Ghost Of Love
Pareja:ZaphirixKrest
Advertencia:Ninguna
Créditos al autor de la imágen
Mi obsesión por matar lo que ya está muerto es por venganza, un día juré terminar con todos los fantasmas que asesinan sin tener piedad.
Sin embargo jamás imaginé que me terminaría enamorando de la misma muerte.
Soy Krest mi apellido no puedo decírtelo porque no lo creo relevante, hijo único, mi madre era una bruja de magia blanca, murió dándome a luz y mi padre sólo lo tuve en mi vida por trece años ya que lo mató un poderoso fantasma del que un amigo de mi progenitor no quiso darme más información porque sabía que podía cometer una locura.
El don de mi padre me fue heredado, generación tras generación somos los únicos con el poder de cazar fantasmas, espectros o cómo les quieran llamar.
Desde ese día juré que yo tomaría venganza, cada uno de esos entes lo pagaría muy caro.
Mi cuchillo athame es mi fiel compañera, su hoja tiene un filo mortal para los fantasmas, sesga sus vidas si es que se le puede llamar así ya que están muertos.
Su decorado es de oro con piedras preciosas, tiene un grabado en latín en medio de la hoja que brilla cual rayo de sol.
He hecho ésto desde que decidí seguir el legado de mi padre hace ya una década.
Ahora con 23 años he recorrido el mundo cazando todo tipo de fantasmas, no tengo un hogar fijo porque en cuanto termino mi trabajo en alguna ciudad debo ir para otro lugar al que solicitan mi ayuda, esa es mi vocación que para muchos les parece difícil más no para mí que ya estoy acostumbrado.
En éstos tres meses he exterminado a cinco, en la India un hombre que era budista, en Francia un joven de dieciséis años que atacaba brutalmente a todo aquel desdichado que caminara a altas horas de la noche, en Italia un devorador de mujeres, México un loco que causaba accidentes en la carretera y Rusia donde había un fantasma tipo Jack el Destripador.
Mi nuevo objetivo es en Grecia una casa de las más antiguas que hay en Serres, de la época de 1958 cuyo asesinato del joven Zaphiri Escarlet sigue siendo un misterio hoy en día, la información que tengo en mis manos me tiene ansioso es uno de los mas poderosos por lo que puedo ver y no deja huella de lo que hace con los cuerpos de sus victimas, la gente teme que puedan ser los siguientes, en total son más de 150 los desafortunados que caen en las garras de ese ser, éste nuevo fantasma ¿Como será? ¿Tendrá una apariencia terrorífica? Y cuando mi cuchillo se lo clave en el pecho ¿Se convertirá en polvo, humo o explotará?
Tengo un presentimiento no sé si sea bueno o malo pero cambiará mi vida totalmente.
En cuanto me instalo en un hotel decido recorrer las calles griegas para obtener la ubicación de aquella casa, corro con suerte porque una familia estuvo dispuesta a ayudarme para que termine con el Fantasma Escarlata, nadie quiere hablar sobre la historia porque creen que es un mal augurio para el pueblo y lo harían enfurecer.
La casa está situada a las afueras, en una colina empinada está aquella casa tan ennegrecida y con moho en todo el techo por el paso de los años, el pórtico tiene enredaderas y en mal estado.
Falta poco menos de media hora para que el sol se oculte y yo quiero probar primero que es lo que me espera para cuando me enfrente ante Zaphiri.
La puerta está semi abierta y me adentro con sigilo ya que nunca se espera que te tome por sorpresa un fantasma furioso por entrar en su territorio.
En la sala hay muebles que parecen en buen estado más no se sabe si las polillas han hecho de las suyas, las partículas de polvo danzan en el aire, las veo claramente por el sol que se cuela a través de la ventana, bañando con los últimos rayos de luz la casa.
Me dirijo hacia el comedor y ¿Nunca han sentido esa sensación de ser vigilados, que una mirada intensa no puede apartar sus ojos en ti?
Eso es lo que siento y los vellos en mi brazo se erizan, me mantengo cauteloso, atento a cualquier sonido o movimiento.
Por un pasillo hay pasos acercándose y me pongo en una posición defensiva desenfundando mi athame esperando un ataque sorpresa.
Lo bajo al ver un hombre que circula por los cincuenta años con sus ropas hecho harapos, tal vez un vagabundo que ésta noche busca un refugio.
Sus ojos se fijan en mi y yo le sostengo la mirada pero antes que diga una palabra veo cómo su cuerpo es partido por la mitad, las vísceras y la sangre derramandose por todo el piso, sólo pude captar un destello rojo.
Me quedé de piedra ya que nunca vi nadie tras la espalda del pobre hombre, es como si fuera invisible.
- Zaphiri sé que fuiste tú, muestrate ante mí.
Apreté con fuerza el mango de mi cuchillo.
Una risa cavernosa y varonil se escuchó por toda la casa.
- Te he perdonado la vida y que te fueras de aquí, ¿Porqué no te veo huyendo?
Mis sentidos se pusieron alerta porque aquella voz venía de todas partes y con cuidado salí de ahí para dirigirme a la sala con mi athame que se ponía fría al sentir la presencia del fantasma cerca.
- No puedo irme hasta matarte.
Otra carcajada que me congela la sangre, pasos vienen de la segunda planta, mis ojos se desvían a las escaleras que dan a las habitaciones.
Entonces ahí lo veo, Zaphiri vistiendo una pulcra camisa blanca con unos pantalones de color caqui, su cabellera corta tan negra cómo la noche, sus ojos azules inexpresivos, fríos y carentes de vida, una sonrisa torcida aparece en sus pálidos labios, es el primer fantasma que su apariencia es diferente, no es tan terrible porque todos con los que me he topado lo tienen por la forma en que murieron.
- ¿Matarme? Acaso no te das cuenta que ya estoy muerto desde hace tiempo. Vete de mi casa y no vuelvas nunca más.
Desprende un aura oscura, pero no le tengo miedo, no me iré hasta saber cuán poderoso es.
- No. Niego y se acerca hacía mi imponente tratando de asustarme para que me vaya, estando a metro y medio se detiene.
- Eres un humano terco, por primera vez le perdono la vida a alguien, por alguna extraña razón no tengo deseos de matarte y así quieres estar aquí ¿Acaso no valoras tu vida?. Su mirada vacía me escanea por completo.
- Por supuesto que si la valoro pero quiero ayudarte, sólo déjame matarte. Doy seis pasos hacía él decidido.
- Muchos lo han intentado y terminan muertos, desde curas hasta exorcistas. Nadie lo ha logrado. La poca distancia que queda la termina acortando él.
Entonces me interrogo ¿Qué hago platicando con un fantasma al que voy a exterminar?
Nunca lo había hecho en las anteriores ocasiones, sólo buscaba matarlos antes que lo hicieran conmigo y de ahí una vez exterminados me iba del lugar.
- Pues yo si lo haré, por favor Zaphiri déjame matarte. Mi mano cómo si tuviera vida propia se dirige a su mejilla izquierda que se siente tan real sintiendo su fría su piel. - ¿Me dejarás hacerlo? ¿Tengo tu permiso para acabar contigo?.
Entonces se separa abruptamente y su aspecto cambia de un momento a otro.
Ya veo porque le dicen el Fantasma Escarlata su camisa antes blanca ahora está llena de sangre al igual que sus pantalones, su mirada cambia a carmesí, en su mano derecha el dedo índice aparece una uña larga de color rojo me es fácil deducir que con eso atacó al indigente ya que parece filosa, sus venas negras destacan en la pálida piel y sus cabellos negros flotan de forma grácil.
- Vete de mi casa, ahora. Su voz de ultratumba demanda.
- No me iré. Aunque intente asustarme no conseguirá que me vaya.
- Bien. Fue todo lo que dijo y una ráfaga de viento me empujó hacía afuera de la casa, la puerta se cerró y yo quedé tendido en el suelo.
Vi la blanca figura de Zaphiri cerca de una ventana observandome, sentía su mirada fría en mi ser hasta que desapareció.
Ésta noche no tuve suerte pero mañana sé que lo conseguiré.
🦂
Prometí volver y de nuevo estoy en la casa antes de que caiga la noche.
Abrí la puerta despacio pero no tengo suerte ya que suelta un sonido molesto.
Ni un paso doy dentro y lo escucho.
- Sí que no valoras tu vida. La voz de Zaphiri resuena en las escaleras tiene el aspecto de la noche anterior, sus ojos rojos desprenden furia por verme otra vez. - Vete, ayer corriste con suerte pero hoy lo dudo.
-Sabes que no lo haré.
Apunta su uña carmesí en mi dirección y un destello se desprende, siento una molestia en mi pierna, mi vista se posa donde siento el dolor y parece cómo si una aguja me hubiera pinchado.
Mi cabeza da vueltas y veo borroso el rostro de Zaphiri, entonces todo se vuelve oscuridad.
Despierto desorientado y por la ventana se cuela los rayos plateados de la luna, no sé que hora sea pero salgo de la casa para ir hacia mi coche.
Mi cuerpo lo sentía pesado, tenía mucho frío y la cabeza no dejaba de doler.
Sentí una eternidad llegar al hotel y meterme a duchar con agua helada porque tenía una fiebre intensa, casi llegando a los cuarenta grados.
No sólo la uña que posee Zaphiri corta cómo un cuchillo sino también ataca como un aguijón de escorpión inyectando su veneno que no es tan potente.
Espero que la reacción pase rápido mientras duermo, dudo que las pastillas controlen la fiebre porque ésto fue hecho por un fantasma, mis ojos pesan y un profundo sueño me rodea.
❄
Todo el día me he mantenido en cama, mi cuerpo está adolorido, no tengo ánimos de nada y mi apetito es nulo.
No he dejado de pensar en Zaphiri, es el primer fantasma que tiene dos personalidades y admito que es el más fuerte con el que me he topado en los diez años que llevo haciendo ésto.
Mi cabeza le da vueltas al mismo asunto de porqué me ha dejado con vida dos veces, a muchos los ha matado a sangre fría, un ejemplo el vagabundo, mientras que yo aquí sigo.
Me obligo a levantarme para tomar una ducha, sólo por hoy dejaré en paz a ese fantasma pero debo culminar mi misión.
🦂
Mi objetivo está claro pero siempre obtengo el mismo resultado cada día que voy, Zaphiri mandandome a volar por cualquier parte de su casa cual costal de papas o incrustando sus Agujas Escarlata en diferentes partes de mi cuerpo dejandome con fiebre y deshidratado al siguiente día.
Creo que se volvió una rutina ir a verlo aunque ya no lo molesto repitiendo que quiero matarlo, sólo estoy ahí platicando sobre lo que fue su vida, pero parece cómo si me ocultara algo.
No sé qué podría ser con exactitud, a veces sólo estamos en silencio viéndonos pero quiero explicaciones para entender que pasó cuando murió y así ayudarlo de alguna forma a que abandone lo que fue su hogar.
Que su alma éste en paz pero una parte egoísta de mí no quiere hacerlo, porque su compañía la encuentro grata.
Me explicó que su uña carmesí funciona cómo un aguijón de escorpión 15 disparos y la persona cae muerta al instante por el veneno.
Quisiera preguntar sobre el misterio que ronda tras su muerte pero no me atrevo porque tal parece que le duele recordar o porque por el paso del tiempo se le ha olvidado.
En mis venas también corre la sangre de mi madre que fue una bruja y sé hechizos poderosos para saber el pasado de Zaphiri, lo que pasó aquel 27 de marzo de 1958 pero necesito algunos materiales para el ritual.
Dos días después que pedí lo que necesitaba me dirigí a la casa Escarlet y convencerlo de que acceda.
- ¿Confías en mi Zaphiri?.
Sus ojos azules tan profundos cómo un abismo me miraron.
- Sí. Era la respuesta que esperaba.
- Te prometo que no te pasará nada, quiero entender el misterio de tu muerte, presiento que hay una verdad oculta.
Encendí las velas negras colocándolas en la punta del pentagrama, me encontraba dentro del símbolo igual que Zaphiri, cerré mis ojos y dije las palabras en latín para iniciar el ritual.
Todo el lugar se dejó de escuchar sonido alguno, abrí mis ojos y vi la casa diferente al de la actualidad.
Las paredes tapizadas, cuadros que servían de decoración.
Muebles, todo está impecable.
En las escaleras veo una figura bajar, es Zaphiri, con una camisa azul que resalta el color de sus ojos, tan llenos de vida, su piel ligeramente morena y su sedoso cabello negro.
Aparece otra figura que parece ser su padre lo deduzco por los rasgos que son similares.
Pelean por algo que no logro entender, el escenario cambia a otro donde en la cocina Zaphiri está besando a otro chico un poco mayor que él cabello castaño, cuándo entra su padre y los ve.
La cara del hombre se deformó y vi asco en su mirada.
Ambos se apartan rápidamente al escuchar al hombre vociferar improperios y gritarle a aquel chico que se vaya de su casa en ese instante sino lo mataría.
Corre escaleras arriba asustado de lo que pueda pasarle dejando a Zaphiri discutir con su padre hasta que le suelta una cachetada que lo manda al suelo.
Siento la impotencia de ver la escena y no hacer nada, los ojos azules tan vivaces parecen ahora turbios por el llanto.
Veo que el otro joven sale con una pequeña maleta y se va alejando hasta que se pierde de mi vista.
Escenarios cambian y es lo mismo, su padre golpea a Zaphiri gritándole palabras hirientes.
Hasta que ésta vez la pelea se sale de control y ese hombre toma un cuchillo que le clava cerca al corazón de su hijo que cae al piso desangrándose pero no es la camisa blanca que usa Zaphiri como fantasma ésta es celeste.
Mientras el cuerpo se mantiene tirado su padre sale de la cocina, sube las escaleras perdiéndose hasta que vuelve a bajar con la camisa blanca entre sus manos, arrastra a Zaphiri hasta llegar a la sala y le saca su corazón envolviendolo con la ropa junto a un escorpión ya muerto.
Empieza a decir unas palabras en un lenguaje antiguo pero sé que es un brujo su padre y que ha maldecido a su hijo para que esté atado a su hogar.
¿Qué clase de progenitor le haría algo así a su misma sangre?
Desearía que mi athame también pudiera cortar brechas en el tiempo e impedir que ésto le sucediera a Zaphiri.
Mi ritual acaba y veo cómo está agotado el fantasma pelinegro, es una oportunidad para matarlo pero admito que se ha ganado mi amistad.
Le devolveré el favor, me perdonó la vida yo lo liberaré de su maldición.
Sé donde quedó la ropa y el corazón de Zaphiri, busco entre las tablas sueltas de la sala hasta que puedo sacarlas.
La que fue una camisa del blanco más puro ya no lo es, ahora es color café y con manchas secas de sangre.
Por muy increíble que parezca, el órgano que se encarga de mantenernos con vida sigue igual a cuando fue ocultado ahí.
Camino donde está él y tengo en claro lo que haré, le devolveré su corazón y para romper la maldición quemar la camisa con el escorpión.
Me siento nervioso porque no sé si funcione y sea liberado de la atadura con su hogar.
Una luz dorada rodea a Zaphiri en cuanto pongo su corazón en el pecho.
Se levanta de forma rápida y su energía ha vuelto de nuevo, me mira y yo le sonrió, escucho que de sus labios sale un gracias.
Asiento con mi cabeza y salgo para quemar los restos además de hacer una oración de purificación.
Creo que mi trabajo ha terminado aquí, Zaphiri ya no asesinará a nadie, lo hacía por la maldición impuesta por su padre.
Un odio crece en mi por ese hombre que no comprendió que su hijo amaba a alguien de su mismo sexo.
Esas épocas fueron antes, ahora son más libres de elegir a quién amar.
Siento una presencia a mi lado y sé que es Zaphiri, su camisa blanca brilla con la luna menguante.
- Te irás verdad. No fue una pregunta sino una afirmación.
- Así es. Solté un suspiro.
- Iré contigo. ¿Acaso escuché bien?
- ¿Que?. Volteo a verlo con los ojos abiertos.
- Ya lo escuchaste, iré contigo a dónde quiera que vayas, ya no hay nada que me ate a ésta casa, además así ya no estás sólo. En tono tímido dijo lo último.
Sentí ternura pero ¿Sería lo correcto?
No negaba que su compañía alegraba mi solitaria vida, tendría un nuevo compañero de viajes.
Espero no tomar la decisión equivocada.
- Ésta misma noche nos vamos. Una ligera sonrisa surcó en sus pálidos labios.
❄
Hemos viajado sin parar en dos meses, Zaphiri me ha ayudado cuando me cuesta un poco más de trabajo acabar con los fantasmas, jamás creí que él fuera una buena compañía.
Si bien fue liberado de su maldición y que no tiene deseos de asesinar su doble personalidad sigue en él, sus venas negras, sus ojos rojos y su uña carmesí que es letal.
Se ha quedado maravillado de cada ciudad que luce diferente a lo que fue su época.
Anécdotas de los novios que tuvo a escondidas de su padre me dejan con la hiel saliendo de mi boca.
Sí, estoy celoso pero niego incontables veces que no es amor lo que siento por él, tal vez es mi egoísmo el que se apodera de mi.
Tal vez me confundo porque es el único amigo que tengo y además ni siquiera una novia o novio he tenido porque mi vocación me impide tener tiempo libre, además que nunca me he puesto a pensar acerca de mi orientación sexual.
Gruño en frustración y se da cuenta Zaphiri.
- ¿Pasa algo Krest? ¿Que te inquieta o aqueja?. No puedo decirle sobre mis problemas existenciales.
- No es nada Zaphiri, sólo estoy cansado. Me inclino en el sofá para no verlo.
- Tendrás eso que llamas estrés. Sonrió porque se va actualizando más.
- Si. Puede ser eso.
Siento unas manos frías posarse en mis hombros dándome un masaje que me relaja toda tensión, vaya que Zaphiri va aprendiendo cada día del mundo moderno.
Continúa por largos minutos hasta que sus brazos me rodean todo el pecho en un abrazo muy fuerte.
Siento cálides en mi pecho y mi corazón cómo un loco late desenfrenado.
- Te quiero Krest. Susurra tímido como si tuviera miedo de decirlo.
- Yo también Zaphiri. Imito su tono y nos quedamos así abrazados.
Ese fue el primer acercamiento que tuvimos aquella noche de luna llena, con el ruido de la ciudad que seguía despierta.
Todo continuó normal, se nos hizo un hábito el abrazarnos, Zaphiri me hacía compañía en la cama sé que el no dormía pero cuidaba de mi.
Estaba muy tonto para no darme cuenta que ya estaba enamorado de mi fantasma pelinegro aquel día que entré en su casa.
Otro fantasma que debía exterminar me dejó herido no de gravedad pero si con rasguños y golpes que me dolerían al siguiente día, preocupé a Zaphiri porque me desmayé por el impacto que llevé en mi cabeza.
Acaricié su mejilla para tranquilizarlo y nos perdimos en la mirada del otro hasta que sentí sus fríos labios chocar con los míos.
Un beso inocente y tierno que me hizo sonrojar, ahí supe que ya estaba profundamente enamorado de él.
Una relación un tanto anormal pero es la más perfecta porque mi chico me hace feliz.
Hacer el amor no se necesita fundir sus cuerpos cómo un acto carnal también se puede hacer el amor de distintas formas, una mirada, un beso, una simple caricia inocente te llevan a tocar las estrellas.
Nuestra forma de amarnos era muy diferente, no había necesidad de desnudarnos porque el alma se desnuda para conocer cada profundo deseo, anhelo de la persona a la que amas.
Un beso expresa más de lo que puedes entregar de tu cuerpo.
El Fantasma Escarlata se convirtió en mi Fantasma Del Amor.
Nuestro amor fue idílico, porque perdería lo más preciado que pude tener alguna vez.
Teniamos siete meses de iniciar nuestro noviazgo y por la mañana me llegó un correo con los datos sobre un fantasma sanguinario que debía matar, tenía un presentimiento, mi athame guardada en su funda de cuero se removió inquieta.
Nos dirigimos a Suecia y de inmediato fuimos hacía esa enorme casa que por el paso del tiempo está por caerse, los cimientos ya no soportarían otro día más.
Me sentía nervioso y aunque el clima fuera frío el sudor se hacía presente.
Trataba de mantenerme tranquilo pero mi corazón palpitaba tan rápido.
La mano helada de mi amado fue algo que me reconfortó y su sutil sonrisa alivió mi ser.
Sigilosos nos adentramos, inspeccionamos cada rincón pero parecía que nada habitaba el lugar.
Sólo faltaba el ático cuando mi athame reaccionó a la presencia de un fantasma, Zaphiri se encontraba arriba por si aparecía.
Huesos se escuchaban crujir, el ambiente se volvió pesado y denso con un olor putrefacto.
Me puse alerta al ver una figura muy alta salir de la oscuridad, ojos abismales con su rostro deforme, su boca estaba cosida con puntos en forma de X.
Y sus brazos sólo eran hueso, no había piel.
Murmuraba algo que no entendía pero de entre las sombras aparecieron más figuras, tal parece que sus víctimas ahora le servían a él.
Un brujo poderoso practicante de vudú, entonces vi un rostro conocido y parece que todo se detuvo.
Mis ojos se cristalizaron al reconocer a mi padre de entre esos espíritus, no lo podía creer.
El fantasma que he estado buscando por años el destino lo ha puesto en mi camino, es hora de mi venganza, me arrebató a mi progenitor y ahora lo ha convertido en uno de sus vasallos.
Lo liberaré y mataré a esa escoria, es hora de que descargue mi furia.
Me pongo a la defensiva y mi cuchillo emite un destello, corro a gran velocidad entre ellos para de una sola cortada hacer que sus almas queden libres pero son demasiados y algunos me atacan por la espalda sin que pueda defenderme.
Uno de ellos me toma por el brazo y me lanza contra la pared, escucho mis huesos romperse, tal vez tenga dos o tres costillas rotas.
Pero ignoro el dolor para seguir peleando, la adrenalina recorre mi cuerpo.
Ataco una y otra vez sin parar, pero aparecen más de ellos.
Mi fantasma del amor aparece en mi campo de visión y sé que está furioso porque su camisa blanca está manchada de sangre, sus ojos destilan peligro y su uña carmesí está lista para atacar.
De un sólo movimiento acaba con todos los que me retenían y le agradezco con la mirada, mi padre está junto a ese hechicero.
Zaphiri se encargará de los otros mientras yo camino decidido a exterminar con él.
Mi agarre se hace más fuerte en el mango de la athame porque al que voy a enfrentar es el asesino de mi progenitor.
Camina hacia mi el que un día llamé papá, acabaré rápido para que ya no sufra ni yo tampoco, en un limpio movimiento le incrusto mi cuchillo en su garganta.
De inmediato se vuelve polvo y una pequeña esfera de luz sale de sus restos para desaparecer.
Ahora es libre y su alma podrá descansar en paz.
Sólo falta que acabe con el maldito fantasma, mi odio vuelve a crecer en demasía y no importa si ésta noche dejo éste mundo, sé que moriré en paz al obtener mi venganza.
En cuanto volteo en su dirección ya no está, recibo un golpe tras mi espalda con una fuerza sobrenatural que termino golpeando mi cabeza en el suelo.
La sangre empaña por un momento mi visión pero me levanto sujetando mi athame, suelto un golpe limpio donde sé está él pero no hay nada.
Mis sentidos están alertas viendo en todas direcciones ya que es muy hábil y podría atacarme de cualquier lado.
Veo a mi chico pelear contra esas cosas y al parecer se divierte haciendolos pedazos con su aguja escarlata porque sonríe sádicamente.
Una figura aparece en mi costado izquierdo y actúo rápido hiriendolo en su pecho, suelta un chillido que da escalofríos, sus ojos brillan en furia.
Toda la casa cruje y eso me distrae haciendo que me mande a volar de nuevo hacia la pared, ahora recibo el impacto en toda mi espalda y otro hueso rompiéndose llego a escuchar.
Zaphiri pelea con el hechicero, ha terminado con sus vasallos y ahora intercambian golpes haciéndose cortadas, sangre negra salpicando el piso.
Con dificultad me incorporo pero mis costillas duelen, la sangre en mi cabeza no ha parado de salir, tomo un respiro para ayudar a mi fantasma pelinegro.
Los dos están heridos pero más me preocupa Zaphiri, él es poderoso pero éste hechicero al practicar magia negra y alimentarse de sus víctimas es más fuerte.
Debo idear algo rápido, terminar con él cuánto antes, me lanzo a la batalla y apuñalo incontables veces su espalda para que suelte a mi chico que lo tiene atrapado entre su cuerpo y una viga.
Ese horripilante sonido que sale de su garganta y arranca un brazo de Zaphiri sin que yo pueda impedirlo.
La sangre negra sale a borbotones y mi fantasma lo veo sin energías, cayendo de rodillas sin levantar su rostro.
Agradezco su ayuda y ahora es mi turno de pelear.
Estoy a la defensiva con mi cuchillo listo para atacar, ya no se ve tan fuerte cómo antes porque también fue herido sin contemplaciones por mi novio con sus agujas escarlata, 15 puntos rojos están distribuidos por todo su cuerpo.
Me ataca pero con una sola mano huesuda no puede hacer nada, sus movimientos son torpes y tambalea.
Mi cuchillo lo incrusto en su corazón y otro en su garganta haciendo un corte largo hasta su mandíbula, quiero que se ahogue en su sangre putrefacta.
Cae al suelo convulsionandose y su cuerpo empieza a arder en llamas azules que alcanzan el techo del ático.
Todo terminó y pude vengar la muerte de mi padre.
Camino hacía Zaphiri y lo tomo entre mis brazos para salir de esa casa.
El aire frío golpea mi rostro una vez salimos de ahí, mi pelinegro no emite palabra alguna, me preocupa su estado ya que no para de sangrar.
Lo senté en el pasto y estoy a un lado de él sin saber qué hacer, me siento impotente de no ser de ayuda, ni médicos pueden curar algo que está muerto y mi magia no sé si funcione.
Los libros antiguos que estudie no mencionan nada de curar fantasmas.
- ¿Krest?. Su voz suena débil.
- Aquí estoy amor mío. Acaricio su mejilla y sus ojos azules se enfocan en mí.
- ¿Puedo pedirte algo?. Yo sólo asiento. - Quiero que me mates.
Mi pecho se oprime y mis ojos se cristalizan.
- Por favor no me pidas eso. Un nudo se forma en mi garganta impidiendo que siga hablando.
- Hazlo, sabes muy bien que no hay nada que se pueda hacer para salvarme, desearía permanecer más tiempo a tu lado pero no se podrá, por favor acaba con éste martirio. Las lágrimas empapaban mis mejillas y negaba repetidas veces.
Su única mano limpió el camino que dejaban las gotas saladas.
Recibí un beso de esos fríos labios que tanto adoro, era la despedida de algo tan hermoso y único que jamás sentí con nadie ya que la soledad siempre me acompañaba.
- Te amo Krest nunca lo olvides, ten una larga vida, vive por los dos y nunca te rindas. Sus ojos azules me miraban con mucho amor.
