada llena de oscuridad solo puede pertenecer a una de las dos.

La malvada y desequilibrada adolescente que le hace la vida imposible desde que llegó a su nueva propiedad. La escritora siente curiosidad por ver que es lo que la joven que tanto se parece a ella escribe en el diario de manera frenética con una expresión en el rostro de absoluta maldad. Kayden se arriesga y echa un vistazo a las anotaciones de la joven aprovechando que ella no puede verla y cuando ve lo que está escrito allí enfurece. Una de esas confesiones es algo que la literata presenció hace unos minutos. Esa muchacha arrojó a su propia madre a la escalera sin ningún tipo de pudor. Pero la desequilibrada y maligna adolescente no se queda ahí. Tiene sus propios planes para la gente que las estorbe en sus planes.

—¡No si yo puedo impedirlo! ¿Me oyes! —dice en voz alta la escritora confiando en que su doble no puede oírla. —Él no volverá a pasar por lo que ya pasó en mi época.

—Ya está hecho y no podrás evitarlo. —responde la menor con una sonrisa malévola en su rostro como si la hubiera escuchado.

«Kayden tienes que guardar todo esto en tu memoria para luego ordenarlo y escribirlo.»

Instantes más tarde, la joven escritora se ve en otra habitación, la de la otra adolescente que habla con Marilyn.

—Tienes que hacerlo ya. —le dice la joven a la rubia. —Si esperas puede ser demasiado tarde. —Rápido. Llévate esto y escóndelo donde nadie lo vea. —dice la joven que tanto se parece a la adolescente. —Ahora vete. Que no te vea aquí.

La rubia hace caso a la joven y sale de la habitación de su amiga antes de Hayden la vea.

Aprovechando que Marilyn no está en su habitación, Hayden abre el baúl que hay en esa habitación y guarda su diario allí.

—Nadie podrá probar nada.

Horas después, Marilyn sale de la casa cuando todo el mundo está durmiendo y huye con Michael lejos de allí. Kayden sonríe porque al final van a poder alejarse se esa chica que les hace la vida imposible. La escritora cree que tal vez la historia haya cambiado al estar ella allá presente.

Cuando amanece y se descubre que Marilyn no está George sonríe. Se alegra que su sobrina haya decidido empezar una nueva vida con el hombre que ama, sin embargo la adolescente enfurece y tira todo lo que encuentra a su paso. Los empleados de la casa ni se atreven a detenerla porque aquella chica siempre ha tenido el demonio en el cuerpo. Siempre la han tenido terror a pesar de su edad.

La desequilibrada joven piensa en alguien en ese momento y va en su busca. Después de provocar una pelea y dejarla semi inconsciente la despoja de toda su ropa, se quita ella la suya y se la coloca a la otra joven de la casa. Kayden se pone la ropa de la joven y aprende a comportarse como la muchacha a la que acaba de agredir. Luego se marcha de la habitación de la joven. Es en ese momento cuando su padre la ve, pero la adolescente finge ser la otra joven y consigue engañar a su progenitor. Luego se va.

El fantasma de la esposa de George aparece junto a su marido y mira a su hija.

—¿Qué estás tramando ahora, hija?

Shafestbury 2018

El fantasma vuelve a poseer el cuerpo de la editora y comienza la búsqueda de los tres diarios. Debe destruirlos todos o la verdad se sabrá al fin aunque hayan pasado tantos años. En el cuerpo de la ejecutiva, la adolescente busca por todos los rincones de la casa esos diarios pero su búsqueda resulta infructuosa. Esa chica entrometida, esa chica viva está metiendo las narices donde no le importa y tiene que detenerla. Esa maldita mujer siempre se salva de todo lo que ella ha intentado para acabar con su vida.
Sin que ella lo sepa, la adolescente es observada por una figura que la contempla entre enfadada y decepcionada. A medida que pasan los segundos su cara se va haciendo más clara pero cuando la adolescente se gira para mirar a su espalda la figura ya no está.

«Si no te detienes tú lo haré yo.» piensa el fantasma que tiene una marca morada rodeando su cuello.

En el pasado, Kayden sigue a su clon. Esa malvada chica acaba de mentir a su propio padre haciéndose pasar por otra persona. La joven se dirige al comedor para desayunar como cada mañana y se sienta en el asiento que suele ocupar el la sala. Enseguida se da cuenta del error que acaba de cometer y se cambia de sitio. Debe ser más cuidadosa para no delatarse y que su plan tenga éxito.

Minutos después, su padre llega a desayunar y se sienta también en su sitio en el comedor. Desde la cabecera de la mesa, el tío de Marilyn mira al lugar que su hija suele ocupar allí y al no verla se extraña.

—¿Has visto a Hayden? —pregunta George a su propia hija sin saberlo.

—No, pa...digo, tío George. No sé donde está. —responde la maligna joven tratando de disimular una maligna sonrisa de su rostro. Se habrá quedado dormida. Dejemos que descanse en paz un rato. No hay prisa.

