«Bebé ya estoy aquí, y dile al imbécil de tu jefe que también mueva su culo sino quiere que me entretenga con su querido amo» fue el mensaje que Eugene le había dejado a Luca y era la razón por la que el auto se acababa de detener debajo del edificio.

Victor había esperado a que Luca volviera por él y lo había esperado en la puerta del lugar del evento. Había mandado antes a Jinsu de vuelta a la casa, pero algo no lo mantenía tranquilo. Así que había salido lo antes posible y sin giros en dirección a la casa. Además de la inquietud, ellos ya tenían planes que debían cumplir sobre todo en la cama.

Hasta que recibieron la llamada por parte de Eugene. Vaya momento para llegar a la casa. Esperaba que conociéndolo no arruinara el resto de la noche. Conociéndolo era muy capaz solo por joderlo. Solo no se esperó que llegando a su apartamento escucharon un fuerte grito viviendo del interior y Victor reconoció de quien era.

Con el ceño fruncido caminó rápido por el pasillo para abrir la puerta. Si Eugene le había hecho algo a Jinsu...

Pero grande fue la sorpresa al entrar y encontrarse con el tremendo desastre en toda la sala de su casa y vidrios por todo el suelo. En medio de todo eso, sentado en el mueble dándole la espalda estaba la característica cabeza llena de hebras grisáceas. Al sentirlos miró por encima del hombro con lágrimas en los ojos.

-Vic...-

-No te muevas, mierda- otra voz se escuchó y apareció el cuerpo de Eugene enderezándose.

Este enfocó a los recién llegados.

-Qué bueno que llegaron, no tengo intenciones de hacer todo el trabajo- dijo Eugene corriendo su cabello hacia atrás y lanzando a un lado el paño con que estaba terminando de limpiar las heridas en el hombro de Jinsu.

Victor frunció el ceño e ignorando todo el desastre dio la vuelta al mueble y miró al vampiro. Sus ojos se fijaron sobre todo en la que tenía en el rostro.

-¿Qué demonios pasó?

-Pues no me lo vas a creer- dijo Jinsu con una mueca de dolor cuando Eugene comenzó a limpiar con ácido la herida del rostro- Ahhhh, duele.

-Estate quietoooo- el otro vampiro no parecía tener mucha paciencia en ese momento- Luca, amor mío, aguántalo- le ordenó a su esclavo cuando hubo un gruñido y no fue de parte del perro que estaba a los pies de Jinsu.

Eugene dejó de hacer aquello y miró a Victor.

-No se queda quieto, sino quieres que Luca lo aguante pues mueve el culo y hazlo tú. Todavía tengo cosas que atender con quien tenemos encerrada en el baño.

EL ceño de Victor se hacía cada vez más fruncido.

-¿Quién es?- preguntó con voz grave sentándose al lado de Jinsu y agarrando sus manos- Quieto.

-A mí no me des órdenes Victor, Ahhhhh- gritó cuando Eugene le puso el paño con ácido de nuevo en el rostro.

Victor tuvo que soltar sus muñecas y envolver sus brazos rápidamente alrededor de él. Ya sabía cómo este reacciona tras esos cuidados y Eugene no estaba siendo nada agradable en ese momento. Bueno... Eugene pocas veces era amable. Solo con Luca y cuando era fuera de la cama. Y estaba tan centrado en terminar la curación que se había olvidado de la situación.

Solo cuando Eugene soltó el último pañuelo en el suelo, y había vendas sobre las heridas de Jinsu, Victor pudo dejar que sus músculos tensos se relajases. Jinsu cayó completamente sobre él jadeando y agotado.

-Ahora déjame dormir un poco- dijo él con los ojos cerrados para después abrirlos de golpe- No, no puedo dormir todavía.

-Oye, ponte de acuerdo, si- Eugene rodeo el sofá y se acercó a Luca que había estado todo el tiempo en el lugar esperando indicaciones. Rodeó su cuello con el brazo doblándolo hacia él y le dio un notable y sonoro beso en los labios.

Victor chasqueó la lengua.

-Vayan a follar a otro lado, no en mi... casa- había estado tan enfocado en Jinsu que ahora decepcionó nuevamente de lo que había ocurrido realmente. Del destrozo y del causante de este- Eugene, qué fue lo que ocurrió.

El vampiro soltó el labio de su pareja dejando un marcado punto rojo en este y enfocó a Jinsu.

