Pareja:KardiaxDégel
Advertencia:+18
Créditos al autor de la imagén

<<Me enamoré de tu inocencia sin saber que sólo era una farsa tan solo fui un juguete al que podías cambiar por cualquiera que se te cruce enfrente solo para cumplir tus más oscuros deseos.

La pasión con la que te entregas me cautivó, esos rasgos fieros me enloquecen por completo y no dejaré que escapes de mis garras porque solo eres mío y de nadie más>>

Narra Kardia

Paris la ciudad del amor, para mí mala suerte viajé a ésta ciudad por cuestiones laborales y no en plan romantico como ustedes creeran.

Logré que firmaran el contrato con nuestra empresa así que tengo tres semanas para disfrutar de la ciudad y porqué no divertirme con un bello chico francés.

Mis pasos me llevan a la cafeteria que está cerca al hotel donde me alojo ya que me quedé dormido y no dejé desayunado por las prisas tan solo me di una ducha rápida, vestí formal y tomé el coche que renté para moverme por la ciudad.

Era elegante el lugar, mesas afuera por si querías disfrutar de la vista que daba hacia la Torre Eiffel o adentro para tener una charla amena por si ibas acompañado.

Yo decidi adentrarme buscando una mesa apartada de todos y mis ojos captarón a un hermoso ángel que leia un libro cabellos lacios largos en color verde, sus anteojos redondos que le daban un toque intelectual, esa piel de porcelana.

Tal vez sintió mi mirada penetrante en su ser ya que bajó su libro y sus orbes de un inusual violeta se enfocaron en mis azules ojos, le dedique la mejor de mis sonrisas y él me la devolvió en una tímida.

A partir de ese momento sentí una fuerte química con ese bello francés.

Una nueva presa cayó en mis redes y no la dejaré escapar.

<<No confies en su sonrisa porque es un lobo disfrazado con piel de oveja y esos son los que te lastiman de la peor forma>>

Usaré mis encantos griegos para saber todo de él, me acerqué hasta su mesa por lo menos no haré el ridículo ya que el francés sé manejarlo fluido.

- Hola precioso me preguntaba si podía acompañarte ya que por lo que veo no hay mesas disponibles espero no te moleste.

Sus mejillas se tiñerón de carmín y algo tímido me respondió.

- Claro, será un placer señor y no hay problema tome asiento.

Tomé asiento y él hizo una señal a una mesera para que tomara mi ordén, pedí un capucchino con un croissant, se retiró la joven dejándonos solos.

- Pero que tonto soy al no presentarme me llamo Kardia Metaxas, cual es tu nombre lindura?. Extendí mi mano para tomar la suya y subirla a mis labios.

- Dégel Delacroix señor es un gusto. Un beso dejé en sus nudillos, que piel tan tersa y su sonrojo aumentó considerablemente es tan lindo.

- No me digas señor me haces sentir viejo y al parecer tenemos la misma edad solo dime Kardia preciosura.

- Está bien Kardia. Una tímida sonrisa se formó en sus finos labios.

Los franceses por naturaleza son encantadores.

Mi pedido llegó y me lo termine rápido ya que tenía hambre, seguimos conversando amenamente hasta la noche que cada quien se retiró en esas horas estuvimos conociendonos más, en un momento dado le coqueteaba y éste solo se intimidaba, intercanbiamos números de celular ya que mañana me llevaria a conocer mas de la ciudad.

Acostado mientras pienso en él ya que será mi nuevo juguete por muchos días, me duermo con la idea de seducirlo mañana.

Un nuevo día y desde temprano me levanto para arreglarme adecuadamente para la cita que tengo con Dégel, por mensaje me envió su dirección y yo ni lento ni perezoso me dirigí a la señalada, un edificio de ocho pisos afuera de ésta él ya me esperaba vestido con una camisa color blanca arremangada a tres cuartos y unos jeans negros con sus botas tipo militar del mismo color.

Le abrí la puerta caballerosamente y el me dio una sonrisa en agradecimiento pero ya no tímida.

Los Campos Elíseos eran una maravilla natural sentir el aire chocar contra tu rostro y oler el aroma que desprenden las flores es algo único y mas si se está acompañado de una belleza.

Después nos dirigimos a comer algo ya que estabamos hambrientos, el tour está resultando divertido en compañia.

Seguimos nuestro recorrido para subir hacia la punta de la Torre Eiffel un poco de miedo me dio ver hacia abajo y ver la mega distancia que nos separaba, di una exclamación en griego y Dégel se reia de mi al ver la cara de horror puro que puse.

El último recorrido fue hacia el palacio de Louvre me encanta el arte y las historias de cada lugar, cenamos en un fino restaurante para después dejar a mi bello ángel en la puerta de aquel edificio con un beso en su mejilla.

Nos tomamos fotos juntos para inmortalizar aquel bello momento en cada sitio que visitamos.

Volvimos a ponermos de acuerdo para salir a desayunar en el lugar que él elija para mañana.

Con una enorme sonrisa me dejé caer en los brazos de Morfeo ya que un nuevo día me esperaba con grata compañia.

Como siempre pasé por él donde vivía y nos dirigimos a un restaurante para desayunar pero hoy no sabíamos que hacer.

- Hoy no tengo idea de dónde iremos o que hacer ya que los lugares que me interesaba visitar ya lo hicimos ayer.

- Que te parece si vamos a mi departamento y vemos una pelicula con palomitas bebiendo vino o cerveza.

- Me parece perfecta tu idea.

Se pagó la cuenta y nos dirigimos al departamento de Dégel dónde nos pusimos cómodos en el sofá mientras la pelicula empezaba.

Él tomaba vino y yo una cerveza, los primeros minutos compartiamos nuestro punto de vista sobre el titulo de la cinta y sobre la trama.

Mi cuerpo se movió por si solo acercandome más hacia Dégel y rodear su hombro con mi brazo, él recostó su cabeza en mi pecho y dio un suspiro.

La química que había entre nosotros desde un principio, una tensión sexual se hizo presente en el ambiente pero no deseo arruinar el momento y asustar a mi pequeña presa pero el deseo me invade por probar aquellos labios.

Dégel alzó su cabeza mirandome a los ojos, la película pasó a segundo plano cuando sentí como aquellos finos labios rosas se estampaban contra los mios reaccione de inmediato para corresponderle.

Varios minutos nos dedicamos a reconocernos, el beso que empezamos timidamente se volvió uno voraz, necesitado, hambriento casi al punto de devorarnos.

Ni siquiera me di cuenta cuándo Dégel estaba sobre mis piernas sentado, jugando con mi larga cabellera alborotada azul, nuestros cuerpos pedían mas y mi ángel no me ayudaba en nada ya que se restregaba en mi entrepierna como un animal en celo.

La mirada siempre tímida ahora brillaba por la lujuria su ser entero me volvía loco, ésta nueva faceta de él me tiene cautivado.

Sus manos me acarician por sobre mi ropa, un nuevo beso se inició ahora más demandante, nuestras lengüas juguetean entre si iniciando una batalla de mil días en la que yo salgo victorioso, bajo mis besos por tu quijada ladeas tu cabeza dándome mas acceso a aquel cuello que huele exquisito lavanda siento tu cuerpo estremecerte, la playera que traias puesto ahora yace en el piso, dejo marcas en tu blanco pecho te oigo suspirar ahora mi proximo blanco son esos pequeños pezones rosa que muerdo y succiono te retuerces de placer, estoy dispuesto a encontrar todas tus zonas sensibles para deshacerte en gemidos, mis manos palpan aquella fina cintura paso mis llemas por aquellas curvas y siento tu piel erizarse, subo a tu espalda acariciandola y mi dedo toma un mechón verde enredandolo.

El calor que emana nuestros cuerpos, mi erección aumenta cuando vuelves a frotarte sobre ella, te recuesto en el sofa para quitarte tus pantalones, tu haces lo mismo conmigo.

Estoy ansioso por poseerte, ya desnudos nos dedicamos a reconocernos piel con piel, saber nuestros puntos sensibles; nuestros miembros se encuentran a la misma altura, mueves tu cadera haciendo que se rocen, gruño por la deliciosa fricción y tu gimes quedito.

Enredas tus piernas en mi cintura yo captando tu mensaje no dudo en preparar tu entrada, mis dedos invaden tu interior que se encuentra estrecho y caliente, tus gemidos ahora aumentaron cada que toco tu punto sensible.

Te dejo con ganas de más ya que los retiro pero ahora se viene lo mejor, la punta de mi miembro roza en tu rosada entrada lo meto de una sola y exclamas de sorpresa.

Comienzo un vaivén lento a los pocos minutos, tu ronroneas cerca de mi oído incitandome a acelerar mis movimientos y te complazco, el sonido que producen mis testiculos al chocar con tu trasero aumenta mi líbido.

Tus manos se aferran a mi espalda arañandola, grave error eso me excita aún más y no tengo piedad en mis embistes gritas de placer, jadeas y te retuerces en el sofá que de seguro cuándo termine ésto sera un desastre.

Una corriente eléctrica recorre todo mi cuerpo hasta llegar a la punta de mi pene, mi orgasmo está cerca y sé que tu igual estas en las mismas condiciones ya que tus anillos de carne me aprietan deliciosamente.

7, 8 embestidas mas y todo llega a la cúspide de un abrazador orgasmo que nos consume por completo.

Nos dejamos caer rendidos en el gran sofá tratando de calmarnos por tan magnifica sesión de sexo.

Luego de varios minutos hablas.

- Eso fue... magnifico sabes no me molestaria en repetirlo. Me guiñas el ojo.

- Jaja claro por mi no hay problema. Te doy un corto beso en los labios.

Nos miramos de nuevo a los ojos y de nueva cuenta una chispa dentro de nosotros se encendió haciendonos caer en la lujuria para disfrutar de nuestros cuerpos hasta el amanecer.

A partir de ese dia continuamos conciendonos pero ahora en cuerpo y alma, disfrutando del placer carnal que nos ofrece el cuerpo contrario.

<<Uno se enamoró, el otro no era lo que aparentaba ser>>

Soliamos salir de vez en cuándo por ahi pero casi siempre la pasabamos enredados entre las sábanas.

Dégel era una persona insaciable de sexo parecido a un íncubo pero yo estaba dispuesto a complacerlo de todas las formas posibles.

Amarrado de las manos lo tenia sometido ante mí haciendolo suplicar porque lo toque.

- Kardia... ahhh... vamos ya no me tortures más... te necesito dentro de mi.

- Joder Dégel... no sabes como me pones cuándo te muestras sumiso ante mi.

Siempre lograba hacerme caer ante su encanto.

Metí mi pene hinchado de forma lenta tortuosa en su interior, él movia sus caderas en un intento desesperado por sentir mas mi virilidad pero quería que me suplicara más.

- Kardia ma petit pomme... quiero que tu pene me destroce pero siento vacio mi interior, anda amor quiero sentir toda tu hombria dentro.

Empujé mis caderas hasta lo más profundo sacandole un gemido ahogado, gruñí de satisfacción al sentir como me apretaba su interior.

Mis movimientos eran rápidos, gruñia y maldecia en griego por el placer.

Él amarrado tan solo jalaba de las cuerdas para arquear su espalda, sus ojos violetas estaban nublados por el placer.

Desde cuándo yo era de pedir por más, claro porque se trataba de él, ninguno ha podido apagar ese fuego que consume mi ser entero, mi nuevo juguete sabe como hacerlo y por eso deseo conservarlo por mas tiempo, no debe escapar de mi, es un dios del sexo.

<<Una vez que te tiene en sus manos no te dejará asi de fácil a menos que encuentre una nueva victima que logre satisfacerlo>>

Dos semanas pasarón en dónde no perdíamos el tiempo no había descanzo alguno para nuestros cuerpos que pedían estar cerca el uno con el otro, los juguetes sexuales se hicierón nuestros favoritos.

Ese día fui a comprar el boleto de avión para regresarme a Grecia ya que solo me quedaban cinco días, así que al medio día iría a tu departamento para hacer algo que tu quisieras.

Me diste una copia de las llaves de tu departamento así que no era necesario tocar a la puerta, me metí como si fuera mi casa y te busqué en la sala pero no estabas supuse que estarías en tu cuarto, conforme me acercaba escuché tus melodiosos gémidos.

