Inesperado Encuentro
Pareja:ZaphirixKrest
Advertencia:poquito +18
Créditos al autor del manga por la imágen
Viene de Eternal Love
Le dolió en el fondo del alma encerrar en un ataúd de hielo a su amado escorpión dorado, sabía que se enterró las 15 agujas escarlatas en su propio cuerpo para pagar por su pecado.
A Dégel su alumno le aconsejaba que no mostrara sentimientos porque se hacía débil, y él con los ojos acuosos por las lágrimas acumuladas sin que Lugonis e Ilias lo notarán una vez hecha su labor dio la orden de que llevaran a Zaphiri con el patriarca Sage en ese bello ataúd y que no dejara que se repitiera la misma historia, su voz sonó fría como siempre dándoles la espalda pero tan solo trataba de aguantarse los sollozos que querían escaparseles de la garganta.
Se retiró de inmediato sin dar más explicaciones, en cuánto estuvo bien lejos dentro de una tipo cueva ahora si se derrumbó, perdió su celestial escorpión pero él ya sabía los motivos del porque quería despertar a Poseidon no estuvo del todo convencido pero lo apoyo, ahora se arrepentía si tan solo lo hubiera aconsejado mejor.
Se alejó del santuario ya que le recordaba a su pequeño bicho, su alumno ya era un muchachito que podía cuidarse solo y estar al cuidado de Kardia ese joven al que salvó dándole la sangre de Athena; vio determinación en sus ojos y su valentía a pesar de estar gravemente enfermo por su corazón, le recordaba a su Zaphiri ese joven excepto sus cabellos azulados ya que el fallecido era pelinegro.
Estuvo vagando mucho tiempo su corazón no sanaba por la pérdida de su amado, se encontró con una bella mujer que coincidierón en muchas cosas hablaron hasta volverse amigos y ella le propone un trato.
Luego viajó a Francia donde supuestamente "desapareció" mandandole una carta firmada por él a su alumno Dégel ya que dudaba de lo que Garnet le había ofrecido, se enfrentó a él pero como siempre Dégel se dejaba llevar por los sentimientos, al ser un hombre que vivió por muchos siglos la experiencia en batalla le favorecía a él era poderoso, antes de encerrar a su alumno en un ataúd de hielo le contó todo y el porque secuestraban a las personas, el peliverde rechazó la oferta de vida eterna que le ofrecierón, usando su poder Dégel se liberó y finalmente el maestro fue derrotado por su alumno.
Antes de morir hizo una plegaria al cielo y a su diosa Athena esperando su perdón.
- Mi amado Zaphiri si existe otra vida espero volver a encontrarte para volver a amarnos con tanta intensidad como fue lo nuestro. Te amo escorpión y siempre te amaré. Finalmente murió feliz con la esperanza de ver a su pelinegro.
Zaphiri antes de morir por su propia técnica deseó lo mismo que Krest el volverse a encontrar en alguna otra vida.
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Viajó de Francia a Grecia ya que su hijo le dijo que su futuro yerno quería conocerlo y éste no lo dudó ni un segundo en ir ya que su "pequeño" ahora tenía novio.
Cuando estuvo parado en la puerta de la dirección señalada una sensación rara se presentó en su cuerpo, como si algo lo llamara en ese lugar, su corazón latía a mil por hora.
Trató de relajarse y se dispuso a tocar la puerta de madera.
Entonces ahí vio a un pelinegro de ojos color azul que abría la puerta y miles de emociones salieron disparadas desde lo más profundo de su ser, imágenes atravesaron su mente por fracciones de segundo pero no sólo a Krest le pasaba sino a Zaphiri también, el vacio en sus pechos desaparecía.
La sensación siempre estuvo presente en ellos desde que tenían uso de razón, cuándo conocieron cada uno a sus esposas se llenaba ese vacío pero era tan efímero que los asustaba ya que las querían y mucho, una desesperación los invadía como si buscaran algo pero no sabían qué hasta ahora que se vieron de nuevo a los ojos.
Ahora recordaban todo de sus vidas pasadas y quienes fueron, sus miradas no las apartaban hasta que Kardia interrumpió todo, al ver que tardaba su padre decidió dejar a su amado cubito en la sala para ver porque tanta demora.
Tenian mucho que decirse ya que aún faltaban ciclos de ellos por cerrar antes de morir en sus anteriores vidas como caballeros de Athena.
Se presentaron formalmente y al saludarse de mano una corriente eléctrica los invadió de la cabeza a los pies poniendolos sonrojados.
Necesitaban un momento a solas pero por la boda apresurada de los imprudentes de sus hijos pues no podían.
El dia de la boda todo salió bien y mientras los recien casados disfrutaban de la fiesta ellos se dijeron con la mirada ir a otro lado para conversar.
Caminaron por la playa sin decir palabra alguna, hasta que Krest decidió romperlo ya que no lo soportaba y todo se derrumbó para él ya que comenzó a llorar por todo lo que sufrió cuándo recién perdió a su escorpion dorado, su otra mitad y Zaphiri también lo acompañó en su dolor ya que también sufrió dejando solo a su acuario, se consolarón mutuamente y abrazados se quedarón por 20 minutos.
Se pidierón perdón y aclarando uno que otro malentendido entre ellos, cerrarón ese amargo capítulo.
Se pusierón de acuerdo con una excusa para decirle a sus hijos que Krest se quedaría con Zaphiri por algún tiempo ya que siempre quiso conocer Grecia, una gran mentira ya que deseaban recuperar el tiempo perdido por los muchos años que estuvieron sin el uno ni el otro.
Supierón de la buena nueva, Dégel su adorado hijo estaba encinta ahora sería abuelo aunque un poco incrédulo al principio pero con las pruebas ya no dudaban que fuera broma.
El pequeño Karan era precioso a sus ojos de abuelos consentidores.
Era irónico que antes Dégel fuera su alumno y que ahora fuera sangre de su sangre, su amado hijo que ahora amaba al ex escorpión que alguna vez ayudó a seguir viviendo con su vida al máximo.
Sus aspectos de los mayores no cambiaron en nada, seguían siendo los mismos solo que en edad Krest era mayor por dos años ya que tenía 39 y Zaphiri 37 años, al pelinegro le causaba gracia que ahora su castaño si creciera ya que poseía la misma altura que él.
Se hicierón pareja formalmente un par de meses después pero aún no se entregaban en cuerpo y alma.
Una noche ambos estaban dándose besos en su lecho ya que era hora de descanzar, pero Krest tomó la iniciativa de iniciar un beso fogoso como todo un francés, el pelinegro estaba extasiado por ese contacto de labios que les robaba hasta el alma, sus alientos chocaban y sin decirlo con palabras iniciaban otro beso demandante y el castaño se subió sobre la cintura del azabache para estar más cerca de él, sus dedos se hundían en esa cabellera negra jugando con un mechón, la ropa les estorbaba en cuanto sus cuerpos comenzarón a frotarse por encima de la ropa, en cuestión de minutos ésta estaba esparcida por la habitación y las manos no se quedaban quietas tocando la piel contraria que se erizaba al contacto.
Sus lengüas jugueteaban entre si y en fracción de segundos Krest tenía sometido a Zaphiri bajo su cuerpo, lamiendo y mordiendo los pezones que se ponían duros por el contacto, gemía quedito y eso encendía el líbido del castaño.
Bajó hasta su intimidad para lamer el glande subiendo y bajando, succionando y mordiendo la punta de la cabecilla del pene moreno jugando con sus testiculos hasta que éste derramó todo su esperma en la boca contraria que tragó gustoso aquel liquido viscoso, lamió tres de sus dedos dejándolos bien lubricados y meter el primer dedo en la virgén entrada de Zaphiri que dio un brinquito por la repentina acción, le era incómodo pero debía soportarlo, el segundo fue introducido dilatando más la entrada hasta que un tercero estuvo dentro para ese tiempo el pelinegro pedía por más.
Zaphiri se dejó hacer ya que no le importaba en absoluto quien dominaría, su relación podía ser versátil y no le disgustaba para nada ser penetrado.
Introdujo su miembro lentamente en esa estrecha entrada, sentía su miembro ser apretado tan deliciosamente, esperó que se acostumbrara unos minutos después, un ligero movimiento de caderas daba luz verde a que podía continuar, inició primero movimientos lentos pero Zaphiri dio la oŕden que más rápido hasta que rompiera la cama si es posible, le encantaba esa faceta de su amante no le importaba si dolía al dia siguiente, las estocadas aumentarón el triple y la cama se movía salvajemente, el sudor en sus cuerpos los acompañaba y la habitación se llenó de ese característico olor a sexo, Krest se sentía en el cielo por lo apretado que es su amado y juntos llegarón a un orgasmo que los dejó aturdidos no sin antes decir cuanto se amaban dándose un último beso.
La primera de muchas más noches de pasión le siguierón, hasta que ya no podían ocultar más su relación diciendoles a sus hijos su secreto, pero no les sorprendió ya que ya lo sabían.
Así que ya no habria porque ocultar algo que era tan obvio, su amor también pudo superar las barreras impuestas en un inesperado encuentro que cambió sus vidas, estaban agradecidos con su diosa que fue generosa para con ellos sin que ella los conociera ya que Athena aún no reencarnaba.
Felices vivían juntos en Grecia, la casa de Zaphiri era algo grande, no dejaban de consentir a su nieto que tenía un añito de vida era lo mejor que les había pasado.
Se enterarón que Kardia estaba embarazado ya que al parecer también era un doncel y por un momento se les vino a la mente que si su diosa también hizo lo mismo con ellos dos pero la descartarón ya que no tenía los sintomas Zaphiri eso los alivio un poco.
Al mes y medio el pelinegro se sentía mal estaba muy pálido y dolía demasiado su vientre, lo llevaron de emergencia al hospital haciendole un chequeo de rutina y un ultrasonido abdominal para saber que tenía, la doctora que realizaba el ultrasonido se quedó en shock al ver un bebé creciendo en el interior de ese guapo hombre, dedució que tenía 3 meses de gestación ya que el feto estaba más formadito, escucharón un latido que salía del aparato y los colores del rostro se fuerón, no podía ser verdad decian en sus mentes.
- Felicidades serán padres. Dijo finalmente la doctora a la pareja.
Le limpió el vientre con una toallita y entregándoles las imágenes de la ecografía, Krest las tomó ya que su amado seguía procesando aquella información, las vio detenidamente y una sensación de felicidad lo inundó abrazando a su pareja que no podía creerlo llevando su mano a su vientre que seguía plano pero porque no lo notó antes, ni siquiera estaba engordando como su hijo Kardia que tenía 5 meses y su vientre era algo abultado.
- Seré madre.
- Así es corazón y sabes estoy feliz porque me darás un pequeño ser fruto de nuestro infinito amor te amo Zaphiri.
- Me cuesta creerlo, creí que no pasaría con nosotros ya sabes por nuestros hijos pero me equivoqué, tendré un pedacito mio y tuyo dentro de mi ser, te amo Krest.
Se dieron un beso en sus labios, sellando su nuevo pacto de amor, era algo vergonzoso para ellos el tener que decirles a sus hijos que tendrían un hermanito y sería tio de sus hijos, emocionados los abrazaron felicitándolos por la noticia, las ropas para bebé las compraron con anticipación y no sabían si era niño o niña, querían dejarlo en incógnita hasta el nacimiento.
Era divertido ver a padre e hijo embarazados, su diosa sin que los conociera les concedió volver a vivir de nuevo, perdonando sus pecados ya que su arrepentimiento fue sincero, Sage le contó sobre los antigüos guardianes de Escorpio y Acuario que se amaban con intensidad al igual que Kardia y Dégel.
Antes que la guerra santa comenzará utilizó un poco de su cosmos para revivir a Krest, Zaphiri, Ilias y Lugonis; cada uno buscaría su propio camino pero en especial los ex guardianes de la octava y onceava casas zodiacales ya que debían encontrarse de nueva cuenta.
Y cuándo ganó la guerra contra Hades utilizando el último de su poder revivió a sus fieles caballeros para que vivieran como personas normales, pero los que fueron sus antigüos maestros ahora serían sus padres biológicos.
Los meses pasarón tan rápido en sus embarazos y Kardia tuvo una pequeña nena, su adorada manzanita que tenía un ligero parecido a ambos de nombre Aimée Aurore ya que ésta vez le tocó a Dégel escoger el nombre que sería francés ya que su amada manzana roja le puso un nombre griego a su primer hijo.
Para Zaphiri todo su embarazo transcurrió normal, todo en orden ya que Krest lo cuidaba mucho y él se dejaba consentir por su ahora esposo, ya que se casarón cuándo el pelinegro tenía 6 meses de gestación.
Zaphiri dio a luz a una pequeña bebé, su nombre Gisèle su piel tan blanca como su padre pero no tenía cabellito así que no sabian a quien tendría un parecido.
Felices y amándose el resto de sus vidas vivieron cada pareja, a sus hijos les contarón sus historias en la que fue su vida pasada, dónde luchaban por una diosa que amaba a los humanos sacrificándose en cada guerra santa, los caballeros de oro que luchan por la libertad y justicia siempre la protegían de todo mal, al igual que un joven de bronce con la armadura de pegaso que era su escudo de batalla en todas las reencarnaciones; ésta historia fue pasando de generación en generación de los descendientes de Escorpio y Acuario ya que su amor si pudo sobrevivir a través del tiempo.
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Hola! Esperó les haya gustado este one-shot como a mi me encantó escribirlo ya que es la tercer y última parte de Mi Promesa y Eternal Love dónde escribí sobre Zaphiri y Krest como pareja peroooo también agregué sobre el embarazo de Kardia y la tentación me ganó haciendo doncel al papá de mi bicho amado 😅 , me despido y nos leemos en el próximo capitulo.
Los amo 😘
Atte. Skarlet Antares 🦂❄💙☠
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