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Nuevo Patriarca

Pareja:MiloxCamus
Advertencia:+18
Créditos a su autor de la imagén.







Un nuevo patriarca fue anunciado ya que después de ser revividos Shion decidió retirarse de su puesto, todos no podían creerlo o asimilar a la persona que se eligió.

Los santos de oro creían que los elegidos a ocupar el puesto serían Aioros, Saga, Shura ó Mü pero vaya sorpresa se llevarón al escuchar el nombre de su nueva Santidad, si ese era su decisión del ex santo de aries y la diosa Atenea la respetaban.

Milo de Escorpio el nuevo patriarca del santuario, cuándo su nombre dijeron un balde de agua helada le cayó encima, no podía creerlo ya que no se consideraba apto para ese puesto pero si esa era la decisión no podía refutar, daría su mejor esfuerzo y aprender para ser digno de llevar la túnica de patriarca, aunque estaba un poco triste ya que no vería mas a su amado acuario, ya no subiría a verlo hasta el onceavo templo y dormir junto a él, ahora debía ocultar su rostro bajo la máscara.

Al despertar de nuevo y ver que revivierón no dudó en ir a abrazarlo derramando algunas lágrimas de felicidad, la primera vez que lo perdió fue en la batalla de las doce casas esa vez no pudo despedirse de su amado en ese tiempo tenian dos años de noviazgo, le dolió perderlo y lloraba por las noches hasta que logró por un momento superarlo ya que presentía que se volverian a ver de nuevo, cuándo regresó como un espectro al lado de Saga y Shura por un momento su corazón volvió a latir como loco aunque le doliera su traición aún lo seguía amando, en Hasgard pasó lo mismo y se unió a los guerreros al lado de su amigo Surt no pudierón hablar bien esa vez, antes de desaparecer por siempre Camus tomó su mano entrelazando sus dedos con los del griego y no habia necesidad de palabras ya que se entendían a la perfección.

Pero ahora en ésta oportunidad pudierón aclarar todo, el escorpión comprendió a su amigo y amor eterno sus razones, no había rencor en el griego así que perdonó a Camus, decidiendo retomar su relación pero ahora con la nueva prioridad de Milo le era dificíl pasar tiempo con su francés y ésto al octavo guardián le frustraba ya que Shion le enseñaba desde temprana hora en el recinto patriarcal todos sus deberes, papeleos por revisar, organizar las guardias de los santos de oro entre otras cosas más.

Se volvería loco sino tenía a su bello diamante rojo y ahora con su nuevo puesto lo dejaba sólo todo el tiempo para que cierta persona se acercará a él, el mayor de los géminis siempre había mostrado cierto interés por su cubito pero este lo rechazó al confesar que amaba a cierto bicho pero no descartaba que ahora estando solo volvería a intentar enamorarlo pero confiaba en su Camus.

Sabía que se amaban con locura, pero muchas ideas atacaban su cabeza, solo por las noches se veian un rato ya que Milo estaba exausto por sus nuevas labores, no podía hecharse para atrás de su promesa eso no iba con él y jamás lo haría.

Pero de nuevo pensamientos oscuros surcaban su mente haciendolo dudar, ser inseguro de la fidelidad del onceavo guardian para con su amor, por primera vez será egoísta y hará lo que sea necesario para que Camus SU Camus sea sólo para él hasta la muerte.

Un plan se le vino a la mente, nadie podia separarlos y con una sonrisa triunfante se dejaba hundir en el mundo de los sueños.

Dos meses pasarón desde su nombramiento y Shion hace una semana vio que Milo estaba más que listo para valerse solo en su papel de póntifice, el ex patriarca se mudó al templo de libra ya que era pareja de Dohko.

El escorpión también deseaba iniciar con su plan y en cuánto el lemuriano se fue dio órdenes a unos soldados que custodiaban la puerta para que hicieran lo que les ordenó.

Simplemente asintieron con sus cabezas y se marcharón dejando solo al rubio.

- Nadie podrá separarnos, nadie. Sonreia feliz ya que pronto su amado seria sólo de él.



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Dos semanas transcurrierón rápidamente para el escorpión y todo estaba listo para su plan pero antes debía hacer una visita al templo de la vasija dorada.

- Hola mi precioso rubí. Entraba el patriarca imponente con su túnica azul con detalles dorados en su bordado del cuello y ese casco igual de oro que no permitía que vieran su rostro.

- Hola amor o debo decir Mi Patriarca. El tono que usó en su última palabra era sensual, Camus se encontraba sentado en su sofá favorito leyendo un libro sin interrumpir su conversación. A que se debe su visita?.

- Acaso no puedo visitar a mi pareja?. Decía el rubio caminando a paso lento y posarse tras la espalda del pelirojo acariciando con una mano su largo cabello.

- Claro que puedes Milie siempre sólo que me extraña que vengas a éstas horas de la mañana a visitarme ya que es cuándo mas ocupado estas. Con su mano apartó el cabello rojo de su amado y lo hizo a un lado para descubrir su cuello olfateando esa piel que siempre recorría con su lengüa saboreandola.

- Te extrañaba mucho y quise por un rato distraerme de todo el papeleo, es estresante sabes. Dejó un pequeño beso en su cuello haciendo estremecer al acuariano. Pero también vine a secuestrarte. Soltó una risilla traviesa en su oído y antes que replicara su francés puso un pañuelo con cloroformo que traía en su otra mano en la nariz de éste durmiéndolo al instante.

- Sólo seremos tu y yo en nuestro nuevo hogar y nadie nos separará amor mio. Podía sonar desquiciado pero en verdad su amor es él que lo obligó a hacerlo para que nadie los separara.

Se puso su casco, rodeó el sofá y cargó en sus brazos al dormido pelirojo para después teletransportarse a un lugar que mandó construir cerca del recinto patriarcal, una pequeña casa que sería ahora su nuevo hogar.


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Aturdido despertaba en un lugar que no conocía, acostado en una inmensa cama su cabeza aún le daba vueltas recordaba que Milo se apareció en su templo cuándo leía un libro, la caricia en su cabello y un beso en su cuello después todo oscuro, no recordaba que mas pasó, trató de levantarse pero unos grilletes con cadenas en su tobillo se lo impidió haciendo ruido al moverlas entonces ahí se dio cuenta que estaba desnudo, una ligera sábana color crema cubría su intimidad.

- Pero que demonios!. No era su habitación de eso estaba seguro pero dónde se encontraba y porque estaba así?

- Oh veo que ya despertaste amor. Decía el rubio entrando a la habitación con una bandeja de plata con diferentes frutas entre ellas las favoritas de Milo manzanas y un vino francés, su túnica la llevaba abierta sólo abajo traía unos jeans blancos y el torso desnudo mostrando su bien trabajado abdomen.

- Milo que és todo esto? Me puedes explicar dónde estoy? Y porque estoy encadenado?. Su mirada detonaba seriedad pero un imperceptible sonrojo surcaba sus mejillas.

- No te preocupes mi bello rubí estamos en nuestro nuevo hogar. Dejó la bandeja en una mesa y camino hacia la cama dónde lo esperaba su amor que estaba sentado, su mirada felina se paseó por todo ese cuerpo desnudo, esa piel blanca y tersa que lo incitaba a poseerlo, se situó tras la espalda del acuariano poniendo sus piernas a cada lado haciendo que Camus se recostará en su pecho.

- Milo ¿Porque lo hiciste? El raptarme de ésta forma. El onceavo guardián no sabía que pensar, confundido estaba.

- Camie no lo veas de esa forma, sabes que te amo y no te lastimaré, soy muy territorial contigo y no quiero que nadie más se te acerque ahora que tengo nuevas responsabilidades, no soportaría el que te marcharas de mi lado, me volvería loco si me dejaras de amar algún día, no te secuestré, solo quiero pasar más tiempo contigo éstos meses ya no te veia tan seguido, en las noches cuándo solía ir hacia tu templo solo eran unos cuántos minutos ya que lo único que queria hacer era dormir. Sentia que nuestra relación en ese tiempo nos alejaba de a poco por eso planeé esto además no quiero que se te acerque cierta persona porque tu eres MIO. Camus lejos de enojarse lo encontró hasta cierto punto tierno ya que Milo expresó todo su sentir el lado celoso y posesivo siempre le encantó de ese escorpión desde su juventud.

- Milo, Milo te amo demasiado pero no debes ser inseguro, mi corazón te pertenece solo a ti nunca lo dudes y mis ojos solo desean ver los tuyos que son parecidos al azul del mar. Su cabeza la giró para ver su rostro regalándole una sonrisa tierna que solo él podía ver, ya que los demás no tenian ese privilegio de observar.

- Camus mi hermoso francés por eso te amo siempre me entiendes. Le dio un beso de piquito en sus labios.

- Y por eso era necesario los grilletes en mi tobillo junto con las cadenas?. Decía en tono burlón el pelirojo después del beso.

- No te hagas el inocente mi amor, bien sabes que te gusta cuándo jugamos éste tipo de juegos. Sin dejar de mirarse a los ojos le guiñó un ojo el rubio.

- Touché mon amour. Soltó una risilla el pelirojo para devorar los labios griegos en un beso francés que los dejaba sin aliento, porque como todo un galo debía hacerlo.

Sus cuerpos comenzaban a reaccionar a ese beso que los estimuló de a poco subiendo su líbido, le encantaba al escorpión cuando su amado tomaba la iniciativa, recuperando el aliento se disponían a darse otro danzando sus lengüas, luchando por quien dominaba en la cavidad del otro sin tregüa alguna sus salivas se mezclaban escurriendo por la comisura de sus bocas, el rubio rompió el beso para descender por el mentón hasta llegar al cuello dónde dejaba marcas de succiones en la piel tan blanca como la nieve de Siberia.

Las manos de Milo subieron a las tetillas rosas de su acuario y con sus dedos los apretaba, él sabia mas que nadie que era el punto débil de su amado igual que su cuello donde marcaba su territorio, Camus enpezaba a gemir por los estímulos que recibía no reprimía los sonidos que salían de su garganta ya que eso prendía a mil a su escorpión.

Una erección se pronunciaba en la fina tela, Milo dirigió una mano a ese miembro que cada vez aumentaba de tamaño delineando y acariciando por encima hasta que le suplicara su francés porque lo tocara.

- Mi-Milo... ahh... to-tócame por-por favor. El pelirojo se deshacía en gemidos y quería ser tocado por ese rubio dueño de su corazón.

- Así le hablas a tu patriarca caballero de acuario?. Susurró Milo en su oído, su aliento cálido chocó con  la oreja de Camus lamiendola y mordiendo el lóbulo de su oreja.

- Mmm... Mi... Patriarca le-le suplico que me toque, hágalo por favor solo soy suyo. Oír el tono sumiso de su bello cubito hizo que su prominente erección palpitara entre sus pantalones deseaba entrar de una buena vez en él pero primero quería torturarlo un poco más.

- Mi fiel caballero claro que te complaceré en lo que me pides, quiero veas como te manoseo. Milo metió su mano y tocó con la yema de sus dedos la punta del pene galo que se encontraba húmeda, rodeó el miembro empezando una lenta caricia moviendolo de arriba hacia abajo y de vez en cuando acariciaba los testículos, la fina tela se humedecía y el pelirojo atento observaba como esa ligera sábana tapaba los movimientos que esa mano morena hacía.

El galo hizo a un lado esa tela para ver mejor como Milo acariciaba su miembro, su excitación aumentó al igual que sus gemidos, uno de sus fetiches se cumplia y era ser secuestrado por el rubio sentía que pronto se correría ya que los espasmos se hacian presentes su cuerpo perlado en sudor y el calor en todo su ser se presentaba.

- Mi-Milo detente, pronto me correré y no quiero hacerlo sin ti. Suplicaba el acuario y éste dejó su tarea para quitarse su túnica de patriarca, puso en cuatro a Camus dejando a la vista ese hermoso trasero dándole nalgadas en el proceso.

Desabrochó tan rápido su pantalón y se quitó la ropa interior que ya le apretaba su pene, al fin libre su erección dirigió su cara en los glúteos del acuario y sacó su lengüa para lubricar la entrada haciendo circulos Camus volvía a gemir por tan placentera sensación y con sus manos hecha puño apretaba las sábanas, las cadenas no representaban impedimento alguno en su acto amatorio ya que eran demasiado largas.

Milo jugaba con esa estrecha cavidad simulaba embestidas haciendo gemir placenteramente a su amado, acariciando sus piernas, la espalda del onceavo guardián se arqueaba de placer, viendo que estaba listo para recibirlo posicionó en la entrada su pene y hundió su pedazo de carne lentamente viendo en el proceso como desaparecía entre esas maravillosas nalgas que formaban un corazón.

Esperó un momento hasta que Camus le diera la señal moviendo sus caderas en respuesta empezando un vaivén lento pero que no tardó en hacer las estocadas salvajes ya que su acuario le pidió ir mas rápido que no tuviera piedad y lo partiera en dos, la piel morena bañada en sudor al igual que la de su bello francés no se quedaba atrás, la cama crujía por tan frenéticos movimientos, los gruñidos por parte de Milo y los gemidos de Camus al tocar su punto G subían el calor en sus cuerpos, la estrechetez del pelirojo volvía loco al escorpión.

Las manos que sostenían la cadera para marcar el ritmo de los embistes dejando marcado sus dedos en esa piel blanca, dirigió una mano al cabello rojo fuego de su amante para hacerlo en tipo coleta jalándolo y que éste en placer por su acción hizo que arquera su espalda haciendo que su entrada se apretara deliciosamente alrededor del miembro del rubio que gruñó como animal en celo.

Gemidos, jadeos y el olor a sexo en esa habitación se hacian presentes, la otra mano morena se dirigió al miembro de Camus para masturbarlo, el francés movía su cadera al ritmo de las penetraciones si seguían así terminarian juntos.

Las contracciones en su cuerpo les avisaba que pronto tendrían el mejor de los orgasmos, un par de estocadas más y un fuerte grito de Camus anunció su orgasmo, se vino en la mano de Milo, el rubio al sentir que su miembro fue apretado deliciosamente por las cálidas paredes se derramó demasiado dentro de su amante al mismo tiempo.

Se dejarón caer en la cama Milo, encima del pelirojo sin aplastarlo con su peso dejando pequeños besos en la perlada espalda, minutos tardaron en recuperar el aliento.

- Y ahora que pasará con nosotros? Me dejarás libre?. Decia el francés aún con Milo encima.

- Por supuesto que no. Tu sólo eres mio y ya te dije que estas en nuestro nuevo hogar, además todo tengo planeado, Hyoga al ser tu sucesor será quien tome tu puesto a caballero de oro ya que tu vivirás aquí no te dejaré ir, como patriarca es mi decisión y deben respetarla. Abrazó a Camus con todas sus fuerzas sin lastimarlo en forma posesiva.

- No me opongo mi gran patriarca, todo lo que diga yo la respeto. Ahora ¿podemos seguir jugando?. Soltó una risilla traviesa, vaya que su bello rubí era insaciable cuándo se lo proponía.

- Sabes que siempre te complaceré en todo.

El patriarca anunció al nuevo santo de acuario que era el caballero de cisne, les tomó por sorpresa tan repentino suceso pero no dijerón nada ya que si su santidad lo decidía ellos no podían refutar pero que Camus no apareciera en dicha ceremonia por ningún lado les pareció extraño pero como si Milo predijera sus preguntas de los dorados dijo que estaba bien, no se preocuparan ya que ahora vivía con él en el recinto patriarcal muy felices en pareja, esto acabó de convencer a sus compañeros de armas.

Pero uno no estaba del todo convencido ya que el ex patriarca Shion no creia que Camus aceptara dejar su puesto, él que crió a todos esos muchachos desde que eran niños dudaba en las palabras de Milo pero igual entendió al rubio ya que su predecesor Kardia era igual de celoso y territorial con su cubito lector, secuestrándolo varias veces para que los demás no lo vieran o se acercaran a el pero no lo culpaba ya que él era igual de celoso con su chinito que le encantaba andar sin playera por todos los lugares del santuario su cuerpo bien formado no pasaba desapercibido por ningun santo y aprendiz a caballero, pero con un poco de chantaje lograba que se la pusiera a la hora de entrenar ya que sino lo dejaba en abstinencia.

Camus no refutó nada en dejar su puesto a su alumno Hyoga ya que mostró en cada batalla ser digno en portar la armadura dorada de acuario, además no se quejaba en las atenciones que Milo le daba ya que perdieron tiempo cuándo su enérgico escorpión ascendió al trono de patriarca y eso los distanció un poco, pero ahora disfrutaba cada momento a su lado en su "nido de amor" como ellos le pusieron.



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Hola mis bellos lectores espero les haya gustado éste capítulo, culpo la imagén de arriba en inspirarme a escribir este one-shot.
No olviden dejar su voto los quiero, besitos.
El próximo será un KardiaxDégel que tal vez los haga llorar pero de alegría o eso esperó hacer y que me salga bien.

Atte. Skarlet Antares ☠❄💙🦂

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