Panquecito, más suave
Después de una ducha caliente Jin estaba más caliente que la misma agua. Tenía un tipazo dentro de la habitación y de seguro que lo pasaría de lo mejor, en todos los sentidos. Con ese entusiasmo sacó los dedos de su interior y salió de la ducha secándose rápido. Estaba ansiado a pesar de que intentaba controlar su cuerpo y no saltar encima de su presa.
Salió del baño dejando que el lubricante se escurriera por su muslo, sabía lo excitante que podía ser esa vista. Se acercó al hombre moviendo de forma sexy sus cadera o lo que pensaba que era sexy. Realmente sus piernas estaban un poco inestables por la borrachera.
-Panquecito vamos a ponernos en acción- se acercó rodeando la estrecha cintura con sus brazos- la noche no eterna- y estoy hambriento y sediento. Esta última parte la pensó o sonaría realmente feo.
Victor entrecerró los ojos hacia Jin y tomó lo que quedó en la copa del vino. Agarró la barbilla del chico y la unió con su boca repitiendo el mismo movimiento íntimo que en la discoteca. Definitivamente el alcohol en la boca del chico era mucho más dulce. Cerró los ojos disfrutando del agradable saber y de la textura de la lengua del menor al enrollarla con la suya.
-Mójalo- le ordenó una vez que soltó los labios húmedos.
Jin sonrió de lado.
-Mira que puedes ser bastante exigente para echar un palo- soltó de forma vulgar empujando a Victor contra el sofá que se hallaba cerca. El hombre cayó con un sonido sordo. Jin subió su pie encontrándose con una marcada erección bajo la tela- Pero lo dejaré pasar porque estás bien bueno-
Sonrió ampliamente antes de quitarle la copa de Victor de la mano y dejarla a un lado, para después arrodillarse lentamente entre los muslos del humano. Este abrió más los muslos para que el chico se acomodara entre ellos pero no hizo más. Recostó su rostro contra su mano esperando interesado en lo que esa boca linda le haría.
Jin sabía que había captado su atención por lo que sacó todas sus dotes y acarició la parte superior de los muslos para llevarlo hasta el cierre del cinturón. Lo comenzó a desabrochar encantando que le costó más de lo que imaginó, refunfuñando al final. Pero una que lo logró suspiró, aliviado. Ahora venía la parte fácil.
Bajó el cierre del pantalón relamiéndose los labios por lo que encontraría detrás. El hombre le había dicho que lo mojara pero al parecer no sería una tarea difícil. Ya había una mancha en el bóxer oscuro del hombre. Jin enterró sus labios sobre la tela y lo besó con un sonido vulgar. Eso hizo que Victor mirara hacia abajo.
-Panquecito, me haces fácil el trabajo- se burló pasando la lengua por encima de la tela –Acaso no te has dado cuenta de tu estado. Estás bien grande. Me preguntó si no me romperás cuando me la metas- besó la punta que era la zona más húmeda para luego succionar provocándolo.
Victor no estaba para jugar por lo que agarró el cabello de la nuca de Jin y tiró hacia atrás su cabeza. Bajó la otra mano y sacó su pene de entre el bóxer poniéndolo delante del rostro del chico. Su mirada le advertía que hacer.
Jin se revolvió de su agarre con una mueca de disgusto en su rostro siendo soltado. Envolvió sus dedos con fuerza alrededor de la base del pene ajeno y apretó. Un gruñido vino por parte del dueño de este.
-Bebé no seas bruto conmigo- pasó la punta de la lengua por toda la erección y entrecerró los ojos- Yo también puedo sacar las garras- reforzó el agarre sabiendo que podía llegar a ser doloroso, pero eso en vez se apagar la pasión del ambiente solo la aumentó.
Los gemidos junto con el sonido obsceno provocado por succión era lo único que se oía en la habitación.
Las uñas de Victor estaban enterradas en los reposa manos y apenas podía contener los graves gemidos que soltaba. La cabeza que se movía entre sus piernas realmente hacía un excelente trabajo. Que decía, era el mejor sexo oral que la habían dado en su vida. Sino no estuviera en esas condiciones, todo excitado y con el vientre tenso.
La boca del chico lo engullía hasta la base apretándolo con los músculos de la garganta mientras la lengua suave acariciaba el resto de su miembro. Incluso había un ligero roce de sus dientes que se sentía realmente filoso pero que estimulaba de forma extraña todos los nervios de su pene.
Se mordió el labio y echó la cabeza hacia atrás. Todo a su alrededor se volvió blanco y apretó la cabeza del menor hacia abajo con fuerza. El orgasmo lo azotó como nunca antes y gruñó audiblemente mientras llenaba la garganta que lo devoraba. Su cuerpo se estremeció y los espasmos lo dejaron jadeando recostado relajado sobre el sofá.
Tuvo que cerrar sus ojos un momento para poner su mente en orden y controlarse. Realmente se sentía realmente bien. Había sido una buena idea ir esa noche a ese lugar, un regalo como lo que había encontrado era difícil de descubrir.
Sintió un peso sobre su regazo y abrió sus ojos. La imagen que encontró lo hizo estar completamente duro de nuevo. El joven se encontraba sentado a horcajadas sobre él y se relamía los labios terminando de limpiar lo que quedaba de su semen. Sus mejillas estaba todas sonrojadas y sus ojos brillaban excitados.
-Panquecito, casi me ahogas, no hagas eso- soltó buscando los botones de la camisa del Victor y abriéndolos uno por uno hasta que la esta estuvo completamente abierta- Además, ya tú te corriste pero yo estoy todavía esperando.
