Rudeza Vs Inteligencia
Pareja:ZaphirixKrest
Advertencia:poquito +18
Créditos a los autores de la imágenes
Mi querida Mabesagittarius24 espero sea de tu agrado éste one-shot :"3
La universidad Saint's Gold es el lugar indicado dónde se puede ejercer la verdadera carrera que debes tomar y ser alguién en la vida, llena de éxitos.
Posee programas de intercambio con estudiantes de otros países o alumnos que desean ir al extranjero por medio de una beca.
El respeto entre alumnos y maestros debe existir pero hay algunos estudiantes que son tan populares que terminan humillando a los que creen débiles.
Tal es el caso de un chico de 17 años de nombre Krest estudiante de intercambio en Francia desde hace un año, sus notas son excelentes y desde pequeño demostró ser alguién inteligente ganándose diplomas y trofeos en competencias escolares, a los 10 años ya estaba en secundaria siendo el más joven de su salón, en la preparatoria a los 13 años, ahora en la universidad seguía siendo el más joven ya que los demás rondaban en la edad de 20 ó 21 años ésto hizo ganarse el apodo de nerd, eso a él no le importa ya que está acostumbrado a esos sobrenombres pero el bullying que sufre por parte de un grupito que lo molesta con sus bromas pesadas.
Su mejor amigo Itiá es él único que tiene ya que los demás sólo se le acercaban fingiendo ser sus amigos para abusar de su nobleza para que les hiciera la tarea u otros proyectos, el pelinegro demostró ser alguien de confiar desde un principio ganandose la amistad que tenían desde hace 11 meses.
Era la hora libre y el castaño se encontraba leyendo un libro en las gradas que hay atrás del campus, en esa parte práctican y juegan beisbol los chicos para el equipo que representa su universidad los Gold Warriors, él no gustaba de ningún deporte pero si iba ahí no era precisamente para verlos o bueno tal vez sí, pero solo a uno que consideraba su crush.
El típico chico rudo, atlético, popular entre las chicas y chicos, el que formaba parte del grupito que le hacía bullying aunque él no le decía ninguna ofensa pero estaba con ellos.
Le tocaba todas sus clases con él pero no cruzaban palabra alguna.
Veía como a lo lejos su crush le tocaba batear ya que entrenaban para competir en las ligas mayores con otras escuelas, aunque fingía leer, su mirada discreta veía como esos morenos brazos se tensaban para sujetar con fuerza el bat, una máquina que lanzaba las pelotas disparó una y él sin perder de vista su objetivo dio de lleno a la bola que salió disparada en dirección del castaño que no lo vio venir y para su mala suerte éste le golpeó en su cabeza en la parte frontal haciendo brotar sangre, el impacto más la fuerza con la que iba disparada era lógico que también lo aturdiría, dejó caer su libro y se tocó la zona donde sentía dolor.
- Estás bien?. Escuchó lejana una voz, su vista se tornó borrosa y nublada no podía distinguir a la persona frente a él.
Oscuridad fue lo próximo que vio, ya que se desmayó y sintió como unos brazos fuertes lo tomaban cargándolo.
Un chico de cabellos negros como la noche llevaba en sus brazos al desmayado Krest dirigiendose a la enfermería.
En cuánto tocó la puerta y la enfermera abrió se asustó de ver como la sangre emanaba sin parar de la cabeza del inconsciente castaño, lo atendierón rápido limpiando la sangre y ponerle un parche aunque tendría un chichón por varios días hasta que desinflamara ahora solo quedaba esperar a que despertara, el pelinegro se quedó cuidando del castaño, observaba atento cada rasgo hasta que éste comenzó a moverse inquieto.
Abrió los ojos lentamente, removiendose de la camilla recordaba un fuerte dolor en su cabeza e inconscientemente se llevó la mano en el lugar dónde ahora un parche tenía, dolía horrible cuándo se tocó.
- Pero que dem... Sus palabras fueron cortadas por una segunda voz que ni el castaño se dio cuenta de su presencia.
- Deberías por hoy irte a tu casa a descansar ya que el golpe fue demasiado duro y un bonito chichón estará contigo por varios días, toma la enfermera me dio éstas pastillas para que te las tomes en cuánto despertaras. Le dio en un vaso pequeño las pastillas y en otro el agua para que se las tomara.
No podía creer lo que sus ojos veían, su crush le hablaba por primera vez, esa voz varonil le encantó y se ruborizó sin querer.
- Gracias. Se tragó las pastillas y tomó el agua ya que su garganta la sentía seca.
- No es nada y perdón por el golpe.
- No te preocupes, al parecer soy un imán con las pelotas ya que no es la primera vez que me pasa.
