
Jugando
Victor se dejó caer en la cama secándose el cabello mientras veía los créditos de la película y por la música supo exactamente cuál era. ¿Quién en pleno siglo 21 no conocía Titanic? Lo que... no eran ya bastantes años para que alguien llorara por ella.
-Jack no tenía que morir- escuchaba a Jinsu dar una pataleta en la cama- Los dos cabían en la tabla. Rose tacaña.
Victor ni siquiera le prestaría atención, pero por supuesto no pasó mucho tiempo antes que su esclavo reclamara precisamente su atención y lo hizo a su forma. La cama se movió detrás de él y pronto tuvo los brazos se Jinsu envueltos alrededor de su cuello.
-Victoooorrrrr- Jinsu se recostó contra él pegando todo su cuerpo desnudo contra su espalda y apoyó su barbilla en el hombro del humano.
-Para estar bastante herido estás muy enérgico- Victor soltó un suspiró.
-No estoy tan enérgico como quisiera. No hay una uña que no me duela- dijo el vampiro- Así que déjame dar algunos sorbitos. Sorbitos, sorbitos.
Victor giró su cabeza a un lado para que sus miradas se encontraran.
-Sorbitos de qué...
-Ah, mira que puedes ser menso en algunos momentos. Sorbitos de sangre, o quieres que te meta la dentadura completa. Tú me avisas, yo dispuesto.
Victor cerró los ojos. Ya se imaginaba que esto ocurriría debido a que había sido atacado. La vez pasada había terminado hasta con los colmillos metidos en... mejor no recordar aquello. No era bueno para la salud, a pesar de que se había sentido brutal.
Lentamente corrió el cuello hacia un lado dejando espacio para que Jinsu lo mordiera y los ojos del vampiro brillaron.
-¿en serio? ¿no vas a protestar y poner mil peros?- preguntaba con emoción- ¿Puedo morderte todo lo que quiera?
Victor chasqueó la lengua y alzando la mano agarró el cabello de la nuca de Jinsu sin tocar la venda que envolvía las heridas que pronto cerrarían allí, y lo jaló hacia abajo para que su boca quedara pegara a su piel.
-Acaba de terminar esto de una vez- ya protestó el humano sacando una sonrisa de Jinsu que le dejó un besito en el cuello.
-Cómo quieras, como quieras- al parecer tendría que trabajar un poco más en que su esclavo mostrada más sus emociones, aunque si lo hiciera no sería el Victor que tenía ahora y que le era tan interesante.
Y tras esto inclinó su cabeza y lamió toda la zona descubierta dejando un trillo húmedo sobre todo donde palpitaba la vena.
Jin se relamió los labios y por encima de los colmillos que ya estaban desenfundados por completo. Sus orbes se fueron tornando de un color carmín lo que no tan brillante como otras veces. Mantenía su instinto bajo control a pesar de haber peleado, ser herido y curado de plata. Quizás era porque Victor últimamente lo mantenía bastante lleno que no tenía problemas para atacarlo con hambre voraz. Por lo que ahora podría entretenerse dado que su esclavo estaba más tranquilo de lo normal
Era momento de jugar ya que no podrían llegar al round final.
Jinsu raspó la piel del cuello de Victor varias veces sin herirlos sintiéndolo temblar debajo de él. Las manos del humano apretaban las sábanas al costado de sus muslos y tenía los labios y ojos apretados. No dejando salir un sonido, eso cambiaría pronto. Jinsu tenía que reconocer que le gustaba como sonaba el humano como gemía, así que porqué ahora se le negaba eso.
Por lo que abrió la boca y de golpe enterró los colmillos en la piel. A la mierda los sorbitos.
Ante esto Victor abrió tanto los ojos como la boca y un gemido grave salió de su garganta.
-Mierda- protestó después apretando sus dientes. Sin embargo, no se movió ni se retiró.
Jinsu envolvió aún más los brazos alrededor del cuello de Victor y comenzó a sorber con gusto tragando el espeso líquido que cada día sabía más delicioso. Y más cuando se mezclaba con el olor corporal que llegaba a su nariz. Era una mezcla exótica. Y por supuesto rápidamente el cuerpo de cuerpo de Victor comenzó a reaccionar ante el estímulo de los colmillos.
Los ojos de Jinsu brillaron al ver lo que se abultaba bajo la toalla alrededor de la cadera de Victor y sus manos temblaron de ansiedad. Bien sabía él lo que le gustaba jugar con esa parte de la anatomía del humano, lo grande que era y lo bien que se sentía contra sus dedos. Así que no se tardó en desenroscar uno de sus brazos y estirarlo hasta poner sus dedos sobre la erección marcada.
Otro gemido salió de Victor que le agarró la muñeca dejando su mano quieta.
-Las garras- Jinsu pensó que este no le dejaría jugar, pero en cambio... solo le recordó este pequeño detalle.
Y es que el vampiro no se había dado cuenta, pero ya no ocultaba su verdadero ser cuando estaba con Victor, como cuando lo tenía que hacer cuando tenía sexo con alguien más en el pasado. Y su esclavo como que le había tomado pavor a sus garras y colmillos sobre todo alrededor de su pene debido a ESE incidente, tal vez... se le había pasado la mano aquella vez.
Sin embargo, Jinsu no retrajo sus garras. Por su parte sacó sus colmillos y Victor se quejó. Debajo de la toalla ya se sentía caliente y húmedo. Victor había estado casi al borde de correrse, pero Jinsu quería probar algo más.
-No te lo voy a arrancar, así que no tengas miedo- Jinsu le lamió la oreja para después darle un besito en la mejilla.
El humano gruñó.
-Tus garras lejos de mi pene, ahora o te saco del cuarto- su voz se escuchaba agitada y su aliento caliente.
Jinsu hizo un puchero pues sabía que su esclavo era muy capaz de botarlo y él tendría que entrar por el balcón nuevamente porque no dormiría solo, al menos no esa noche.
-Está bien, está bien- dijo haciendo desaparecer sus garras dejando sus dedos largos y delgados sobre la tela- ahora me sueltas.
Victor lo miró de reojo con esa típica mirada de advertencia que Jinsu siempre ignoraba al final. Abrió su mano y dejó su muñeca libre para que el vampiro hiciera su trabajo pues su miembro dolía demasiado para ese momento y solo quería llegar a la liberación.
Jinsu tenía una sonrisa traviesa en sus labios y se relamió los labios quitando los restos de sangre que estaban allí. Llevó sus dedos el duro y definido abdomen de su esclavo y los recorrió con la punta de sus dedos, bajando hasta el borde de la toalla, donde la levantó para meter su mano.
En el preciso momento en que sus dedos agarraron el miembro erecto y palpitante, Jinsu volvió a morderlo. Victor soltó un audible siseó entre los dientes apretados y casi se levanta de la cama, pero el brazo de Jinsu alrededor de sus hombros lo mantuvo en su lugar.
El cuerpo entero de Victor se sentía a punto de correrse. Los colmillos en su cuello, aquella mano moviéndose de arriba abajo con facilidad gracias a la cantidad de líquido pre seminal que salía de su glande, pero no podía, el vampiro enganchado a su vena lo tenía tanto en el límite que creía que pronto se desmayaría.
-Jinsu...demonios- maldijo apretando la sábana entre sus dedos. Los músculos de sus muslos abiertos estaban tensos y una ligera capa de sudor empapaba perlaba la piel de su abdomen y pecho.
Lo que Victor no sabía era lo que le gustaba a Jinsu ponerlo en ese estado, donde apenas podía controlar su cuerpo y estaba literal... siendo esclavo de él.
-Déjame correrme- intentó que saliera como si fuera una orden, pero en vez de eso sonó asquerosamente como a súplica. Y lo peor es que en ese momento... no podía pensar claramente como para maldecirlo como debía, porque él no era sumiso.
Un leve bufido salió de la garganta del vampiro que comenzó a sacar sus colmillos lentamente. Él quería jugar mucho, mucho más, pero tenía que reconocer que su cuerpo estaba en el límite y las heridas en su cuerpo debido a la plata y la forma de curarlo, lo tenían bastante débil y adolorido. La cama lo llamaba a dormir y recuperarse, lo que podría hacerlo ahora más fácil con la barriga llena.
Sabiendo el estímulo de sus colmillos dejó que estos llegaran a la punta y en el momento que apretó el glande de Victor entre sus dedos, los enterró nuevamente en su cuello favorito y esta vez dejó que el orgasmo de Victor se manifestara, aunque...
Victor gruñó al sentir todo su cuerpo latir y que su miembro palpitara de forma desesperada al orgasmo recorrer sus venas, pero un gruñido que resonó en toda la habitación salió de él cuando este fue tronchado de repente. Algo lo estaba impidiendo.
Al bajar la mirada encontró el pulgar de Jinsu en el medio de su glande y no solo este, la garra de él se perdía en el interior, no haciéndole daño, pero si se sentía realmente extraño tener algo dentro de esa zona... y a la vez tan estimulante que su cabeza daba vueltas.
Abrió la boca para decir el nombre de su amo, mas no pudo, las palabras no salían, todo su cuerpo era una fibra nerviosa que tembló cuando los colmillos de Jinsu se retiraron y este lamió su oreja.
Se estaba burlando de él. Y se lo haría pagar muy duro después.
Jinsu era consciente de esto, pero tenía que cerrar la noche con broche de oro ya que como tal él no estaba recibiendo ese tipo de atención. Y para concluir mordió el lóbulo tentador delante de él retirando de forma rápida la uña de la uretra de su esclavo provocando que el orgasmo fuera casi enloquecedor para el humano.
Jinsu tuvo que poner su mano sobre el glande para que el semen no chorreara por todos lados, lo que sería un desperdicio, quedando solo en sus manos, en sobre el miembro rojo con las venas marcadas y el vientre de Victor que se estremecía con los dientes apretados bajo los efectos del orgasmo.
Solo cuando este cesó sintió que pudo respirar de nuevo, pero no tenía fuerzas en su cuerpo y todo su peso recayó sobre Jinsu. Sus párpados cerrados, y jadeando en busca de aire. Jinsu, por su lado con una sonrisa satisfecha por haberlo dejado en ese estado tan... tan... las palabras no podían describirlo.
-Lindo- le besó la mejilla para luego correrse y dejarlo acostado.
Victor pasó una mano por encima de sus ojos y se quedó allí simplemente respirando con la boca abierta, su pecho subía y bajaba de forma acelerada.
Jinsu llevó la mano empapada de líquido blando y no dejó que se desperdiciara nada de su esclavo y lo llevó a su boca lamiendo cada centímetro sobre todo enfocándose en su garra mojada que chupó. Luego gateó hasta donde estaba el desastre mayor y se inclinó para limpiar toda la zona.
Lamiendo la piel de la ingle, el vientre y
-Ah- una palmada dura cayó sobre su nalga, que lo hizo mirar por encima del hombro y sentarse sobre sus tobillos sobándose la zona golpeada.
-¿Qué estás haciendo?- Victor que tenía la mano roja evidencia que aún le quedaban fuerzas como para nalguearlo, lo miró por debajo del brazo.
-Limpiarte- Jinsu respondió entrecerrando los ojos- malagradecido.
Y se quedó esperando respuesta por parte de Victor que no llegó. Su esclavo simplemente bajó el brazo de nuevo dejando a Jinsu algo confundido.
Como que Victor estaba más condescendiente esa noche que otras.
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