Su mano tomó la mía dónde está la athame dirigiendola a su pecho, apuntando la punta en su corazón.
- ¿Me esperarás el tiempo necesario hasta que mi hora llegue?.
- Si.
Quería retrasar más tiempo lo inevitable.
Pero el destino dictaminó que era el momento.
- ¿Lo prometes?.
- Lo prometo.
- Te amo Zaphiri.
- También te amo Krest.
Volví a juntar sus labios con los míos, ésto no era una despedida sino un hasta pronto.
Clavé mi cuchillo y volví a romper en llanto.
Su cuerpo entero se desintegraba en pequeños destellos dorados elevándose al cielo, me dio una última sonrisa antes de desaparecer.
Grité hasta quedarme sin voz, sé que ahora su alma descansa en paz pero me niego a aceptar que se haya ido, si tan sólo hubiera hecho caso a mi intuición nada de ésto pasaría.
Zaphiri mi amado fantasma seguiría a mi lado.
Me quedé ahí llorando hasta que ya no caían más lágrimas y el cielo se aclaraba.
Sin ganas de nada me obligué a levantarme y atender la herida en mi cabeza, prometí que viviría por los dos y lo cumpliré aunque por ahora me cueste trabajo aceptar que mi novio está en un lugar mejor.
❄
Después de tantos años la espera ha valido la pena, el fin de mi vida llegó a su fin.
En mis últimos segundos de vida lo veo a él, ahí está tan bello mi Zaphiri esperando por mí, su mano la estira para que la tome.
Finalmente siento su cálida piel, no cómo antes que era fría y áspera cuando fue un fantasma.
Mi cuerpo terrenal da su último suspiro y yo estoy feliz de reunirme con mi amado.
Caminamos a la que sería nuestra nueva vida juntos sin que nadie nos separe yo y mi Fantasma Del Amor.
🔷🦂❄♏♒❄🦂🔷
Nota: el athame es una daga ceremonial utilizado en la wicca.
Espero les haya gustado éste one-shot que en lo personal me encantó escribir, con ésta pareja se cierra un ciclo en Escorpio & Acuario.
Hace un año empecé éste proyecto (para ser más exactos un 20 de marzo) y jamás imaginaría que tuviera tantas vistas, votos y comentarios positivos a mi humilde proyecto.
Gracias a todas aquellas personitas que desde el principio han estado conmigo en las buenas y en las malas.
En ese lapso de tiempo han pasado muchas cosas en mi vida pero éste año 2021 ha dejado una huella imborrable, la muerte de mi cuñado que hasta ahora sigue costándome asimilar, mi prima fallece a causa del covid igual que su suegra.
Creo que a muchas personas en todo el mundo les ha arrebatado ese virus un pariente suyo, esperemos que algún día se pueda controlar, sólo queda cuidarse y seguir las normas de seguridad.
Por ahora éste fic mostrará que está completo ya que tengo otros proyectos en mente tal es el caso de un AiorosxSaga (Yaoi), fics del manga Ennead y el reto de SailorFighter de hacer 20 songfics, pero por ahora quedará pendiente tal vez en un par de meses más porque tomaré un breve descanso antes de iniciar el AioSaga y tengo una lista grande de libros pendientes por leer 😥.
Tal vez algunos se preguntarán si volveré a subir shots en éste libro la respuesta es: ¡Sí! Pero sería sólo con la pareja CaMilo y KardGel, cuando tenga ideas nuevas con las dos parejas que faltan las subiré 😉
Ya que aún me quedan más historias por escribir, fechas específicas no tengo para actualizar porque quiero que sea sorpresa.
Espero seguir contando con su apoyo y claro que nos volveremos a leer mis amados lectores.
Otro aviso importante es para los que esperan la segunda parte de Mirada Inmortal estén al pendiente de Mabesagittarius24 que en los próximos días subirá el primer capítulo, ella ha dejado un mensaje en su tablero, espero comprendan la situación por la que está pasando.
Atte. Skarlet Antares ❄💙🦂☠
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro