Conexión mas fuerte entre amo y esclavo
Jinsu les había hecho sexo oral a algunas personas. No era su práctica favorita siempre y cuando su pareja estuviera realmente buena. La mayoría de las veces por las que no le gustaba era porque el miembro de este no lo satisfacía o porque realmente le daba asco. Era bastante exquisito en este punto.
Pero quizás era porque Victor era su esclavo pero tenía que reconocer que chupar su pene lo encontró sorpresivamente adictivo. Y de cierta forma delicioso. Se separó un momento solo para lamerse los labios y sus colmillos. Miró hacia arriba solo para encontrar que Victor estaba con la cabeza recostada hacia atrás y los ojos cerrados. Por lo visto estaba disfrutando de lo lindo.
Bueno, ese era el objetivo después de todo. Así que continuó porque la mejor parte aún no llegaba. Iba a ser a su esclavo gemir tan alto que se avergonzaría de estar vivo.
Así que abrió su boca y la cerró alrededor del gordo glande de su esclavo y efectivamente lo escuchó gruñir. Eso era lo que quería. Sorbió disfrutando del sabor de Victor, el líquido preseminal ya salía de la punta de su miembro y Jinsu lo sentía en su paladar.
Poco a poco lo fue engullendo en su boca. Fue algo difícil de hacerlo completamente. Victor estaba muy bien dotado y sus colmillos ahora estaban alargados por lo que las posibilidades de pincharlo y herirlo eran grandes aun así dejó que la punta de estos se desplazara por toda la superficie de carne dejando un fino tramo que sabía que con el nivel de excitación del humano no se daría cuenta pero que mandaría su lívido por el cielo como siempre lo hacían sus colmillos.
Y una vez que su nariz tocó la piel de la pelvis de Victor pudo sentir el miembro de este palpitar en su garganta. La mano de su esclavo se posó en su cabeza y lo sobresaltó un poco. Esperaba que no le pusiera las cosas más complicadas de lo que ya estaban como hacían mucho que te presionaban la cabeza como si no necesitaras aire. Pero en cambio la caricia de Victor fue suave y desplazó su mano por su cabello hasta su nuca donde solo la dejó ahí. Sin hacer presión.
Jinsu esperó unos pocos segundos, impresionado y retrocedió para solo dejar la punta entre sus labios sin haber tenido resistencia. Al parecer su esclavo no tenía intenciones de asfixiarlo violentamente. Esta vez sí sonrió. Después de todo. Si le habían puesto este hombre en el camino era por una razón aun con todos los defectos que tenía. Aunque tenía que reconocer que Victor tenía un lado ¿amable? Quizás, aunque no sabía cómo mostrarlo.
Comenzó un movimiento constante de arriba abajo sobre el miembro de su esclavo. La saliva se escurría de sus labios mientras movía su lengua alrededor de aquello en su boca. Y dios, estaba también duro. Ponerse en ese estado haciendo un oral solo significaba que le estaba gustando.
Y la mano de Victor que se mantuvo en su nuca todo el tiempo simplemente presionaba un poco pero de forma de masaje. Parecía sumido en su propia excitación. Pero Jinsu sabía cómo darle un verdadero orgasmo. Engulló aun más profundo el miembro mientras con sus dedos presionó los testículos duros de su esclavo haciendo que este soltara un gemido grave y frunciera el ceño.
Jinsu alzó una ceja. Así que ese era uno de sus lugares erógenos. Tomaría nota.
Saboreó un poco más hasta que lo sintió temblar en su boca y tensarse. Estaba cerca, pero antes de hacerle llegar lo sacó completamente de su boca haciendo un desastre en la mandíbula de Jinsu.
Automáticamente Victor abrió los ojos y lo fulminó.
-¿Qué piensa que ha…- pero antes de seguir ya Jinsu se había levantado y sentado a horcajadas encima de sus piernas.
-Te dije que te daría una buena recompensa y que mejor que mis colmillos en ti- su aliento caliente le acarició antes de lamer el cuello expuesto del hombre- Así que mientras disfrutas, aliméntame-
Victor tembló bajo su toque. Jinsu sabía que los esclavos eran débiles ante sus dueños y más cuando estaban en ese nivel de excitación. Y hoy Victor era un algodón de azúcar moldeable en sus brazos.
-Lindo- no pudo evitar decir pero antes que Victor pudiera protestar abrió su boca y enterró sus colmillos hasta la encía dentro de su cuello donde la vena latía.
Lo próximo que se escuchó fue el grito del humano tras un fuerte orgasmo, corriéndose sobre la ropa de Jinsu que se abrazaba a él. Las manos temblorosas del esclavo le apretaron la cadera a su amo cuando el orgasmo no se detuvo. Se prolongó haciendo que los músculos en su cuerpo se tensaran.
¿Qué estaba ocurriendo?