- Jajaja eres chistoso. Le pareció gracioso el comentario anterior y se rió de una manera sexy.
- Si bueno, me siento mejor y creó que no me retiraré. Gracias por traerme a la enfermería y perdón por las molestias. Se bajó de la camilla dispuesto a irse pero el pelinegro lo detuvo.
- Espera olvidas tu libro. Se lo dio y él castaño lo tomó.
- Gracias nuevamente. Adiós. Giró el pomo de la puerta y en cuanto dio un paso para salir la voz volvió a hablar.
- Cual es tu nombre?. Giró sobre su eje para responder.
- Krest.
- Soy Zaphiri.
- Lo sé. Estamos en las mismas clases desde hace un año que estoy aquí pero veo que no prestas atención, gracias por todo y adiós. Sonrió de lado y se giró para salir de la enfermería, el pelinegro se quedó avergonzado por la respuesta del castaño ya que era verdad, era tan despistado la mayoria de las veces y hasta apenas que notó la presencia de ese chico.
Las clases transcurrierón normales hasta que fue la hora de sálida, Krest acostado en su cama no podía creer que su amor platónico lo haya llevado hasta la enfermería cargandolo en sus fuertes brazos, suspiró como bobo ya que le habló por primera vez y su voz era tan sexy y varonil y cómo no si Zaphiri rondaba los 20 años era mayor que él.
En su mente se imaginaba que eran novios, a veces los sueños pueden hacerse realidad, se quedó dormido a los pocos minutos y su último pensamiento fue el pelinegro.
Un nuevo día era y todos los estudiantes llenaban los diferentes pasillos de la universidad, Krest acomodaba los libros que no utilizaría en su casillero cuándo un fuerte golpe lo asustó, sabia quienes eran ya que desde temprano jodían su día.
- Hola nerd. Un chico de cabellos cortos rubio le sonreía burlonamente ya que el castaño brincó en su lugar por el golpe en el otro casillero
- Que quieren?. Les habló de manera fría al grupo que lo molestaba.
- Ya sabes genio, molestarte como siempre. Contestó otro de cabellos largos rojos atado en una coleta baja.
- Ya lo hicierón ahora larguense. Volvió a hablarles frío.
- Huy, hoy estás muy a la defensiva sabelotodo acaso ese golpe en tu cabecita te afectó y ahora te nos pones al brinco. Se rierón por el chiste de mal gusto del rubio sus amigos y unas chicas que también eran populares formando parte del grupo, el único al que nunca estaba de acuerdo con lo que hacían sus amigos era Zaphiri y éste estaba hasta atrás escuchando atento todo.
- Y yo ya dije que se largaran, ya me molestarón ahora vayanse. Por primera vez ya no se dejaría intimidar por esos mastodontes que se burlaban de él, estaba harto, ser inteligente no tenía nada de malo solo que ellos eran tan cabeza huecas por eso reprobaban las materias.
- Mira estúpido nerd enano, te enseñaremos a quedarte callado. Lo jaló bruscamente de su camisa el pelirojo y alzó su mano formando un puño.
- Lugonis, Ilias tránquilos ya lo molestarón vámonos, el director nos dio un ultimatum la otra vez, si se entera que hicimos otra pelea más nos expulsarán y ya no podremos estar en el equipo de beisbol, saben lo importante que es ganar el campeonato porque de ahí podemos jugar como profesionales en las grandes ligas junto a los mejores beisbolistas. Zaphiri intervino cuándo vio que golpearían a Krest.
- Está bien Zaphiri tú ganas. Se volteó para ver a la cara a su amigo y luego volvió a mirar al castaño con desprecio. - Te salvaste nerd pero para la próxima dudo que alguién te ayude. Lo soltó de su camisa y se fuerón para dirigirse a clases.
Cuándo Zaphiri pasó junto a él le dio una mirada rápida y en un susurro de sus labios la palabra lo siento salió.
Todo transcurrió con normalidad, en la clase de química debían hacer un proyecto por parejas para la otra semana pero que desde ya se pusierán de acuerdo y le hecharan ganas ya que valía el 50% de su calificación al final del semestre, todos de inmediato buscarón con quien trabajar, entre amigos se formarón las parejas pero a excepción de dos estudiantes que no encontrarón con quien hacerlo ya que Krest no se llevaba con nadie de su salón y solo por educación los saludaba, Zaphiri ni siquiera prestó atención ya que se estaba durmiendo en clases.
- Ya que todos tienen sus parejas pueden ponerse de acuerdo en dónde se verán.
- Profesor yo no tengo pareja. Habló el castaño levantando su mano
- Yo tampoco. Una voz hasta atrás igual se escuchó y que reconoció de inmediato
- Pues al parecer les tocará hacer pareja a ustedes dos, los demás ya las tienen, solo faltan ustedes.
