La excitación se le había ido completamente para la cabeza. Y al parecer no solo a él. Los orbes azules del humano casi soltaron chispas ante la tentadora sugerencia. Mandarlo todo a la mierda era una buena opción, pero una voz los interrumpió aplacando de golpe la calentura entre ellos.

-Oh Presidente, me alegro que hayas venido. Hace tiempo que es complicado coincidir con usted en el mismo evento.

Jinsu casi suelta una sonrisa de ironía. Claro que iba a estar ahí era el lanzamiento del producto que estaba a cargo de su empresa. Esa era una simple excusa de la mujer para llamar su atención. Algo bastante complicado con el gusto... extraño de su esclavo.

-Un placer verla de nuevo, señorita Locers-

El tono que usó fue neutro y no era no era coqueto, completamente diferente al que acababa de usar con Jinsu que había estado cargado de connotación sexual, pero para Jinsu que fulminaba a la mujer su sonó bastante empalagoso. Y no tanto por Víctor sino por la mujer que se lo devoraba con la mirada, eso no le gusta el vampiro era lo suficientemente dominante para molestarse por ese simple hecho y como que la mujer ni siquiera había hecho el menor esfuerzo de percatarse en su presencia. No era que le importaba eso, lo que le fastidiaba era la atención que le estaba dando a su esclavo. Víctor era suyo y ninguna perra iría detrás de sus millones ni de su casa.

-He estado mirando tu proyecto y me parece realmente interesante- la mujer siguió hablando pasando sus dedos por el borde de la silla al lado de Víctor como mandándole el indirecto para sentarse, sin embargo, la invitación no salió de la boca de Víctor.

Él acababa de romper su compromiso y sabía las consecuencias de enredarse con una mujer y más una que solo estaba en aquel lugar por las influencias de su padre. Era del tipo de mujer que solo estaba a la caza de la mejor presa, y el no sería una de ellas. Además, ya podía sentir la mirada del vampiro sobre su nuca, una mirada muy acusadora y conociendo a Jinsu podría hacerle un espectáculo allí mismo.

-Qué crees si termine el evento invito a una copa. Podemos ponernos al día. Incluso puedo contarte de los nuevos negocios de mi padre. De seguro alguno le puede interesar.

Jinsu sonrió de lado incrédulo. Intentando incitar a su esclavo con nuevos negocios cuando el humano era una máquina de dinero sin mover un dedo. El vampiro no podía negar que la mujer era realmente atractiva y que su vestido, aunque no estaba acorde con el evento mostrando más de lo que tapaba, acariciaba unas buenas curvas femeninas. No era que fuera alguien con prejuicio con el código de vestimenta, pero se notaba que esa mujer no estaba allí para negocios. Más bien, tenía otras intenciones que se notaban desde lejos.

Víctor pareció pensarse la decisión o eso fue lo que le pareció al vampiro debido a que el humano no estaba rechazando la oferta tan rápido como le hubiera gustado. Bueno, en ese caso él tendría que darle el empujoncito que le hacía falta. Sin mucho disimulo hizo como que se le caía la cuchara en el suelo.

-Ups, lo siento- por primera vez interrumpió entre los dos y la mujer lo miró. No por mucho tiempo pues Jinsu ya se había inclinado por debajo de la mesa para agarrar la cuchara, lo que sus dedos en vez de cerrarse alrededor de la pieza lo hicieron en torno al miembro de Víctor. No fue con la intención de excitarlo como normalmente lo hacía sino más bien de advertencia y apretó. Cuando se enderezó y se sentó en la silla todavía lo sostenía firmemente por debajo de la mesa lejos de las miradas de los demás, pero haciendo muy consciente a Victor de su presencia. Pudo percibir una vena hincada en la sien del humano que tenía el rostro girado hacia la mujer.

-Lo siento, pero estoy muy ocupado. Tengo algunas cosas que hacer después de salir de aquí y en los próximos días- rechazó la oferta de ella sabiamente ante la sensación en el medio de sus muslos que estaba lejos de ser excitante.

Una pulsada de dolor lo recorrió y lo tuvo que disimular muy bien para no ser expuesto. También contuvo un gruñido de rabia, odiaba que jugaran con él así, por lo que bajó su mano y apretó la muñeca de Jinsu con fuerza, intentando alejarlo inútilmente. Jinsu era de lejos mucho más fuerte que él y ni siquiera pudo separar aquellos dedos un milímetro.

El rostro de la mujer se desfiguró en una mueca desilusión y disgusto ante la respuesta que para nada le gustó. Y parecía que no tenía intenciones de ceder.

-Quizás en otro momento podamos hacerlo- dijo con esperanza- Sé que es un hombre ocupado, pero prometo no desilusionarlo

Ante esto los dedos de Jinsu apretaron aún más. Víctor supo que si no cuidaba su respuesta esa noche se quedaría realmente sin sexo y no precisamente por la negativa del otro. Ya estaba siendo realmente doloroso, lo bueno era que no estaba usando sus garras porque si no su amigo ahí abajo estaría en problemas.

-Quizás en algún momento, no puedo decirle nada pues él tengo el tiempo muy limitado- fue la forma más cortes que tuvo es rechazarla.

La mujer apreté los labios con fuerza y pareció que quería seguir insistiendo, pero...

Acaso no escuchaste- Jinsu ya había perdido toda la paciencia con ella y que estuviera alrededor de lo que le pertenecía a él- No puede atenderte, ten un poco de dignidad y vete- su tono fue tosco.

El rostro de la mujer se puso rojo de la vergüenza y se dio media vuelta para irse sin despedirse.

-Ves, no es tan complicado- Jinsu le dijo esperando a que ella desapareciera entre la gente para abrir sus dedos soltando el miembro de Víctor que palpitaba- Solo estaba esperando a ver qué le respondías a esa pu...- se contuvo de seguir el insulto. Sus colmillos eran visibles por debajo en sus labios

-No me hables como si fuera tuyo- Víctor le gruñó sobando con disimulo su ingle.

-No sé qué te has pensado, pero eso que hay abajo es mío. Y si piensas que voy a dejar que alguien más lo toque estás muy equivocado, para eso eres mi esclavo- hablaba más su parte posesiva y primitiva que el mismo Jinsu.

En otro momento pudiera parecer una amenaza, pero no precisamente en ese y la atmósfera entre los dos se estaba volviendo rara. La tensión entre ellos estaba mucho más alta que otros momentos. No porque estaban en medio de una sala llena de gente. Inconscientemente estuvieron mirando donde se encontraba el baño, pero sus planes fueron frustrados cuando la música comenzó a sonar y las luces bajaron de intensidad. El evento había empezado y la atención sexual entre ellos solo se tomaría unas leves vacaciones.

Aparte de todo lo que se decían, ambos eran muy consciente de cómo terminaría la noche.