El humano se dio cuenta tanto de la erección como de la humedad de entre los muslos blancos y que choreaba de su trasero. Inconscientemente se relamió los labios. Cuando había sido la última vez que había estado tan caliente antes. No podía recordar.
Rodeó la estrecha cintura del chico mientras el otro brazo lo sostuvo por debajo de las nalgas y se levantó cargándolo. Caminó hacia la cama y lo lanzó rebotando el pequeño cuerpo contra e mullido colchón.
-Mi bebé está ansioso- se carcajeó Jin antes de que su tobillo fuera agarrado con fuerza.
-Cierra la boca-
-No critiques mi boca que mucho que te gustó cuando te estaba comiendo tu…-pero no terminó la frase porque fue girado boca abajo.
Las manos grandes de Victor le agarraron por la cadera y la alzaron. Pronto sintió un dolor que lo recorrió desde la nalga. El tipo lo había mordido y sin escatimar. Pero él lo que soltó fue un gemido y se estremeció. Sus cuerpos tenían muy buena química. Desde el primer besos había dado cuenta, quizás demasiado y eso no era bueno.
Algo suave, húmedo y caliente lamió por encima de su entrada y soltó un grito de impresión y miró por encima de su hombro. En serio ese tipo se lo estaba…
Jin se mordió los labios pensando que se correría de nuevo. No todos los hombres del mundo le gustaba hacer el llamado beso negro y creía que Victor estaría en la categoría de los que de seguro se negaría. La sorpresa era lo que más lo excitó.
-Espera panquecito, no sigas haciendo eso- apretó la sábana bajo él con sus dedos- O no creo que sea capaz de llegar al final-
Victor se alzó deteniéndose por completo. Oh, si, esa noche si llegarían al final. Por lo que bajó su pantalón hasta la mitad de los muslos y alineó la cadera del menor con su miembro y de una sola estocada se introdujo por completo.
-Ahhhhhhh- un grito se escuchó por parte de Jin que tembló completamente y su cuerpo perdió fuerza. Las manos del hombre eran lo único que le sostenían la cadera- Bestia, animal, perro, caballo- soltó varios insultos mientras unas lágrimas corrían por sus mejillas- Eso duele si lo haces de improvisto-
Victor se inclinó dejando que el cuerpo de Jin se recostara completamente en la cama y él todavía dentro de él recargándose a sus nalgas.
-Acaso no dijiste que te darías amor ante de entrar al baño- le gruñó contra su oído- Entonces por qué estás tan estrecho- sentía que las paredes internas lo apretaban casi son poderse mover.
-Es que tú eres muy grande- sollozó- Y hace un tiempo que no lo hago hasta el final. Por eso duele-
Victor chasqueó la lengua.
-no pienso salir- le dijo mordiéndole la oreja.
-Al menos hazlo lento- le pidió Jin abrazando la almohada.
Victor no le respondió pero al menos no fue brusco. Movió lentamente la cadera comenzando un suave vaivén mientras repartía besos por la delgada espalda. Jin sentía la agradable fricción sin la acostumbrada violencia que incluía el acto sexual y le pareció que era algo nuevo que descubría.
-Panquecito, eres más dulce de lo que aparentas- gimió para después gritar cuando la cadera de Victor chocó duro contra sus nalgas- Bebé, muy profundo-
El humano desplazó su mano buscando la barbilla de Jin y giró su cabeza hacia él asentándole un sonoro beso chupando sus labios.
-Se acabó el tiempo de ser gentil- se introdujo nuevamente haciendo que la cadera de Jin se alzara- Muerde la almohada porque te voy a hacer gritar.
Y gritar fue lo que hizo Jin el resto de la noche. El hombre no le dejaba descasar un segundo. Su cadera ya dolía, sus piernas estaban agotadas y sus brazos alrededor del cuello del Victor pronto perderían su agarre. Jadeaba y gemía contra el cuello sudado del humano.
-Panquecito, más suave- besó su clavícula y enteró sus uñas en la ancha espalda- Que bueno, que rico. Ah-
Oía como la vena latía estimulando aún más su sed. Su hambre estaba saciada por completo, más bien, estaba demasiado lleno, pero su garganta ardía y no era de gritar. Tenia una sed abrumadora.
Se pasó la lengua por sus colmillos más grandes de lo normal. Esta vez no era como las anteriores. Su pecho latía y quería morder, chupar, y algo más.
Sus instintos más salvajes hacia mucho se habían apoderado de él. Su sangre olía deliciosa y eso que no la había probado. Pero su mente dictaba que quería a ese hombre a su lado. Era demasiado delicioso, único, diferente, exótico.
Por lo que no se negó a dejarse llevar tanto por el alcohol como por sus instintos y abrió la boca dejando sus colmillos al descubierto.
Victor movía sus caderas hacia arriba enterrándose en el cuerpo a horcajadas sobre él. Abrazaba al chico apretándolo con fuerza. Se sentía realmente bien estar dentro de él a pesar de estar agotado después de tanto tiempo.
Lo que no se esperó fue sentir un dolor en su cuello que lo hizo llegar al momento a un orgasmo tan fuerte que su vista se puso negra. Y esta vez no se despertó.
Ahhh. Todavía me pregunto cómo escribo este tipo de escenas. Roja de vergüenza. La peor parte es cuando la leo después y me digo y yo escribí eso. Sobre todo cuando me recuerdo que no es el mas intenso del.libro. esto solo fue un aperitivo 🙊🙊😈😈
Y por supuesto, no voy a esperar casi comentarios pq este tipo de cap no son de comentar 😂😂😂😂😂😂
Si ven errores no se preocupen, que sé que hay, los corregiré después.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro