-¿Estás seguro que estaban detrás de Jinsu y no de ti?- Eugene estaba delante de Victor mientras Luca terminaba de vendar la herida de este que no tardaría en cerrar.

Victor había vuelto al apartamento mientras llamaba a Eugene para que se reuniera con él. No tenía idea de donde había podido huir Jinsu, así que necesitaba la ayuda del vampiro.

-Estoy seguro. Cuando Jinsu salió corriendo vi como lo seguían y pude salir de aquel lugar sin problemas. Nadie me siguió-

Eugene se quedó pensativo y habló en voz baja pero los dos presentes lo escucharon

-Su enlace es muy reciente y usted aún tienen problemas para compenetrarse bien. Si estuvieran más unidos podrían sentir donde está cada uno-

Victor frunció el ceño.

-No des tanta vuelta y explícate mejor Eugene- se levantó de la cama dejando la camisa que era un asco detrás-

-Que tú, imbécil, si te dejaras querer y te llevaras mejor con tu amo y se revolcaran para reforzar su hermandad no tuvieras este problema que tener que usarme de sabueso para encontrarlo. Piensa un poco por tus medios, estúpido-

Victor cerró los ojos buscando paciencia. Eugene solía ofenderlo y él apenas inmutarse en la mayoría de las veces pero ahora no solo era una vida la que corría peligro. Incluso había llamado a Jinsu a su celular pero este daba fuera de servicio por lo que el GPS no funcionaba tampoco. Comenzaba a ponerse ansioso y eso no era típico de él.

-Eugene, no quiero tu labia ahora. Si dejo que ese vampiro muera yo también lo hago-

El otro alzó una ceja divertido.

-Deberías ser más sincero y decirlo...que estás preocupado por el chico. Deja de hacerte el duro-

-Eugene- el rostro de Victor era de advertencia.

El vampiro chaqueó la lengua.

-No jodas más, ya me moveré, solo lo haré esta vez porque el chico no tiene culpa de tener un esclavo tan inepto como tú, que apenas lo defiende-

Y Victor no pudo responderle. Él también estaba molesto con ese hecho. Normalmente entrenaba y hacía ejercicio para saber defenderse en un mundo donde su posición lo hacía blanco de muchas personas. Verse en la situación donde había tenido solo que ser protegido por un chiquillo delgado y más bajo como Jinsu era...era...

-Además, no seas tan trágico, si él estuviera muerto ya lo sabríamos aunque creo que...- Eugene se quedó mirando el cuello de Victor y tocó el lugar de la marca que se volvía ligeramente visible con la punta de su dedo- Está herido- terminó afirmando.

Victor se quedó tieso y cuando abrió la boca para decir algo, los tres escucharon un sonido brusco que provenía de la sala. Se miraron y salieron de la habitación hacia la otra estancia que apenas estaba iluminada, pero el color rojo que adornaba un cuerpo tirado delante de la entrada era bien visible.

El esclavo fue el primero en acercarse a su amo y arrodillarse a su lado. Agarró el cuerpo y lo giró verificando el estado de este. La cabeza de Jinsu cayó hacia atrás y la sangre seguía saliendo de las múltiples heridas de su cuerpo.

-Oye- Victor lo llamó pero no recibió respuesta.

Solo el leve movimiento de su pecho le indicó que aún estaba vivo, pero su cuerpo era un desastre. Su ropa estaba desgarrada. Había múltiples arañazos y algunos con un rastro medio blanquecino. Incluso su rostro tenía una enorme herida que atravesaba toda su mejilla desfigurándolo.

Era una imagen impactante realmente y Victor pudo jurar que sus manos temblaron. Nunca se imaginó que dejar ir a Jinsu en ese momento traería un resultado tan maquiavélico como este. ¿Quién demonios había podido hacer algo así? No conocía mucho al vampiro pero sabía que era alguien relativamente tranquilo al menos no para que su vida corriera peligro de esta forma.

-Victor, Victor- la voz de Eugene se filtró por la nebulosa de su cabeza y reaccionó recibiendo un puntapiés en su espalda que fue poco agradable- Atiende imbécil que quedarte ahí acurrucándolo solo lo matará por desangre. Tráelo rápido al cuarto, vamos, mueve le culo- Eugene casi le gritó y se giró hacia Luca cambiando radicalmente tanto el tono de voz como su expresión- Amor limpia la sangre que pudo haber dejado él en su camino hacia aquí dentro del edificio, puede traernos problemas-

Luca asintió y salió sin decir nada más. Victor cargó a Jinsu en sus brazos sintiendo como la sangre del vampiro mojaba su piel. Las heridas no estaban cerrando del todo rápido y la sangre brotaba fácilmente.

-Esto no es bueno- exclamó Eugene un vez lo dejaron sobre las sábanas que se mancharon se sangre rápidamente.

-¿Qué ocurre?- el rostro de Victor estaba serio aunque seguía con la mirada todas las acciones de vampiro rubio.

