Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Sabía que vendrías

-Está de muy buen humor hoy Presidente-

Victor alzó la cabeza hacia Luca frente a él y se dio cuenta que hacía rato tenía una leve sonrisa dibujada en sus labios.

Alzó los hombros y dejó los papeles que leía sobre la mesa sin mucho interés de seguir revisándolos. Su mente, después de todo, no estaba enfocada en ellos sino en cierta persona.

-Hoy...será un buen día-

Luca no lo comprendió. Si se refería a dinero entonces sería otro buen día más pues el dinero le llovía a ese hombre que le era casi imposible gastarlo si se lo proponía. En cambio sí se refería a su vida sexual...como que hay estaba la incertidumbre. Pero no quiso ser indiscreto y se acomodó las mangas de su traje para ocultaras marcas rojas de sus muñecas provocadas de sus juegos nocturnos.

Su pareja había estado bien entretenida ayer. Y como si le leyera la mente Víctor lo enfocó.

-Y dile a esa persona que tendremos problemas si vuelve a retenerte cuando te llamo ¿Entendido?-

-Sí presidente- Luca hizo una leve reverencia y asintió aunque en su interior sabía que eso no iba a pasar. Victor podría ser todo el macho alfa que quisiera pero su pareja, a pesar de parecer delicado, era de tenerle respeto y miedo en partes iguales.

Al final no supo que era lo que tenía de tan buen humor a su jefe pero así era mejor. Victor relajado era más flexible y menos exigente. Por lo que organizó algunos documentos más hasta que la puerta fue tocada. Pudo jurar que los ojos del mayor brillaron peligrosamente.

Y Luca comprendió todo cuando abrió la puerta y encontró a cierto chico de cabello desordenado y lentes grandes. A diferencia de otros días su ropa era un poco más ceñida y menos estrafalaria. Se veía...bonito.

-Quiero hablar con Victor- fue lo que dijo Jinsu sin el respeto que antes mostraba ante el que era su jefe.

Luca no le negó la entrada sin tener que pedirle permiso a su jefe ya sabía que este lo estaba esperando.

-Luca, déjanos- lo oyó a su espalda y cuando salió cerró la puerta esperando que nada grave ocurriera como la vez pasada. La escena había sido impresionante, Víctor con una hemorragia y el chico en el suelo inconsciente.

Jin avanzó hasta el escritorio de su esclavo sin pasar por alto que los ojos de este lo devoraban de arriba a abajo y no era el primero en hacerlo. Esa mañana se había vestido no como lo hacía en las noches pero si diferente a como asistía al trabajo y había encontrado que más de uno se quedaba mirándolo, sobre todo su trasero redondeado. Si supieran lo bueno que era para moverlo no solo lo mirarían.

Sentía que la ropa era como una barrera y una armadura que lo protegía por lo que esa mañana necesitaría de toda su con fianza para enfrentar su nueva realidad. Y qué mejor que hacerlo tomando su aspecto o lo más cercano al vampiro Jin de las noches.

-Sabía que vendrías- Victor había retomado su rostro serio.

Jin también estaba serio y rodeó el escritorio y se recostó en el borde, al lado del brazo de Victor. Si él era el amo pues no se rebajaría a mostrarse tímido y hasta reprimido solo porque este hombre era su jefe en su trabajo. Para su sorpresa este no dijo nada.

Metió la mano en su bolsillo y lanzó la tarjeta de crédito sobre la mesa.

-No la quiero. No soy un perro que necesite limosnas- al menos debía aferrarse al poco de orgullo que le quedaba.

-Te la di con un propósito- Victor agarró la tarjeta y jugó con ella entre sus dedos echándose hacia atrás en su silla para encarar de frente a Jinsu  Eres el primero que me rechaza una de mis tarjetas con todo el dinero que tiene adentro y lo que se puede hacer-

-Lo siento pero me gusta mi libertad y siento que si uso uno solo de tus dólares me pondré un grillete al cuello. Disculpa pero no, ya conozco la sensación y no es nada agrada... - se mordió la lengua, había hablado de más.

Victor no dijo nada. Estaba de muy buen humor porque que el chico hubiera ido al trabajo, eso significaba que no había huido. Y más valiera que no lo hiciera. Tenerlo toda la noche despierto, recordando la sensación de los deliciosos orgasmos que aquellos colmillos le habían proporcionado y que después este se desapareciera como que lo haría buscarlo hasta debajo de la tierra.

Sabiendo que entregarle la tarjeta había sido en vano la guardó en su bolsillo y sacó otra cosa. Agarro la muñeca de Jinsu y dejó en ella algo frío.

Jinsu intentó soltarse pero el agarre era férreo y su mirada se desplazó hacia su palma encontrando que en el medio de esta estaba una lleva plateada, nueva y con una pequeña figurita de vampiro.
-¿Qué es esto?- frunció el ceño.

-Lo que parecer- lo soltó- La llave de tu nuevo apartamento. Sabía que no lo comprarías así que lo hice yo. Queda a diez minutos de aquí de la empresa y está en la misma cuadra de donde estoy quedándome ahora. El camión de la mudanza estará esta tarde esperándote para mudarte-

-Wait, Wait, ¿qué es todo esto?- Jinsu casi se atraganta y se levantó de golpe soltando la llave sobre la mesa- ¿Qué mierda te pasa? ¿Crees que puedes decidir así sobre mi vida?-

-¿Tú lo hiciste sobre la mía y yo no me quejo tanto- señaló el lugar donde descansaba el collar de esclavo en su cuello.

Jinsu apretó los puños.

-Piensas sacarme eso hasta el día que me muera-

-Y espero que no sea pronto. Tengo mucho trabajo pendiente- Victor se acomodó para seguir trabajando. Ya había perdido mucho tiempo y para el tiempo era dinero-

-No voy a ir a ese lugar-

Victor cerró los ojos y sus uñas rasparon la madera de la mesa. Tal vez hubiera sido mejor que Jinsu hubiera sido una persona sumisa y tranquila. Así no le daría tantos problemas. Seguro que unos buenos azotes en su trasero regordete lo llevaría por el buen camino.

-¿Sé puede saber por qué prefieres el cuchitril donde vives a un apartamento en la mejor zona de la ciudad con más espacio del que necesites y muebles nuevos?-

Hasta Jin se impresionó de los detalles de su supuesta nueva casa. Sabía que sería un lugar para echar un buen follón cada vez que a su esclavo le viniera en gana y donde él lo dejaría tan seco que le costara levantarse pero pensó que solo estarían las cosas básica como camas y ya. Por eso le costó un poco decir lo próximo, después de todo era una oferta bien tentadora para alguien que había vivido en el mayor lujo y ahora vivía en la pobreza total.

-No quiero porque si abandono lo que por lo menos me pertenece, no tendré nada. Ese apartamento es tuyo y no seré de aquellos que se quede en la calle después que decidas patearme el trasero, que se nota que tienes cara de eso-

El comentario juzgando de cómo era él molestó un poco a Victor al que le vibró la ceja. Se giró y abrió una de las gavetas lanzándole un sobre encima de la mesa a Jin.

-¿Qué es eso?- el vampiro lo agarró entre sus manos.

-La propiedad del apartamento- soltó el humano relajado- Es tuyo, no tengo el supuesto derecho para sacarte de allí-

Jinsu sacó los papeles rápido y los leyó quedándose con la boca abierta. Miró a su esclavo con la boca abierta, sobre todo cuando había visto no solo su nombre en la propiedad sino el costo del apartamento. Ni su salario de cinco años juntos podía pagar aquello.

-Esta noche voy a ir así que asegúrate de tener todo preparado-

-Eres un bestia sabías- Jin guardó los papeles y agarró la llave. Si estaba a su nombre pues que se podía hacerir a vivir allí. Dejando al lado su orgullo debía aprovechar que su esclavo tenía dinero. De ese mismo orgullo no se vivía y debía aprender a lidiar con Victor pues sus vidas ahora eran solo una- No vayas hoy- soltó- Si me voy a mudar estaré muy cansado. No dejaré que me folles dormido o inconsciente-

Victor alzó una ceja.

-Nunca dije que íbamos a follar- vio temblar el cuerpo de Jin- Sé que ahora tienes que tomar sangre todos los días, solo iré a eso, pero si estás pensado en sexo como que no es mala idea- dijo tan relajado y en cambio las orejas de Jinsu se habían vuelto rojas.

¿Por qué demonios había tenido que mencionar la palabra follar?

-Victor jódete- le sacó el dedo del medio y caminó hacia la puerta tan rápido que cuando salió la puerta quedó abierta y Luca entró encontrando a su habitual jefe con el rostro relajado y los bordes de sus labios alzados.

Al parecer esta vez había ocurrido algo bueno, quizás no tanto para el Jinsu.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro