Pareja:KardiaxDégel
Advertencia:Ninguna
Créditos a Desmotivaciones porque me inspiró a escribir este one-shot

El Santuario,Grecia
Siglo XVIII

- Dégel. Dijo un peliazul cuándo recuperó aire en sus pulmones después de consumar su amor.

- Dime Kardia. El peliverde se encontraba rodeado de dos fuertes brazos en su cintura, mientras él reposaba su cabeza en el pecho moreno.

- Quiero que nos prometamos algo, sé que para ti es estúpido que creas en la reencarnación pero yo estoy seguro que sí existe, así que quiero hacer una promesa contigo por nuestro amor.
Se acomodó en el respaldo de la cama sin soltar al francés de sus brazos.

- Sabes que yo no creó en eso, porque cuándo te enfrentas a un dios y revelarse contra él tu alma será castigada por la eternidad, pero si existe una posibilidad lo haré, te lo prometo. Alzó un poco su cabeza para mirar a los ojos a ese griego sádico y rebelde, pero con él era alguien diferente que en batalla, se levantó del pecho moreno y se miraron mutuamente entrelazando sus manos.

- Dégel de Acuario guardián del onceavo templo, yo te prometo que sí existe otra vida después de ésta, vuelva a reencontrarme contigo, mi amor por ti es infinito y prometo buscarte en nuestra nueva oportunidad para seguirte amando como en ésta que aunque sea efímera disfrutamos cada momento al lado del otro, que nuestra diosa Athena nos conceda ese privilegio. Te amo y sé que nos volveremos a ver.

- Kardia de Escorpio guardián del octavo templo yo en ésta noche te prometo buscarte en nuestras siguientes vidas si es posible, mi amor por ti es tan grande que no descansaré hasta encontrarme de nuevo contigo, sé que no soy de muchas palabras afectivas pero cuando salen desde el fondo de mi corazón son sinceras, tu corazón de fuego pudo conquistar al mio que es tan frío como mi signo, a pesar de ser sádico me encanta tu forma de ser, no te cambiaría por nada del mundo. Te amo sé que no lo digo frecuentemente pero sabes que las palabras sobran conmigo y prefiero demostrártelo con cada beso, cada caricia, te pertenezco en cuerpo y alma. No pararé de buscarte hasta que nos volvamos a encontrar de nuevo, que los dioses bendigan éste amor que es eterno y sobrepasará los límites de la muerte. Sellarón su promesa con un corto pero emotivo beso.

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Ciudad de Versalles,Francia
Año 2018

Un joven de cabellera lacia larga en color verde despertaba de repente teniendo de nuevo esos sueños, la promesa que hizo a su amado y que no descansaría en encontrarlo.

Esperó irse de casa de su padre hasta tener la mayoría de edad, aparte de ahorrar dinero suficiente, ya que eran de clase media en Francia pero no quería que todo lo resolviera él, desde temprana edad mostró tener una inteligencia superior a los demás niños, a los 12 años se graduó con honores de la universidad trabajando en una empresa turística y desde ese tiempo para acá ahorró para irse de su tierra natal y buscar en Grecia a su eterno amor, recordaba que su amado era griego y su corazón le dictaba buscarlo ahí.

Se levantó de la cama y se puso sus anteojos redondos para tomar una ducha, ese mismo día partiría hasta las tierras griegas, estudió mucho por aprender el idioma que hablaban al igual que el inglés entre otros más por su trabajo.

Se despidió de su padre Krest que triste por su partida le deseaba suerte, su pequeño bebé creció y volaba en busca de un nuevo horizonte, aceptó que se fuera ya que era mayor de edad y sabía lo que hacia.

Dentro del avión pensaba si era igual que en su vida pasada ese moreno que recordaba en sueños, esos ojos zafiros que lo enamoraban o sus sonrisas coquetas, esperaba encontrarlo pronto dando un último suspiro se quedó dormido aún faltaban muchas horas de viaje.

Por otro lado un joven de cabellera alborotada larga azul de 19 años despertaba exaltado recordando de nuevo a ese hombre de ojos violetas y esa cabellera larga sedosa, desde que tenía memoria esos sueños lo perseguían siempre se encontraban besando, abrazandose viendo el atardecer sobre el mar o haciendo el amor, lo último hacía que tuviera una erección en la madrugada para con su mano atenderla.

Al principio creyó que se estaba volviendo loco pero un amigo suyo le comentó que fuera a ver una gitana para que le dijera sobre esos extraños sueños, siguió su consejo y ésta le explicó que hizo una promesa en su vida pasada antes de morir con alguién que amó demasiado, debía buscarlo en ésta vida ya que era su hilo rojo del destino, sus estrellas guardianas estaban unidas.

No sabía que pensar el joven griego, creyó que era una locura al principio, pero después no encontró otra razón poderosa, pero cómo encontrarlo si en todo el mundo había millones de personas y él era pobre, no tenía dinero suficiente para viajar por todo el mundo.

Tal vez su otra mitad estaba muerto o casado, sintiendose triste de momento cuánto desearía conocerlo pero los deseos no se cumplen ¿O si?

Se levantó de su cama para preparar el desayuno de él y su padre Zaphiri después iría a buscar de nuevo trabajo para ayudar con los gastos.

El joven de cabellos verdes salía del aeropuerto de Atenas con maleta en mano dispuesto a buscar a ese hombre que le roba todos sus suspiros de chiquilla enamorada, no descansaría hasta encontrarlo, buscó un hotel donde hospedarse ya que pronto oscurecería y el viaje lo tenía cansado, mañana desde temprano iniciaría su tarea.

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Su desesperación aumentaba, no podía más, estaba a punto de rendirse en su busqueda y si tal vez estaba muerto esa persona que tanto ama sin conocerlo.

Tres meses en ese tiempo recorrió todas las ciudades de Grecia desde Atenas, Isla Milo, Trípoli, Lebadea, Mantinea, Serres, Epidauro, Sefiros entre otras más.

No, no su mente le dice que no se rinda que no se dé por vencido, una voz cálida tal vez femenina le dice en su cabeza que no se deje vencer, que pronto lo encontrará, era una especie de aura divina recorfortándo su ser, se le hacía conocido esa presencia pero no recordaba con exactitud de dónde, diciendole que mantenga fría su cabeza como en su vida anterior lo fue el caballero de acuario entonces recordó que solo le faltaba un lugar más Mikonos se dispuso a descanzar y con mejor actitud partiría por la mañana a esa ciudad.

Se levantó feliz, algo le decía que todo saldría bien, algo bueno iba a pasar, su sexto sentido nunca fallaba.

El peliazul se levantaba de nuevo ésta vez se extrañó ya que no tuvo un sueño de su vida pasada o era porque estaba muy cansado después de tanto tiempo al fin pudo conseguir un trabajo, no era la gran cosa pero ayudaba con los gastos generados cada día, ser mesero era estresante ya que atendía a los clientes, apuntar lo que ordenaban y llevarles su pedido a la mesa, sus pies dolían ya que no descansaban ni un momento aparte de limpiar toda la cafetería, tenia el tiempo contado para darse un baño, vestirse con su uniforme de trabajo, desayunar algo ligero e irse a pie.

Sentía que algo bueno pasaría pero no sabía qué.

Al medio día el de ojos violetas recorría media ciudad de Mikonos, su corazón palpitaba con fuerza cada vez más, se detuvo un momento en una cafetería mirando desde el gran ventanal, no había desayunado nada pero no le importaba eso, sino encontrar a aquel que amaba con todas sus fuerzas, siguió su camino sin mirar una vez más adentro donde un joven peliazul atendía una mesa cercana al ventanal, su corazón empezó a latir acelerado creyendo que le daría un infarto, miró hacia afuera sintiendo una presencia que se le hacía conocido, sin ver a nadie negó con su cabeza atendiendo a los clientes.

4 de la tarde el sol del atardecer poco a poco se tornaba más naranja casi rojo y las nubes blancas en amarillas, estaba a punto de rendirse, volvería a Francia con las esperanzas rotas.

Sin rumbo caminaba por las calles de la ciudad.

Caminaba cabizbajo el joven, lo despidierón injustamente de su trabajo por culpa de una clienta que él rechazó cuando ésta le coqueteó, tres semanas llevaba trabajando en la cafetería y no tenía ahorrado nada.

No creía que te fuera a encontrar por casualidad del destino.

El peliverde con sus manos hecha puños de frustración caminaba sin rumbo fijo, sus ojos picaban de tanto contener sus lágrimas pero no quería dar un espectáculo estando en la vía publica, sus anteojos redondos se empañaron impidiendo ver por dónde caminaba.

Esperé mucho tiempo el volver a encontrarte.

El peliazul no se fijaba donde caminaba hasta que chocó con alguién, estaba enojado y quien fuera la persona se desquitaría con él aunque no tuviera la culpa.

Nuestros pasos nos guiaron hasta éste lugar.

Su visión se tornó más borrosa, sabía que lloraría en ese momento, en plena calle con mucha gente mirándolo, pero chocó con alguién que no pudo distinguir bien, cayó al suelo de trasero bajando la mirada.

Te reconocí, sabía que eres tú aquel bello ser que en sueños veía.

- ¡¡Fijate por dónde caminas!! Que acaso no vez im... Levantó la mirada para ver a la persona que le reclamaba, reconocía esa voz, era la misma que le profesaba su amor. - ¿Dégel?.

Cuándo vio aquellos ojos violetas tras los lentes su voz no salió y entonces toda su vida pasada le llegó como ráfaga recordando lo que fue, un caballero, aquel que protegía la casa de escorpio, la promesa que él hizo a su amado y entonces el nombre emergió de sus labios, ya que parecía tenerlo en la punta de su lengüa desde siempre pero nunca pudo salir hasta ahora que lo vio, sabía que era él, su corazón latía con fuerza al igual que el del otro chico que aún se encontraba en el suelo.

- ¿Kardia?. Al instante una sola lágrima rodó por la mejilla de aquel apuesto joven, le pasó lo mismo que al peliazul recordando su anterior vida como santo de acuario, tan frío pero cálido con el escorpión, el corazón de fuego derretía su barrera de hielo.

- Finalmente nos encontramos amor mío, cumpliste tu promesa.

Le tendió la mano a su bello acuario y éste la aceptó tímido ya que era igual de guapo que en sus sueños.

- Sabes que cuándo se trata de una promesa la cumplo, aunque para muchos no significa nada para mi sí, aunque al principio no te creía que fuera verdad reencarnar, tener una segunda oportunidad pero veo que me equivoqué, nuestro amor pudo sobrepasar la barrera de la muerte y míranos somos los mismos no cambiamos en nada pero ahora somos libres de vivir una vida normal.

Kardia dirigió ambas manos al rostro de Dégel feliz de tenerlo de vuelta, poder acariciar sus mejillas, el vacio que sentía en su vida desapareció y el peliverde tocaba el flequillo de su amado con cariño acariciando ese cabello alborotado que siempre le gustó.

Estaba feliz, muy feliz de volver a encontrarlo y no les importaba nada a su alrededor, ni siquiera la gente que los observaba creyendo que eran amigos que se separarón hace años y ahora se reencontraban de nuevo.

- Te amo Dégel y de ahora en adelante disfrutaremos ésta nueva vida juntos como pareja, mi promesa sigue en pie como la de hace siglos, el poder casarnos y formar una familia, no importa que adoptemos, igual los amaré como si fueran de mi sangre.
Un abrazo fuerte se dierón, al separarse juntarón sus frentes mirandose a los ojos para finalizar con un pequeño beso en los labios.

Sabían que en la guerra santa se perderían muchas vidas y sólo unos sobrevivirían, ellos perecieron en batalla, en las tierras heladas de Blue Graad en busca del Oricalco que los llevaría al Lost Canvas.
Kardia luchó hasta incendiar su corazón contra un oponente digno, el espectro de Wyvern y Dégel conteniendo el poder de Poseidón, Serafina su amiga de la infancia era la reencarnación del dios de los mares.
Después sus almas volvierón a luchar ayudando a Shion y Dohko para derrotar a Hades.
Sasha-Athena ganó la batalla pereciendo al igual que Tenma de Pegaso y Alone-Hades sus hermanos del orfanato.

Pero la diosa escuchó la promesa que una noche ambos jóvenes se hicierón, antes de morir ella usó el último poder de su cosmos para que no sólo ellos dos volvieran a la vida sino todos sus compañeros de armas, se la debía a Kardia ya que sino fuera por él su poder de diosa hubiera tardado en despertar por sí solo.
Se volvería a rencontrar de nuevo con Dégel, libres de guerras, nacieran como personas normales sólo con un propósito en mente que desde bebés se les indicó.

El reencontrarse nuevamente.

Su vida sería diferente de ahora en adelante ya que también les dio la hábilidad a todos de concebir, quien tomara el rol pasivo o fuera versátil su relación pero ya se darían cuenta cuándo su primer bebé esté en camino para ésta pareja que sin duda su amor no tendrá fin.

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Hola mis amores espero los haya hecho llorar pero de alegría, como pueden ver me basé en la imagen de arriba sobre una promesa, en fin espero lo hayan disfrutado tanto como yo lo hice al escribir este one-shot no se olviden de votar los quiero.

Atte. Skarlet Antares ☠🦂❄💙