-Parte de sus heridas fueron hechas con plata, por eso no cierran del todo- Eugene estaba con el ceño fruncido- Mierda. Eso debe doler como el infierno. Me preguntó cómo fue capaz de llegar aquí en ese estado-

Victor lo miró con el ceño fruncido.

-¿Es tan grave la plata en ustedes?-

-Es como si te arrancaran la piel a pedazos a cada segundo. Es un dolor que no se puede describir exactamente- giró su cabeza y miró al humano. Cuando habló sus ojos estaban mortalmente rojos y sus colmillos sobresalían. Estaba molesto, muy molesto- Sabes lo que me encabrona realmente, que alguien como tú seas su esclavo. No lo mereces-

Victor gruñó y la atmósfera entre ellos se puso tensa.

-¿Por qué siempre soy el malo de la historia? En primer yo no pedí ser su esclavo-

La boca de Eugene se abrió...para luego cerrarse. Segundos después volvió a hablar. Sus colmillos se habían retraído.

-Tienes razón. No lo pediste. Realmente me da lástima este vampiro. Si realmente supieras como es nuestra naturaleza no lo tratarías así-

Victor cerró los ojos y suspiró.

-Lo saqué del suburbio de donde vivía. Le compré una casa y todo lo que debe tener dentro. Le di uno de los proyectos más importantes de empresa. Le arreglé su maldito peluche que es más importante que todo. Le doy mi sangre ¿Qué más quiere que haga?- casi le gritó.

Eugene lo miró lentamente.

-¿Quizás un poco de afecto?-

El rostro de Victor se contorsionó en una mueca.

-Sí, un poco de afecto y quizás algo más de cuidado y protección ¿Sabes la razón por la que amo tanto a Luca? No es porque aunque sea mi esclavo me deba dar sangre. Es porque me pone por encima de todo, incluso de él mismo. No permite que me hiera, que esté en peligro...que sufra- las últimas palabras las dijo lentamente- Sé que este chico no te es indiferente sino, a pesar de ser su esclavo lo hubieras dejado en aquel lugar donde dices que lo recogiste, sino lo hubieras ido a buscar hoy al bar y molestado cuando lo viste besándose con otro. Pero piensa un poco en él y lo que él quiere. No seas tan egoísta-

Los labios de Victor estaban fruncidos. Eugene era la única persona capaz de dejarlo sin habla.

Ahora tráeme gasas, todas las que tengas, alcohol y algún ácido, mientras más fuerte mejor-

-¿Ácido?- Victor se detuvo cuando escuchó esa palabra ya estando a mitad del camino.

-Si ácido, escuchaste bien. Tengo que desintegrar las partículas de plata que aún están sobre su piel. Si lo hago, aunque lo queme se curará más rápido que como lo está haciendo ahora. Y mueve el culo o realmente se morirá- Eugene le gritó.

Victor no estaba muy de acuerdo con ello pero era una medida drástica y ya que Jinsu había tomado todo el peligro en aquel momento hacia su persona era justo que le devolviera el favor. Era un hombre de principios y aunque estuviera extrañamente molesto porque lo había visto besarse con otro, no quería que muriera. Y las palabras de Eugene...retumbaban dentro de él.

Pocos minutos después regresó con lo que le había pedido el vampiro que había detenido parte de las hemorragias desgarrando una de las sábanas y envolviéndola en la mayoría de las heridas. La tela ya se había vuelto roja.

-Ayúdame- le pidió Eugene- Este proceso es muy severo y le va a doler más que la misma plata en su cuerpo-

A pesar de que decía aquello el rostro de Jinsu estaba quieto. Simplemente un ceño ligeramente fruncido era muestra de que no estaba totalmente en calma. Victor se sentó en la cama y lo agarró recargando su espalda en su pecho. Uno de sus brazos rodeó su cintura con cuidado de no lastimarlo más de lo que ya estaba.

-Aguántalo fuerte- Eugene abría el pomo de ácido y tomaba algunas gazas en sus manos- Mete tu mano en su boca para que te muerda. Puede ponerse un poco violento y con ganas de morder ante la oleada de dolor que va a sentir. Tu sangre puede ayudar a pasar el proceso más fácilmente-

Victor le hizo caso aunque había una gota de sudor cruzando su sien. Tocó los fríos y cuarteados labios con sus dedos y forzó para meterlos dentro de la boca. No fue tan difícil y pronto logró mete tres dedos dentro de la cavidad sintiendo la lengua suave que pronto los acarició.

Su boca se movió un poco y Victor pudo sentir la punta de sus colmillos. Alzó un poco uno de sus dedos y dejó que se pinchara. Una pulsada le recorrió el cuerpo y soltó un jadeo.

-Oye puerco, no te caliente que vamos a curarlo no a hacer un trío-

-¿Quieres callarte de una puta vez?- explotó por fin Victor.

-Bajito y en forma- le replicó Eugene- Y ahora aguántalo...esta va a doler-