Se acercó hasta el castaño y se sentó a su lado.
- Bueno pues al parecer somos pareja.
- Si eso parece, debo agradecerte por salvarme en la mañana de tus amigos.
- No es nada, ahora dime en tu casa o la mía y cuándo nos vemos para empezar el proyecto.
- En la mía ya que tengo todo lo necesario por si investigamos algo que no lleguemos a entender, te parece el sábado a las 10 de la mañana?.
- Mmmm está bien, no tengo planes ese día.
Intercambiarón sus números de telefóno quedándo el sábado de verse.
El día pactado llegó tan rápido y Zaphiri fue al departamento de Krest, era grande y espaciosa cuadros de pintores famosos adornaban la pared de la sala Van Gogh, Da Vinci, una estatua de la Torre Eiffel en la mesa de centro, todo estaba limpio y ordenado, las paredes en color azul, todo daba un toque fino y elegante.
El castaño estaba nervioso por la presencia del pelinegro en su departamento aunque lo ocultaba bien comenzarón a repartirse las tareas, Zaphiri muy poco entendía sobre el tema ya que no prestaba mucha atención en clase porque se dormía, Krest trataba de tener paciencia con su compañero y tratar de explicarle en breve lo que se ha visto, deseaba que fuera de ayuda el pelinegro sino todo el proyecto lo haría él.
El castaño se dio cuenta que Zaphiri aparentaba ser el tipico chico rudo de la escuela, era deportista por eso el porte atlético y su forma de vestir, playera de una banda de rock en color rojo, chaqueta de cuero negro, jeans rasgados de la pierna y botas en color negro.
Tan sólo era la fachada que utilizaba con sus amigos ya que era lo contrario a lo que él pensaba.
Su proyecto estaba casi a la mitad, entre investigaciones y escribirlo en la laptop se hizo de noche.
Quedarón en terminarlo si era posible el domingo pero revisarían que quedara perfecto y si era necesario agregar más información lo harían hasta quedar satisfechos.
El domingo fue lo mismo pero no lograrón terminar, aún quedaban muchos días para terminarlo a tiempo, sin embargo Krest era muy responsable y el lunes lo culminarían después de clases.
Zaphiri se permitió conocer más a Krest y se dio cuenta que era muy agradable, se mostraba serio en la universidad pero era risueño, admiraba su inteligencia, pudo observarlo detenidamente sus cabellos cortos castaños, esos ojos verdes, su piel tan blanca como la nieve, su esbelta figura, esas caderas que se veian pequeñas aunque era normal por ser alguién de baja estatura.
El lunes llegó y como siempre por la mañana el grupito de bad boys molestaban a Krest insultándolo pero se sorprendierón cuándo Zaphiri lo defendió de sus amigos y pidiendo que lo dejaran de molestar para siempre, los tres formaban parte del equipo de beisbol y eran conocidos por ganar siempre así que eran admirados por todos pero Lugonis e Ilias se valían de eso para molestar a otros y Zaphiri para encajar en el grupo fingía ser el chico rudo pero no le gustaba cuándo molestaban a los débiles.
Consideraba su amigo a Krest y no estaba de acuerdo en que lo molestarán por ser inteligente, ellos eran cabeza hueca porque querían.
Por primera vez sí fue un chico rudo para defender al inteligente de toda la universidad.
Rudeza Vs Inteligencia ¿Quién ganará al final?
Se fueron hechando humo por las orejas el grupito de matones ya que no se les hizo molestar al castaño porque lo defendió al que creían su mejor amigo.
La hora del almuerzo Krest se encontraba sentado en una mesa junto a Itiá y le contaba todo suspirando como tonto porque su amor platónico lo defendió de sus amigos.
- Si sigues así babearas toda la mesa. Se le burlaba el pelinegro.
No se dio cuenta que Zaphiri se acercaba a ellos, ya que sus "amigos" le negarón el asiento en su mesa por defender al nerd y cómo tampoco le importó rogarles vio a Krest junto a otro chico que no conocía.
- Hola puedo sentarme con ustedes?. Sonreia el pelinegro.
- Krest tu que dices?. Habló Itiá a su amigo que casi quería gritar de la emoción.
- Claro que sí, adelante. Sonrió timidamente.
- Gracias, soy Zaphiri y tú eres?.
- Itiá un gusto el conocerte, Krest me ha hablado de ti.
- Ah si?. Y Compartes clases con nosotros?.
- No, ya que me tocan otras materias, me las cambiarón hace algunos meses, solo coincidí con Krest en una por eso somos amigos.
- Ah ya.
Siguierón conversando hasta que la campana sonó anunciando la próxima clase.
El profesor que imparte algebra revisaba las evaluaciones de todos los alumnos y vio algo que no le gustó.
- Joven Zaphiri por lo que veo usted si no pone atención a clases puede reprobar el semestre, no sólo es ésta materia sino las demás también, he hablado con el director y estamos de acuerdo con que tenga un tutor, el alumno Krest al ser él mas joven e inteligente de todo el campus lo ayudará a que sus calificaciones mejoren porque sino lo hace tampoco podrá jugar beisbol ya que puede ser expulsado. Le dirigió una mirada reprobatoria a su alumno que gruñó molesto.
- Ash está bien, lo hago porque amo ese deporte. Desvió su mirada molesto.
Después de clases fueron al departamento de Krest y terminarón el proyecto, revisarón que todo quedara perfecto y lo guardarón en una memoria USB.
También se pusierón de acuerdo en lo de las tutorías de Zaphiri, al terminar las clases irían a la biblioteca de la universidad para estudiar a partir de mañana ya que era importante que aprendiera sobre todas las materias lo antes posible porque los exámenes estaban próximos y no había tiempo que perder.
Como dijerón al término de las clases que eran a las 7 de la noche se adentrarón a la gran biblioteca de la escuela, Krest percibía el olor de los libros viejos que han estado por años en ese lugar la sabiduría flotaba en el ambiente.
Se sentarón y dejaron sus mochilas en el suelo no había ningún estudiante en el lugar.
- Bien, lo primero que haremos es buscar los libros que necesitaremos para que puedas hacer un resumen en la libreta sobre los temas que ya hemos visto.
- Ok.
- Serán muchos así que vamos necesito tu ayuda para que los lleves.
Se levantarón de sus sillas y caminarón buscando la sección de interés.
Los pasillos eran largos y cada mueble de madera era grandísimo.
Encontrarón el indicado, Krest intentaba alcanzar un libro pero su baja estatura no ayudaba ya que estaba en la parte alta.
Aunque se parara de puntitas no podía, eso le causó gracia al pelinegro negó con su cabeza y se acercó para ayudarlo.
- Déjame ayudarte. Escuchó decirle y lo próximo que sintió fue como esas grandes manos lo agarraban de su cintura para alzarlo y así llegar al libro que quería.
Se sonrojó enormemente y se puso nervioso.
Las sospechas de Zaphiri fueron correctas ya que la cintura de Krest era pequeña, lo alzó como si fuera un muñeco, era tan ligero.
Un impulso le nació de repente.
- Gracias. Dijo aún dándole la espalda cuándo sus pies tocarón el piso de nuevo pero las manos que lo habían soltado volvierón a tomarlo de la cintura para girarlo rápido.
Lo próximo que sintió fue unos labios estamparse con los suyos, su primer beso y era con su amor platónico o ya no tanto ya que ahora mismo lo besaba con pasión.
Aunque fuera inexperto le seguía el ritmo de forma experta ya que por sus venas corría sangre francesa y como todo francés le dio el mejor de los besos jugando con su lengüa.
El sonido que hacían sus bocas encendía una chispa en ellos, antes de separarse el castaño mordió el labio inferior con sus dientes, se separarón jadeando y mirándose directo a los ojos.
Volvierón a unir sus labios en un rico beso francés, sus cuerpos se pegarón más, las manos recorrían el cuerpo del contrario.
Extasiados se separarón, Zaphiri por instinto olió los cabellos castaños le encantaba el olor a lavanda que desprendían éstos, su boca se dirigió al blanco cuello saboreando esa piel con su lengüa, mordiendo y dejando marcas que serían notorías al día siguiente, sus manos se dirigierón a los botones de la camisa desabrochandolos hasta que se la quitó y botó al suelo, besó la clavícula y pecho del castaño para bajar a esos pezones que lamió y mordió a su gusto.
Krest gemía por esa acción, sus piernas flaqueaban por las sensaciones en todo su ser, sus cuerpos se frotaban entre sí buscando más contacto, las erecciones en ambos se hizo presente.
El castaño igual quitó la camisa de Zaphiri y con sus manos recorria todo el pecho sintiendo como la piel se erizaba por su tacto hasta bajar al bien marcado abdomen dónde pasó la yema de sus dedos en cada cuadrito que se le marcaba por el ejercicio, su cuerpo se calentó más.
El pelinegro desabrochó el botón del pantalón negro del castaño y lo bajó con todo y boxers hasta su rodilla, estaba ansioso por poseerlo e hizo lo mismo con los suyos.
Le dio un último beso para voltearlo observando ese redondo trasero, sus manos las colocó en cada glúteo apretándolos con algo de rudeza, se arrodilló y las separó para admirar su entrada, su lengüa ensalivada se dirigió al pequeño agujero dándole su primer beso negro, Krest gimió por esa mojada intromisión en esa parte de su cuerpo.
El primer dedo se introdujo, sentía como esos anillos de carne succionaban su dígito, el segundo hacía movimientos de tijera para dilatar más y en el tercero el castaño movía su cadera en busca de más contacto, los retiró ganandose un gruñido a forma de protesta.
Se apegó más al cuerpo de su ahora amante para frotar su entrepierna entre los glúteos a modo de despertar su intimidad que se durmió en los minutos que tardó preparando a Krest, su pene volvía a alzarse orgulloso.
Puso la punta en esa estrecha entrada para meter todo de una sola estocada, un grito de dolor y placer fue la respuesta del castaño, esperó a que se acostumbrara y el mismo Krest diera luz verde para empezar.
Al minuto movió la cadera indicando que comenzará y así lo hizo, sus manos volvierón a agarrar esa cintura pequeña, la penetración era lenta pero profunda.
- Zaphiri... m-muevete más... rápido ahhh. Él haciendo caso aumentó la velocidad sacándole más gemidos a su amante que se aferraba con fuerza a la madera del estante, su erección chocaba con los libros de abajo pero no le importaba si llegaba a mancharlos con su semen.
Las embestidas iban en aumento y Krest gemía más fuerte, por un momento pasó por la cabeza del pelinegro si alguién llegaba a la biblioteca y los soprendía en pleno acto al escuchar ruidos.
Por si las dudas una mano dejó de sostener la cintura del castaño y lo llevó a su boca callando sus gemidos.
Sus movimientos eran inclementes, daba gracias a los dioses que el estante era pesado aparte de cargar el montón de libros sino ya los hubiera aplastado por sus feroces embestidas.
Las piernas de Krest las sentía temblar por cada arremetida, su interior se contraía al sentir cuándo ese miembro tocaba su punto dulce.
Su pene era deliciosamente apretado, los espasmos de su amante le indicaba que su orgasmo estaba próximo, él estaba en las mismas condiciones así que aumentando la velocidad.
Su cabeza se hechó hacia atrás y su espalda se arqueó ya que su orgasmo llegó de una forma abrumante, se vino de forma abundante salpicando unos libros y algunas gotas cayeron al suelo, sintió como algo llenaba su interior.
Zaphiri cuándo sintió que las paredes anales apretaban más fuerte su pene hicierón que su esencia se derramara dentro de su amante.
Respiraciones entrecortadas, exhaustos por la sesión de sexo quedaron pegados sus cuerpos, sus pieles sudorosas desprendían un aroma cítrico.
Ya recuperados, se vistierón rápido y Krest limpió su desastre.
En cuánto llegarón a la mesa dónde estaban sus cosas el que hacía la limpieza se adentró a la biblioteca, suspirarón aliviados que ya hubieran terminado sino sería otra la historia.
Se retiraron del lugar, las piernas del castaño aún temblaban y un ligero dolor en su espalda baja se hacía presente, por hoy ya no harían nada ya que era tarde pero quedarón que mañana si estudiarían.
A la mañana siguiente todo transcurrió normal en clases pero los nervios en Krest se apoderarón de él cuándo la última clase acabó y volverían a la biblioteca dónde fue su primera vez.
Se armó de valor para reunirse con Zaphiri que lo esperaba con una sonrisa de oreja a oreja.
- Vamos?. Dijo el pelinegro.
- Si. Fue la única respuesta.
En el camino a la biblioteca nadie habló, dejarón sus cosas en la mesa para buscar los libros que ocuparían pero rememorar el encuentro la noche pasada, sus seres se estremecierón al recordar lo bien que se la pasarón, Zaphiri se apegó al cuerpo del castaño y comenzó a besarle el cuello.
Eso hizo estremecer el cuerpo de Krest pero haciendo todo el uso de su autocontrol habló.
- Zaphiri... ahh no, detente. Un suave jadeó salió de sus labios al sentir que mordía su cuello el pelinegro.
- No quiero.
- Detente, tenemos que estudiar.
- No me convence.
- Hagamos un trato, si estudias y sacas de promedio un ocho en todas las materias haremos de nuevo lo que hicimos aquí. Dijo sonrojado pero era lo único que se le ocurrió decir.
- Mmm dejame pensarlo. Dirigió su mano a su mentón y miró hacia el techo como analizando el trato. - Tú ganas, me convenciste.
- Está bien, pero no será aquí en la biblioteca puede ser en mi casa o la tuya, aunque dudo que ganes y saques esa calificación porque sino obtienes un ocho no pasará nada. Se cruzó de brazos sonriendo.
- Ja! Dudas que pueda sacar esa calificación? Ya veremos al final quién rie mejor porque pienso ganar mi premio. Que empiecen los juegos!. Sonrió porque se pondría las pilas a estudiar sin parar y callar a Krest ya que demostraría que si puede sacar una buena calificación.
Tomarón los libros necesarios, resumiendo lo importante de cada libro para así traspasarlo a la libreta ya que serviría para profundizar en los temas hasta ahora vistos en clase y así reforzar la investigación.
Dos horas se la pasaban en la biblioteca estudiando, Krest le ponía ecuaciones, le hacía preguntas sobre historia antigüa y moderna, reforzar el habla en idioma extranjero, explicar sobre química, biología entre otras más, por dos semanas estuvierón así, a Zaphiri le costaba un poco al principio pero se motivaba a continuar y no rendirse por ganar su premio.
Que Krest fuera suyo nuevamente le emocionaba ya que comenzaba a sentir algo por el enano de su amigo, y el castaño pues ya estaba enamorado desde hace tiempo del pelinegro.
La temporada de exámenes llegó Zaphiri nervioso porque rogaba a todos los dioses existentes que algo quedara en su mente después de tanto estudiar, tuvo al mejor tutor que con paciencia le enseñó todo lo que sabía.
Krest pedía que tan siquiera sacara un siete Zaphiri porque si lograba su cometido tendría que reclamar su premio, ahora se arrepiente de haber hablado de más no sabía que pensaba en ese momento cuándo su boca dijo esas palabras.
El exámen se aplicó, algunos nerviosos porque no estudiaron, otros más seguros cómo Krest que confiaba en su inteligencia innata pero que igual repasaba los apuntes de todo lo visto en clases.
Al final del día se entregarían las evaluaciones de todos los examenes, mayoría de jóvenes estaban a la expectativa en especial dos que estaban ansiosos.
Llenos de incertidumbre vieron cuándo la hoja se pegó en la pared del salón, como siempre Krest sacaba diez en todas las materias ahora era el turno del pelinegro de buscar su nombre y ver su calificación en la lista, el castaño estaba atrás de el esperando ansioso la respuesta, éste se giró y con cara triste lo vio a los ojos dándo a entender que no fue lo que esperaba.
- Lo siento tanto Zaphiri. Le dio una mirada reconfortante.
- Yo igual lo siento Krest, pero por tí ya que perdiste jaja! Saqué ocho en todas las materias y mi promedio total es de ocho punto tres. Toda la tristeza fingida cambió a una de emoción ya que ganó.
- Pero que? No puede ser!. Gritó porque fue engañado.
- Así es, míralo por ti mismo. Lo jaló de la mano y le mostró con su dedo en donde estaba su nombre y las calificaciones.
Krest no podia creer lo que sus ojos miraban, efectivamente Zaphiri si le hechó todas las ganas del mundo al estudio y sacó una calificación buena.
- Eso quiere decir que perdí y ahora tengo que pagar el trato. Se tapó la cara por la frustración que sentía pero de inmediato las quitó para ver mal a Zaphiri.
- Así es amigo mío, será en tu casa ya que vives solito y en la mía pues están mis padres y hermanito, al salir de aquí nos iremos directo a tu departamento porque estoy ansioso por hacerte mío, te aseguro que te lo haré muchas veces sin dejarte descanzar un minuto ya que te traigo muchas ganas precioso. Sus ojos le hacían gala a su nombre ya que esos zafiros brillaban de emoción y lujuria contenida por días ya que su amigo era una tentación, se sorprendía de sí mismo al controlarse por dos largas semanas en no hacerlo suyo, aventarlo en la mesa y ahí mismo poseerlo.
Krest cumplió su palabra, al salir de clases fuerón a su departamento entregandose a Zaphiri, dierón rienda suelta a la pasión y amor que sentían, Zaphiri igual cumplió lo que dijo ya que hicierón el amor hasta que sus cuerpos dijeron basta.
El equipo de los Gold Warriors le tocaba ir a jugar de visita en otra escuela, los Specters se colarón en la final y éste era el último partido para ganar el campeonato.
Zaphiri invitó a Krest para que fuera a apoyarlo, se sentó en las primeras gradas para poder ver de cerca el juego.
Algunos alumnos asistierón como porra para su equipo, familias iban al campo para ver a sus hijos y darles ánimos, uno que otro porque son aficionados a ese deporte.
Las primeras entradas iban 0 - 0 hasta la sexta entrada fue cuándo las primeras carreras comenzarón a salir, ya en la octava baja el marcador iba empatado 6 - 6.
Los ánimos estaban caldeados, las porras a cada equipo no se hacían esperar y las ofensas al enemigo se hacían presentes, la tensión se respiraba en el juego ya que era la novena baja y seguían empatados si seguían así abrirían la décima entrada hasta que uno cediera y produjera una carrera para desempatar y así llevarse el campeonato, era raro que un juego se extendiera hasta ese número pero ninguno daba su brazo a torcer, los que bateaban en ésta novena baja eran los Gold Warriors.
La casa estaba llena, tres jugadores ocupaban la primera, segunda y tercera base.
La gente estaba a la expectativa por saber que pasaria.
En la pizarra se mostraba que llevaban dos outs, el cuarto al bat era Zaphiri y era su turno de batear.
Si lograban ponchar al pelinegro se cerraba esa entrada ya que al tercer out se acaba para abrir la nueva dónde batearían los Specters.
Se colocó y dejó escapar el aliento, removió la arena para que quedara plano dónde pisaba, colocó su bat a la altura de su hombro y esperó.
El catcher daba indicaciones con la mano al pitcher y éste asintió para ponerse en posición de lanzar, tiró la bola con una velocidad que ni siquiera vio venir Zaphiri, escuchó que el ampayer gritó strike one.
Lanzó el pitcher la pelota en una perfecta bola recta, cantando el strike al bateador estrella que era conocido por su potente brazo haciendo home runs.
Zaphiri relajó los músculos y entre todo el griterio escuchó la voz de su amado diciendole "tu puedes, no te rindas y demuestra quién es el mejor bateador" eso lo motivó mucho.
Esperó a que de nueva cuenta lanzara la bola pero no vio venir de nueva cuenta la pelota, oir que le cantaban el strike two.
Ésta vez el pitcher lanzó una bola curva y que el pelinegro no previno cantando el segundo strike.
Zaphiri se enojó ya que de seguir así abrirían una nueva entrada, y eso no era la mejor opción ya que todos estaban cansados y su pitcher estrella se lastimó el hombro, no puede continuar si aún tiene molestias.
Dejó escapar un suspiro y se concentró en mirar la bola, como si fuera un escorpión en posición de ataque visualizó a su presa que en éste caso era la pelota, su aguijón estaba alzado listo para inyectar su veneno, sus ojos no perdierón de vista la trayectoria de su presa con fuerza apretó el bat y un potente batazo dio en el blanco lanzándolo fuera del campo, un gran home run que hasta partió el bat de madera por la fuerza en que le golpeó.
Los jugadores que estaban en las bases corrierón directo a home para así anotar su carrera, Zaphiri corría a toda su velocidad para llegar a base, la gente gritaba emocionada porque el bateador estrella llegó a home y todos lo esperaban para abrazarlo, el partido se acabó, la victoria fue para los Gold Warriors, aplausos y gritos de euforia porque su equipo ganó, los fans del otro equipo se retiraban del lugar.
Los Specters al verse perdedores se fuerón a su vestidor cabizbajos.
Todo el equipo emocionado abrazaban a Zaphiri y mojaron a su manager con agua fría ya que era una tradición hacerlo cuándo se vivían campeones.
Pusierón un estrado improvisado y les dierón sus medallas al primer lugar también un reconocimiento al mejor jugador que en éste caso fue el pelinegro y el trofeo que fue entregado en sus manos, lo alzó arriba de su cabeza y toda la gente aplaudía felices porque ganaron, entre ellos Krest que emocionado gritaba "te amo Zaphiri" entre otras cosas.
Una persona se encargó de entrevistar a los jugadores con micrófono en mano, se dirigió al de ojos zafiros que agradeció el apoyo de su entrenador, profesores y sobre todo de una persona especial para él.
La gente escuchaba atenta lo que decía el pelinegro en especial el castaño, Zaphiri pidió prestado el micrófono al reportero.
- Hola a todos, en ésta noche quiero agradecer a una persona especial para mí que está entre el público ya que sin él hoy no estaría jugando la final del juego, me ayudó a darme cuenta que fingir ser alguién que no soy portándome rudo ante todos no es bueno ya que solo lo hice para encajar en el grupo, por favor sean ustedes mismos y no cambien solo porque los juzgan, a Krest le hacian bullying solo por ser alguién inteligente pero yo lo defendí, aunque cuándo nos conocimos no fue el apropiado, ya que estaba inconsciente en mis brazos porque entrenando la bola que golpee con mi bat fue en la dirección de él que estaba leyendo, casualidad o destino a partir de ese día todo cambió, nos tocó trabajar en equipo en un proyecto y ahí lo conocí un poco más, admiro su inteligencia ya que no hay nadie tan listo como él en toda la universidad pero también admiro su forma de ser, no se deja vencer por nadie; aunque le digan apodos no le afectan en nada, él sigue adelante mirando hacia el frente, es un excelente tutor y cumple su palabra, todo lo que hemos pasado juntos no lo cambio por nada, éste campeonato te lo dédico a tí, Krest hoy quiero decirte que te veo más que un amigo, te amo con todas las letras de la palabra, no imagino un futuro sin tí a mi lado, hoy delante de toda ésta gente quiero confesarte mi amor pero también pedirte que seas mi novio formalmente. Zaphiri hasta ahora creía ser heterosexual pero todo lo que hizo con Krest le hizo dudar de su sexualidad ya que amaba a un hombre y se sentía mejor que andar con una mujer ya que no sentía nada con ellas.
