Capítulo 11 (Situaciones a favor)
Los días pasaban sin problema, Degel y Camus no siempre coincidían en la universidad. Dos veces a la semana era cuando le tocaba darle clase y hoy era un día de ellos.
El joven profesor de cabellos verdes se encontraba en la dirección, fué llamado de urgencia por parte de Sage quien requería su presencia urgentemente.
Era extraño ser llamado por el director sin embargo trató de controlarse un pequeño error y todo mundo se daría cuenta de lo que pasa entre su alumno y él.
- Señor Sage ¿Me permite pasar? - Preguntó Degel tocando con delicadeza la puerta de la dirección.
El viejo director interrumpió su lectura y se levantó a modo de cortesía para darle la bienvenida al maestro de física.
- Adelante profesor... Tome asiento.
Degel asintió y se acercó a una de las sillas que estaban en frente, cuando las usan para llamarles la atención a los alumnos problemáticos.
- ¿En qué puedo ayudarle señor? - Cuestionó con nerviosismo, agradecía tener sus guantes en las manos, cualquiera notaría que comenzaba a sudar.
- Lo mandé a llamar por un asunto importante - Sage se levantó y se quitó sus lentes para poder acercarse a la ventana de la dirección.
- ¿Qué es lo que necesita?
- Verás... Te mencioné que le avisaras al alumno Camus que es uno de los que competirá en el concurso en Larisa.
Degel asintió para que Sage siguiera con su platica - Y lo hice, yo le avisé tal y como lo pidió.
- Bien, pero el detalle es que sus padres vinieron esta mañana... Al parecer les surgió un viaje de imprevisto programado para esas fechas del concurso y por lo tanto no podrán acompañarlo.
Degel se levantó repentinamente de su asiento - ¿Lo vamos a mandar solo? - Cuestionó con preocupación, no lo podía evitar, se preocupaba por él.
- No Degel, sus padres quieren que un profesor de confianza lo acompañe. Estaba pensando en Shion pero me dijo que no puede, en esas fechas está en periodo de exámenes con sus alumnos.
- ¿Entonces quien irá? - Degel estaba muy preocupado, lo principal que necesitaba hacer era comportarse y sus actitudes reflejaban lo contrario.
- Estaba pensando que fueras tú quien lo acompañe... Claro si no tienes algún inconveniente, de lo contrario... - En ese momento Sage fué interrumpido por el profesor.
- ¡Acepto! - Respondió de manera directa, esa oportunidad no la dejaría tan fácil y sobre todo que otro maestro más acompañara a su adoración escarlata.
Sage se quedó asombrado al ver la actitud de Degel, quien no se negó por nada del mundo.
- Está bien, por favor hágame el favor de avisarle al alumno para que no se preocupe por ver quien lo puede acompañar... También hay otro detalle.
Degel alzó una ceja, no sabía que más le pediría Sage.
- Antes del concurso tienes que presentarte a un curso intensivo para docentes, sera de dos semanas para que vayas planificando tus clases y materias con tus alumnos. Puedes ir dejando actividades para que las resuelvan en tu ausencia ya que te irás las dos semanas antes del concurso, regresas y prácticamente tendrás que irte con el joven Camus. Te pido que te organices para que los demás alumnos no pierdan temas y unidades.
Degel tomó un poco de aire para quitarse el nerviosismo - No hay problema con eso, cuente con ello.
Sage sonrió, estaba más tranquilo porqué sabía que Degel es muy responsable y no se negaría ante ese favor, aunque lo notó muy animado.
- Está bien Degel, puedes irte a seguir con tus clases, siento haberte quitado diez minutos de tu última materia pero era necesario que te avisara - Después de decir esto Sage tomó su saco de su silla y se lo colocó.
- No es nada, ahora si me disculpa necesito regresar al aula que me toca - El joven profesor se levantó de la silla y estrechó su mano con el director, después tomó su maleta y salió de la dirección.
La última clase justamente le tocaba con Camus, solo le quedaba tratar de controlarse ya que lo tendría frente a él.
Mientras caminaba por los largos pasillos se encontró un disturbio cerca de los baños de los hombres, se acercó con cautela para ver que pasaba.
- ¡Ahora si sacaste boleto Milo! - Gritó un tipo de cabellos rubios mientras lo golpeaba en el estómago.
- ¡Ya déjalo Radamanthys no fué su culpa! - Gritó su amigo castaño tratando de calmar la situación y salvarlo.
- ¡Defiendes a este ojo alegre que le coqueteó a mi novia Pandora! ¡Se lo merece!
Nuevamente tomo a Milo de la camisa que llevaba y lo empujó a la pared del baño.
- Yo no le coqueteé, ella empezó... Le soy fiel a mi pareja - Susurró Milo sintiéndose muy débil por los golpes.
Degel se dio cuenta que era Milo quien estaba en esa pelea, no le quedó de otra más que intervenir.
- ¡Hey ustedes tres!- Gritó mirándolos con seriedad mientras caminaba hasta donde estaban ellos.
Milo alzó su vista para ver que se trataba del novio de su hermano, eso era lo malo, tener a Degel como maestro en esa escuela era una piedra en su camino para hacer de su vida lo que se le pegara en gana.
- Se me van a la dirección de una vez por todas.
- Pero él empezó - Milo trató de incorporarse para señalar a Radamanthys.
- No me interesa quien comenzó, tendrán que arreglarse con el director - Contestó Degel pero para su fortuna el hermano del director, el señor Hakurei pasaba por ahí también.
- ¿Qué pasa Degel? ¿Estos jovencitos nuevamente en problemas? - Respondió el viejo maestro negando con su cabeza esas actitudes de los alumnos.
- Si, pero lo mejor será que los lleven a la dirección... Podría llevarlos yo pero voy muy retrasado para mi clase.
Hakurei los miró decepcionado, no esperaba que el alumno que es el número uno en deportes, ese hombre de nombre Radamamthys estuviera metido en un pleito con otros dos alumnos.
- Ve a tu clase Degel, yo los llevaré ante mi hermano.
Degel asintió y siguió tomando su camino, aunque no notó la mirada amenazante que le daba Milo. Por poco y se entera de su relajo y conociéndolo sería capaz de contarle a Camus lo que pasó, lo cual lo dejaría en mal y ya no sería el novio ideal para el joven más destacado de la escuela.
Solo le quedó tomar sus cosas molesto y caminar con los demás a la dirección.
- Juraría que odias al novio de tu hermano - Susurró Aioria mientras caminaban detrás de Hakurei.
- Con él en la escuela no puedo hacer las cosas como quiero... Así de recto como es, lo creo capaz de decirle a mi hermano lo que pasa - Respondió molesto mientras se abotonaba su camisa.
Aioria solo negó con su cabeza y siguieron caminando.
Tratando de controlarse, tomó la manija de la puerta para entrar al salón.
Como era de esperarse la mayoría de los alumnos estaban fuera de sus lugares...
Excepto uno...
Camus se encontraba en su lugar leyendo, se dio cuenta de la presencia de Degel, levantó la mirada y le sonrió.
Esto hizo que Degel comenzara a ponerse nervioso, le devolvió la misma sonrisa y tomó lugar en el escritorio.
- Buenas tardes jóvenes - Saludó con seriedad mirando como corrían los alumnos a su lugar.
- Necesito entregarles sus proyectos ya están calificados - Degel se sentó en la silla y sacó los trabajos de su maleta.
Fué llamando alumno por alumno mientras los entregaba, para entregar el de Camus demoró un poco, ya que había escrito una nota rápida para entregárselo.
Cuando llegó el turno de darle su proyecto se lo entregó con esa nota doblada a la mitad, sin tratar de verlo a los ojos, tratarlo como si fuera un alumno más.
Aunque en el fondo no lo era ya...
Camus guardó la nota para que nadie más se diera cuenta y tomo asiento en su lugar.
- Hoy nos toca abordar el tema sobre las tres leyes de Newton así que saquen su libro en la página doscientos treinta por favor.
Mientras los demás sacaban sus libros, Camus abrió con cautela la nota.
Necesito que esta tarde vayas a mi casa.
Camus nuevamente guardó la nota dentro de su libro, otra oportunidad más para verse con Degel...
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