Jinsu sonrió contra el cuello de Victor. Lo estaba mordiendo de una forma excitante y chupaba cada delicioso bocado de sangre deleitándose con el sabor. Pero él también estaba dolorosamente duro y necesitaba correrse con urgencia. Así que aunque disminuyó la intensidad con la que estaba afectando el orgasmo al humano bajó su propia mano y dejó a la vista su erección y la comenzó a tocar.
Gimió contra el cuello de Victor. Le gustaba. No podía negarlo. Alimentarse, oler a su esclavo y sentir placer de aquella manera era rico pero sentía que faltaba algo. Se removió incómodo y tocó con sus nudillos la todavía dura erección de Victor. Y lo supo.
No esperó mucho cuando abrió su mano y envolvió sus dedos uniendo las dos erecciones. Y etsa vez ambos experimentaron otra sensación más intensa que antes. Jinsu incluso soltó el cuello de Victor y se quedó mirándolo, su mano nunca se detuvo. Las miradas de ellos se entrelazaron, no dijeron nada pero pronto la mano de Victor se unió a la de él creando una mayor ficción.
Jinsu tembló notoriamente. Demonios si se sentía bien. Olía como la sangre de Victor salía de su cuello a travez de su mordida y aunque le costó trabajo romper el enlace visual que tenían, no pudo contra su instinto. Lo ansiaba, lo necesitaba. Victor sabía tan rico.
Y así, cuando lo volvió a morder fuerte lo llevó de nuevo al orgasmo y esta vez él fue arrastrado ante la ola de placer, dejándolo saciado, con la barriga llena y una sonrisa en su rostro.
Les tomó algunos minutos recuperarse y otros procesar lo que acababan de hacer. Porque si, lo habían pasado realmente bien. Los dos por igual, y además algo dentro de ellos se había reforzado. Jinsu sobre todo lo sentía por el enlace, pero no quería hablar. Tampoco era que tuviera muchas fuerzas para eso.
-Levántate- la voz de Victor sonaba satisfecha pero agotada. Con razón, le había hecho tener el orgasmo más loco de su vida sin llegar al sexo. Si le dijera otra cosa, lo golpeaba allí mismo.
-No quiero- Jinsu dijo con un enorme puchero y enroscó sus brazos alrededor del cuello del humano en rebeldía.
-No pienso quedarme así cochino- Victor protestó.
-Oye cállate de una buena vez. Acaso no disfrutaste de tu recompensa, al menos ese humor tuyo debió haber cambiado algo-
Jinsu se esperó una protesta, en cambio hubo silencio. Bufó por lo bajo. Había dado en el clavo.
-Puedes limpiarnos y ya, resuelto el problema- concluyó Jinsu sin más.
Victor frunció el ceño.
-Estás abusando de tu poder en estos momentos. No soy tu esclavo-
-Corrección, si lo eres. Y yo soy tu amo. Así que como yo fui un buen amo recompensando a mi esclavo, él nos va a limpiar y cambiar la ropa y felices y coleando-
Oyó a Victor chasquear la lengua. De seguro no estaba acostumbrado a que lo mandaran de aquella forma. Que se fuera acostumbrando.
Jinsu sonrió cuando lo sintió levantarse con él sosteniéndolo de las nalgas. Enrolló sus piernas en la estrecha cintura para no caerse y se aferró a su cuello sin desaparecer su sonrisa, más bien se acomodó contra él a pesar de que sentía lo pegajoso de los fluidos de ambos contra sus cuerpos. No le importó realmente.
Victor lo llevó al baño y lo dejó sentado sobre a meseta del lavamanos y le lanzó una toalla.
-Hazlo por ti mismo- le dijo el humano mientras se quitaba la camisa de seda que era un desastre.
-Tacaño- protestó Jinsu mojando la toalla a su lado y comenzando a limpiarse pero…- tendrás que alcanzarme un piyama limpio- señaló el suyo que arriba y abajo estaba lleno de fluidos manchando la tela- No creo que pueda dormir en este estado. Ah sí, y creo que tendrá que ser tuyo. Solo tengo este- le sonrió mostrando sus colmillos.
Victor gruñó y lanzó la toalla sobre la meseta como si estuviera de mal genio.
Jinsu volvió a bufar viendo cómo salía del baño.
-Protesta pero al final lo busca. Realmente es lindo-
Pocos minutos después Victor volvió cambiado de ropa y le entregó un piyama de él y Jinsu nada más lo miró.
-De aquí me sirve nada más la parte de arriba-
-No es mi problema- Victor sacó su cepillo de dientes y se lavó la boca antes de dormir.
Jinsu con un puchero se quitó la ropa al lado de él consciente que el humano lo miraba por el rabillo de ojo y se puso solo la parte de arriba del piyama. La gran camisa de seda se sentía suave pero se corría para todos lados.
Y con una pícara sonrisa cruzó sus piernas expuestas y se dejó abierto el primer botón dejando a la vista su hombro.
-Y bien panquesito ¿cómo me veo?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro