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Vampiro Molesto

Jinsu se sentía extenuado. Nada más abrir la puerta de su nuevo apartamento un escalofrío lo recorrió y realmente quiso salir corriendo. La razón. Fácil. Pensaba que iba a ser un simple apartamento de unos cuantos metros cuadrados más grande que en donde vivía. Pero no.

Era en el último piso de un edificio de diez apartamentos, y era el piso completo. De dos niveles. Con sala inmensa, una terraza que no quería ni mirar porque podría caerse en la piscina de solo pensarlo. Las vistas ni que decir, eran majestuosas pero eso no era lo que lo tenía nervioso.

¿Por qué demonios ese tipo le daba una casa tan grande a él? Dos cuartos su culo, ese lugar tenía al menos como 5 sin contar el estudio, lo que parecía ser una biblioteca y no quiso seguir contando porque le pareció ver un gimnasio personalizado en alguna parte. Aquello ya era brutal.

Sino fuera porque la casa estaba nueva y los muebles los traían los hombres que estaban detrás de él, diría que vivía alguien allí.

-Nos permite- el hombre detrás de él y jefe del grupo de mudanza le pidió con una de las dos cajas que tenía sus cosas.

Ese día Victor lo había dejado salir temprano para que se mudara. Solo no se esperó encontrar ya el camión delante de su viejo apartamento. Recogió sus cosas en las cajas que le dieron. No era como si tuviera mucho. Un poco de ropa y calzados. Sus viejos libros, las fotografías algunas cosas más y por supuesto y lo más importante, Toby. No lo había soltado en todo el camino.

Odiaba los cambios bruscos de ambiente, aun cuando había tenido que hacer muchísimos a lo largo de su vida.

Se sentó en el sofá inmenso uno de los pocos muebles que estaban en la casa y esperó a que dejaran todas las cosas mordiendo, sin darse cuenta, la oreja del peluche. Era como si supieran donde iba cada mueble. Había desde armarios nuevos, camas, tres en total bien grandes, electrodomésticos que fueron poniendo en la cocina. Un juego de comedor, uno de sala. Vaya, un espectáculo.

Al menos le gustaba el color. Todo era de color blanco y plateado y negro mientras las paredes de la casa eran marfil y rojo en algunas partes.

Tres horas más tarde, cuando por fin se quedó solo se quedó mirando, aun desde el sofá, el apartamento. Estaba incómodo. Algunas personas saltarían de alegría con estar en su lugar pero él solo pensaba que tendría entre manos Victor.

Se revolvió el cabello y apretó a Toby contra sí. El estrés lo estaba matando y su cabeza dolía y…tenía hambre.

Ahora que el contrato entre ellos se había completado tendría que tomar la sangre de su esclavo diario. En el peor de los casos pudiera demorarse tres días pero eso podría ocasionar que alguno de los dos colapsara o que él se volviera loco de hambre.

-Ese imbécil, si pretende matarme de hambre encerrándome en esta jaula de oro le avisaré que está muy equivocado- chasqueó la lengua- ¿verdad Toby?- alzó su peluche delante de él como pudo para después abrazarlo enrollando su brazos en su cuello y dejando que su rostro se restregara contra la superficie mullida y algo áspera por ser viejo- Tú ere el único que al final está conmigo, aun si solo eres un peluche-

Suspiró para no dejar salir una lágrima como siempre ocurría cuando recordaba el pasado. Toby era lo único que le quedaba de él como algo positivo. Por eso lucharía con uñas y dientes si alguien se dignaba a quitárselo.

AÚN SI SOLO ERA UN PELUCHE.

***

Se había quedado dormido. Estar tanto tiempo pensando en lo que pasaría con él había hecho que terminara colapsando de tanto romperse el cráneo por lo que terminó acostado encima de su inmenso peluche. Algo que sería lo mejor, no quería ensuciar el mueble portque capaz que el señorito fino de Victor se molestaba y estaba seguro que le incaría el diente si el hombre hablaba de más.

-Ummm- el leve gemido salió de sus labios para darse cuenta que su cuerpo se sentía caliente y algo ¿húmedo?

Recordaba haberse quedado dormido vestido y bien seco, no húmedo y con su parte inferior sin sentir la textura de la tela contra su piel.

Mierda.

Abrió los ojos de golpe y quiso levantarse para que una mano se cerrara en torno a su nuca y lo volviera a su lugar.

-Quieto- una voz en su oído lo calmó cuando empezaba a entrar en pánico. Pero la calma pronto fue sustituida por la indignación.

-Victor que carajo haces Ahhh- un gemido agudo salió de sus labios cuando algo caliente y grande rozó su entrada sensible. Se mordió el labio inferior y miró por el rabillo del hombre.

Victor estaba sentado sobre su trasero, su chaqueta en el suelo, su corbata aflojada, su camisa los botones de abajo abiertos junto a los de su pantalón. Su pene duro y mojado de líquido pre seminal se perdía entre los montes de las nalgas del vampiro. Y Jinsu podía sentir como se rozaba contra su entrada y demás con cada vaivén de su cadera. La otra mano de Victor alzaba ligeramente su cadera para que el roce fuera aún más excitante.

-Victor, suéltame- le exigió intentado removerse pero eso solo hizo que sus nalgas se restregaran más contra la erección que estas contenía y en consecuencias ambos gimieron.

Un bufido salió del pecho del humano ante la resistencia inútil del vampiro. Y ese cuerpo pequeño y delgado se hacía llamar su amo. No estaba mal después de todo, mientras dejara que hiciera con su cuerpo lo que quisiese a cambio de sangre no le importaría que el vampiro se creyera superior, aunque ahora la bestia era él.
Se relamió los labios, sus ojos azules centelleaban mirado la curva descubierta de la espalda blanca y hermosa. Lo había desnudado de cintura para abajo interesado solo en el regalo que se encontraba allí pero no pudo evitar apreciar la línea de la espalda. Línea que bajó y lamió y sintió como el cuerpo de abajo temblaba ante esto.

Definitivamente este chico era especial, por eso le gustaba y lo haría suyo a cualquier costa, ya tenía la mitad del camino, ahora faltaba la otra. Se personalidad posesiva no le permitiría menos.

-Victor, en serio, basta- la voz de Jinsu se escuchó extraña- Vamos a ensuciar a Toby- el vampiro era consiente que su erección se restregaba contra el peluche y que por supuesto se estaba humedeciendo con su líquido y aquel ajeno que bajaba desde su entrada.

-Cállate- Victor gruñó y se inclinó hacia delante y enterró su muñeca contra la boca de Jinsu. Los colmillos de este rasparon la piel delgada y dos gotas de sangre tocaron su lengua.

Los ojos de Jinsu cambiaron rápidamente y sus colmillos se alargaron aún más y con el calor abrazador quemando su piel y el hambre picando dentro de él mordió la mano como ansiando un manjar delicioso. Y aunque en su mente quería actuar racional, patearlo y mentarle hasta del mal que se iba a morir su cuerpo lo traicionaba ansiando la sangre que tanto necesitaba. Eso le recordó lo tan animales que eran los vampiros.

Victor gruño contra la nuca de su amo cuando fue mordido y una oleada fuerte azoto su cuerpo casi llevándolo al orgasmo pero se contuvo, quería seguir sintiendo aquella deliciosa sensación. Con su cuerpo inclinado hacia adelante la fricción era más intensa por lo que frotó aún más su cadera, esta vez en movimientos circulares. La cadera del mayor se alzaba por reflejo buscando reforzar el roce.

Victor lamió la nuca caliente y se corrió un poco más hacia atrás dejando que la punta de su miembro buscara la entrada palpitando y dejo que su glande rozara haciendo un poco de presión hacia adentro.

-Tu ano me está succionando- le murmuró contra la oreja de Jinsu recibiendo un gruñido por parte de este sin soltar la muñeca.

Victor mordió esa oreja pudiendo jurar que casi estaba temblando y su abdomen sentía esa sensación de que casi estaba llegando al orgasmo. Una ligera capa de sudo hacia que su camisa blanca se pegara a sus espalda pero el placer que sentía era tal que no le importaba lo demás. Podía oír la sangre palpitando en sus oídos y como esta era succionada de forma arrebatadora.

Sabiendo que le quedaba muy poco bajó su mano por el cuerpo del vampiro buscando la erección de este envolviéndola entre sus dedos y sonrió levemente la encontrarlo erecto y húmedo. También le faltaba poco.

-Voy a follarte- le gruñó extasiad en medio de un gemido moviendo su cadera hasta que su glande estuvo completamente adentro- Están tan apretado- su frente cayó sobre la nuca de Jinsu.

El orgasmo lo asalto de golpe sin que él lo previera y su vista se puso en blanco. Se tensó y mordió la piel sensible cerca de sus labios mientras derramaba su pene en el interior del estrecho ano que lo apretaba.

La humedad cálida que recorrió sus dedos le hizo saber, en medio de la bruma que su pareja también se había corrido al sentirlo dentro de él y soltándolo besó la zona que había mordido y dejado sus dientes marcados.

Hizo un esfuerzo para no colapsar, algo que su cuerpo le estaba ordenando. No había podido penetrarlo completamente pero algo es algo. Tampoco había preparado el cuerpo del menor por lo que estaba seguro que la invasión sería dolorosa si hubiera sido completa. No creía que hubiera problemas con el sexo dado que era un vampiro.

Retiró su muñeca de la boca de Jinsu cuando este lo soltó y con un jadeo se levantó de él y se dejó caer en el sofá corriendo el cabello que había caído sobre su frente hacia atrás. Un orgasmo para quitarse el estrés del trabajo era la mejor.

-Ve a bañarte- le dijo a Jinsu que se levantaba lentamente de encima de su peluche. El semen bajaba por sus muslos y no le importó que este ensuciara ahora el mueble. Había cosas más importantes para él que habían sido ensuciadas y no eran ni un estúpido sofá ni su cuerpo.

-Estoy hablando contigo- Victor alargó el brazo para tocar su hombro pero antes de poder tocarlo Jin se giró hacia él y el humano juró que tembló.

Una gota de sudor frío corrió por su mejilla. Aquellos ojos completamente rojos ausentes de iris, colmillos ensangrentados aún más largos de lo que recordaba, venas que se marcaban en su rostro y una expresión tan fría que congelaría a cualquiera.

Victor no se relacionaba con muchos vampiros, más bien, solo lo hacía con uno antes de Jinsu, pero conocía lo suficiente para saber cómo se veía un vampiro realmente molesto.

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