Luca abrió la puerta del apartamento a las 5: 50 de la mañana. Victor ese día le había indicado que tendrían cosas que hacer como por ejemplo salir a comprar ropa muy temprano y cuando él ordenaba eso incluía el desayuno y despertarlo. Ya estaba acostumbrado a ello y a que Eugene protestara porque lo soltara y saliera de la cálida cama. Pero después de tantos años como que era parte de su rutina.

En silencio se desplazó hacia la cocina mirando que podría preparar porque aunque su jefe vivía con un vampiro y no moriría literal de hambre dado su enlace, el hambre si era parte del día al día. Así que preparó rápido los ingredientes encima de la mesa antes de dirigirse al cuarto de Victor para despertarlo. Pero al abrir se llevó una leve sorpresa al ver que este no estaba solo. Estaba acompañado y bien acompañado. Desde una mascota, un peluche y por suerte el dueño de esos dos. Si Eugene se enteraba se estaría burlando del humano hasta que este soltara las clásicas palabrotas de cuando perdía la paciencia con el vampiro.

Lentamente se acercó y tocó el hombro de Victor dormido profundamente boca abajo.

-Buenos días presidente, es hora de levantarse-

Victor gruñó levemente y restregó su rostro contra la almohada para desperezarse. Se sentía cansado pero a la vez satisfecho.

-Buenos días- dijo con voz ronca para sentir un peso anormal en su espalda. Intentó moverse pero la voz de Luca lo detuvo rápido.

-Jinsu aún está durmiendo. Desee que lo despierte primero. No es bueno despertar a un vampiro muy bruscamente, pueden actuar muy violentos pues piensas que están siendo atacados. Es parte de su instinto de supervivencia y yo al menos lo aprendí por las malas- Luca recordó que una vez había despertado a Eugene de golpe para enseñarle algo y este se había levantado con los ojos inyectados en sangre y le había desgarrado la garganta de un zarpazo. Había sido un momento tenso pero después de eso Eugene había estado deprimido por haberlo herido casi de muerte y lo había cuidado hasta que se había recuperado completamente.

-Estás muy hablador esta mañana Luca- Victor gruñó sonoramente sintiendo mal humor. Acostumbraba a dormir solo. Que amaneciera así con tantos invasores en la cama como que era algo que lo sacaba del control que normalmente tenía en su vida. Aunque Jinsu por lo visto estaba volviendo una rutina despertar en su cama- Vete- le dijo a Luca- Yo me encargo-

Luca simplemente asintió con la cabeza y no dijo nada más. Si la garganta de su jefe colgaba de un hilo después sería su problema. Él se lo había advertido y dado que Jinsu ya lo había intentado asesinar sin mediar la consecuencia que traía matar a tu esclavo… podía pasar cualquier cosa.

Él solo iría a preparar el desayuno por si acaso.

Victor dentro del cuarto giró la cabeza hacia el otro lado. Jinsu estaba durmiendo acurrucado encima de su espalda. Su cabeza descansaba sobre su hombro y en algún momento de la noche se había apoderado de la mayor parte de la sábana y lo cubría hasta mitas del rostro. Dormía tan profundo que apenas si se percató cuando Victor comenzó a llamarlo.

El humano cerró sus ojos y chasqueó la lengua después de varios intentos donde Jin solo se acurrucó más contra su cuerpo protestó con sonidos de su garganta y siguió dormitando.

-Speicer- Victor notó que el perro dormía en la esquina de la cama. Aquello era el colmo, ya le diría a Jinsu después, pero la prioridad ahora era despertarlo- Muévete aquí y has algo con él-

Victor no sabía si el perro lo entendería, más para su suerte este se levantó y camino hasta donde estaban ellos y le dio un lengüetazo en la mejilla al vampiro.

-Hmmm, cinco horas más- protestó Jinsu acurrucándose más contra su esclavo y apretando sus piernas contra su pecho.

-Te dije que hay que levantarse temprano- le protestó Victor.

-Estuve cuidando tu culo hasta las cinco de la mañana, déjame dormir un poco más- bostezó sonoramente sin abrir los ojos y siguió durmiendo.

Victor soltó un suspiro. Jinsu era más difícil de tratar de lo que se imaginaba y por lo visto no tenía intenciones de levantarse. Ni siquiera porque se lo había avisado. Estiró la mano y agarró el celular al lado de la almohada y comenzó a revisar los mensajes que habían llegado encontrando que al parecer tendrían algo más de tiempo antes de salir dado que había algunas cuestiones pendientes.

Así que se giró y se desplazó hasta salir de debajo de Jinsu oyendo como este protestaba por perder la comodidad de su cuerpo. Como que le estaba gustando dormir encima de él y eso era algo a lo que Victor no estaba acostumbrado. Pero rápidamente su perro ocupó su lugar en la cama y Jinsu se acomodó contra él.

-Traidor- la palabra salió de su boca en dirección al vampiro y cuando se dio cuenta que lo había dicho se revolvió cabello molesto.

Vaya mañana estaba teniendo. Se metió al baño para ver si podía refrescar su cabeza o se volvería loco. Vivir con Jinsu era una montaña de emociones las cuales había tenido enterradas muy profundos dentro de él.

Luca vio como Victor salía del cuarto ya vestido pero sin el saco y sin corbatas. Su camisa negra la llevaba abierta los primeros dos botones dejando ver parte de su pecho donde todavía quedaban algunas marcas, sobre todo una en el costado a medio cerrar que interpretó como de mordida. Él había tenido varias como esa así que las reconocía más fácilmente.

-Le sirvo el desayuno- le dijo Luca cuando Victor se levantó-  ¿Jinsu no se levantará?-

-tengo que hacer algunas cosas primero así que lo voy a dejar dormir un poco más-

Luca se quedó boquiabierto. Victor era sumamente estricto con el horario y más con el control, y además no era precisamente condescendiente con los demás, así que dejara dormir a Jinsu en vez de tenerlo ya parado delante de él, era toda una novedad.

-¿Pasó algo entre ustedes?- no pudo evitar preguntar y después se mordió la lengua cuando notó los ojos azules sombríos del hombre.

-Lo que haya pasado entre nosotros no te lo diré, eso es garantía que Eugene se entere y después lo tenga aquí dando vueltas como un perro, para eso ya tengo uno- señaló al cuarto donde dormía la nueva mascota.

-¿Ese perro… se va a quedar con él?- Luca entrecerró los ojos.

Victor tomó un sorbo de café mientras encendía la Tablet para trabajar.

- Jinsu dice que lo quiere pero quiero hablar primero con Eugene a ver qué me dice. Si dice que es seguro que se mantenga con nosotros le dejaré quedarse-

Eso era otra cosa que a Luca le había extrañado. Victor recogiendo al perro y llevado para su casa. Eso si era algo nuevo. Por suerte ya tenía al tanto a Eugene pues él si se había dado cuenta de lo que era esa mascota desde que lo había visto.

-Eugene vendrá hoy por la noche- Luca le llenó la taza de café nuevamente a su superior.

-Jinsu y yo estaremos fuera en la presentación de la campaña, no tendremos hora para llegar- Victor no separó su mirada de la pantalla.

-Sabe que eso no es inconveniente para Eugene. Él sabrá cuando venir-

Esta vez Victor lo enfocó.

-En veinte minutos despierta a Jinsu y que se vista. Vamos a ir a buscar a los trajes para la presentación- fue lo último que dijo antes de que se centrara nuevamente en el trabajo.

Luca tampoco insistió.

Veinte minutos después Luca entró al cuarto y se acercó a Jinsu solo para recibir un gruñido por parte del Speicer que alzó ligeramente su cabeza de encima del vampiro. Los ojos del perro miraron a Luca fijamente y sus orejas pegadas a su cráneo a pesar de intentar mostrar los colmillos que le habían sido arrancados.

-No voy a hacerle daño- habló con calma el esclavo intentando calmar al animal que se notaba incómodo con su presencia. Como si estuviera nervioso por su cercanía. Recordaba el estado en que lo habían encontrado y se imaginó que debía haberlo pasado muy mal para comportarse así ahora.

-¿Qué pasa Speicer?- la voz de Jinsu salió pastosa despertándose por la vibración del perro.

-Jinsu- Luca aprovechó para llamarlo- Victor dice que te vistas ya vamos a salir.

-Mmmmm, no quiero- protestó Jinsu infantilmente- Estoy muerto, necesito recuperar energía. Dile a Victor que si quiere salir que vaya él solo.

-Van a buscar sus trajes para la ceremonia y a comprarte ropa-

Jinsu abrió sus ojos pestañeando varias veces y se giró para mirar al secretario.

-No me estás mintiendo ¿verdad?-

Victor apagó la Tablet para oír después como la puerta de su cuarto era abierta y un vampiro todo desaliñado con su pelo totalmente indomable caminaba hacia él. Realmente ese cabello no tenía control cuando se despertaba.

-Victor- Jinsu se detuvo a su lado y señaló a Luca que venía detrás de él- Luca dice que me vas a comprar ropa-

La acción hizo que la camisa de piyama se corriera hacia arriba mostrando aún más su muslo. Victor agarró el borde y dio un tirón hacia abajo para cubrir casi su entrepierna y parte de su nalga que faltó muy poco para que se viera. Ni siquiera se había puesto ropa interior

-te lo dije, tendremos más eventos y no te quiero por la casa robando mi ropa- le indicó la parte del piyama que portaba.

Una sonrisa se posicionó en los labios del vampiro.

-Pues prepara la tarjeta de crédito que ya que estás tan dadivoso me pienso lucir-

Victor entrecerró los ojos.

-Tampoco te pases Jinsu-

Pero eso no molestó a Jinsu que estaba emocionado por poder cambiar su escaso armario. Víctor tenía dinero así que unas cuantas muchas piezas no le harían mella en su enorme cuenta bancaria. Además que aprovecharía para comprarle cosas a Speicer.

Se inclinó y le dio un beso en la mejilla a su esclavo y corrió al cuarto para vestirse dejando a dos hombres bien conmocionados en la sala. Desde cuando la atmosfera entre esclavo y vampiro era tan buena.

Luca supo que definitivamente algo había pasado entre ellos y Eugene de seguro querría detalles. Más no sería él el que los pidiera.