-Pregúntale a él. Cuando llegué ya todo estaba hecho un desastre.

Victor bajó la cabeza hacia Jinsu. Este alzó la suya y con un puchero le hizo el recuento rápido sin mencionar los recuerdos que nuevamente se hacían nebulosa en su cabeza. Como si algo los intentara borrar.

-¿Fue Iris?- Victor tenía los ojos más abierto de lo normal y se levantó en dirección al baño escuchando un gruñido por parte de Jinsu en su espalda.

Victor abrió la puerta del baño casi de un tirón mirando a la mujer amarrada recostada contra la pared. Ante el estruendo esta abrió ligeramente los ojos.

-¿Victor?- preguntó con voz ronca para darse cuenta de la situación en la que estaba- Pero... por qué estoy amarrada. Victor.

-Oh, despertó- Eugene se asomó empujando a Victor y caminando hacia ella. Se arrodillo frente a la mujer y alzó su cabeza con el dedo- Tienes mucho que explicar cariño. Eso si quieres salir en una sola pieza de aquí.

La mujer palideció

***

-En serio, no sé de qué están hablando- Iris, ahora amarrada a uno de los butacones de la sala decía con los ojos llenos de lágrimas-

-No mientas- el que había perdido la paciencia era Jinsu que había intentado detenerse, pero Victor lo había agarrado del muslo para mantenerlo sentado- A mí no me aguantes- le golpeó la mano para esta vez sentarlo Eugene poniendo su mano sobre su hombro sano y tirando de este hacia abajo.

-no estoy mintiendo... yo.

-Eso tengo que verlo- Eugene se levantó y se puso delante de ella haciéndole seña a Luca de que la aguantara desde atrás- Si viniste aquí como una marioneta es porque le pediste algo a tu amo temporal. Veamos quien es- puso la mano sobre la cabeza de ella y cerró sus ojos.

El rostro de la mujer palideció y se quedó petrificado.

-¿Qué está haciendo?- Jinsu se giró hacia Victor a su lado y le agarró la mano masajeando la piel enrojecida por el manotazo que le había dado antes.

-Eugene puede leer la mente de los demás, para ser más específico los recuerdos de cada persona- le explicó intentando quitar la mano indignado por haber sido golpeado y ahora consolado, pero debido a la fuerza del vampiro esta la mantenía en su lugar, aunque era Jinsu el que realmente estaba herido.

Otra vez veía vendas en su cuerpo, sobre su hombro y torso. Solo el rostro no estaba cubierto dejando a la vista un largo surco que sabía desaparecería pronto, pero por el momento estaba ahí.

-Oh, ya veo. Y desde cuando se conocen ustedes dos.

Victor lo miró por el rabillo del ojo.

-Ahora vas a ser el tipo tóxico de la historia.

Jinsu pestañeó varias veces.

-Yo no soy tóxico. Pero es lógico que como tu amo tenga que saber qué relación tienes con un vampiro y más uno como él. Eugene no es alguien a tomar a la ligera- le protestó.

Victor chasqueó la lengua.

-Es alguien que conozco desde hace mucho. Es el amo de Luca.

-Oh, ya veo, con razón el rostro de Luca se vuelve tan manso cuando habla con él- dijo Jinsu

-SHHHHH, cállense demonios- Eugene les gritó a los dos.

-Y vaya carácter que tiene- Jinsu se dejó caer de lado recostando la cabeza sobre el hombro de Victor- Ah, nuestra rica noche se echó a perder, al fin y al cabo. No debí repetirlo antes, al final se volvió realidad.

Victor se tensó cayendo en cuenta. Jinsu estaba herido y la casa hecha un desastre, tenían que tratar con Iris y además, Eugene y Luca estaban allí. Pues sí, todo indicaba que la noche activa de sexo la tendrían que posponer.

Eugene se apartó de iris que se quedó embobada y este no mostraba una buena expresión.

-¿Qué ocurre?- Victor se dio cuenta de esto.

Eugene fulminó a JInsu con la mirada.

-Se puede saber con quién demonios te has metido- lo regañó- No pude encontrar nada, nada relacionado con quien ella hizo el pacto. Solo me queda pensar que el vampiro que la convirtió en marioneta es lo suficientemente fuerte y antiguo como para alterar los recuerdos. Si sabes a que me refiero.

Y Jinsu lo sabía bien. Quizás eso tenía que ver con algunas de las lagunas mentales que tenía desde hace tiempo.