Patriarca
Pareja:CamusxMilo
Advertencia:+18
Créditos a @Room_Gemini en Twitter
Para todos los que querían a Camus sexy patriarca aquí lo tienen, disfruten la lectura :3
La nueva vida que les dio su diosa la disfrutarían al máximo.
Estaban agradecidos por la nueva oportunidad que tendrían ya que así enmendarían errores del pasado tales como Saga que mandó matar a Aioros junto con la bebé Athenea, se perdonarón sin haber rencores siendo de nuevo amigos.
Shura también se le concedió el perdón por el caballero de Leo y Sagitario que ahora era su pareja.
Milo y Camus otra pareja que con muchos errores supieron afrontar lo que pasó en el pasado retomando su noviazgo que era el perfecto de todos, una relación basada en el amor y la confianza.
El patriarca Shión también fue revivido pero era momento de que dejará su puesto a algunos de los jóvenes santos de oro.
Tenía al indicado que sería digno de ser el pontífice.
La inteligencia que poseía nadie la igualaba, lo culto que era y sobretodo responsable.
Fueron llamados al recinto principal para dar la noticia que fue alegría y alivio para todos pero para dos personas les calló como un balde de agua helada.
Camus sería el nuevo pontífice, el pelirojo no lo podía creer ya que nunca le pasó por su mente ser el candidato ideal para llevar a cabo ese papel.
Milo por su parte seguía en shock, su amado Cam ya no lo vería a cada minuto, hora y parte del día tal vez por las noches es cuando sólo un rato estaría con él.
Su corazón se puso triste ya que no compartirían el tiempo como antes.
Pero aún así se alegraba por él, sería un digno sucesor para dirigir el santuario.
Extrañaba mucho al inquieto de su escorpión pero no le daba tiempo de verlo salvo por la noche pero sólo unos cuantos minutos ya que estaba cansado de todo lo que cada día aprendía.
No creyó que sería tan difícil el papel que desempeñaba Shión como patriarca.
Pero él no se rendiria, no podía decepcionar a su amado bichito y a su diosa.
Su inteligencia lo ayudó a hacer todo más fácil y en menos de tres meses Shión dejaba su puesto para cederselo a Camus.
Sabía que la relación con Milo estaba olvidada un poco pero el rubio veia el esfuerzo que hacía su rubí para no rendirse cada día.
Lo ama tanto que comprendía todo a pesar que sólo eran las pocas veces que convivían.
Ahora todo era más fácil y podía salir a verlo la hora que sea sin que le dijeran no.
Bajó del recinto principal hacía el octavo templo para ver a su adorada manzana ya que lo extrañaba tanto.
Pero en cuanto llegó a la sala no le agradó nada ver a Shaka abrazando por la espalda a Milo SU Milo.
Todos sabían que el ex onceavo guardián era tranquilo e inexpresivo.
Lo que nadie sabía de él hasta su mismo novio es que era sumamente celoso, su bicho nunca le dio motivos para sentirlo pero viendo la escena, confiaba en su manzana pero no en el virgo.
Sabía que el rubio era amigo de Milo pero aunque su escorpión es tan ingenuo y despistado que no notaba que Shaka lo miraba con otros ojos que no eran de amistad, sólo el se daba cuenta de esas miraditas y suspiros de muchachita enamorada que hacía cuando veía a su griego.
El guardián del octavo templo se preguntaba porque su amigo se le abrazó por la espalda tan de repente aunque trataba de zafarse no podía ya que sus brazos se apretaban fuerte casi aferrandose.
Iba a preguntarle que le pasaba cuando un carraspeo que no era de ninguno de los dos se escuchó y Shaka se separó de inmediato.
- Virgo que haces aquí y porque no estás en tu respectivo templo?. Hablo de manera calmada el pelirojo aunque estaba que se moría de los celos y con ganas de meter a una virgen en un lindo ataúd de hielo.
- Patriarca. Se arrodilló ante Camus en señal de respeto. - Sólo pase a saludar a Milo pero ya mismo me retiraba con su permiso.
Dio una última reverencia Shaka y se fue sin decir nada con pasos calmados.
Su vista se enfocó en su bello escorpión que de inmediato se lanzó a sus brazos besándolo en sus labios.
- Mi bello patriarca que lo trae por acá. Con sus ojos pícaros y su sonrisa de lado preguntaba.
- Extrañaba sentirte entre mis brazos así que baje a verte y no sé tal vez divertirnos. Los rubís que tenía por ojos brillaban de amor pero la lujuria se asomaba.
- Yo también lo extrañaba y mucho. Si me lo permite déjeme consentirlo cómo se merece. Enredó sus brazos alrededor del cuello de Camus mientras las manos del pelirojo las dirigía a la cadera del rubio para acercarlo más a su cuerpo besándose con pasión.
Milo saltó y enrolló sus piernas en la cintura del pontífice que lo sujetó de sus nalgas para irse rápidamente a la recámara de su amante donde darían rienda suelta a todo su amor.
Su amor por el octavo guardián era inmenso, confiaba en él y en ese amor que le profesaba.
Los celos que sintió aquel día no dejaron que su lado más psicópata saliera a relucir.
Estaba consciente que era un celópata y que sino lo controlaba su adorado griego lo dejaría por no saber controlar su lado más oscuro y posesivo.
Es por eso que nunca mencionó nada a Milo.
Los días pasaban y Camus bajaba para ver los entrenamientos de sus compañeros.
Llegó en el momento justo para ver a su amado guerrero griego enfrentarse a Afrodita.
Lo hábil, fuerte y rápido que era siempre le gustó de él.
Siguió observando a los demás hasta que terminó el entrenamiento por ese día.
Todos se retiraban mientras mostraban respeto por su santidad pero detuvo a Death Mask.
- Cáncer donde está Milo, no lo vi junto a los demás.
- Se quedó allá abajo el bichejo ya que Saga le iba a decir no se que cosa.
- Gracias y puedes retirarte. El italiano con un ademán de mano se despidió.
Se quitó su casco de patriarca mostrando sus largos cabellos rojos que brillaban cual riachuelo de sangre fresca por el sol.
De un salto bajó hasta el coliseo buscando a su amado, pudo vislumbrar a su manzana recargado en un pilar.
Saga nervioso se rascaba su nuca, mientras Milo no entendía la actitud del mayor.
Camus se acercaba pero aun no lograba entender lo que Géminis le decía a su manzana hasta que lo vio acercarse al cuerpo de su amado que terminó por acorralarlo entre sus brazos evitando que escapara por lo que haría.
Sino podía decirlo con palabras le haría saber por medio de sus actos lo mucho que le gustaba el octavo guardián.
Su rostro poco a poco se iba acercando al más moreno que estaba en shock entendiendo que Saga lo iba a besar en sus labios.
Cuando estaba a milímetros de hacerlo un cosmo furioso y frío que calaba hasta los huesos se sintió.
- Géminis con que derecho te atreves a tocar lo que no es tuyo. Un brazo tenía su casco dorado que ocultaba su rostro mientras el libre tenía su mano hecha puño.
- Su santidad. El mayor de Géminis mostró su respeto arrodillandose y bajando la mirada pero no dijo más aunque quería decirle que amaba a Milo desde que él era un adolescente mientras el pequeño griego aun tenía 7 años.
- Tres días serán suficientes en las mazmorras del santuario para que puedas pensar mejor. Ahora retirate. Su enojo ya no lo ocultaba, con Shaka lo hizo pero ahora ya no podía controlar su furia.
- Como usted ordene. Sin más se fue dando una última mirada al escorpión que sólo la desvió viendo otro lado.
Una vez sólos Camus actuó.
