Obsesión y Deseo
Pareja:MystoriaxÉcarlate
Advertencia:+18
Créditos al autor de la imágen
Antes de comenzar a leer aclaró que me basé un poco para hacer éste one-shot en el manga Ennead de la autora Mojito.
Écarlate será el Dios Seth y Mystoria representará a Horus.
Pedido de APBR12 sin más disfruten de la lectura y estoy un poco nerviosa por el resultado de ésta historia que espero sea del agrado de todos.
Dedicado a JAGYLV y a Mabesagittarius24 gracias por todo en verdad agradezco sus bellas palabras de ánimo 💖
Un susurró en su oído por parte de la diosa de la destrucción Sekhmet fue la detonante para que cayera en el deseo del poder y odio hacía su hermano mayor.
La pacífica tierra de Egipto se ha manchado de sangre bajo el tiránico gobierno de Écarlate el Dios de la guerra y el desierto pero su sobrino que aún es semidios decide hacerle frente.
Jamás creyó que Isis tuviera un hijo con Osiris ya que él mismo se encargó de desmembrarlo en varias partes su cuerpo para así arrojarlo al Nilo.
Era imposible pero su hermana era la diosa de la magia así que cabía la posibilidad.
Toda la Eneada se presentó ante él y Maat haciendo un juicio para exponer las pruebas que fueran dadas por Isis para que le fuera dado el trono a su hijo Mystoria que era el legítimo rey de Egipto.
Pero al parecer todos los dioses le tenían miedo al Dios de la guerra, pero el joven peliceleste no se daría por vencido.
Su padre hizo acto de presencia y Maat lo interrogó ante toda la corte, Écarlate no podía creer que su hermano siguera con vida pero al parecer se convirtió en el Dios del Duat ahora gobierna entre los muertos.
El testimonio fue de mucha ayuda y ahora esperaban el veredicto final pero el pelirojo estaba furioso y usando su poder se transformó en un gigante de arena para enfrentar a todos mostrando su poder como el soberano de Egipto, el hijo de Osiris con las alas de un Halcón voló hacía él mostrando que no lo intimidaba pero al ser aún un semidios no podía enfrentarse ante él como se debía recibiendo un duro golpe y la mano gigante lo apretaba contra una columna.
La diosa Ra intervino y las aguas se calmarón por un momento volviendo Écarlate a la normalidad.
Maat no le quedo de otra más que se enfrentarán en diferentes retos que una urna elegía para los participantes, el que ganará tres sería el legítimo gobernador de Egipto.
El pelirojo sonrió ya que su victoria estaba asegurada y con caminar seguro se fue del lugar.
Mystoria veía a su tío alejarse y un suspiro salió de sus labios enfocándose en sus padres.
En la noche recibía indicaciones de su madre Isis ya que tendría ayuda para poder ganar la primer competencia que consistía en aguantar más tiempo bajo el agua.
A la mañana siguiente toda la Eneada estaban atentos al reto que se enfrentarían sobrino y tío.
Écarlate y Mystoria ya se encontraban bajo el agua pero el pelirojo utilizando su poder creó serpientes y cocodrilos gigantes que atacaban al peliazul pero éste los esquivaba sacando a relucir sus enormes alas.
Enojado el de ojos verdes pensaba porque no se ahogaba su sobrino si no era un dios completo cómo él y las alas que deberían estar húmedas haciéndose pesadas, tal vez recibía ayuda de los dioses, tenía que comprobar su teoría.
Arriba de una serpiente trataba de acercarse al peliceleste pero éste lograba evadirlo a toda costa.
En un momento dado logró llegar hasta él y lo inmovilizó de sus alas que como pensó no estaban mojadas pensó en Tefnut que era la diosa de la humedad.
Sus labios los estampó con los de Mystoria que quedó perplejo por aquel beso inesperado.
- Es él aire de Shu tal como lo sospeché. Dijo una vez se separó y el peliceleste no decía nada.
Las serpientes y cocodrilos volvierón a atacarlo hiriendolo en el brazo pero una fuerte corriente los arrastró junto a Écarlate.
Isis pidió ayuda al dios del agua para que aquella agua calmada se conectará con las corrientes del Nilo ya que ella tenía cierto poder sobre ellas.
Trataba de ayudar a su tío con su mano para que la tomará pero se arrepintió y comenzó a volar para salir del agua ya que esa era la señal que mencionó su madre la noche anterior.
Écarlate supo quien ayudaba a su sobrino y sólo era una persona que tenía control sobre el Nilo.
- Maldita seas Isis!!!. Gritó colerico el pelirojo y su hermana sonrió por la victoria asegurada.
No se quedaría así y comenzó a temblar todo el suelo, la arena en la lejanía se alzaba; la gran muralla en el agua enterraba todo a su paso, Mystoria volaba rápidamente pero sonrió porque ese era su tío el gran dios de la guerra.
El peliazul tirado en el suelo y un orgulloso Écarlate de pie sonriendo arrogante ante todos los dioses.
- El ganador de este primer encuentro es Écarlate. Dijo Maat.
Isis corrió para socorrer a su inconsciente hijo pero Hathor también miraba con preocupación al peliceleste.
En la noche y con ayuda de la magia de su madre lo curó de todas las heridas.
Pero la pregunta de su progenitora lo dejo impactado ya que ella estaba conectada con el Nilo.
- Tenías tiempo de sobra para salir y ganarle a tu tío mientras era retenido por las corrientes, ocurrió algo allá abajo como para que perdieras tiempo valioso?. La mirada que le dedicó lo puso un poco nervioso pero supo disimular bien.
- No pasó nada ya que yo trataba de escapar de la arena pero no pude salir a tiempo, si me disculpas debo descansar ya que aún no me encuentro bien. Le dijo en tono frío y para que no hiciera más preguntas.
- Tienes razón hijo y descansa. Le dio una sonrisa y se marchó.
En su alcoba rememoraba el beso entre él y su tío, por instinto se tocó los labios recordando ese momento donde después de separarse intentaba con su mano tocar aquel rostro que desde hace años lo conocía perfectamente pero quien lo hizo primero fue Écarlate tocando su mejilla.
A su memoria llegó la primera vez que lo vio, fue cuándo ellos huían de Écarlate que buscaba a su madre por todo Egipto pero nunca dio con ella sin saber que estaba embarazada de Osiris.
Años pasaron hasta que el creció y cansado de huir escapó de su madre una mañana para ir en busca de ese despiadado rey al que todos temían con una daga en mano dispuesto a matarlo.
Lo encontró acostado fumando entre muchos cuerpos tirados en el suelo, todos muertos a manos de Écarlate.
El pelirojo advirtió su presencia y se acercó hasta el a pasos tambaleantes al parecer estaba ebrio.
- Perdóname hijo mío, mi pequeño Anubis. Se dejó caer de rodillas y lo abrazó fuertemente.
Mystoria se dejó hacer, escondió la daga y le devolvió el abrazo al pelirojo que lloraba en el hombro del peliceleste que por su ebriedad lo confundió con su verdadero hijo.
- Papá te promete no volver a pegarte, sabes que te quiero mucho mi pequeño y no me gustaría perderte. Se separó de él y con sus manos tomó ambas mejillas de Mystoria que no decía palabra alguna.
Ver esos ojos verdes llorosos que le parecían tormentosos, ese no era el dios temido por todas las personas, él parecía tan frágil y lleno de dolor.
Sus pequeñas manitas las dirigió al rostro lloroso de su tío limpiando el camino de aquella agua salada y volverlo a abrazar.
Desde ese momento todo cambió en la vida de Mystoria y vio como aquel pelirojo mostraba amor verdadero con su hijo no como su madre hacía el ya que sólo le interesaba el poder absoluto de Egipto.
Se la pasó agradable al lado de su tío hasta que se quedó dormido y decidió volver con su madre que lo buscaba desesperada pero tenía un objetivo en claro y era tener el corazón de Écarlate a como diera lugar ya que quedó cautivado por aquel pelirojo.
Volvió a soltar otro suspiro decidiendo descansar para la siguiente competencia.
El segundo reto fue elegido por la vasija y es hacer un barco de piedra, Écarlate sonrió victorioso porque ganaría de nuevo.
Se dispusieron a elaborar cada uno su barco pero con sólo un movimiento de manos por parte del pelirojo este ya tenía el suyo hecho con hombres de piedra que remaban.
En cuanto puso un pie este ya se movía por el agua y llegar hasta la meta.
Mystoria tenía desventaja ya que sólo tenía un pico y siguió en su extenuante labor pero alguien hizo acto de presencia dispuesto a ayudarlo.
- Anubis que haces aquí?.
- Quiero ayudarte.
- Porque?.
- Porque ese hombre no es mi padre, es alguien diferente al que fue antes cuando era pequeño, ahora es un ser abominable sin piedad alguna.
Écarlate sonreía y el aire meneaba sus cabellos rojos pero borró su sonrisa al ver como el barco de su sobrino se ponía a la par de él pero ahora iba mucho más rápido dejándolo atrás, de nuevo recibía ayuda, Nut la diosa del cielo pero también de alguien más ya que era imposible que hiciera rápido su barco cuando apenas y podía picar las rocas con esa herramienta.
Utilizó su arena para transportarse e ir hacía el peliceleste y poner lo pies en aquel barco, sacó su cetro uas para herir a su sobrino pero éste lo esquivo rápido sacando su espada.
Las hermosas alas de Halcón se desplegaron, también atacó al pelirojo en movimientos rápidos pero que los esquivaba con facilidad.
La batalla se dio por todo el pequeño barco pero algo llamó la atención del pelirojo y es que cuando pisó el borde no era piedra lo que sintió sino madera.
Su sobrino hizo trampa y sería descalificado al no hacer lo que se le pidió.
Sonrió ya que el ganaría y sería nombrado el soberano de todo Egipto además que Mystoria sería su más leal sirviente.
La pequeña batalla seguía pero un estruendo resonó y ahora fue el turno del peliceleste de sonreír.
El barco de Écarlate se desmoronaba ya que enredaderas con espinas se aferraban fuerte por toda la superficie hundiendolo en el agua.
Apretó los dientes preso del coraje ya que eso era obra de Osiris.
- Rindete tío te has quedado sin tu barco.
- Jaja crees que me rendiré así de fácil Mystoria? Aún queda uno y es el tuyo así que me apoderaré de ella.
El cetro uas volvió a alzarse dispuesto a herir al peliceleste cortando el aire a su paso, silbando por la fuerza en la que iba.
Mystoria lo esquivó alzando vuelo pero en una acción rápida tomó desprevenido a Écarlate emprendiendo vuelo junto con él sujetandolo de la cintura.
Las fuertes manos de su sobrino hizo estremecer cada fibra de su cuerpo.
Forcejeaba tratando de zafarse de aquel agarre que lo tenía un poco nervioso, el peliceleste lo soltó pero Écarlate se sujetó fuerte del tobillo para evitar caer al agua no sin antes incrustar sus uñas por toda la pantorrilla dejando marcas al rojo vivo.
Pero Mystoria alzó la pierna y lo aventó lejos alzando la arena por el fuerte impacto.
Descendió para ir hacía el muelle donde lo esperaba toda la Eneada.
- El ganador de esta batalla es Mystoria. Dijo Maat con una pequeña sonrisa.
Un poderoso temblor bajo sus pies dejó que la celebración se detuviera.
Y un puño gigante de arena aventó al otro extremo al peliceleste que aturdido quedó por el golpe inesperado.
Écarlate se presentó ante todos colérico.
- Mi sobrino Mystoria ha hecho trampa.
- Estas seguro de tu palabra Écarlate?. Los cuchicheos de los demás dioses no se hicieron esperar y Maat intervino.
- Si, ya que su barco es de madera, no de piedra como se nos pidió elaborar. Y yo lo comprobaré ahora mismo.
Su cetro volvió a hacer acto de presencia y con caminar apresurado se dirigió al barco cortándole por la mitad.
Los dioses volvierón a murmurar pero Écarlate estaba sorprendido ya que era piedra y no madera como lo sintió.
Mystoria era atendido por su madre Isis mientras veía atento la reacción de su tío.
- Pero cómo? Estoy seguro que era madera. La estruendosa risa de la diosa Ra sacó de la impresión al pelirojo.
Apretó sus manos hecha puños ya que era humillante.
Hasta ahora el marcador era empate 1 - 1 la última prueba decidiría todo.
Se retiró del lugar pensando quien más pudo ayudar a su sobrino.
Su mente trabajaba a mil y recordó cuando a su pequeño hijo le dio un barco de piedra.
Anubis.
Ya en sus aposentos privados descargó toda su furia, con su arena formó un pequeño tornado haciendo un desastre en el lugar hasta que se calmó.
Sekhmet volvió a aparecer, con su presencia felina contoneando las caderas su larga uña acarició todo el fuerte brazo del dios pelirojo.
Platicando o inyectando más veneno en la mente perturbada de Écarlate.
Algo que si dejó impresionado al Dios de la guerra fue las últimas palabras antes de despedirse esa mujer fastidiosa.
<<Niegame que tus ojos no brillaron de ilusión cuando viste por primera vez a tu sobrino, es hermoso y podrías poseerlo de todas las formas posibles en cuánto tu ganes la contienda, pero porque no lo intentas ésta noche seduciendolo para deshonrarlo ante todos en la batalla final y el plan que te mencioné antes>>
La idea lo mantuvo inquieto la última hora de la tarde y ya por la noche se decidió.
Arena se volvió para poder adentrarse a la habitación de Mystoria que dormía plácidamente pero algo lo despertó de momento.
Se incorporó porque sintió que algo sucedería pero no le tomó importancia volviendo a recostarse ya que lo atribuía a los retos impuestos por la urna.
La arena empezó a colarse por todas partes de la habitación hasta meterse en las suaves telas que arropaban al semidios.
Las antorchas se encendieron y la arena tomaba forma.
Mystoria que estaba de lado advirtió una segunda presencia y con rapidez apartó la tela que cubría su cuerpo llevándose una sorpresa grande.
- Tío?. Se posicionó entre sus piernas.
- Shhh. Puso un dedo para acallar otra palabra que saliera de esos finos labios que eran suaves. - Eres obediente.
- Que?. Desconcertado estaba. - Que estas haciendo?. Se sobresaltó al sentir como esa mano acariciaba su mejilla y se posaba en sus labios entreabiendolos para después bajar por todo su cuello hasta llegar a su pecho donde los apretó fuertemente.
- He sido malo contigo no es así?. Su pezón rosa fue capturado. - Pero eres mi sobrino. Sonrió de lado de forma seductora.
Las dos manos ahora estimulaban ambos pezones que se endurecian al contacto, Mystoria no daba señales de incomodidad.
- Debí haber sido más cariñoso contigo no es así? Por eso al menos te daré la bienvenida ahora. Los ojos del peliceleste mostraron sorpresa, Écarlate retiró la suave tela que cubría su cabeza deslizándose en una caricia suave en su espalda hasta caer.
- Creí que enviarías un asesino está noche para matarme... pero ésto es algo que no me esperaba ni siquiera en mi imaginación. Miraba embobado el abdomen marcado de su tío, su garganta se secó preso del deseo al ver ese cuerpo divino.
- Igual estoy sorprendido creyendo que pelearías, pero estas demasiado pacífico. Separó sus piernas a cada lado de la cadera del peliceleste.
Empezó a acariciar de nueva cuenta su rostro mientras su otra mano tocaba el abdomen con la yema de sus dedos.
- Como puedes estar tan tranquilo a sabiendas de lo que te voy a hacer?. Lo tomó de la barbilla para que lo mirara fijamente.
La mano de Mystoria se posó en la contraria y sus cuerpos vibraron en sintonía.
Se dejaba seducir por su tío, las caricias y la voz varonil lo hipnotizaban.
La pelvis del pelirojo comenzó a moverse de forma lenta aún con su ropa puesta rozando la despierta virilidad de su sobrino que desnudo se encontraba.
Ésto estaba enloqueciendo al de cabellos celestes y sus fuertes manos se posaron en la cadera de su tío para que aumentará el ritmo de la fricción.
Mystoria gruñía pero Écarlate apartó las fuertes manos para de un ágil movimiento ponerlo en cuatro, metió sus dedos en la pequeña entrada sin un ápice de compasión.
El peliceleste apretó fuerte la tela de seda al sentir como su interior fue invadido de una forma nada gentil.
La preparación duró varios minutos para después Écarlate sustituir sus dedos por su miembro que se encontraba erecto.
Lo colocó en la dilatada entrada y lo metió de golpe sacando un gemido ahogado por parte de su sobrino.
Movió su cadera a un ritmo rápido que mantenía nublada la razón de Mystoria pero en un momento de total raciocinio calló en cuenta las palabras que su madre le dijo, su tío era capaz de todo con tal de obtener el poder absoluto de Egipto y eso era deshonrarlo de la peor forma dejando su semilla en su interior para hacerlo indigno.
Su cuerpo vibraba al sentir las embestidas fuertes pero con todo su autocontrol giró su espalda y con su mano evocó el poder del aire que controlaba para apartarlo de él.
Écarlate se estampó en la pared en un sonido seco pero ésto podría alertar a su hermana así que se convirtió en arena para desaparecer tan rápido pero jurando que lograría seducir a su sobrino para que se entregará a él, y lo haría en la última prueba.
Mystoria ya no pudo conciliar el sueño rememoraba lo sucedido horas atrás con su tío, admitiendo que estaba disfrutando de esa placentera sensación.
El pelirojo ya en sus aposentos también recordaba todo ese cuerpo que se encontraba debajo de él y que haría suyo a como dé lugar.
Un nuevo día y era la última prueba que era una batalla entre ellos hasta que alguien estuviera de pie sin importar los días que pasarán en ese enfrentamiento pero en una parte alejada de todos los dioses.
Mystoria contó lo que pasó en la noche con su tío en sus aposentos privados, a Isis le dio cierto recelo y le aconsejó a su hijo sobre todas las posibles estrategias de su hermano pero también un plan que se le ocurrió.
La batalla dio inicio.
Pero Écarlate tenía una intención diferente aparte de luchar cuerpo a cuerpo era los sutiles roces que le daba a su sobrino.
Seduciendolo en batalla para que cayera rendido a sus encantos, Mystoria trataba de controlarse.
Pero su tío, las miradas que le daba, ese cuerpo que en la noche se coló en su habitación y admiró arriba suyo.
Los dos estaban excitados pero la batalla continuaba.
Pasaron las horas y ninguno cedía hasta que calló la noche.
El nuevo amanecer los recibió pero ellos no mostraban cansancio alguno, heridos ambos no daban su brazo a torcer.
Mystoria y Écarlate se seducían para que cualquiera de los dos cediera.
El cuarto día los dos mostraban cansancio, sus virilidades erguidas pero nadie caía en las redes de la seducción, el chocar de la espada y el cetro tan sólo estimulaba sus sentidos.
En un rápido movimiento Écarlate fue desarmado y tacleado por su sobrino posicionandose entre sus piernas alzando su ropa para penetrarlo, ya no aguantaba más el contenerse.
Deseaba con todas sus fuerzas poseerlo, lamió su cuello, lo besó con fiereza moviéndose rápido pero Écarlate hábil como el dios de la guerra invirtió los papeles, sujetando con fuerza las muñecas del peliceleste para que no se moviera.
Su virilidad clamaba ser atendido cuánto antes y volteó el cuerpo de Mystoria para que su trasero quedará expuesto ante él.
Preso del deseo contenido se adentró en esa estrecha entrada moviéndose de forma salvaje, una mano se posó en la cintura del peliceleste marcando sus dedos en esa pálida piel.
El ruido que hacía sus testículos al chocar con el redondo trasero de su sobrino lograba excitarlo más y aumentando las embestidas logró por fin que su semilla fuera liberada.
Exhausto por la batalla y libre de ese calor que lo consumía por dentro se dejó caer cansado.
Mystoria aprovechó eso para vestirse rápido y emprender vuelo hacía dónde los dioses lo esperaban para así proclamarse ganador.
Isis feliz recibió a su hijo ya que ahora sería el gobernador absoluto de Egipto.
Maat y los demás dioses reconocieron a Mystoria como el nuevo soberano.
Écarlate se maldecía internamente al llegar minutos tarde impidiendo que su sobrino ganara, ahora veía como todos celebraban y que se haría una cena especial ésta noche en honor por la ascensión del peliceleste al trono al siguiente día.
Sonrió ya que aún le quedaba una estrategia importante por jugar mañana cuando su sobrino fuera proclamado rey.
En la noche todos comían entre risas celebrando con vino y Écarlate tan sólo se mantenía en silencio comiendo su lechuga con aderezo, tranquilo como si no le importará nada.
El día esperado llegó, todos los dioses sentados en sus respectivos tronos en la sala donde se llevaría a cabo el nombramiento de Mystoria.
Pero antes de que comenzará, Écarlate convocó a toda la Eneada en un tribunal para acusar un delito cometido a su persona.
- Respetado y ennoblecido tribunal, regenteado por el sabio Toth, inventor de la escritura, que tiene poder sobre todos los dioses, yo, Écarlate, el dios de la guerra y el desierto, aún soberano de Egipto, pido que condenen a mi sobrino Mystoria. Solicito en forma vehemente que lo juzguen.
El peliblanco miró confuso al de ojos verdes.
- Todos conocemos tu linaje, señor de Egipto. Además sabes que yo conozco a Mystoria, desde la infancia; su madre Isis lo dejó a mi cuidado. Si el delito fuera tan grave ya habría llegado a nuestros oídos. Así que dinos ¿qué falta ha cometido Mystoria, el elevado?, ¿cuál grave infracción ha ejecutado el heredero de Egipto?
- Mi sobrino, Mystoria, aquí presente, me violó, tras una larga lucha. De todos es conocido que él me odia por haber matado a su padre, Osiris, el que continúa siendo perfecto.
El dios Toth no creía en las palabras de Écarlate.
- ¿Tienes pruebas de esta lucha de la que te refieres?
- Ninguna, solo mi palabra y mi palabra basta... debes condenarlo por violarme, Toth, toro de las estrellas.
- Majestad, ¿cuánto duró la lucha?
- No sé cuánto duró. Solo sé que batallé días y noches completos con Mystoria.
- Pero, dios de la guerra, ¿tienes testigos de esta lucha?
- Ningún testigo, pero acaso mi palabra como aún gobernante de Egipto no cuenta?
- ¿Mystoria logró penetrarte?
- No. Mi sobrino no quería eso. Él en medio de la lucha logró excitarme y me obligó a penetrarlo.
El peliazul que hasta ahora escuchaba todo lo que decía su tío decidió intervenir.
- Yo, Mystoria, soberano de Egipto, contesto que todo lo dicho por Écarlate, es mentira. Pero, nunca provoqué la excitación de Seth, nunca he tocado a mi tío en forma indebida, mucho menos me ha penetrado. Todo lo expuesto en este tribunal es mentira. Bien sabes que Écarlate quiere despojarme de mi reino para ser soberano de todo Egipto, tal como quiso matar a mi padre Osiris, que mi madre logró resucitar.
- ¿Cómo puedes decir esto?, tú, hijo de Isis, sabes bien lo que sucedió. Sus ojos desprendian fuego al escuchar negar todo a su sobrino aunque sabía que era verdad en parte.
- Tú, despiadado Écarlate, es el que has mentido, ¿cómo te atreves a difamarme en este tribunal, deshonrando así a todos los dioses de nuestra tierra? ¿Yo nunca he sido penetrado?
- Esta historia no parece verdad. Écarlate, necesitamos más pruebas para condenarlo y despojarlo del dominio sobre Egipto. Necesitaba más pruebas el de cabellos blancos para creer en la veracidad de lo expuesto ante todos.
- Llamen a mi simiente, mi semen responderá desde el interior de mi sobrino. El pelirojo ya saboreaba su triunfo.
- Por los poderes de los dioses primigenios, ordenamos que la fecunda semilla de Écarlate responda.
<<Yo soy la fecunda simiente de Écarlate, hijo de Geb y Nut>>
- ¿Dónde estás?
<<Estoy al interior de Écarlate, él me ingirió>>
El dios Toth no le quedó más dudas con respecto a que sólo era una mentira para que fuera destronado el fiel Mystoria de lo que por derecho le correspondía con el poder dado por los dioses absolvió a Mystoria de toda culpa, mientras Écarlate extrañado se interrogaba cómo su semen estaba dentro de él.
Él no era un acusador veraz, pesaba el asesinato de su hermano Osiris.
Movido por la envidia porque Keb su padre le heredó el terreno desértico, mientras que a Osiris lo hace señor del Egipto fértil.
Entretanto, el peliceleste daba las gracias a su madre, Isis. Tan cansado estaba su tío por la lucha, tantos días y noches llevaba excitado, que no se dio cuenta que había eyaculado fuera de Mystoria.
Éste inteligentemente recogió el semen y se lo llevó.
Luego, pidió consejo a Isis, su madre.
La diosa ideó la estratagema de poner el semen a Écarlate como aderezo a una lechuga en la noche de la celebración, conociendo que era su comida favorita.
La gran maga, previó que él pediría al tribunal que llamaran a su simiente como prueba.
Así logró salvar a su hijo de la condena del tribunal, aunque fuera culpable.
Pero no sólo eso pasó ya que Maat se presentó con otros cargos que en papiros venían escritos todos los delitos que el tirano dios cometió.
La muerte de muchas personas en su reinado, el abuso de su poder ante su pueblo entre otros cargos que pesaban.
Como la diosa de la verdad y justicia condenó a Écarlate pagar por todos sus pecados despojándolo de sus poderes reduciendolos a la mitad, sus cabellos rojos flotaban por el aura dorada que lo envolvía hasta que una pequeña esfera encerraba el poder maligno del dios.
Mystoria fue nombrado el nuevo rey de Egipto pero elegiría un castigo a su tío, aunque su madre le exigiera que lo mandará al Duat para que su padre lo juzgará no lo haría ya que él tenía otros planes con él.
Atado de pies y manos en un poste para que no escapara, con una mordaza en su boca para que no emitiera sonido alguno, con una venda en los ojos para que no viera dónde se encontraba estaba el ahora semi dios de cabellos rojos.
Con pasos lentos el nuevo soberano de cabellos azules se acercaba hacía su tío hincandose a la altura.
- Creíste que escaparías de mí?. Lo jaló de sus cabellos de fuego para alzar su cabeza. - Pues déjame decirte que jamás lo harás.
Con su lengüa lamió el labio inferior para después atraparlo entre sus dientes.
Écarlate no emitía sonido alguno.
- Eres mío y nadie te arrebatará de mi lado ni siquiera los demás dioses ya que tu me perteneces, todo de tí de ahora en adelante.
OBSESIÓN.
Mystoria desde que conoció a su tío aún cuando era pequeño supo que ese hombre de cabellos rojos sería sólo de él, nunca le interesó el trono tan sólo estar cerca de Écarlate, deseaba tener su amor por eso debía entrenar para que cuando llegará ese día los ojos verdes se enfocaran sólo en él, la obsesión aumentó con el paso de los años.
Écarlate se dejaba hacer ya que las mordidas en todo su cuello y clavícula le estaban despertando su pene.
DESEO
No podía escapar y tampoco lo deseaba ya que su sobrino despertó ese incesante calor desde que lo conoció y cuando lo penetró por primera vez sintió que era transportado al Duat y devuelto al desierto.
No le importaba si ahora quien lo sometiera fuera Mystoria, tan sólo deseaba estar con él su sobrino, su nuevo rey ya que pasó a segundo plano el ser gobernante de Egipto, ni esa ambición del poder.
No era amor lo que ambos sentían, tan sólo es el deseo la atracción que sintieron en su momento, pero tal vez esa bruma se disipe con el paso del tiempo.
La Obsesión y Deseo te orillan a cometer muchas cosas pero para Mystoria y Écarlate no les importa que los dioses se enteren de su clandestina relación.
🦂❄💙🦂❄💙
Hola espero que haya sido de su agrado este one-shot que me pidió APBR12 basado en Horus y Seth de la mitología egipcia.
Estoy presta para cualquier comentario constructivo ya que la verdad me fue un poco difícil el hacerlo, y respetando el nombre de los otros dioses con un poco de la verdadera historia sobre el juicio de Seth eso fue gracias a la ayuda de mi querida Mabesagittarius24 que me asesoró y de otra personita que me alentó con sus bellas palabras de que todo saldría bien
Dejen su comentario para saber que tal les pareció.
Tal vez en los próximos días suba el de ZaphirixKrest
Sin más me despido.
Atte. Skarlet Antares 🦂❄💙☠
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