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La verdadera Tu.

Jenna


Después de un mes de estar viajando, por fin llegamos a la casa, extrañaba mi habitación y mi cama, la última semana Suga no me soltó, estuve hablando mucho con Momo y Chunga, Lisa se controló cuando vio que me la pasaba con Yoongi, el día de hoy vendría el médico y ginecólogo para hacernos el chequeo y en mi caso aplicarme la inyección, las otras chicas tomaban pastillas, nos pesaron de nuevo, todas se mantuvieron en su peso menos yo.

—Señorita Ramos bajo dos kilos este mes.

—Necesito mejorar mi ingesta de calorías —bromee un poco.

—¿Cómo es que bajaste? Si te la pasas comiendo como un cerdo —Siempre tan linda y venenosa mi querida Lisa.

—¿Estas vomitando? Eso esta prohibido —Rose sonaba entre preocupada y molesta.

—¿Por qué lo haria? La comida es sagrada, es una tontería.

—Tranquilas señoritas, las señorita Ramos no vomita, sus estudios la muestran en perfecta salud, solo procure no bajar mas de peso este mes, si no tendremos que mandarla con la nutrióloga.

—No se preocupe me cuidare.

Después de los exámenes, Rose, Daehyun y Lisa se la pasaron haciendo teorías de mi peso.

—Ellas creen que estas usando algo para bajar, creen que intentas bajar para sentirme mejor — Chungha se ríe con sarcasmo.

—¿Por qué tanta obsesión con el peso?

— Por los estándares querida, yo no puedo descuidarme mucho porque subo, no me importaría si no fuera por el contrato, ¿me dirías tu secreto?

—No tengo ninguno, creo que es el sexo, tenía tiempo sin tener tanta actividad sexual, lo que sí quiero ir al gimnasio para tener más condición física o moriré un día de estos a manos de estos niños, aprovechare que ya viene mi periodo para descansar, la última vez me toco cuando ellos no estaban, pero ahora andarán por la casa.

— Ojalá me sirviera solo el sexo.

— Desaparecerías de ser así.

—Oye, mas respeto por tus mayores —me muestra la lengua y ambas reimos.

Al día siguiente llego mi marea roja, desperté de mal humor me dolía la cabeza y sentía el cuerpo muy pesado, supongo que era por la inyección, me puse a cocinar Brownies, el chocolate me calmaría.

— Huele muy rico —Momo llego olfateando de manera tierna.

— Es el horno —señalo la estufa sin levantar la cara de la barra, el frio de esta me relajaba un poco— son Brownies.

— ¿Te sientes muy mal?

—Me están comenzando a dar cólicos, y mi dolor de cabeza no se va, ya le mandé mensaje a Leetuk para que me traiga medicamento.

— Pobre de ti, ¿y aun así cocinas?

—Me encerrare en mi habitación mientras como helado y brownies, llorare con alguna película y no saldré de cama, es mi plan para los siguientes dos días.

— Es un gran plan ¿me darás Brownies?

— Claro hice una charola extra, más light para ti y chungha.

—Por eso te adoro Jenna.

De pronto por la puerta entra Jungkook moviendo su nariz como conejito.

— Ese aroma llega hasta la casa, ¿Qué es?

—Jenna esta haciendo Brownies.

—Genial yo quiero, ¿Jenna estas bien?

Solo levanto el dedo pulgar.

— Cosas de mujeres tranquilo.

Suena el temporizador y apago el horno, saco las charolas de Brownies.

—Creo que hiciste demasiado.

— ¿Has visto como come Jungkook?, creo que me faltaran —me pongo a partir los Brownies.

—Tiene razón, Jk tu comes demasiado

—Lleva esto para ti y los chicos —le entrego dos bandejas— comparte con los demás.

— No prometo nada —sale con un Brownie en la boca.

—Ahora Momo si me permites iré a morirme a mi cuarto.

Me vesti con la ropa mas enorme que tenia de algodón para ponerme a ver películas, rato más tarde tocaron a mi puerta.

—¿Puedo pasar?

—Si —mire a Yoongi entrar con una bolsa y una botella de agua.

—Me dijo Leetuk que te trajiera esto.

Saco las pastillas de la bolsa y las tomo, Suga se sienta a mi lado con cara preocupada.

—Parece que me voy a morir, pero no es asi, solo es cuestión de que se me pase, quita esa cara.

— Lo sé, pero aun así es raro verte tan apagada, además estoy molesto porque no me guardaste Brownies

—¿Quién dice que no? —le señalo la mesita—

—¿sabías que jungkook no me daría?

