Amigos Con Derecho
Pareja:ÉcarlatexMystoria
Advertencia:poquito +18
Créditos al autor de la imágen
En el santuario se respiraba paz y tranquilidad, un tratado de paz entre los dioses se firmó para que no haya mas guerras y convivan entre ellos sin tratar de matarse.
Algunas parejas doradas se formarón ya que había cierta química entre ellos y ahora si podían disfrutar de un romance sin que haya peleas entre dioses de por medio.
Kaiser y Shijima fueron los primeros en tener un noviazgo, el santo de leo logró conquistar al virgo con su fuerza y valentía ahora cuidan a sus hijos los leones Goldie y Blondie que son juguetones con el pelirojo.
Le siguierón Dohko y Shión el chino pudo conquistar al noble aries mostrando su torso desnudo que lograba derretirlo suspirando como chiquilla enamorada.
Death Toll andaba tras los huesitos de Ox ya que afirmaba que le gustaban grandotes y fuertes cada que podia le decia un piropo al tauro que se sonrojaba, pero se daba a desear ya que lo ignoraba, el de cabellos cortos rojos no se rendia ya que tarde o temprano caería en sus pinzas de cangrejo.
El bello Cardinale tenía una doble relación con los gemelos Caín y Abel que amaban con locura a su flor venosa, en lugar de pelearse por ver quien era el mejor decidierón compartir su amor, el trio enamorado hacían una linda pareja que era la envidia del santuario.
Gestalt e Izo mantenian una buena amistad al igual que Écarlate y Mystoria.
Pero ellos últimos tenían un secreto.
Uno que nadie sabía salvo ellos dos, ser amigos con derecho.
Una simple mirada por parte del pelirojo y el peliceleste sabía lo que significaba.
Como ahora que disfrutaban del deseo de poseerse en el octavo templo ya desnudos.
Mystoria se encontraba arriba de Écarlate besandose con pasión, el pelirojo tenía sus manos en esas caderas que le encantaban, las movió para que sus miembros se rozaran entre si, ambos jadearon en el beso.
Las erecciones iban creciendo conforme se frotaban, el peliceleste por reflejo enredó sus dedos en la cabellera de fuego y la otra se posaba en su nuca obligándolo a alzarse para que quedara sentado.
El beso se vio interrumpido por la falta de aire, sus respiraciones agitadas chocaban entre si y no apartaban la vista del contrario, la lujuria brillaba en sus orbes no había necesidad de palabras afectivas ya que solo era sexo.
Desde el principio se fue claro al aceptar el trato no mezclar emociones, pero uno desde hace tiempo ya estaba enamorado del otro.
El pelirojo besó el cuello de Mystoria para morder la nívea piel se lamentaba no dejar marcas pero no podia correr el riesgo a que se enteraran sus demás compañeros y menos la persona que en verdad le interesaba, éste gimió ya que ese era uno de sus puntos sensibles, bajó hasta detenerse en esos pequeños pezones mordiéndolos y succionándolos.
Su acción provocaba una reacción en su amante que se retorcía por las sensaciones indescriptibles en su cuerpo, dejó su labor para posicionar su miembro en la entrada que ya estaba dilatada.
No era la primera vez que lo hacían, ser amigos con derecho ya tenian tres meses y medio de haber empezado con ésto.
Para los planes del pelirojo creia que era mucho tiempo ya que tenia planeado terminar ese trato para por fin declararse ante todos al que creia su verdadero amor.
Empujó su cadera hasta lo más profundo en las entrañas del peliceleste que gimió de dolor y placer, la rudeza del pelirojo en el sexo siempre dejaba con un dolor en su cadera al de ojos celestes aunque para el tiempo que llevaban haciendolo ya debería estar acostumbrado pero los escorpio por naturaleza son intensos en la cama.
No esperó a que se acostumbrara, estaba desesperado de descargar sus ganas que no le importó si lastimaba al otro, dio las primeras estocadas jalando el cabello largo de Mystoria éste hechó su cabeza hacia atrás y empezó a seguirle el ritmo de las embestidas.
Sus cuerpos perlados en sudor desprendian un aroma cítrico que estimulaba sus hormonas, el sonido que provocaban sus cuerpos los excitaba en demasía y el olor a sexo en la habitación predominaba.
Écarlate gruñía y jadeaba como animal en celo ya que el interior de Mystoria apretaba deliciosamente su hinchado pene, el de orbes celestes gemía alto el nombre de su amante.
La cabalgata duró varios minutos hasta que el orgasmo los alcanzó éste sobre el abdomen de ambos y el escorpión en su interior.
Un último beso francés se dierón para dejarse caer rendidos en la cama cada quién por su lado.
Parte del trato es que una vez culmina el encuentro sexual descanzan un rato, pero después el otro tiene que abandonar el templo ya sea escorpio o acuario.
Se vistió Mystoria algo lento para gusto del pelirojo que estaba impaciente que se fuera de una vez pero no podia tampoco correrlo ya que a pesar de todo lo quiere como el amigo que es.
- Me voy Écarlate nos vemos después. Se dio la vuelta para no ver a la cara a su amigo y darle un último beso en los labios.
- Claro. Fue la seca respuesta al peliceleste que abandonaba la habitación para irse a descanzar a su templo.
Ustedes se preguntarán como pasó todo ésto entre ellos?
Pues dejenme contarles lo que pasó para que éstos dos amigos se hayan convertido en amantes secretos.
Écarlate siempre estuvo interesado en su vecino y compañero de armas el caballero de Sagitario Gestalt pero según habia escuchado rumores mantuvo un romance con el guardián de la doceava casa antes que iniciara la guerra santa pero no solo besos se daban sino que tuvieron relaciones.
Eso lo convertía en alguién experto y el caballero de escorpio no contaba con ese tipo de experiencias un mojigato así que un dia platicando con Odysseus su amigo desde la infancia le dio un consejo.
Convencer a uno de sus amigos en ser su amigo con derecho y así ganar experiencia en saber besar y en lo sexual, no estaba convencido pero el peliblanco lo animó hasta que lo convenció pero también le dijo el nombre de la persona indicada, alguién que haría cualquier cosa que le pidiera sin chistar o negarse el más noble y puro del santuario su mejor amigo Mystoria de Acuario.
El peliblanco sabía que el onceavo guardián gustaba del escorpión rojo, él se dio cuenta del inmenso amor que le tiene a su amigo pero éste es tan ciego que ni se daba cuenta por andar babeando por Gestalt, su plan no fallaria.
Écarlate no estaba del todo seguro pero aún así hizo caso al de Ofiuco que una vez abandonó su templo éste se dirigió al de la urna sagrada encontrando a su dueño sentado en el sofá leyendo un libro.
Alzó su cosmo para anunciarse y éste con una sonrisa bajó su libro para recibirlo.
Lo invitó a sentarse a su lado y ofrecerle algo de tomar pero éste negó con la cabeza, ya que no deseaba ser interrumpido por lo que tenia según él planeado decir.
Inseguro empezó a hablar sobre la estable amistad que tenían pero él quería dar un paso más y que se volvieran amigos con derecho ya que eso los ayudaría a fortalecerlo más a un lazo inquebrantable, pero compartirían más cosas juntos y entre ellos mismos disfrutarian del placer del otro y tener experiencia para cuándo tuvieran pareja.
El peliceleste escuchó todo y quedó perplejo por la petición de su amigo, él no sabia que el pelirojo gustaba de sagitario y por eso su plan, analizaba los pros y contras pero por una vez en su vida dejó de pensar con la razón y dejarse llevar, que todo fluya tomando su curso normal aceptando la propuesta de Écarlate pero otra razón más es que lo amaba con todo su ser y él creia que si compartian todo eso el escorpión se terminaria enamorando de su persona.
Écarlate feliz abrazó a su amigo ya que logró su cometido, sucedió un primer beso de ambos que después se volvió demandante, la primera vez que tuvieron relaciones.
Mystoria perdió su virginidad aquella noche en su templo, ambos durmierón juntos esa vez pero cuando despertaron y ya arreglados se sentarón en el comedor a desayunar Écarlate habló de su trato, seria secreto nadie debía saberlo aparte de las reglas que existirían a partir de ese momento.
Volviendo a la actualidad, Mystoria creyó en un principio que todo seria color de rosa pero ésto solo los hizo alejarse un poco, ya no era igual que cuándo solo eran amigos, todo cambió.
Écarlate lo tomaba con rudeza nada comparado con las primeras veces que lo hacía con la mejor de las delicadezas habia reglas y la que se respetaba era la de una vez terminado el encuentro sexual debía marcharse el que no fuera dueño del templo, nada de palabras dulces y darse afecto ya que no se debian enamorar de la otra persona ya que solo eran eso amigos con derecho.
Disfrutar del sexo y nada más.
Mystoria bajaba los templos ya que iba hacia el pueblo de Rodorio para hacer unas compras en la tarde, se adentró al octavo templo alzó su cosmo para anunciarse al dueño de la casa éste estaba sentado en el sofá junto a Odysseus.
- Écarlate permiso para pasar por tu templo. Le dedicó una pequeña sonrisa.
- Tienes mi permiso Mystoria. Con rostro serio habló cuándo antes con una enorme sonrisa le recibía.
- Y a mi no me hablas pequeño acuario?. El peliblanco hizo un gesto dramático que hizo reir al peliceleste.
- Jejej disculpe señor Odysseus, es un gusto verlo por aquí nuevamente.
- Y no sabes el gusto que me da a mi también Mystoria ver lo mucho que has madurado y convertido en un chico atractivo. Le dio una sonrisa coqueta y le guiñó un ojo, el pelirojo rodó los ojos ya que Odysseus no cambia pero un enojo lo invadió al ver a su amigo sonrojarse.
Y no era para menos ese hombre lo intimidaba y escuchar un cumplido hacia su persona hizo que sus mejillas se tornaran rojas, era la primera vez que alguién le decia ese tipo de cosas y más viniendo de alguién que tambien era guapo y de buen porte.
- Bueno, este yo... ya debo irme adiós Écarlate señor Odysseus de nueva cuenta un gusto verlo. Se despidió con la mano y se alejó rápidamente pero escuchó algo en la recién tomada conversación que le interesó, se ocultó en un pilar algo cercano ocultando su cosmo.
- Vaya si que ese chico es alguién guapo, será que tenga novio?
- No te hagas el idiota, si bien sabes que es con quién me acuesto las veces que se me da la gana.
- Lo sé pero tú ni lo quieres, tan sólo lo utilizas para seguir experimentando en el sexo y así ganar confianza en declararte a Gestalt que es tu amor platónico.
- Lo quiero pero cómo mi amigo y solo tenemos buen sexo él lo sabe muy bien, su cuerpo logra satisfacerme cuándo estoy frustrado y lo someto sin piedad pronto acabará eso de ser amigos con derecho ya que me siento capaz de confesarme ante él, Gestalt por fin será mío.
- Que cruel sonó eso pero que puedo esperar de tí si eres sádico por naturaleza, me siento mal por el pequeño que fue utilizado para tus planes esperó no se entere de todo ésto. Su mirada la dirigió a un pilar, él un caballero legendario con experiencia sabía que se encontraba escondido el peliceleste en ese pilar que sus orbes miraban ahora su plan iba en la dirección que queria. - Yo estoy dispuesto a sanar esas heridas algún día. Ahora su mirada se posó en el bicho que frunció el entrecejo fulminándolo con una mirada asesina.
- Callate que comienzas a irritarme.
Dejó de escuchar ya no quería estar ahí, sus lágrimas empañaban su vista pero también su pecho dolía se alejó del templo y seguía su camino.
Creyó ingenuamente que podía lograr enamorar a Écarlate en el tiempo que estaban juntos intimamente pero se equivocó ya que él escorpión tenía interés en Sagitario y él solo fue el juego de su amigo, las muchas veces que tuvierón relaciones tan solo eran para que pudiera tener una basta experiencia en el sexo, ahora se sentía sucio, limpió sus lágrimas para que sus demás compañeros no se dieran cuenta y preguntarán por su estado.
Bajó las restantes casas y en todo el pueblo no paraba de regañarse mentalmente por lo idiota que fue al aceptar ser un amigo con derecho no debió involucrarse pero el amor que sentía hacia Écarlate era más fuerte, compró las cosas que le hacían falta pero estaba tan distraído que chocó con alguién.
- Perdón, no fue mi intención. Recogía algunas cosas que se le cayerón al suelo.
- No te preocupes Mystoria a veces pasa. Se arrodilló para ayudarlo y entonces su vista se enfocó en la persona frente a él.
- Izo disculpame, estaba distraído que ni siquiera noté tu presencia, soy un idiota. Bajó la mirada para seguir acomodando las cosas.
- Hey tránquilo no pasa nada, y no te digas así ya que no lo eres, eres alguién noble de buen corazón. Le dio las últimas cosas y se levantarón del suelo.
- Gracias supongo. Bueno debo regresar al santuario nos vemos. Una ligera sonrisa le dedicó para voltearse dispuesto a irse pero una mano lo detuvo.
- Espera, quieres ir no sé por un café o un helado tiene tiempo que no convivimos como amigos, antes lo haciamos pero ahora ya ni me hablas tan sólo te alejaste te conozco y sé que algo te pasa.
- No me pasa nada Izo y disculpame por todo, no se porqué me alejé de ti si eras un buen amigo, para que me perdones acepto tu propuesta.
- Muy bien, vamos. Tomados de la mano se dirigierón a una cafeteria que hacía buenos postres.
Toda la tarde se la pasarón caminando y comierón un helado platicando animádamente, Mystoria olvidó por un rato lo que pasaba en su vida.
La noche cubrió el cielo dándo paso a las estrellas que se mostraban formando las constelaciones y los amigos volvían del pueblo contando anécdotas de la infancia los demás descanzaban ya que eran las 10:30 de la noche y algunos dormían temprano otros no tanto.
Continuarón subiendo ya en él octavo templo su guardián esperaba escondido entre un pilar a que Mystoria pasara por su casa.
La escena que vio no le gustó para nada su amigo reia animadamente con Capricornio y éste igual le correspondía a las sonrisas pero su mirada enfocaba a lo que es suyo con dulzura.
Algo en su pecho se instaló, una sensación desagradable al verlos juntos, salió de su escondite.
-Mystoria. Su voz gruesa sonó como eco por todo el templo ya que todo estaba silencioso, la sonrisa del peliceleste se borró al escucharlo y verlo que salia frente a ellos.
- Écarlate permiso para que pasemos por tu templo. Trató de sonar seguro y no llorar frente a él ya que al estar con Izo olvidó todos sus problemas pero ahora volvía a la realidad.
- Tienen mi permiso para pasar, pero primero quiero hablar contigo a solas. Sus ojos verdes las dirigió hacia Capricornio para que se fuera de una vez, no queria su presencia por más tiempo en su templo.
- Es tarde y deseo descanzar si quieres maña... Pero se vio interrumpido.
- No puede esperar a mañana, es urgente lo que tengo que decirte. La mirada que le dirigió tenia una intención deseaba salir de ahí lo más pronto posible asi que suspiro.
- Está bien, Izo puedes llevarte las bolsas y dejarlas en la mesa por favor te lo agradecería mucho. Le sonrió de forma dulce.
- Claro Myst no hay problema, te veo mañana. Le devolvió el gesto tomó las bolsas y le dio un beso en su frente, ésto irritó más al pelirojo deseando que se fuera de una buena vez o lo sacaría a patadas.
Esperó a que la presencia de Capricornio se dejara de sentir en su templo para hacer lo que quería.
- Y bien de que querías hablar con tanta urgencia?. Se cruzó de brazos el ojiceleste esperando una respuesta que no llegó.
Ya que Écarlate lo aprisionó entre sus brazos besándolo con fiereza y posesión, lo haria suyo ahí mismo pero corria el riesgo de ser vistos por alguién, lo cargó entre sus brazos para llevarlo a su habitación y tirarlo de manera brusca a la cama despojandolo de su ropa igual que él.
Mystoria tan sólo se dejaba hacer ya que quería terminar con todo de una buena vez, decidió que esa noche seria la última vez en ser su desfogue del escorpión, ya no queria sufrir y se dedicaría a olvidar ese amor que no le deja nada bueno tan sólo sufrimiento por ser utilizado de esa manera, su corazón lo encerraria en un ataúd de hielo para no volver a amar.
Su cuerpo automáticamente reaccionaba a las rudas caricias, correspondia los besos, gemia por las mordidas en sus pezones, la forma brusca que su miembro lo acariciaba el escorpión con sus manos.
Su entrada fue invadida por el gran miembro de Écarlate que rudo entró de una sola estocada, sintió que se desgarraba por dentro ya que no lo preparó gimió de dolor, los movimientos eran inclementes, el placer comenzaba de a poco a tomar posesión de su cuerpo, sus gemidos eran bajos y de su boca el nombre del escorpión salía.
Sintió alivio cuándo el tibio semén bañó su interior, todo había acabado ni siquiera esperó a recuperar el aliento tan sólo deseaba salir de ahí cuánto antes, sus piernas temblaban por el reciente orgasmo pero eso no le importó, se vistió tan rápido y no se despidió del pelirojo que lo miraba atento a sus movimientos tan sólo salió de la habitación dejándolo solo.
Corrió hasta llegar a su templo, las lágrimas surcaban ese bello rostro pálido que ahora mostraban dolor su cosmo igual estaba herido agradeció que nadie estuviera despierto se dirigió al cuarto de baño, se quitó la ropa abrió la llave de agua fría para meterse, todo su cuerpo se mojó no le importaba si se enfermaba tan solo quería borrar de su cuerpo aquellas caricas sin amor, sucio se sentía.
Las lágrimas se confundían con las gotas de agua y así estuvo por media hora hasta que creyó estar limpio.
Se puso su pijama haciendose ovillo en su cama tapándose con la sábana de color azul y se durmió de inmediato.
Los días pasarón lento para Mystoria que enfermo de gripe y tos ahora sufría las consecuencias por ese baño de madrugada, Izo lo cuidaba ya que quiso hacerse cargo de su salud, en ese lapso notó que estaba extraño su amigo lloraba y una tristeza se reflejaba en sus ojos trató de convencerlo para que hablara pero no lo lograba tenia una vaga idea de quién es el causante ya que todo comenzó aquel dia en que volvieron de Rodorio ya noche y se quedó platicando con el bicho.
No insistiría más hasta que el propio peliceleste quisiera hablar del tema.
Su recuperación fue rápida y a la semana ya estaba mejor gracias a los cuidados de su amigo y Odysseus que lo visitó ya que cómo médico le recetó algunas infusiones y reposo.
Écarlate parecía león enjaulado en su templo ya que quería ver a Mystoria pero se le negó el acceso a todos.
Desde esa noche que el onceavo guardián dejó su templo de forma rápida por primera vez se permitió admirar las formas de su cuerpo mientras se vestía, su espalda sin imperfecciones, las curvas de sus caderas, los glúteos redondos pero vio un lunar de tamaño medio adornando la zona lumbar, se sintió confundido cuándo salió de la habitación sin despedirse siquiera, algo le decia que lo detuviera y no lo dejara ir, eso lo confundió demasiado y mejor se dio una ducha rápida para alejar ese tipo de pensamientos.
Ahora deseaba verlo y estaba ansioso por hacerlo suyo de nueva cuenta.
En el entrenamiento de hoy al parecer ya se presentaría Mystoria, porque cuándo estuvo enfermo no lo hizo ni Izo que era su enfermero, su sangre hervía al saber que ellos la pasarón solos una semana en el onceavo templo, deseaba encestar las agujas escarlatas en todo el cuerpo del pelinegro por tocar lo que es suyo.
Ansioso bajó al coliseo y ver a su amigo, lo encontró sentado en las gradas junto a Capricornio gruñó por lo bajo.
Lo miró por largo rato y éste sintiendo la intensa mirada sobre él y sabiendo de quién es lo observó, con la mirada se hablaban cuándo Écarlate quería una cosa osea sexo bastaba una mirada que sabía interpretar Mystoria, era la misma que le dió ahora mismo y él asintió afirmando el encuentro después de entrenar.
Pero el escorpión se quedaría esperando dicho encuentro porque el peliceleste ya no quería ser usado como juguete y lo dejaria plantado.
El entrenamiento terminó y todos se dirigieron a sus respectivos templos, Écarlate fue el primero en irse ya que esperaría ansioso por desquitar sus ganas con su amigo.
Esperó tras un pilar la presencia del ojiceleste la cuál percibió en cuánto puso un pie para pasar en su morada pero éste no iba solo claro que no señores iba acompañado de Izo.
Su ceño del escorpio se frunció al ver a ambos reir y el pelinegro pasó su brazo por el cuello de Mystoria para acercarlo más a él de forma juguetona pero amistosa.
El peliceleste pasó de largo por el templo de su ex amigo ya que se sintió feliz de dejarlo con las ganas pero él ya no estaba dispuesto a ser utilizado.
Una ira se apoderó de Écarlate ya que lo dejarón plantado pero no se rendiría, sus ganas de tener sexo se fuerón ya que ahora deseaba matar a Capricornio con sus propias manos por tocar lo que es suyo y que no se despegara de él.
Cada día desde hace una semana el pelirojo intentaba acercarse a Mystoria pero siempre la pasaba al lado de Izo o lo ignoraba cuándo le hablaba, nisiquiera lo miraba como antes para quedar en sus encuentros, se frustraba al verse ignorado por su amigo no entendía lo que le pasaba a él para cambiar de la noche a la mañana.
Le haría una visita a su templo, necesitaba saber que le pasaba.
Subía las restantes casas para ir al onceavo templo, en Sagitario su dueño no estaba ni siquiera se tomó un minuto de admirar aquel templo del que supuestamente era su amor deseaba que en Capricornio igual estuviera solo y no ver la cara de su dueño.
Para su mala suerte si estaba ya que sentía su presencia en el lugar.
- Capricornio permiso para pasar por tu templo. Dijo entre dientes el pelirojo.
- Adelante puedes pasar por aquí, pero antes quiero hacerte una pregunta.
- Que sea rápido ya que me urge ir hacia Acuario.
- Qué tipo de relación tienen Myst y tú?.
- Sólo somos amigos.
- Enserio sólo amigos?
- Asi es Capricornio solo eso somos.
- Los amigos no se besan en la boca y tienen relaciones como ustedes.
Su rostro mostró sorpresa pero se recompuso para que no notara el verse descubierto.
- Ya te dije que somos amigos y no hay nada de eso entre nosotros.
- Los vi aquella noche cuándo se besarón y entrarón en tu habitación con él en tus brazos no trates de negarlo, oculté mi cosmo para que no notarán mi presencia, así que deduje lo que eran amigos con derecho pero no sé que haya pasado ese dia pero Myst ya no es el mismo su cosmo emana tristeza y sus ojos ya no poseen ese brillo único en él así que te prohibo que te le acerques, él te quiere y tu solo lo lastimas.
- Tú quien te crees que eres para prohibirme el acercarme a él?
- Porque él me interesa y estoy dispuesto a ganarme su corazón, tu no mereces sus besos y caricias ya que solo juegas con él no mereces tenerlo. El tono era malicioso pero tenía una intención y era enojar al escorpión.
- Tú no tienes que hablar por él, si alguién tiene que decirmelo solo será Mystoria el único en terminar nuestro trato. Comenzaba a irritarse y eso no era bueno ya que podían iniciar una guerra de mil días si continuaban discutiendo por algo que a el pelinegro no le incumbe según el pelirojo.
- Ya no quiero verte Écarlate, me enteré que solo me utilizabas para tener más experiencia y que solo era tu juego, la venda que tenía en mis ojos se cayó y pude ver la persona que es mi amigo, ingenuamente creí que con el tiempo que llevamos esa secreta relación podías enamorarte de mi, soy un estúpido al hacerme esas ilusiones ya que tu quieres a Gestalt y no a mí, tan solo me vistes para tu desfogue en todo éste tiempo, creí que te darías cuenta ese día que te dejé plantado y ahora que te ignoraba cada que me veias para fijar nuestros encuentros. Alejate de mí y no me busques más se acabó el tonto que te creyó, reforzar nuestra amistad eso tan sólo nos alejó, tú ya no eras el mismo que cuándo solo eramos amigos, no deseo ser lastimado más asi que te pido que salgas de mi vida para siempre, la amistad que teniamos se acaba hoy. Puedes ser feliz al lado del caballero de Sagitario es alguién noble y de buenos sentimientos esperó puedas hacerlo feliz, serían una linda pareja. De sus bellos ojos salían gruesas lágrimas, bajaba a visitar a Izo cuándo escuchó lo último en su conversación, era el momento de terminar con lo que le hacía daño para que su corazón pudiera sanar, un peso se quitó de encima.
Écarlate al escuchar esa voz tras su espalda supo que era él a quien buscaría en cuánto terminara su charla con Izo, oír de aquellos labios todo lo que sentía y que se terminaba todo una sensación agridulce se instaló en su pecho, se sentia asfixiado necesitaba salir rápido de ese templo
- Si es así ya no te molestaré más, nos vemos. Salió de Capricornio para correr a su templo.
Las palabras calaron en lo más profundo, sentía la tristeza emanar de Mystoria aunque estuviera dándole la espalda podía sentirlo.
Perdóname por hacerte eso Mystoria, perdóname por todo.
Desde ese día los demás notarón como se alejarón los amigos que eran inseparables pareciendole extraño, solo Izo sabía la verdadera razón.
Un mes pasó rápido Écarlate no salia de su templo solo si el patriarca los llamaba era como se dejaba ver, su rostro lucía demacrado, tenía ojeras y una ligera barba.
En cambio Mystoria ya se mostraba más feliz y convivía con los demás, sus heridas iban sanando lento, pero su amor hacia el escorpión no se moría al contrario esa llama se avivaba más en el transcurso de los días.
La culpa en el pelirojo no lo dejaba dormir por eso las notorias ojeras por trasnochar, las palabras del peliceleste rondaban en su cabeza, él lo amaba y solo lo hizo sufrir con sus actos, le mintió para utilizarlo, pero se dio cuenta de algo desde que Mystoria dejó su templo apresurado esa última noche que estuvieron juntos y lo ignoraba tan sólo pensaba en él y no en Gestalt que según era su verdadero amor, dia y noche rememoraba cada momento juntos desde que el trato empezó, cuándo por primera vez admiró su cuerpo, esos cabellos lisos celestes que desde niño le gustaba, lo inseparables que eran antes de empezar a ser amigos con derecho, aunque no lo admitiera le gustaba las curvas de su cuerpo y aquel lunar en su espalda baja se volvió su favorito al recordarlo perfectamente, lo bien que se la pasaba cuándo lo hacía suyo también vino a su mente su enojo cuándo lo veía junto a Capricornio y lo hacía reir. Esas sonrisas radiantes ya no eran para él ahora le pertenecían a Izo, estaba celoso lo admitía.
Todo el tiempo estuvo enamorado de Mystoria y él tan idiota nunca lo notó hasta ahora que evocaba los recuerdos vivídos, admiraba a Gestalt por ser una persona noble y de buen corazón todo éste tiempo confundió amor con admiración.
Hirió al amor de su vida pero ahora quería recuperarlo, no le importaba cruzar el camino lleno de rosas venenosas quería sanar las heridas causadas por él mismo.
Capricornio tenía una misión en España junto a Sagitario ésta era su oportunidad para poder hablar con Mystoria sin tener obstáculos ya que el pelinegro no lo soltaba ni a sol y sombra su templo era como una parte de él y percibía las presencias que pasaban por ahí asi que se daba cuenta de todo, esperaria paciente cuando pasara por su templo.
Como si la suerte estuviera de su lado al día siguiente que Izo partió a su misión, Mystoria pasaba por su templo, se ocultó en un pilar usando su poder de hacerse invisible y lo siguió unos pasos atrás.
El peliceleste se dirigía al pequeño bosque que está cerca del santuario, en medio de éste había una laguna, su agua era cristalina y brillaba como si tuviera diamantes por el efecto que le daba el sol.
Se sacó sus huaraches, sentándose a la orilla y meter sus pies al agua que estaba fresca jugando con el líquido.
Estar en ese lugar lo tranquilizaba y pensaba con claridad, sus pensamientos iban dirigidos al escorpión aunque según él lo ignoraba cada que se reunían con el patriarca de reojo lo miraba para darse cuenta que no era el mismo, se veia demacrado y sus ojos mostraban tristeza.
Acaso él la estaba pasando mal por la ruptura de su amistad?
Eso y muchos pensamientos más rondaban por la cabeza del onceavo guardián.
El pelirojo observaba tras un árbol indeciso de acercarse o no, por primera vez estaba nervioso pero dejó sus miedos e inseguridades atrás para hablar de una buena vez con él.
Se acercó a pasos sigilosos para no alertar al ojiceleste que estaba perdido en sus pensamientos.
- Hola Mystoria. Escuchar su voz lo estremeció de pies a cabeza.
Giró su cabeza en dirección de la voz para ver a un Écarlate ojeroso y con una barba de varios días.
- Hola escorpio que te trae por aquí?. Uso un tono de voz neutral para ocultar el nerviosismo que le causaba su presencia aún.
- Quisiera hablar contigo de algo importante.
- Te escucho. Se levantó y sacudió su pantalón para quedar a un metro frente a él.
- Perdóname por todo lo que te hice, sé que no merezco tu perdón ya que te hice daño y usé para mi beneficio pero sabes en éste tiempo he reflexionado y me he dado cuenta que a quién en verdad amo eres tú. Estuve tan ciego que no me daba cuenta, a Gestalt tan sólo lo admiro pero a ti te amo desde hace mucho tiempo atrás. Dime que hago para que me des una oportunidad. Si es necesario me arrodillo ante ti para que creas en mi palabra. Se arrodilló frente a Mystoria. - Dame una oportunidad para demostrarte que digo la verdad, te comprobaré que en verdad mi amor es sincero, cambiaré por ti pero por favor no me pidas que me aleje porque no pienso hacerlo. De ahora en adelante te haré el amor de una forma tierna, mi corazón solo late por tí.