Así que si ganaba el campeonato delante de toda la gente le pediría ser su novio y aunque no ganara igual lo haría, ya que no podía esperar más tiempo y aguantarse todo ese amor que casi le explota en el pecho por la intensidad de sus sentimientos.
Krest no podía creer lo que escuchaba, su sueño si se hizo realidad después de todo, bajó los escalones para adentrarse al campo e ir en la dirección de su amado para darle su respuesta, su amor platónico ya no lo sería más de ahora en adelante.
Ya estando a escasos centímetros de él, Zaphiri le dio el micrófono para que diera su respuesta y la gente chismosa estaba ansiosa por saber si era correspondido o bateado.
- Zaphiri déjame decirte que he soñado miles de escenarios en mi cabeza dónde te me declaras pero ninguno como éste se cruzó por mi mente, desde antes ya te amaba eras como mi crush o amor platónico ya que te creia inalcanzable al verte como el típico chico rudo de la escuela aparte de ser popular pero todo cambió aquella vez en la enfermería, mi respuesta es si, acepto ser tu novio. Zaphiri lo rodeó con un brazo ya que en el otro tenía el trofeo acercándolo a su cuerpo y darle un beso en los labios.
La gente gritaba de emoción al ver a los enamorados besarse.
Después del beso se abrazaron y Zaphiri le susurro algo en el oído a Krest que lo hizo sonrojarse.
- Amor tienes razón en lo que me dijiste la primera vez sobre que eres un imán con las pelotas, ¿Sabes porqué?.
- ¿Por qué?.
- Porque mis bolas quieren chocar contigo y no precisamente en tu cabeza, tal vez en tu boca o bello trasero.
- Idiota. Se separarón del abrazo y éste estaba rojo hasta las orejas.
Cuándo Krest llegó el primer día a la universidad todo era nuevo para él, no conocía a nadie, caminando hacia la oficina del director vio salir de ahí a un chico de cabellos negros, su piel algo bronceada, cuando sus pasos los acercarón más hacía aquel joven, los ojos zafiros de aquel dios griego se posarón en sus verdes orbes, por fracciones de segundos se observarón, Krest quedó cautivado por aquel sujeto de porte rudo, a partir de ese momento sintió que fue amor a primera vista.
Pero lo creía imposible e inalcanzable porque días después se dio cuenta que era popular entre los estudiantes convirtiendose en su crush o amor platónico.
Los días pasarón rápido y al año se graduaban de la universidad con honores, sus títulos eran la prueba de sus carreras elegidas.
A las pocas semanas de su graduación decidierón casarse y vivir en el departamento de Krest, los padres de Zaphiri estaban felices porque su hijo finalmente sentaba cabeza y sabían que el castaño era un buen muchacho que lo ama mucho.
Los contratos con diferentes equipos de beisbol de las grandes ligas le llovierón a Zaphiri ya que sabían que era un buen bateador pero esperaban a que éste terminara sus estudios, Krest le aconsejaba los que le convenían más.
Hasta que eligió uno y así firmar su contrato con el equipo, su esposo siempre lo acompaña para hecharle porras en cada juego.
Rudeza Vs Inteligencia no se trata de competir por ver quién gana ya que se demostró que dos personas diferentes en personalidad si pueden convivir hasta el punto de enamorarse.
La rudeza cautiva a la inteligencia y la inteligencia cautiva a la rudeza.
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Hola mis bellos lectores, espero sea de su agrado éste one-shot que está larguito, espero que más ideas lleguen a mi cabecita con las dos últimas parejitas.
Éste shot se lo dedicó a la personita que mencioné al principio, valoro cada plática con ella y contándole las ideas que tenía sobre ésta historia ella mencionó Rudeza Vs Inteligencia y pues me gustó para el titulo con el tema a tratar, asi que le doy sus créditos :"3
Adoro sus obras y su más reciente libro Relatos [SagitarioxCapricornio] que está muy bueno, las personitas que la siguen saben de lo que hablo 😉
Posdata: no se nota que me gusta mucho el beisbol o si?.
Mi deporte favorito así que lo incluí en el one-shot.
Me despido.
Atte. Skarlet Antares 🦂❄💙☠
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