—Era lo más lógico, por eso te guarde algunos, no puedo dejar a mi gatito sin comida.

—¿Desde cuándo soy tu gatito?—sonríe satisfecho.

—Desde hoy, ven ahora te toca mimarme.

Me mira con esa sonrisa de encias que me encanta, no puedo evitar sentir algo de cariño por él, es con mejor me llevo por eso me agrada tanto su compañía. El obedientemente se acomodo en la cama conmigo recostándome en su pecho mientras daba caricias lentas en mi espalda, no se en que momento me quede dormida con el aroma de su colonia tranquilizándome de lleno.

Suga

Deje a Jenna dormida en su cama, no sé qué quería Namjoon queria hablar con todos de manera urgente en la casa principal, solo espero que sea un tema importante porque en verdad detesto que me quiten el tiempo al lado de Jenna.

—Ya estoy aquí.

—¿Vienes de la casa de las chicas?

Hobi me pregunto en cuanto me vio entrar, solo asentí con la cabeza.

—Ven es lo que les digo—Namjoon me señalo irritado.

—¿A qué te refieres Namjoon?

Dije arqueando una ceja.

—Estas mucho tiempo con las chicas

—Con las chicas, ¿o con Jenna? Se claro por favor.

—Con Jenna...

— ¿Y que tiene?—estaba molestándome en verdad.

—No dejas que nadie se le acerque, la estas monopolizando.

—No quieres tocar ese tema Namjoon.

—Chicos debemos calmarnos, a lo que se refiere Nam es que algunos queremos pasar tiempo con Jenna también.

Jin se puso en medio de los dos, como si temiera que nos fuéramos a agarrar a golpes.

—Pueden hacerlo, yo no me opongo, pero no entiendo cuál es la diferencia de ustedes a mí, Lisa esta todo el tiempo con Nam y nadie dice nada al igual que Chunga y Taehyung.

—Aun así, Hyung, no la dejas sola para nada, ¿Cómo quieres que la pidamos si tu ocupas sus tiempos?

—Yo puedo prestarte a Chungha si me dejas a Jenna.

—No gracias.

—¡Ves!

—Es que a mí no me gusta Chungha, es linda sí, pero mi favorita es Jenna.

—Que no se te olvide que las chicas están para todos, es lo que queremos que entiendas.

—Si Namjoon lo entiendo, si no hay más que decir al respecto me iré a dormir.

Namjoon tenia un punto, pero la verdad no me importaba tanto lo que ellos pensaran, me parece injusto. Digo es la primera vez que yo me siento a gusto con alguna de las chicas ¡No quiero que nadie mas la toque! Pero creo que debo tomarme un tiempo lejos de ella, antes de que sea tarde.


Jenna

Por fin mi marea roja había pasado, mi humor estaba de vuelta y sentía ganas de llenarme con algo de la música que amaba, hacia unas semanas atrás me había dado el lujo de comprarme algo que no sabían mas que los del staff que fueron quienes me ayudaron a elegir el color entre otras cosas. Con la ayuda de Jin al prestarme la sala de ensayos de la casa principal fui temprano aprovechando que los chicos estaban ocupados con proyectos futuros además de sus ensayos, llegue y mire el lugar el eco era favorable no necesitaría de las bocinas para la música. Ya que mi pequeño me daría todo lo que necesito. Fue así como puse el estuche de mi nueva Fender y la conecté al un amplificador que me regalaron los de Staff.

Las primeras notas sonaron algo desafinadas, como era nueva lógicamente debía de tomarme el tiempo de ponerla en forma para tocarla de manera decente. Fue así como la mayor parte de la mañana me puse a afinarla hasta que quedo justo como deseaba.

—Creo que ya está todo listo, veamos si recuerdo algo.

Vuelvo a iniciar con notas, esta vez ya les doy vida con la canción Sick and Destroy de Metallica, la melodía es estruendosa, pero me llena de energía. Mi amor por la guitarra vino por mi padre al igual que los gustos por bandas de rock de los 80's y 90's. El me regalo mi primera guitarra y me enseño como tocarla, tener una nueva me hacia sentir algo melancólica, ya que cuando mi madre enferma fue lo primero que empeñé y ya no pude recuperar.

Mis dedos se sabían la canción a la perfección acompañe la canción con un tarareo quería concentrarme más en el sonido de la guitarra que en mi voz o la letra de la canción, me sentía viva con esto y demasiado relajada, tanto que no note los cuatro pares de ojos curiosos que me observaban sin decir nada. Mi concentración se interrumpió cuando escuché el sonido de una cámara, me detuve casi al instante al ver a Yoongi, Jungkook, Namjoon y Jin.

—¿Por qué paras?

Sonreía Jin mientras tenia apuntada el celular hacia mí.

—Perdón no me di cuenta de la hora.

Comencé a recoger el amplificador y a guardar la guitarra.

—¿Desde cuándo tocas así?

—Lo hacia con mi padre, el fue quien me enseño —sonreí mirando la guitarra— ya no soy tan buena como antes, pero es algo que me gusta.

—Querida, ¿eso no es hacerlo bien? — Jin negó con la cabeza—¿estas loca?

—Necesita unas cucharadas de love yourself —Namjoon me miro con los brazos cruzados en su pecho— lo haces demasiado bien.

—A lo que me refiero es que necesito practicar un poco más, me equivoque en algunos acordes, pero es que tenía tiempo sin tocar una de estas.

—¿Por qué no la pediste antes? —Suga me acaricio la mejilla —Te la hubiera comprado con gusto.

— ¿Por qué no sabía dónde usarla?, es que en la casa molestaría a las chicas con el sonido, pero cuando Jin me ofreció la sala de ensayos, se me ocurrió comprarla.

El mencionado me tomo de la mano Jalándome hacia la cocina.

—Debes quedarte a cenar, compramos pizza.

—Perfecto porque muero de hambre.

Me senté a comer con ellos, sus temas de conversación eran sobre las posibles letras para sus canciones y también de temas triviales.

—Teníamos una noción más o menos de tus gustos Jenna—Hobi me señalo con un trozo de pizza— pero no sabíamos que tan intensos eran.

—Deberían de haberla visto en Nueva York.

—Guarda silencio Jin—Lo fulmine con la mirada.

—¿De que hablan?

Yoongi había dejado de comer para prestar más atención a la plática.

—Jenna cantando en media plaza, Jin y yo la vimos con un grupo.

—¿Enserio?, me hubiera gustado poder verlo—Agrego Jimin ahora también mirándome.

—Eso tiene arreglo Jiminnie, por la módica cantidad de cuatro millones de wons puedo cumplir tu sueño.

—Te cocinare por una semana, si no se lo muestras a nadie.

Jin me miro analizando mi oferta, hasta que Suga carraspeo.

—Muy tarde, ya te hice la transferencia.

—Oh mi linda Jenna, negocios son negocios, y el joven Yoongi se te adelante a tu oferta, pero no se lo mostrare a nadie mas si cumples tu palabra.

—Como yo la vi en directo no me preocupa tanto, pero aún me parece de muy mal gusto que solo ustedes tengan el video.

—Tener a la verdadera Jenna en video es algo invaluable, tal vez me podrían convencer.

Suspire porque al parecer entre a una especie de subasta en medio de la cena, me mantendré al margen porque no tengo nada más que ofrecer, además siento que el precio a pagar seria muy caro, mejor seguiré comiendo. Antes de dar otra mordida al trozo de pizza, mi teléfono vibro con un mensaje.

"Vete a mi habitación y espérame..."

Sentí un escalofrió al ver el remitente, mire Namjoon y este solo sonreía como si ya tuviera pensado todo lo que va hacerme, camine derrotada hacia su habitación, algo asustada, lo estuve provocando mucho, y no sabía exactamente la cantidad de azotes que me daría, así que serían dos más, mi pobre trasero me está odiando desde este momento.

Mientras Namjoon venia, me puse a revisar su habitación, tenía un librero enorme con demasiados tomos de diferentes tipos, según leí, tenía un IQ bastante alto, y parece que sigue alimentando su sexy cerebro, tan perfecto y tan pervertido,

—Puedes tomar los que quieras.

Di un salto sujetándome el corazón.

—¿Tienen algún tipo de fetiche, por asustar a sus Escort?, Dios.

—No es mi culpa, estabas muy concentrada en mis libros.

—¿Seguro puedo leer cualquiera?

—Claro mi cuarto es tuyo, tu solo pídelo y lo tendrás.

—Uy, un dominante a mis pies.

Me atrapo de la muñeca y giro hacia él, tomando mi mentón con su mano libre dándome una mordida en los labios.

—Uno trata de ser amable, y tu no cooperas Jenna.

—¿En verdad quieres ser amable GO—SHU—JIN—SA—MA?

Se me había zafado un tornillo, sus ojos se volvieron llenos de deseo, hoy amanecí con instinto suicida, me levanto como si yo no pesara ni un kilo y me arrojo a la cama, detrás de la cabecera saco dos cuerdas con correa en las puntas, me ato una en cada mano.

—Jenna eres muy mala niña, te gusta provocarme y eso no está bien —se comienza desvestir dándome una vista muy agradable de su torso moreno— no seré amable esta vez.

Saca unas tijeras del cajón, y comienza a cortar mi ropa por la parte de en medio, lo primero que pensé es que lo mataría ya que amaba ese suéter, lo segundo es que la había liado en serio, después de solo dejar mis pantis, coloco con paciencia las tijeras de nuevo en su lugar, después se acercó a mí de manera lenta, metió su dedo pulgar a mi boca haciendo presión en mi lengua, provocando un ligero babeo de mi parte.

—Eres una niña mala y no mereces que te prepare.

Demasiado tarde, mi mente algo retorcida ya estaba haciendo lo suyo y pude notar que mi entrepierna estaba lubricada por la excitación del momento, acto seguido levanto mis piernas hasta sus hombros y me penetro de manera dura, sus embestidas eran salvajes y dolorosas, pero el placer dominaba en cada momento, quería tocarlo, pero no podía mover mis manos la ansiedad que me provocaba no poder hacerlo, me hacía morder los labios, se acercó a intentar besarme, pero se detuvo.

—Quédate quieta.

—Pero...

—Si lo haces, te soltare.

Sus dientes se clavaron en mi hombro junto con una embestida, esto desato mi primer orgasmo cual niño precoz. Él se dio cuenta de inmediato y volvió a morder, sus ojos subieron a la par de los míos me sentí intimidada, quise mirar hacia otro lado, pero el me detuvo, le gustaba mirarme mientras seguía embistiendo.

—¿Para qué quieres que te suelte?

—Quiero tocarte —dicho esto, solo soltó una mano— eres malo.

—No tienes idea pequeña Jenna.

Con mi mano libre recorrí su brazo, que tenía aun costado mío mientras no me daba piedad con las penetraciones fuertes y sonoras, tomo mi mano y la unió con la otra atadura haciéndome girar, y dio la primer nalgada, a este paso me quedaría ronca con los gemidos producidos, dio otras dos nalgadas más, me tomo del cabello y comenzó de nuevo con las embestidas, me soltó mis manos se apoyaron en la cama apretando sus sabanas con toda mi fuerza, sentía el sudor recorrer mi cuerpo y el calor de Namjoon subir cada vez más, estuve a punto de tener mi segundo orgasmo pero Namjoon se detuvo, se alejó de mí y se sentó en un sofá que tenía junto a su ventana, me miro sin decir nada, yo estaba molesta por dejarme así, pero me estaba dando tiempo de regular mi respiración.

—Creo que un orgasmo es suficiente, no mereces más niña desobediente.

—Por favor... solo este—relamia mis labios.

— ¿Disculpa no te escucho? —se le dibujo una sonrisa, me daban ganas de abofetearlo.

—Por favor... amo.

Me hizo señas para que caminara hacia él, mis piernas me fallaron un poco al tocar el piso, me sentó en su miembro de un golpe.

—Muévete, pero si dejas de verme me detendré.

Como una niña obediente mis ojos se posaron en los suyos, comencé a subir y bajar lo mejor que mis piernas me respondía, por inercia cerré un poco los ojos por el placer estaba sintiendo, pero ante esta acción el me dio otro azote en el trasero.

—Eso no se hace te recuerdo.

Asentí, me sujete por su cuello y seguí moviéndome, su mano fue por la parte de enfrente y comenzó a frotarme en círculos mi clítoris, cada vez me era más difícil mantenerle la mirada y más sintiendo como mis piernas se debilitaban, me dio tregua atrapando mis labios en un beso aproveche que el cerro los ojos e hice los mismo, con la otra mano me ayudo a subir y bajar más rápido, llegando al segundo orgasmo este más intenso que el anterior, el me lleno con su liquido caliente gruñendo de satisfacción, hundí mi rostro en su cuello y di pequeños besos.

—Descansa un poco pequeña, que la noche apenas empieza.

Me acaricio la espalda de manera lenta, para llevarme a la cama comenzando con una sesión intensa de besos, estaba perdida, creo que llamaría al médico en la mañana después de esto.

Quien fuera le Jenna manas.

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