Tienes razón, no lo entiendo
-Y bueno, al menos resolvieron casi todo bastante rápido, bastante loco dejó Iris después de tu sabes, pum, dar el salto a la otra vida- Eugene dijo con una ceja alzada sentado cómodamente sobre el regazo de Luca- Realmente me impresionas Victor- había un deje de escepticismo en su voz a modo de burla.
El hombre frente a él se apretó el tabique.
-Eugene, estoy lo suficientemente agotado para no soportar tus ocurrencias. Sal de una vez de mi habitación. Necesito dormir. No lo he hecho desde ayer- decía aquello con voz grave dado que cierto vampiro estaba de rodillas detrás de él, con los brazos alrededor de su cuello y lamiendo el costado de este a la vez.
Quitarlo no era una opción. Jinsu estaba pegado a él de esa forma que sabía que no había nada que lo hiciera soltar. Al menos aún no le había metido diente, pero por la forma en que este lamía la vena palpitante de su cuello sabía que no pasaría mucho para ello.
-Oye, para de una vez- protestó al sentir que la estimulación sobre la piel se estaba desplazando hacia el sur y eso que no había usado aun sus colmillos- Acaso no te dejé sangre. Vine antes de tiempo así que aún te deben quedar.
Jinsu gruñó y lo miró por el rabillo del ojo.
-Estaba fría- hizo una mueca de asco- me gusta calentita y más cuando viene de aquí- tocó con la punta de la lengua su cuello.
-Oye, idiota esclavo, tu amo es de alta alcurnia- le recordó Eugene- nació en cuna de oro y con título nobiliario, claro que le gustan las cosas de calidad. Rata ratera que piensa que con una bolsita de sangre malucha se iba a conformar
Victor alzó una ceja... que le dijeran eso a él que había recogido a Jinsu casi de la calle. Y además... Tenía muy poca paciencia para soportar la lengua venenosa de Eugene.
Eugene soltó una carcajada y le palmeó el muslo a Luca que tenía la cabeza recostada en su hombro, con los ojos cerrados, casi quedándose dormido. Al momento los abrió y alzó la cabeza, pero con los párpados hinchados.
-Amor, vayamos a mi habitación. Te haré mimitos para que duermas bien y sueñes con los angelitos, o sea yo- le acarició la mejilla a su esclavo soñoliento con cariño- Después puedes recompensarme como sabes que me gusta con todas las energías recuperadas- esto último se lo comentó en el oído antes de lamer la zona sensible.
Luca asintió controlando sus emociones y conociendo el tono empleado por su amo, sabiendo que tendría que sí, estar muy pero muy recuperado, y le agarró la mano que le acariciaba el rostro para besar su palma. Después lo cargo en brazos para llevárselo.
-Ah espera- Eugene sacó el celular y escribió rápido un mensaje de texto. Al momento el celular de Victor sonó- Espero que te guste eso- el vampiro sonrió pícaramente antes de que Luca se lo llevara.
Victor no entendió hasta que leyó el mensaje en el celular que decía «No dejes que Jinsu se cambie sin que veas lo que tiene debajo. Esta vez no te voy a cobrar. Disfruta idiota». Alzó una ceja y miró de reojo a Jinsu, aunque no pudo ver nada raro, aunque si se fijaba bien sobre el pecho de Jinsu por debajo de su camisa se veía un cierto bulto amorfo sospechoso.
El humano soltó un suspiro dejando caer su peso en la cama, aun sin ser soltado. Realmente necesitaba dormir. Reunir todo el trabajo y hacerlo en tiempo record le había sacado todas las energías y todavía tenía que lidiar con el vampiro pegado a él.
Vio a Speicer olisqueando su maleta con mucha atención y recordó.
-Oye Jinsu, suéltame- intentó soltarse, pero el vampiro gruñó y mostró sus colmillos. No quería que su pedazo de carne calentita y fresca desapareciera de delante de él- Déjame al menos cambiarme y revisa la maleta, Luca compró una cosa para ti.
Ante aquello Jinsu inclinó su rostro a un lado intrigado ¿Luca, comprándole algo a él? No recordaba que fueran tan cercanos... a menos qué. Soltó con pesar a Victor que hizo tronar su cuello y se sobó la nuca en un intento de quitar la tensión sobre sus músculos. Ni siquiera el baño que se había dado en el jet privado durante el vuelo había ayudado lo necesario.
Y él sabía muy bien las formas de quitar ese tipo de tensión. Una dormir por bastante tiempo y a otra... el sexo, pero no tenía suficiente energía para el segundo. Solo se dignó a buscar una de las tantas batas de seda del closet de la suite y comenzó a desvestirse por completo, después de pasar seguro a la puerta... solo por si acaso.
Mientras tanto Jinsu había terminado de mandar un mensaje y había puesto la maleta encima del sofá abriéndola, encontrando primero un libro de diseño.
-¿Y esto?- lo sacó emocionado dado que era una edición limitada que él desde hacía mucho tiempo deseaba.
-Dentro de poco habrá una nueva campaña, así que tienes tiempo límite para leerlo.
Jinsu le levantó del dedo del medio
-Explotador- pero ojeó el libro rápido para dejarlo a un lado y enfocarse en lo otro que había estado debajo.
Una caja de bombones. Solo que no eran bombones cualesquiera, eran rellenos con licor de sangre. Los ojos se le iluminaron al vampiro dejándose caer en el sofá. Lo mejor eran de una marca súper mega cara exclusiva que solo se podían pagar con el dinero que Victor cagaba por segundo.
-Speiceeeerrrrr, mira- sacó la caja que contenía 30 piezas y se la mostró al perro que movió la cola emocionado. El olor inundó al momento la habitación.
Y junto con eso su celular sonó. Lo sacó la respuesta enviada por el mismo Lucas que le hizo tener un ligero sonrojo en sus mejillas. «No los compré yo» Había sido su respuesta afirmando las sospechas del vampiro.
Victor era el que había comprado esas cosas, pero, y aunque sería lindo avergonzar a su esclavo un poco haciéndole saber que había desenmascarado su mentira, pensó que lo dejaría pasar esta vez, después de todo Victor estaba todo agotado porque había vuelto antes de tiempo por él y hasta había tendido el detalle de comprarle algo.
-No es nada sincero- murmuró abriendo el envoltorio de los bombones.
-¿Dijiste algo?- preguntó Victor abrochando la bata de seda negra sobre su cuerpo desnudo y caminando hacia él.
Jinsu negó con una sonrisa y metiendo un bombón dentro de su boca y dándole otro a su perro.
-Mira- el vampiro aprovechó el momento para abrir un poco su camisa y mostrar el collar que tenía sobre su pecho- Me lo dio Eugene. Ahora puedo llevar a Speicer conmigo a todos lados.
Victor frunció el ceño sentándose a su lado.
-Ahora no me vayas a dejar al perro regado en cualquier parte- entrecerró los ojos.
Speicer al escuchar su nombre tantas veces ladró emocionado y moviendo la cola. Estaba de muy buen humor y se movió para poner su cabeza debajo de la mano de Victor. Este al inicio no hizo nada, pero después terminó acariciándolo. Jinsu notó que a pesar de su carácter estaba más manso de lo normal.
-No voy a perderlo- soltó con un puchero y metiéndose nuevamente un chocolate en la boca sin darse cuenta que dejaba a la vista uno de los tirantes del sujetador rosado a la vista.
La ceja de Victor se alzó y estiró la mano para agarrarlo y después soltarlo haciendo un sonido sordo sobre la piel de Jinsu que se sobresaltó y reaccionó. OMGashhhh se le veía la ropa putanga que tenía puesta.
Soltó la caja de bombones e intentó cubrir su pecho.
-Tú no has visto nada- se corrió hacia atrás, pero Victor le agarró el tobillo encima del sofá.
-Sácate la ropa- ordenó, solo qué...
-A mí tú no me das órdenes- las mejillas de Jinsu se sonrojaron siendo ahora más consciente de las perlas que se encajaban en su trasero maltratando su agujero que para ese momento estaba muy sensible y se le escapó un gemido.
Los dos se miraron y Victor alzó una ceja.
-Muéstramelo, ya Eugene me dijo lo que tienes debajo- en parte mentía porque el vampiro no le había especificado pero dado a lo que se dedicaba y a todos los años que se conocían, se daba una idea de con lo que había vestido a Jinsu.
Solo no se esperó lo que realmente era. Jinsu había estado renuente hasta que lo había amenazado con no darle su sangre y botarle los bombones. Al final había cedido y solo desabrochado la camisa dejando a la vista el corsé.
Los ojos azules de Victor se oscurecieron. La imagen era mucho mejor y más sexy de lo que había pasado por su cabeza.
-¿ya estás contento?- dijo Jinsu con un enorme puchero.
-No- declaró Victor y lo arrastró por el sofá por los tobillos para llegar al cierre de su pantalón y ágilmente abrirlo y bajarlo por las piernas de Jinsu.
-No, maldita cabra, animal, bestia pervertida, no me desnudes, quien te creeeees- Jinsu protestaba intentado agarrar el borde del pantalón que se desplazaba ya por debajo de sus rodillas- Victorrrrrrr- su rostro se ponía cada vez más rojo.
-No quiero oír eso de a quien le gusta ponerse este tipo de ropa. Ya lo hiciste antes y en un lugar público- decía el humano ya sacando el pantalón y Jinsu intentaba cubrirse la parte de delante de la tanga con sus manos.
-No es lo mismo- dijo extrañamente avergonzado, algo que no era normal en él- Tú no lo entenderías.
Victor casi hace una mueca.
-Tienes razón, no lo entiendo- sus ojos brillaban peligrosamente, con el cansancio esfumándose por completo de su cuerpo.
Y la puerta esta vez estaba cerrada, o sea... no tenían por qué ser interrumpidos.
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