- Por favor Écarlate levántate, no hay nada que perdonarte ya que desde hace mucho lo hice, te sigo amando es verdad ya que mi corazón se niega a olvidarte, pero... Se debatía internamente pero la sinceridad en esos ojos verdes lo hicierón tomar una decisión. - Está bien, te daré una oportunidad de conquistarme pero primero volveremos a retomar nuestra amistad. Le sonrió ligeramente al pelirojo.
- Claro que si! De ahora en adelante te demostraré con hechos que mi amor es solo para ti. Te amo Mystoria.
- Yo también te amo Écarlate.
Se tomarón de las manos y unieron sus labios en un pequeño beso.
Retomarón su amistad nuevamente y con el paso del tiempo el escorpión se fue ganando a pulso el corazón de acuario, demostró ser digno de su amor y tal como dijo Écarlate le hizo por primera vez el amor a Mystoria, caricias suaves, palabras dulces susurradas en su oído, la suavidad y delicadeza con que lo penetraba, dormir abrazados hasta el amanecer.
Decirse cuánto se amaban a cada rato.
El plan desde el principio de Odysseus fue juntarlos de alguna manera cómo pareja, la idea que le dió a Écarlate de ser amigos con derecho era parte de su travesura ya que eso los uniría más, nunca creyó que el escorpión estuviera enamorado de Gestalt tan solo era admiración lo que sentía, su verdadero destino era estar junto a Mystoria porque a quien amaba realmente era a él solo que estaba ciego y no lo veía, vio lo celoso que se puso cuando le coqueteó y también fue su plan que escuchara todo él peliceleste ya que de seguir así con ser amantes secretos no avanzaria nada, el rompimiento fue lo mejor para que Écarlate se diera cuenta de la verdad, en él camino del amor siempre se sufre alguna vez y le tocó sufrir al onceavo guardián pero eso los ayudaría a superar los obstáculos a futuro, no hay pareja que se libre del sufrimiento de una ruptura o engaño todos pasan por ese camino.
Izo fue su cómplice en ese plan, sabía que su amigo acuario suspiraba por el octavo guardián y le daria un pequeño empujoncito aunque no le gustó verlo llorar, mintió a Écarlate aquella vez cuándo dijo que estaba interesado en él y haria lo posible por hacerlo feliz, ver los celos que se reflejaban en esos ojos verdes y supo que todo marchaba bien, Mystoria sin saberlo acomodó las piezas faltantes en su lugar, la ruptura de su amistad y trato; tan sólo era cuestión de tiempo para que el pelirojo abriera los ojos.
Izo nunca estuvo interesado en su amigo ya que era pareja del caballero de Sagitario desde antes, sólo que no era celoso y dejaba que pasaran el tiempo juntos como amigos.
La misión junto a su pareja le cayó como anillo al dedo, ya que cuándo regresarón supo por boca del peliceleste que volvieron a retomar su amistad pero que también le confesó su amor.
El plan del caballero de Ofiuco salió como lo esperaban, ya que desde antes intentó juntarlos como pareja pero no resultó por la eminente guerra santa, ahora que vivían en paz era el momento indicado.
Las constelaciones de Escorpio y Acuario volvierón a amarse como siglos atrás era su tradición, su misión estaba cumplida.
Los amigos con derecho ahora son una verdadera pareja que se aman de verdad, superarón los obstáculos para ser felices de ahora en adelante.
🦂❄🦂❄🦂❄
Hola esperó sea de su agrado éste one-shot, sinceramente me costó trabajo hacerlo ya que la primera no me convencía asi que lo borré y empecé de cero nuevamente, las ideas las tenia claras pero no sabía como acomodarlas a la historia y éste fue el resultado final por eso salió un poco más largo.
Al principio si quería que quedara en ruptura y Mystoria se quedara con Izo pero no tenia el corazón para hacer eso 😅 asi que una segunda oportunidad le di al bicho de reivindicarse.
Me despido y espero les guste el resultado final.
Nos leemos 😄
Atte. Skarlet Antares 🦂❄💙☠
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