CHRISTIAN

Todo comenzó en el lugar de donde provengo, Elemental, una dimensión llena de seres mágicos con una larga e interesante historia, que, lamentablemente, no es nada feliz. Una breve descripción podría ser: «sombras, un extraño elegido y una guerra de años». Pero eso es otra historia, así que por ahora, les hablaré del chico guapo de cabello morado nacido en una familia de guardianes encargados de proteger la libreta de la materialización, una reliquia capaz de materializar a las personas escritas en ella. Según mi familia, usarla trae consigo muchas consecuencias, entre ellas, la que más recuerdo: ceder la mitad de tu vida para que la persona creada pueda vivir.

Un día, recibimos la noticia de que debíamos proteger la libreta más que nunca, pues seres peligrosos podrían estar buscándola. Toda mi familia concentró su poder mental en un gran campo protector que rodeaba nuestros alrededores, y una gran parte se encargó de vigilar el perímetro. Los días pasaron sin que ocurriera nada "extraño". Todo estaba tan tranquilo que llegamos a pensar que la amenaza había sido detenida. Pero no fue así. Una noche fría y oscura, fuimos atacados rápidamente, al punto de no poder identificar qué nos atacaba. Solo podíamos observar algo moviéndose con gran velocidad, derribando a los vigilantes. Después de derribar a todos, se dirigieron hacia la barrera. Recuerdo que la barrera solo aguantó diez golpes antes de ser destruida en pedazos. Recuerdo el rostro triste de mi madre y la frustración de mi padre. Lo que sea que nos atacaba tenía un poder inmenso e imparable. Recuerdo que mis padres me dijeron cuánto me amaban y, de pronto, tres entidades oscuras se presentaron ante nosotros.

—¿Es aquí donde está la libreta de la Creación? —preguntó un hombre de apariencia oscura.

—No responderemos ninguna de tus preguntas —dijo mi padre.

—No esperaba menos; sin embargo, eso no nos detendrá —dijo la mujer al lado del hombre.

—Christian, vete de aquí. Eres la última esperanza para proteger la libreta. Nosotros haremos tiempo para que puedas huir. Recuerda el plan de emergencia. Confío en ti —me dijo mi padre telepáticamente.

Con lágrimas en los ojos, corrí rápidamente del lugar. Una de las sombras intentó detenerme, pero mi padre se interpuso. Mi madre comenzó a atacar a las otras dos sombras. Escuchaba la batalla claramente y, cuando llegué al lugar donde estaba la libreta, escuché un fuerte grito de mi padre y a mi madre gritar mi nombre. Oculté lo que sentía, tomé la libreta y vi a una de las sombras frente a mí. Con rapidez, activé el portal de emergencia antes de que pudiera hacer algo para evitar mi huida. Algo extraño ocurrió: juraría que ni siquiera se movió para detenerme. En el viaje por el portal, logré sacar todo el dolor que había dentro de mí.

Toda mi familia había sido asesinada.

Todo por esta libreta que debía proteger a partir de ahora, pues en manos equivocadas puede llegar a ser muy peligrosa. Y hasta ahí llegan mis recuerdos. Al llegar a la Tierra, lo primero que hice fue bloquear mis conocimientos más importantes sobre la libreta. Luego, inserté información sobre mí en un instituto para ingresar como estudiante y convencí a una pareja que no podía tener hijos de que yo era su hijo adoptivo. A partir de ahí, llevé una vida normal. No te voy a mentir, sufría por las noches, pero mis padres siempre me prepararon por si algún día su muerte llegaba antes de lo esperado.

—Y eso es absolutamente todo lo que sé, Luka. Lo siento. Jamás creí que necesitaría esos conocimientos de nuevo, o siquiera que algo como esto pasaría. Quiero ayudarlos en serio, pero no sé qué hacer.

Veo a Luka, y está en blanco. Su rostro no refleja lo que podría estar sintiendo. Lo observo levantarse de su asiento y acercarse a mí para abrazarme.

—Lamento mucho lo de tus padres. No tenía idea y mucho menos lo esperaba de ti. Siempre estás tan feliz.

—Todos tenemos nuestra forma de lidiar con el dolor. Yo solo finjo que todo está bien hasta que mi mente y mi corazón se lo crean.

—En serio, lo lamento tanto. Te estuve presionando mucho. Solo...

—Hiciste lo que yo haría en tu lugar. Buscaría respuestas y la manera de salvarme a mí y a la persona que me importa. Luka, no te preocupes. En parte, fue mi culpa por no haberte contado todo antes.

Luka me mira unos segundos con una sonrisa dibujada en su rostro, y ahí es cuando por fin puedo detallar lo lindo que es.

—Ya no podemos cambiar nada —me dice—, pero en serio necesito tu ayuda para indagar en esto. Te lo pido, por favor.

—Cuenta conmigo, Luka. Te ayudaré a ti y a Alejandra.

—En serio, te lo agradezco. Y creo que ya sé qué podemos hacer —hace una pausa—. Supongo que habrá que sacar la información de la fuente. ¿Aún tienes poderes mentales?

—Hace tiempo que no los uso, así que déjame intentarlo.

Cierro los ojos y concentro toda mi energía en mi mente. Siento algo fluir dentro de mí y, de pronto, mis ojos empiezan a brillar intensamente. Aún lo tengo.

—Sí, aún hay poder en mí.

—Entonces, manos a la obra.