- Tú eres sólo mío Milo, entendiste MÍO. Acorraló al rubio en el pilar mientras lo besaba de forma salvaje introduciendo su lengua en la cavidad bucal del moreno.
El octavo guardián le correspondía con la misma intensidad para que su rubí francés supiera que a él amaba.
- Soy tuyo amor mío pero creo que fuiste muy injusto con Saga al darle ese castigo pero tu eres el patriarca y debemos obedecer tus órdenes. Entiendo que estuvieras molesto por lo que iba a hacer, si estuviera en tu lugar igual lo estaría. Le acarició la mejilla y sonrió levemente.
- Es para que aprenda a no meterse con alguien que sabe ya tiene pareja, es para darle una lección. Mi decisión es irrevocable y ahora que te parece si salimos a dar un paseo al pueblo. Le dio un corto beso y sonreír de lado el pelirojo.
- Esta bien pero primero déjame tomar una ducha y comer algo rápido ya que tu novio debe estar presentable para nuestra cita. Coqueto le guiñó un ojo.
- Vamos entonces. Se tomaron de las manos para subir las casas.
Saga se ganó un buen regaño por parte de Kanon al ser imprudente y querer besar a Milo sabiendo que es pareja de Camus.
Cumpliendo su castigo pensando cuando el pequeño escorpión era cercano a él ya que como el más mayor junto su gemelo y Aioros cuidaban de los menores por órdenes de Shión hasta que llegó el que sería portador de la armadura de acuario de nacionalidad francesa que en cuanto el pequeño rubio lo vió corrió para abrazarlo dándole la bienvenida al santuario, a partir de ese momento se hicieron amigos pero el mayor de Géminis ya sentía cierto cariño por Milo para más tarde darse cuenta que era amor aunque escorpio ya era pareja del pelirojo pero no perdía las esperanzas de que algún día esa perfecta relación terminara.
Camus también pensaba desde aquel día que Saga quería tocar lo que era suyo.
Aunque habían sido revividos por Hades y pelearon juntos no quería decir que eran amigos.
En Asgard cuando se llevó a Milo junto a él usando la otra dimensión se puso celoso y terminó golpeando a Surt por el coraje que le dio.
Los celos de Camus ya no los podía reprimir por más tiempo, ahora con sólo ver a sus ex compañeros de armas creía que todos querían quitarle a Milo.
Las juntas que se hacían en el recinto principal observaba a todos con la mirada más fría y calculadora que tenía ya no podía confiar ni en su propia sombra.
Debía pensar en algo para que nadie le arrebate a su bello griego de su lado, porque sólo era suyo y de nadie más.
El que lo intentase estaría encerrado en un ataúd de hielo el resto de su vida.
Tal vez si mantenía encerrado a Milo en su habitación o en otro lugar para que nadie intente robar ese amor que sólo a él le pertenece.
Suena psicópata y el caos que se desataría por la ira de un francés celópata al ver si alguien se le acercaba tan siquiera dos pasos.
Tenía un plan, uno que según a palabras del galo era muy bueno.
Secuestrar a su adoración griega.
Su habitación la remodelaría para que estuviera lista y agregarle otras cosillas que estaba seguro disfrutarían mucho.
El pelirojo se encargó personalmente de hacerlo a su gusto.
Una vez que todo estuvo listo mandó llamar al escorpión dorado porque se iría a una misión fuera de Grecia por varios meses.
Aunque sólo era el pretexto porque estaría cautivo en su nido de amor.
En cuánto estuvo arrodillado ante él enseguida le dio la ordén que se levantará.
- Antes de que te vayas que te parece si nos despedimos como se debe mi sexy escorpión?. Con aire coqueto se le insinuaba al rubio que sonreía como bobo.
- Sabes que nunca me opongo a lo que diga mi bello patriarca francés. Los záfiros estaban deseosos de esa pasión y amor que siempre los envolvía.
- Sígueme tengo un lugar especial. Con su cabeza le indicó el camino que tomarían.
No tardaron en llegar a la habitación que ocupaba Camus, el primero en entrar fue Milo seguido de Camus que cerró con llave la puerta para que nadie lo interrumpiera.
Las paredes eran de piedra rústica, con candiles en medio, pero al otro extremo colgaban desde el techo cadenas con grilletes que se ajustarian como se desee, aparte en una mesa diferentes objetos que tal vez se imaginarán lo que son y la enorme cama con sus pulcras sábanas en color carmesí que hasta el piso llegaban.
- Si que el patriarca tiene mejores comodidades. Siguió husmeando por toda la habitación el rubio.
- Así es, pero yo extraño cuándo dormiamos juntos, ésta cama me parece enorme sino estas a mi lado, pero sabes aquí estarás conmigo por mucho tiempo, nadie te alejara de mi lado intentando quitarme tu amor porque sólo eres mío. Disfrutaremos todos los días estar cerca el uno del otro, te tocaré hasta el cansancio y te haré mío sin importar lo exhaustos que estemos. No hay tal misión Milo solo es una distracción para que nadie sospeche que estarás aquí para siempre encerrado sin que nadie de nuestros compañeros te mire y toque porque yo como tu pareja tengo el derecho a hacerlo.
No dejó decir una sola palabra al rubio ya que se abalanzó sobre él besándolo con posesión tocando su cuerpo descaradamente, el escorpión se dejaba hacer ya que prefería mil veces estar ahí en esa habitación que irse lejos de su amado por una misión, perdieron mucho tiempo cuando éste era entrenado por Shión dejando a un lado su hermosa relación pero ahora la recuperarían de forma fructífera.
- Hazme tuyo mi joya francesa. Jadeó después de romper aquel beso.
Despojó de su armadura y ropa al rubio guiandolo hasta donde colgaban las cadenas poniendo los grilletes en las muñecas del menor que estaba deseoso por saber lo que le haría su amado.
Camus se retiraba lenta y provocativamente su túnica azul frente a Milo que se mordía los labios por ver tan excitante imágen.
Adoraba el cuerpo de su amado francés, tal parecía una de esas esculturas talladas por el mejor de los artesanos.
La blanca piel quedó expuesta en todo su esplendor dejando al descubierto su desnudez la virilidad del rubio empezaba a despertar por tanto estímulo visual.
El pelirojo se acercaba con pasos felinos a su cautivo escorpión y su mano fue bajando por el trabajado abdomen delineando con sus dedos la dura hombría que se sentía caliente.
- Estás tan duro mon amour. Sus dedos se cerraron apretando el tronco haciendo un tortuoso sube y baja.
Milo gemia quedito, era una dulce tortura pero quería más.
- Camussss tócame más y no me hagas sufrir así.
- Así cómo Milo. Sonrió perverso sin aumentar la velocidad con la que masturbaba el mojado pene.
- Así como lo estas haciendo, por favor ya no me tortures. Adoraba cuándo hacía sufrir a su bicho de esa manera, su mano comenzó a moverla más rápido sacando bellos gemidos en su amante.
Acercó su boca a un pezón que mordía, succionaba como si se tratará de un bebé hasta dejarlo duro acción que repitió con el otro, para ésto Milo se retorcía de placer.
Los espasmos en su cuerpo indicaban que estaba cerca de eyacular en la mano que seguía masajeando, apretando la base.
Pellizcó sus testículos y eso fue todo para que derramara su esencia y Camus lamiera el líquido viscoso de entre sus dedos.
El escorpión intentaba recuperar el aliento pero su pelirojo volvió a besarlo apasionadamente frotándose para que sintiera cuán excitado estaba.
Las manos se posaron en la cintura del escorpión hasta llegar a ese trasero que le fascinaba apretandolos y separándolos.
Lo cargó y el rubio enredó las piernas en la cadera del patriarca para evitar caer.
Se siguieron besando por varios minutos más pero algo exigía su atención su pene hinchado palpitaba y las venas sobresalían.
Se aseguró que Milo estuviera bien acomodado para posicionar su dura erección en la pequeña entrada que le fue dando acceso al cálido interior.
Las paredes anales se contraían apretando su hombría, jadeó ronco.
Empezó con las primeras estocadas entrando profundo, la posición les ayudaba a besarse, mirarse a los ojos pero también Camus aprovechaba para marcar cada centímetro de esa piel morena y atender esos pequeños pezones que eran su adoración.
Milo se aferraba a las cadenas, aprovechó que sus brazos resistían gracias a sus entrenamientos y lo usó a su favor.
Ya que seguía el ritmo de las embestidas mientras se sujetaba de ellas, el pene abría su camino hasta llegar a su punto g que le sacó un grito de placer.
Aumentó su ritmo casi saltando en esa dura hombría mientras el pelirojo abría sus nalgas metiendo dos dedos en la palpitante entrada mientras con su mano libre profundizaba más la penetración que tomó salvajismo.
Jadeos, gemidos y gruñidos de placer se escuchaban, por suerte la habitación el patriarca la condicionó para que no saliera ningún sonido al exterior.
- Ma petit pomme je t'aime. Dijo al borde de la locura aunque estuviera cegado por el placer jamás dejaría de decirle cuánto lo ama.
- También te amo con todo mi corazón rubí de mi vida. Palabras arrastradas y su cuerpo casi al borde del colapso con un abrasador orgasmo fue todo para que culminarán dejando salir sus esencias con un último beso.
Aunque Milo quisiera abrazar a Camus no podía ya que los grilletes le impedían hacerlo pero recostó su cabeza en el hombro perlado de sudor.
Se aferró fuerte a la cintura de su griego, sus piernas estaban un poco cansadas pero podía resistir su peso y el de su amado pero antes lo liberaría.
Libre de sus muñecas aún abrazando a su manzana se recostaron en la cama para descansar.
Milo quedó rendido durmiendose de inmediato mientras el francés lo contemplaba peinando sus alborotados cabellos rubios.
Pensando que sería de él sin su hiperactivo griego, tal vez estaría solo y amargado leyendo un libro en su templo sin ser social con sus demás compañeros de armas.
Pero Milo llegó como un aire fresco a su vida, una pequeña luz entre tanta oscuridad, sólo con él estando a su lado era feliz sin importar nada a su alrededor.
Lo amaba con locura y su lado celópata salió a flote por ver a otras personas queriendo quitarle lo que adora en su vida.
Tenía miedo que le quitaran a su griego por eso actuó de una forma psicópata teniéndolo secuestrado en su recámara pero su escorpión no se resistió.
Al ser Camus el pontífice nadie refutó sobre la decisión que tomó por Milo relevándolo de su puesto como caballero para que alguien más lo ocupe y que el mencionado se fuera a vivir con el pelirojo al recinto principal.
Sabían que la relación de acuario y escorpio era inquebrantable Saga lo comprobó rindiendose de tener una relación con el griego menor porque nada los haría separarse.
Los meses que supuestamente duraría la misión del griego la disfrutarón de forma placentera, el amor se hizo más fuerte no le importaba que Camus lo tuviera cautivo el resto de su vida sin dejarle salir, sólo quería permanecer siempre a su lado.
Adoraba lo posesivo que era su francés con él.
Porque su Patriarca era al único que amaba con toda la pasión que su ardiente corazón sentía.
❄❄🦂💙🦂❄❄
Hola!!!
Espero que haya sido de su agrado el shot que tanto esperaban leer 😍.
Camus patriarca,
con él quise hacer algo diferente a los que ya escribí como pontífice tal es el caso de Milo y Écarlate.
Espero me haya salido bien 😄.
Me despido amores y estoy ansiosa por leer sus comentarios.
Atte. Skarlet Antares ☠🦂❄💙
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