Kayden que no se fía de la adolescente la observa.
En su habitación, la otra joven despierta aturdida por el golpe y sale de allí en dirección al primer piso. En cuanto Hayden la ve, pone una excusa a su padre y se levanta de la mesa.

—Perdona tío, me urge ir al aseo. Estaré aquí lo antes posible.

—De acuerdo. Así daremos tiempo a Hayden para que llegue. —responde el dueño de la casa.

—¡Claro tío! —responde la malvada chica.

Con rapidez para no levantar sospechas, la joven pide a su prima que la acompañe fuera antes de sentarse a desayunar.

—Aún es pronto. —le dice la hija de George.

La joven que todavía sigue aturdida la obedece sin rechistar.

Al llegar al lago, Hayden se quita la ropa y la dobla con cuidado. La escritora la mira con desconfianza pues sabe que trama algo y lo que sea no es bueno. Además, ¿para qué se quita la ropa si solo van a relajarse allí. Seguro que tiene una intención oculta.

En ese momento, la adolescente comienza a gritar a su prima.

—¿¡Dónde están Marilyn y Michael!? Sé que tú lo sabes. —le grita. ¡Dímelo ahora mismo! —le exige.

La otra joven permanece en silencio unos segundos y luego dice.

—No tengo idea de lo que me hablas. —asegura ella.

—¡Mientes! —grita Hayden cada vez más encolerizada.

La adolescente se abalanza sobre su prima y esta trata de escapar de ella. Pero la desquiciada joven la atrapa y la arrastra como puede con ella hacia el interior del lago.

En ese momento, Kayden empieza a recordar una escena ya vista con anterioridad y comienza a atar cabos. Sabe como termina esa escena. La escritora intenta evitar que su clon lleve a cabo su plan pero es en vano. Hayden agarra por el cuello a su prima y aprieta con todas fuerzas su garganta al tiempo que sumerge a su prima en el agua. La joven lucha desesperada unos minutos por su vida, pero en menos de cinco minutos la joven deja de luchar y la vida de su cuerpo se extingue para siempre. Su asesina mira el cuerpo de su víctima complacida.

—Eso es lo que ocurre con todo el mundo que se atreve a desafiarme. —dice la joven mientras observa el cuerpo de su nueva víctima flotar en el agua boca abajo.

Minutos después la joven sale del agua con calma y se vuelve a poner la ropa, la ropa de su víctima en realidad para seguir fingiendo ser ella. Kayden se echa las manos a la cabeza por lo que acaba de presenciar. Esa chica es una asesina. Esa es su ¿segunda víctima? Pero ¿segunda o tercera?

En ese momento, la escritora recuerda el momento del nacimiento de las dos criaturas de George y su esposa. Eran dos pero una nació sin vida con una marca de lo que parecía un pie infantil en el cuello. Hayden entra tranquilamente en casa, se dirige al aseo sin que nadie la vea, permanece allí unos minutos y se asegura que algunos empleados la vean salir de él. Después de todo, ellos confían en ella creyendo que es Victoria.

La hija de George Monroe llega al comedor y pregunta por el paradero de Hayden.

—Aún no ha llegado y estoy muy preocupado. —dice el hombre.

Su hija le mira y sonríe. Su progenitor no se imagina que la tiene enfrente y cuando se descubra el cuerpo de Victoria todos creerán que es Hayden por la ropa que lleva puesta.

Lejos de allí, en Estados Unidos, la rubia lee el diario de su prima y se queda en la última página escrita por la chica recién muerta. En él, la joven relata todas las maldades de su prima a lo largo de los años y como planeaba acabar con la rubia para sacarla del camino del pintor. Además con el pintor también tenía planes si la volvía a rechazar.

En ese momento algo comienza a escribirse como por arte de magia en la página que Marilyn está leyendo.

Hayden muerte.

Esas dos palabras son las dos únicas que aparecen en ese instante en el diario y la rubia siente como su corazón da un vuelco. Su prima no puede estar muerta. ¿Qué ha pasado?

En casa de George, todos desayunan con calma. Una vez acabado el desayuno el hombre decide salir a buscar a su hija. Cuando al pasar por el lago ve el cuerpo de una joven de cabello oscuro y largo con la ropa de Hayden flotar en el agua, el hombre se desespera y cae de rodillas al suelo. Eso no puede ser, años atrás su mujer y su bebé nonato y ahora su hija. El hombre está demasiado destrozado como para imaginar que su propia hija le está engañando y en efecto cree que su hija ha perecido ahogada.

Shafestbury 2018

Mientras la editora poseída por el espíritu de Hayden se afana en buscar su diario para destruirlo, ya que por circunstancias no pudo hacerlo en vida, para eliminar pruebas de los delitos que cometió y que amaba plasmar en un diario, las cosas comienzan a moverse a su alrededor impidiendo que haga lo que tiene que hacer, incluso se levanta un viento fuerte en el interior de la habitación mientras unas voces inenteligibles se escuchan en la habitación.

Kayden, más de un siglo atrás en el tiempo, se conmueve al ver llorar a George creyendo que su hija ha fallecido ahogada. La siguiente escena que Kayden que ve es apenas dos años. Marilyn y Michael han regresado a Shafestbury pero con un pesar en el corazón.

La desaparición de su hija el día de su nacimiento a la que ni siquiera pudieron ver la cara. Porque en cuanto vino al mundo y el médico se la entregó a una enfermera, esta desapareció corriendo del hospital llevándose a la niña con ella por lo que sus padres ni siquiera saben como es su cara. A la escritora le hace feliz su regreso pero también le preocupa ya que Hayden sigue viva en la época en la que se halla la escritora ahora

George se alegra de ver a su sobrina y a Michael de regreso, aún no han podido casarse. Llevan dos años, desde que su hija vino al mundo, tratando de encontrarla pero hasta ahora no lo han logrado y aunque no han perdido del todo las esperanzas, deben ser conscientes de que tal vez nunca la encuentren.

Para el tío de Marilyn, que está triste desde la "muerte" de Hayden recibir esas visitas. Al menos podrán darse apoyo y ánimo mutuamente. Además, Marilyn y Michael han decidido casarse en Reino Unido.

—Lo lamento mucho tío. —dice la rubia dando el pésame a su tío.

Marilyn se dirige a la que ella cree que es la sobrina de George y la abraza con afecto.

—¿Cómo estás? Me alegro mucho de volver a verte. Gracias por tu ayuda. —le dice la rubia a la joven.

Hayden finge una sonrisa y cuando ella le da un abrazo, la joven se lo devuelve, sin embargo cuando su prima no se da cuenta una expresión de odio aparece en su rostro.
En cambio cuando la joven mira al pintor su cara es de absoluta admiración mezclada con algo de rencor por haber sido rechazada por él. La joven lleva ropa algo más ancha desde hace un par de meses y la única explicación que da es que así se siente más cómoda ya que ha engordado unos kilos, aunque en realidad esa no es la verdad.

En la cena, cuando todos hablan en el comedor, la rubia se acaricia con disimulo el vientre. Solo Michael y ella lo saben y lo ocultarán hasta que estén casados, por eso han decidido adelantar la boda. Hayden si se da cuenta de ese detalle y comienza a sospechar que es lo que pasa.
La rabia la consume y por un instante deja de disimular ser otra persona y se levanta hecha una furia de la mesa sin dar ninguna explicación. Se dirige al sótano de la casa en el esconde un secreto desde hace unos dos años y allí se acerca a una bonita niña de cabello rizado oscuro , piel ligeramente tostada. Cada vez que Hayden ve a esa criatura el odio aumenta ya que es el vivo retrato de sus padres. Tiene los ojos de su madre ; Marilyn y la boca de su padre ; Michael, y además tiene gestos de ambos.

La niña la mira con miedo pidiendo que la saque de allí y la lleve a conocer a sus padres ya que se lo prometió desde hace años. Pero Hayden está demasiado encolerizada para apiadarse de ella y le retira la bandeja de comida que le había llevado hace un rato, antes de la llegada de la pareja a la casa. La hija de George recuerda como llegó esa niña a sus manos.

En uno de esos días en los que George tuvo que ausentarse por varios días por negocios, ella amenazó a una empleada de la casa, un tanto ambiciosa, con delatarla por robar unos cuantos objetos de valor de la casa si no la ayudaba. Le dio información sobre Marilyn y Michael y le exigió que los vigilara y que hiciera lo que tuviera que hacer para aruinarles la vida. Cuando la mujer se dio cuenta que Marilyn estaba a punto de tener un hijo con Michael los siguió hasta el hospital y se las ingenió entrar allí disfrazada de enfermera ya que en realidad eso era, una enfermera que trabajó por años en otro lugar hasta que fue sorprendida robando unas medicinas del centro para luego venderlas más caras de lo que en realidad valían. Aunque nunca pudieron cogerla y llevarla a juicio porque escapó. Se escondió y empezó a trabajar como empleada en casa de gente rica y así fue como George la conoció cuando fue a pedir trabajo a casa del tío de Marilyn.

La antigua enfermera, muy hábil para camuflarse, entró en el hospital y se hizo con un uniforme de enfermera, lo que le sirvió para hacerse pasar por una, aunque realmente lo era. Aquel hospital era tan grande que la mayoría de los empleados no se conocían entre si por lo que resultó fácil deambular por allá sin que nadie le hiciera preguntas. Nadie sospechaba de ella ya que sus años como enfermera le sirvieron para estar allí y moverse sin levantar ni la más mínima sospecha. Se coló en el lugar donde Marilyn iba a dar a luz y cuando el médico le entregó a la criatura para que lavara, la mujer corrió lejos con ella. Después de unos días escondida y cuidando de la recién nacido, puso rumbo a la casa de George. El dueño de la casa no había regresado aún de su viaje y fue a Hayden quien la recibió a escondida.

—¿Por qué traes a ese bebé? —preguntó la chica.

—¿No querías hacerles daño a esos dos? —le preguntó la delincuente. —Pues con esto sin duda lo harás. Esta criatura es hija de los dos. —le dijo la mujer.

En cuanto la adolescente escuchó eso maldijo a la pareja y su histeria la llevó a tirarse del cabello. La enfermera sabía perfectamente quien era ella porque aunque Hayden creyó que no había testigos de lo que hizo con Victoria, la enfermera fue testigo de todo pero decidió callar y guardar el secreto. Tal vez algún día podría sacarle partido a ese "pequeño secreto" de la  malvada muchacha.
Aun no había jugado esa carta pero tal vez un día lo haría.

Cuando la joven se tranquilizó un poco tomó a la bebe en brazos, se alejó con ella pensando en que hacer con ese bebé y decidió encerrarla en el sótano de la mansión. Y allí está desde entonces.

La malvada chica la alimenta lo justo para mantenerla con vida porque si se muere el inevitable olor a descomposición acabaría por inundar la casa entera. Ahora, después de lo que acaba de descubrir le da igual lo que ocurra.

La escritora mira con furia a su clon, la maldad y crueldad de esa endiablada chica no parece conocer límites.

Kayden sigue avanzando por la casa deseando encontrar a alguien a quien pueda decirle lo que Hayden ha hecho pero nadie la puede ver.

En la siguiente escena que la escritora ve la niña tiene dos años, más o menos la edad que tenía cuando la vio en el sótano el día que Marilyn y Michael regresaron a Shafestbury, aunque han pasado unos días desde que la pareja llegó a la mansión.

La rubia está en su habitación escribiendo en su diario. En él plasma sus sueños de una vida feliz junto a Michael aunque la tristeza la embarga cuando piensa en su futuro bebé y en aquella criatura que les robaron a ella y a Michael antes siquiera de poder su cara por primera vez.

La prometida del pintor cree que tal vez Victoria no haya superado aún la trágica muerte de Kayden hace dos años y que tanto debió impactar en ella. No obstante apenas era un par de años menor que ella aunque no se notara. Pero su comportamiento errático y esa mirada tan siniestra, la misma que Hayden tenía, la inquietan un poco. La joven fallecida no era buena aunque la rubia nunca contó a su progenitor las cosas que hacía y decía. Además, un día la sorprendió mirando el cuadro de su difunta madre, que George mandó instalar tras su fallecimiento con odio. Sí, odio, esa es la palabra perfecta para definir la forma en la cual Hayden contemplaba aquella pintura.

Cada vez que la joven de ojos azules recuerda las cosas que Victoria sospechaba sobre Hayden y que había escrito en su diario sobre ella, la rubia se estremece de miedo.

Al parecer descubrió cosas que nadie sabía. Victoria tenía miedo al igual que ella de la adolescente, por eso le entregó su diario para que se lo llevara con ella. Si se quedaba en aquel lugar podría caer en manos de la hija de George lo que pondría en peligro a su propia prima.

Ambos diarios eran iguales y Victoria en una ocasión tomó por equivocación el de Hayden para continuar escribiendo en él. Enseguida se dio cuenta de quien era ese diario pero ya era demasiado tarde, había leído lo que no debía.

Espantada y con el corazón latiéndole a mil por hora Victoria dejó aquello en su lugar y recuperó su propio diario. En él, la joven contó lo que acababa de descubrir sobre Hayden usando una especie de código cambiado las letras por su número correspondiente en el abecedario. De esa forma aunque estaría todo allí escrito Hayden no podría descubrir lo que decía a no ser que fuera una mente privilegiada y se diera cuenta de lo que se decía en aquella combinación de números que a simple vista no tendrían ningún sentido para la mayoría de los mortales.

En el diario la joven aconsejaba a Marilyn que se marchara lejos con Michael y que jamás, por ningún, regresara a aquel lugar. Y fue exactamente lo que la pareja hizo, marcharse de allí. Lejos de la maldad de la adolescente Marilyn pudo seguir adelante con su embarazo. Un día mientras leía el diario de Victoria las palabras Muerte y Hayden se escribieron por arte de magia en la página que estaba leyendo. Al principio se asustó pues no sabía lo que estaba pasando aunque ella, que siempre tuvo cierta creencia a lo sobrenatural creyó que era una especie de aviso de que ya había pasado el peligro al morir Hayden.

En ese momento, una figura femenina y joven comienza a aparecer en la habitación. La rubia se asusta.

—Hayden de verdad deseo que estés descansando en paz. —dice la rubia después de recuperarse de la impresión de ver un fantasma en su habitación.

Victoria lleva la ropa con la cual Hayden la asesinó, la ropa y el cabello chorrean pero el suelo de la habitación permanece seco mientras otra figura comienza a formarse junto a la de Victoria.

—Marilyn, te pedí que no volvieras nunca bajo ninguna circunstancia. Ahora estás más en peligro que nunca. —le dice la aparición.

—Hayden está muerta ya no hay peligro. Pero Victoria me preocupa. Está rara, es como si...

—Como si no fuera ella, ¿verdad? —termina la joven la frase por ella.

La segunda figura femenina termina de formarse ante ella y Marilyn la reconoce de inmediato.

—¡Tía Judith! —exclama la rubia sorprendida.

De pronto la rubia recuerda unas palabras que la aparición le ha dicho apenas unos instantes antes y se sorprende.

—¿Cómo sabes que Victoria me aconsejó salir de esta casa y no volver jamás? —pregunta la chica de ojos azules. ¿Cuándo te lo dijo?

—Nunca, Marilyn. Eso fue algo que jamás le dije a nadie, algo que quedó entre tú y yo. La razón por la que ves a esa chica comportarse como si no fuese Victoria es porque esa chica...No es Victoria. —se sincera la joven asesinada con ella.

—¿Qué quieres decir? —comienza asustarse la rubia.

—Sobrina, esa no es Victoria, es mi hija Hayden.

—No entiendo nada. —asevera la rubia.

—Prima, la que murió ahogada fui yo, no Hayden. Ella me mató cuando no quise decirle donde estabáis. —le confiesa la joven muerta a una sorprendida Marilyn. —Me ahogó.

—Sé que está algo descentrada y que no es buena, pero, ¿asesina? —dice la chica de ojos claros negándose a creer lo que le están contando.

En ese momento, la escritora que presencia la escena se dirige a la rubia aunque sabe que la joven no puede escucharla, ni verla.

—Esa chica es un demonio, Marilyn, abre los ojos, ¡maldita sea!

—Te aseguro que Hayden me mató. —le dice Victoria.

—Y no es la primera vez que le quita la vida a alguien. —asegura triste la esposa de George. —Mi hija es un demonio. Cuídate mucho. Que no se de cuenta que sabes quien es, tal vez sea la única forma en que puedes salvarte. —dice la mujer de cabello rojizo evaporándose en el aire instantes después.

Luego es el fantasma de Victoria el que se va.

Marilyn no puede creer lo que acaba de saber, si eso es cierto esa endiablada chica es mucho más peligrosa de lo que parecía y debería estar encerrada en algún lado, aunque siendo menor de edad no entrará en la cárcel, tal vez ni siquiera sea juzgada. Ha matado a un persona, quizá a más. La rubia abre el baúl y al apartar algo de ropa para guardar su diario y el de Victoria encuentra otro diario y aunque siente curiosidad por leerlo finalmente decide no hacerlo.

Días después, en el día de la boda de la pareja, la rubia, ya peinada y vestida para la boda observa la cuna que su tío le regaló cuando supo que estaba embarazada de nuevo y se emociona. Aún faltan unos meses para que su segundo hijo venga al mundo, pero para aquel entonces ella estará lejos de Shafestbury y de Hayden. Todavía le cuesta creer lo que descubrió hace días y lo cierto es que tiene sentido. Desde entonces ha observado el comportamiento de la adolescente y en efecto es ella, lo peor de todo no es que haya robado la identidad de otra persona y se está haciendo pasar por ella. Lo peor y sin duda lo más cruel de todo es que está engañando a su propio padre haciéndole creer que está muerta desde hace dos años.

Pero, ¿por qué hace eso?

La rubia se mira emocionada al espejo vestida y peinada para casarse con Michael, Kayden en la habitación la mira sonriendo, recuerda esa escena, fue de las primeras visiones que la casa le mostró al llegar. La escritora se alegra de verla tan feliz.

Ahora se encuentra sola en su habitación pero siente una ansiedad que no puede explicar. Serán los nervios de la boda, la rubia decide caminar un poco por la casa para calmar los nervios que siente cuando ve la figura de una niña a unos metros de ella mirándola con tristeza.

«¿Una niña?» «¿Por qué su tío no la comentó que hay una niña viviendo allí?»

Intrigada la sobrina más mayor de George la sigue.

La extraña niña aligera el paso y termina conduciendo a la rubia hasta el sótano. La rubia abre la puerta del sótano y desciende las escaleras buscando a la niña. Al llegar al final de las escaleras lo que ve la deja sin habla. Allí está el cuerpo de la niña sentado con la cabeza baja. El fantasma de la niña observa llorando su propio cuerpo. Marilyn se acerca a la niña, su cuerpo está frío demasiado frío y está demasiado delgado. La futura esposa de Michael se da cuenta que la pequeña ha fallecido. La pobre cría ha debido pasar mucha hambre pues aunque no está en los huesos es evidente que estaba desnutrida.
La rubia la abraza con ternura llorando sintiendo como su corazón se desgarra por dentro. Sí, esa niña no era nada suyo pero le duele como si lo fuera su muerte.

La escritora también llora al ver la escena.

¿Qué pasará cuando la rubia descubra quién es esa niña?

—¡Vaya, por fin se reunieron madre e hija! —dice la voz que acaba de llegar al sótano.

Hayden deja de fingir en ese momento.

—¡Qué fácil me lo has puesto, Marilyn! Imagina las dos muertas en el mismo lugar. En vida no pudisteis estar juntas pero tras la muerte quizá. Mejor así, de ese modo Michael será solo mío como siempre debió ser. Mi hijo necesita a su padre. —dice la joven con una malvada sonrisa en su rostro mientras se acaricia la prominente barriga de embarazada que hasta ese momento ha tratado de ocultar.

—Victoria, estás enferma. Hayden te contagió su locura antes de morir. —le reprocha Marilyn fingiendo no saber quién es la chica que tiene frente a si.

En ese momento Hayden comienza a reírse a carcajadas.

—¡Ay Victoria, Victoria! ¡Si no se hubiera atravesado en mi camino tal vez seguiría viva! O tal vez no, ¿quien sabe? Siempre la odié y matarla fue tan divertido... —se sincera la joven riendo de nuevo. —Pero no te preocupes, tu hija y tú pronto os reuniréis con ella.

—¿De qué estás hablando, desequilibrada? ¿Qué hija? ¿La hija de quién? —pregunta la rubia que no entiende nada.

Hayden se burla de ella en ese momento.

—Es verdad. No he hecho las presentaciones. Te presento a tu hija. —le responde la hija de George a su prima.

—Estás rematadamente loca. Ya no sabes que decir. ¿Qué hacía esta pobre niña aquí? ¿Por qué mi tío no me ha dicho que vivía aquí? ¿Y por qué la tenía en el sótano?

La adolescente se vuelve a reír en ese momento.

—No se puede contar lo que no se sabe. —se sincera la muchacha con la rubia. —Mi padre ni siquiera sabe que tu hija estuvo aquí todos estos años.

Hayden le cuenta a su prima como llegó esa niña a sus manos y al terminar la historia, Marilyn se da cuenta por fin que esa malvada joven está diciendo la verdad.

—¡Maldita! —dice la rubia con los ojos anegados por las lágrimas.

La rubia toma unas tijeras que había cerca y se levanta para perseguir a Hayden que sale corriendo de allí riendo como si aquello se tratara de un juego.

La escritora las persigue también.

—¡Vamos Marilyn! ¡Acaba con esa desgraciada! —dice la contadora de historias aunque esta no pueda escucharla.

Hayden huye de Marilyn, le parece divertido atormentar a la rubia confesando que el cadáver de su hija, aquella que tanto tiempo han estado buscando desde que nació estaba allí. Pero la adolescente se ha cansado de jugar y deja de correr.

—Bien, ya nos hemos divertido. Ahora me toca seguir divirtiéndome a mi. —le dice la joven mirando a la rubia de manera tan aterradora que su prima paralizada por el miedo es incapaz de moverse.

La hija de George le arrebata las tijeras después de forcejear por ellas y termina apuñalando a Marilyn, primero repetidamente en el vientre para asegurarse que el bebé que Marilyn lleva dentro muere y luego en el pecho. Eso era algo que siempre había deseado hacer con la rubia sobre todo desde que le arrebató a Michael.

La chica de ojos claros comienza a sangrar por la boca y la sangre desciende por su cuello también. Se pone de pie con las pocas fuerzas que le quedan para mirar a su asesina a los ojos.

—Michael nunca será tuyo. —dice la joven desmayandose en ese momento y cayendo rodando por las escaleras.

Por suerte para Marilyn, la caída no le causa la muerte, pues las heridas en el abdomen y el pecho la matan antes que termine de caer por las escaleras.
Su asesina la mira con una ligera sonrisa en los labios, limpia la sangre de las tijeras en el mismo vestido de la fallecida novia y se marcha corriendo de allí. Llega al lago de la propiedad de su padre y arroja las tijeras allí donde nadie pueda dar con ellas nunca.

La tardanza de Marilyn en llegar a la iglesia donde se van a casar intranquiliza a Michael que siente la necesidad de ir a la casa de su novia para averiguar que ocurre.

En Shafestbury, entre tanto, George descubre el cuerpo de la rubia.

—Tú también no. —llora el hombre desesperado.

Poco después llega Michael a la mansión y al descubrir lo ocurrido corre junto a su novia abrazándola manchando así su ropa con la sangre de Marilyn.
Cuando la policía llega y descubre lo ocurrido, se lleva a George y Michael para ser interrogados. Además la ropa ensangrentada del pintor hace sospechar a los agentes. Hayden quiere ir con ellos pero su padre no lo permite.

—Tengo derecho a verlo. Es el padre de mi hijo. —dice la joven poniendo en marcha su plan.

Si está embarazada y dice que Michael es el padre, tendrá que casarse con ella, además quién va a dudar de una simple adolescente. Tras decir estas palabras todos miran a la joven.

—Déjenme hablar unos minutos a solas con Michael. —pide la joven.

—¡Mientes Victoria! —dice él enfadado.

Cuando ella se acerca a él le dice al oído.

—Si no aceptas casarte conmigo atente a las consecuencias. Por cierto, no soy Victoria, soy Hayden.

—¡Nunca! Yo solo pertenezco a Marilyn, a ninguna otra mujer. —responde el pintor.

Hayden le mira con odio y entonces hace una grave acusación.

—Michael Jackson la mató. —dije la joven señalando con el dedo al pintor. —Quería deshacerse de ella porque se había quedado embarazada. La dejó embarazada al igual que a mi que soy menor de edad. Me sedujo para que cayera, se aprovechó de mis sentimientos. —acusa la joven añadiendo una nueva y más grave acusación para hundir al artista como venganza.

—No le bastó a usted con asesinar a una mujer a la que dejó embarazada además seduce a una menor de edad. Es usted un delincuente de la peor calaña. —dice el policía llevándose a George y Michael a comisaría.

—¡Yo no he hecho nada! Sueltéme. —se defiende el pintor.

El fantasma de la rubia que ha salido de su cuerpo y ha presenciado toda la escena corre detrás de Michael y los agentes de policía.

—Él no ha hecho nada. Hayden es una mentirosa. Escuchen agentes. —dice la rubia tratando de llamar la atención de los agentes.

La chica de ojos azules aun no se ha dado cuenta que está muerta, pero cuando los agentes se llevan a los dos hombres y mira hacia atrás descubre horrorizada su cuerpo ensangrentado al pie de escalera y llora.

Luego se acerca a Hayden y la maldice.

—¡Maldita asesina! Nos mataste a todos, pero tarde o temprano tus maldades verán la luz.

En comisaría tras el interrogatorio, George es puesto en libertad y regresa a Shafestbury. Sin embargo, Michael queda detenido acusado de doble asesinato y violación de una menor de edad. Aunque él insiste en su inocencia, los agentes le ignoran y le encierran en una celda.

—Aquí vivirás hasta que llegue tu juicio. —asegura uno de los policías mirando al retratista con odio.

—Te prometo que te sacaré de aquí lo antes posible. Esto es un atropello.

Kayden llora al ver la injusticia de la que Michael es objeto y eso trae a su memoria recuerdos de cuando el Michael Jackson de su época fue acusado de cosas horribles. Incluso a día de hoy aún habiéndose probado su inocencia.

Han sido unos meses desde que Michael está en una pequeña e insalubre celda esperando la llegada de su juicio. Los intentos de George por sacarlo de allí han resultado infructuosos. El joven pintor ha enfermado por causa de la humedad y las malas condiciones higiénicas de la celda en la que lleva malviviendo todos esos meses.

Cuando un agente de policía va a comunicarle la fecha del juicio llama al pintor pero este no reacciona. El funcionario abre la celda y después de tocar al retratista, tratar de hacerlo reaccionar, le toma el pulso y al no encontrarlo cree que el acusado ha muerto. Minutos después, cuando un médico llega confirma su muerte.

Michael Jackson, uno de los pintores del Rey George acaba de morir y lo ha hecho sin poder probar su inocencia.

En Shafestbury, Hayden da a luz a su hijo. Su padre que sigue aún ignorando quién es ella en realidad sabe que la joven miente. Las cuentas no salen. Hace más de dos años que Michael y Marilyn se marcharon de allí y nadie sabía donde estaban.

El verdadero padre de la criatura que acaba de nacer es un muchacho humilde que siempre estuvo enamorado de Hayden, y de su misma edad. El abuelo de la criatura decide enviar al recién nacido con unos primos para que lo críen dado que la nueva madre, al parecer no quiere saber nada su hijo.

Cuando la noticia del fallecimiento de Michael llega a la casa del hombre, George, este llora. Su familia ha ido de tragedia en tragedia.

Un par de días después, el hombre presencia una agria discusión entre la enfermera y la que él cree que es Victoria.

—Yo seré una ladrona y todo lo que tú quieras pero tú eres una asesina. Y si me sigues obligando a hacerte trabajos sucios sin pagarme un centavo lo contaré todo. Contaré todo, que tú no eres Victoria sino Hayden y que asesinaste a tu propia prima porque no quiso decirte dónde se encontraba esa pareja. Mataste a una persona y tienes que pagar por eso.

Hayden la mira sonriendo con maldad.

—¿En serio crees que solo he matado a una persona? —se ríe. —Contigo ya serían... —dice la joven nombrando a sus víctimas usando los dedos de una mano para ello. —A ver... maté...A mi hermana al nacer, arrojé a mi madre por las escaleras, ahogué a Victoria, dejé que la hija que Marilyn y Michael que me entregaste muriera de hambre, apuñalé a Marilyn...Si me molestas seguirás su mismo destino.

La mujer aterrada se va y Hayden se queda sola. En ese momento al darse la vuelta ve a su padre mirándola.

—¡Tío! Estabas aquí. —exclama ella.

—¡Maldito demonio! —responde su padre.

Cegado por la ira y movido por un arranque de locura repentino e incontrolable, George se dirige a su hija, la toma del cuello y comienza a apretar con fuerza mientras su hija le suplica que pare. Unos minutos después, Hayden deja de respirar para siempre.

Su padre toma su cuerpo y allí lo deja, junto al cuerpo de la hija de Marilyn.

Hayden sale de su cuerpo y enseguida se da cuenta de lo que ocurre. Su padre acaba de matarla, pero al contrario que hizo con otras personas, Hayden es incapaz de hacer daño físico a su padre ya que ella quería estar sola con él. Era su debilidad.

Por eso mató a las mujeres que se le acercaban y las que suponían un estorbo para ella respecto a su padre o Michael ; sus dos grandes obsesiones en la vida.

Luego George Monroe, en estado catatónico sube al desván, toma una soga grande y fuerte, la coloca sobre una viga del techo, hace un nudo, se sube a una banqueta, coloca el resto de la soga alrededor de su cuello apretando bien la cuerda y después de unos intentos consigue tirar la banqueta en la cual se había subido. La soga hace presión sobre su cuello, causándole la muerte poco después.

Kayden llora sin parar. Toda aquella tragedia por culpa de una maldita adolescente obsesionada con dos hombres.

Shafestbury 2018

De nuevo en la época actual, la escritora trata de asimilar todo lo vivido, de ordenar sus pensamientos. Aquello es demasiado horrible para olvidarlo. Tiene que ser contado pero con todos los detalles, en especial la historia de Michael y Marilyn, pero para eso debe salir de la casa. Salir del entorno en el que Hayden es poderosa.

Allá queda la adolescente con el cuerpo de la editora del que ya se aburrió. En unos días lo devolverá a su lugar. Su objetivo ahora es otro.

La escritora logra hacerse con los diarios y salir de la casa, a pesar que Hayden trata de impedírselo.

Transcurren unos meses hasta que Kayden tiene el libro listo. Ya está preparado para su publicación y lo dejó en su apartamento. En unos días lo llevará a su nuevo editor ya que la muerte de Clarisse, su anterior editora la dejó sin palabras. Ella estuvo en su casa cuando se suponía que ya estaba muerta, aunque a la contadora de historias casi nada le sorprende ya.

Pero si algo la impactó al hacer una investigación sobre Michael, Marilyn, George y Hayden, fue que, descubrir que, en efecto, había vuelto al origen al regresar a aquel lugar.
Marilyn Monroe y ella estaban emparentadas. No era un parentesco cercano en el tiempo pero ahí estaba.

Sin embargo con quien si compartía más genética es con la malvada Hayden. Ella era su bisabuela. Descubrir algo tan aterrador sin duda la dejo tocada.

Aunque el libro aún no ha sido publicado y lo mandará a su editorial en unos días, ha podido demostrar sin género de dudas que el pintor siempre fue inocente de cuanto se le acusó.

Kayden decide regresar por unas horas a Shafestbury para comunicar a Michael y Marilyn que pronto habrá justicia para ambos cuando todo se sepa.

En ese momento, una de las ventanas de la casa estalla en pedazos cuando alguien una voz desde su interior lanza un grito y uno de los cristales sale disparado justo al corazón de Kayden causando su muerte en el acto.

Hayden la responsable de la muerte se ríe y dice.

—Yo siempre gano.

El fantasma se aleja riendo.

Cuando Kayden se da cuenta que está muerta enfurece y va en busca de la adolescente.

Días después, un misterioso paquete llega a la casa del Michael Jackson de la época de Kayden con la nota.

"Su autora no pudo verlo publicado." "Falleció días antes de hacerlo" "Hágalo por ella como última voluntad"

El cantante lee la nota y después de leer el libro mueve su poder e influencia para que aquello vea la luz. Además la historia del protagonista masculino de la historia que se llama y sufrió injusticias como él, le ha conmovido.

En Shafestbury, Kayden habla con Marilyn. Ahora ambas son fantasmas pero la rubia está triste porque Kayden no pudo cumplir su misión.

—Siento mucho haberos fallado. —se lamenta la fallecida escritora.

—Tú no tienes la culpa de nada. —responde la rubia.

En ese momento una luz aparece en la estancia y Michael aparece con la hija de ambos, la única que nació, aunque viviera por poco tiempo.

El pintor sonríe feliz.

—Ven con nosotros, amor. —dice él tendiéndole la mano a la rubia.

Ella duda.

—No tengas miedo. Hayden ya no puede hacer nada. La verdad ha visto la luz al fin. El libro ha sido publicado.

La chica de ojos claros no entiende nada pero hace lo que él le dice. Por primera vez en más de un siglo ambos pueden tocarse.

Hayden sale de la nada para tratar de impedir que Marilyn y Michael acaben juntos abalanzándose sobre ellos, pero los fantasmas de sus padres y Victoria se lo impide.

—Ve con ellos. Ella ya no tiene poder. Nosotros la vamos a controlar. Ve con ellos. Sed felices. —dice Kayden emocionada.

—Gracias por todo. —responde la rubia.

Marilyn sonríe junto a Michael y su hija se da cuenta que todo está bien...

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