En cuanto abrí la puerta me quedé sin aliento, tu mano metía y sacaba de forma lenta un tapón anal en forma de gota color plateado, tu entrada estaba totalmente dilatada y tu otra mano atendía tu erección que estaba bañado en liquido pre-seminal.

Insaciable, sexy y sensual si llegabas a conocerlo nada que ver con el chico tímido, inteligente, ingenuo, puro y casto que te hacia creer al principio.

Su cuerpo era adictivo todo de él lo era, sus presas caian ante su encanto y nadie salía vivo de sus garras.

<<Alejate de él, tan solo eres su juego favorito>>

Mis pantalones apretaban por la erección que tenia en ese momento, joder todo de Dégel me fascinaba, ese cuerpo esculpido por los mejores artesanos, me encanta cuándo entre mis brazos se desmorona.

Sus caderas se movían incitandome a poseerlo, tan rápido como pude me quité la ropa y subí a la cama para darle nalgadas dejando rojo su trasero.

Quité el tapón anal y mi lengüa se adentró a ese agujero haciendo circulos llenandolo de sáliva, posicioné mi miembro y de una me empuje tan profundo, mis embestidas iban rápidas la cama crugía por lo salvaje que era no me importaba si se rompia tan sólo era saciar mis ganas con ese cuerpo que se arqueaba de placer, mi mano se aferró a su cintura mientras la otra atendía su erección apretaba la base de forma lenta nada que ver con mis movimientos de cadera, Dégel iba al compás gimiendo mi nombre una y otra vez hasta que el orgasmo nos llevó a tocar el cielo juntos.

Nos dejamos caer en la cama exaustos, pero en cuanto estemos recuperados volveremos a rodar por la cama.

- No creí que me esperarías de esa forma mon ange.

- Quería darte una sorpresa pomme y crei que ésta te gustaria mucho.

- Me encantó petit. Pero sabes que pronto me iré, el boleto ya lo compré nos quedan cinco días para pasarlo juntos.

- Lo sé y eso me pone triste te extrañaré mucho pero sabes que puedes visitarme o yo iré a Grecia para que podamos recuperar el tiempo perdido. Me guiñaste un ojo de forma coqueta.

- Me encanta la idea, mi direccion ya lo dejé apuntada en tu agenda por si decides visitarme. Te di un corto beso en los labios.

- Ya no hay que pensar más y mejor disfrutemos éstos días juntos amandonos entre las sábanas hasta estar saciados completamente. Hazme tuyo otra vez. Te subiste encima mio para restregar tu entrepierna con la mia.

- Sabes que me encanta complacerte mon amour y yo soy tuyo.

Y de nueva cuenta el placer nos envolvió a los dos hasta que caimos rendidos con la luz de la mañana.

Los dias restantes no salimos para nada de esa habitación, tan solo para comer algo y volver a estar entre las sábanas disfrutando el cuerpo del otro.

Él un adicto al sexo y yo que le cumplia sus más oscuros deseos.

Dégel era hábil con su lengüa a la hora de hacerme el oral, un dios al hacerlo.

Cómo en éste momento que su lengüa da lamidas a la punta de mi pene, mordiendola y succionandola.

El liquido pre-seminal se hace presente mete todo mi pene en su boca haciendo movimientos circulares mientras masajea con sus manos mis testiculos, mis manos por instinto se aferran a su larga cabellera para marcar el ritmo mis caderas se mueven por si solas follandole esa maravillosa boca, sentir la humedad y lo cálido me vuelven loco haciendome gruñir como un animal en celo.

Me vengo abundante y él se traga toda mi esperma sin ascos.

Su mirada destella en la más pura lujuria, mi cuerpo vuelve a calentarse y ésta vez me abalanzo a él para hacerlo mío de todas las formas posibles hasta que el amanecer nos reciba.

<<Ya no hay retorno has caído en las garras de aquel lobo, ahora sufrirás y llorarás lágrimas de sangre>>

No deseaba regresar a Grecia pero el día menos esperado llegó y tenía que partir de aquella hermosa ciudad dónde dejo a mi ángel triste, los últimos días disfrutamos de nuestros cuerpos hasta el hartazgo pero yo nunca me cansaré de él todo me encanta y sé que pronto volveremos a vernos.

Se despidió de mi en el aeropuerto hasta que se anunció mi vuelo, prometimos estar en contacto por celular y avisaría cuando llegara a Grecia, un último beso en los labios nos dimos para subir a aquel avión y éste despegó a los pocos minutos.

Deseaba bajarme de ahí y quedarme para siempre con ese chico de cabellos verdes que me cautivó desde un principio pero soy responsable con mi trabajo así que llevaré las noticias de que conseguí las firmas y ver que me dicen por el éxito conseguido.

Horas pasé sentado en el avión hasta que se anunció que estabamos por aterrizar, tomé un taxi para que me llevara a mi casa tan vacia y sola se sentía.

Llamé a mi bello ángel pero sorpresa que me lleve al escuchar como jadeaba por el telefono, sus ronroneos por la bocina se escuchaban claramente mi garganta se secó y una erección crecía en mis pantalones.

- Kardia... mmm te necesito... tócame.

Esos gemidos que eran melodía para mis oídos, dejé mi maleta en la puerta y me fui directo a mi habitación, me despoje de toda mi ropa para sentarme en la cama.

- Estás desnudo mon ange?.

- Si... ahhh... Kardia.

Mi mano sostenia el telefono pero la otra la dirigí a mi entrepierna sobando mis testiculos, imaginando que era Dégel.

- Estás masturbandote?. Mi voz salia ronca por el deseo.

- Siiii... mmm pero hay un consolador en mi entrada, imagino que es tu pene abriendose paso en mi interior, aunque no se compara con tu tamaño.

Puse en altavoz mi telefono para escuchar tus gemidos y así poder atender mi erección con ambas manos.

- Escucha amour quiero que con una mano te masturbes y la otra tomes el consolador haciendo que entre lo más profundo tocando tu punto g y gimas mi nombre desde ahora.

- Kardia... más!... oh sí justo ahí no pares!.

Tus melodiosos gemidos lograban estimularme e imaginaba que estabas entre mis brazos.

- Quien es mi chico malo? Huh?.

- Kardia!... Dame más!... Así!... no pares por favor.... ahhh!!!.

Un gemido águdo escapó de tus labios y mis manos seguían masturbandome  hasta que ese último grito de placer fue el detonante de todo, mi miembro dejó salir toda mi esperma manchando mi mano de aquel liquido viscoso, podia oir tu respiración agitada, tomé de nuevo el telefono para retomar la conversación.

- Dégel sigues ahí?.

- Si, no sabes cuánto te extraño y mi cuerpo reclama por tus caricias.

- Igual te extraño, tengo que colgar ya que mañana iré al trabajo a reportarme pero prometo que te llamaré en cuanto esté libre y si quieres podemos hacer éste tipo de llamadas todos los días. Sonreí como tonto al telefono.

- Descanza mi pomme y por mi no hay problema es excitante hacer éste tipo de llamadas hot, un beso y sueña conmigo corazón.

- Adiós cariño y claro que en mis sueños estás presente.

Cuatro dias pasarón y mantuvimos esas llamadas hot hasta la madrugada, en mi trabajo todo estaba normal mis jefes felices de que conseguí una gran inversión y me dieron vacaciones por adelantado un mes entero con todo pagado al destino que elija.

Feliz ya que iría a Paris a visitar a mi petit hoy salí temprano del trabajo para poder hacer mis maletas y así tener todo listo para mañana ya que el vuelo sale temprano.

No he hablado en todo el dia a mi bello ángel pero deseo darle una sorpresa y si le llamo arruinaré todo ya que siempre hablo de más.

Asi que contengo mis ganas de marcar su número y me pongo a pensar que nunca le dimos nombre a nuestra relación.

Las cosas que compartimos juntos solo lo hacen las parejas, pero nunca iniciamos un noviazgo como tal tan solo teniamos relaciones hasta el hartazgo, mañana en cuánto pise Paris compraré un bonito detalle para aquel chico del que me enamoré perdidamente, no sólo satisfacia mis ganas con él, no era sexo siempre hubo otro sentimiento que iba creciendo en mi pecho cuando lo conocí más.

Lo amo con todas las letras escritas y mañana le confesaré mi amor estoy seguro que seré correspondido.

Me dormí feliz esperando porque ya amaneciera.

Horas sentado que me parecían eternas, el vuelo se retraso por problemas con el clima pero para mi suerte éste mejoró, llegué a Paris cerca de las ocho de la noche, pensé en un regalo para mi amado pero nada me gustaba, pasaba por una floreria y vi unas rosas rojas compré el ramo más grande, éste tenia una tarjetita blanca para ponerle una dedicatoria o frase, le pedí a la joven una pluma para escribirle algo bonito y dirigirme al departamento de Dégel.

Tomé un taxi y di la dirección, en minutos llegué a aquel edificio, busqué en mi pantalón la llave para abrir la puerta de su casa.

Dégel se pondrá feliz de verme.

Me adentré al interior las luces estaban prendidas pero ni rastro de mi ángel, dejé mi maleta a un lado de la puerta el ramo de rosas en mano llevaba y lo busqué en la cocina pero nada.

Escuché gemidos en la habitación, oh mi precioso de seguro me extraña mucho que ahora estará masturbandose pensando en mi, seguí su melodia que me endulzaba los oidos, acomodé el ramo en mi brazo y mi mano tomó la perilla de la puerta para girarla con una enorme sonrisa.

- Dégel mon ange. Los gemidos de mi amor ya no eran para mí, la sonrisa que traia en mi rostro se borró ya que la escena que miraba ante mis ojos me dejó en shock dejé caer el ramo a un lado mio.

Dégel mi amor siendo penetrado por otro hombre cabellos largos azules, piel acanelada lo tenia en cuatro y él gemia pero en cuánto escuchó mi voz se detuvieron.

- Kardia! No es lo que crees! Yo... no sabia que vendrias. Se apartaron rápidamente y Dégel buscaba su ropa interior que estaba tirada cerca de mi, se tapó con la sábana y se acercó para estar a mi lado, él tipo se encerró en el baño.

Mi furia aumentó cuando intentó tocar mi mejilla y darme un beso, le di un puñetazo en el rostro tirándolo en el piso.

Me di la vuelta dispuesto a irme.

- Kardia espera! No te vayas!.

Escuché sus gritos en cuánto cruzaba la puerta de su habitación.

- Vine aqui para darte una sorpresa pero el sorprendido fui yo, jajaja vaya estúpido fui al creer que podías amarme si tú solo te diviertes con el primer hombre que se te cruce enfrente, no hay nada que hablar olvídate de mi y sigue disfrutando de la velada con aquel hombre, el mensaje anónimo que recibí hace tiempo tenia razón pero me negaba a creerlo pero ahora me doy cuenta que era cierto y terminé con el corazón roto igual que los otros con los que jugaste. Adiós para siempre Dégel Delacroix.

Seguí avanzando sin mirar atras, mis ojos se cristalizaban en cuanto seguía caminando ya en la puerta mis lágrimas surcaban por todo mi rostro.

Te olvidaré Dégel, juro que borrare éste amor que te tengo y seré feliz con alguién que no juegue conmigo o ser el juguete sexual de unos días para saciar sus oscuros deseos.

<<Tarde o temprano todo sale a la luz, cuándo la verdad es cruda y cruel duele en lo mas profundo del corazón, se clava perforándolo con una herida sangrante que tarda en sanar, pero después de la tormenta viene la calma y las lágrimas de sangre son reemplazadas por una sonrisa de genuina felicidad>>

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Hola mis lectores, espero sea de su agrado éste one-shot y doy créditos a mi querida Mabesagittarius por ayudarme con el titulo de ésta historia, me dolió en el alma hacer sufrir a mi Kardia 😢 ¿quieren final feliz con ésta parejita? ¿una segunda parte?

Si es así no olviden votar y dejar su comentario con su opinión que es bien recibida.

Posdata: gracias a las conversaciones animadas con mi querida Mabe me llegó ideas a la mente con mis queridos EcarlatexMystoria y ZaphirixKrest así que me pondré manos a la obra con esos ships.

Me despido y nos leemos pronto 😉

Atte. Skarlet Antares 🦂❄💙☠