Más que un beso
Más que un beso.
5 de abril, 2014.
— ¿Irás al cumpleaños de Holden? —le pregunto a Dexter.
—No—arrojo otra gomita, que estoy seguro eran para Halle, a su boca—. Juliet y yo tenemos planes y ¡Joder! Son planes muy buenos.
— ¿Esas gomitas no las compró Harry para Halle? —pregunta Andrew afinando su guitarra o al menos una de ellas.
—Yo le compraré más a mi sobrina, no seas una jodida chismosa.
—Solo hice un punto.
Se escucha una risa de bebé que ya todos hemos aprendido a identificar porque parece que Jeff nunca puede dejar de reír y cada cosa que Doug haga por él siempre le parecerá la cosa más divertida por hacer.
—Corre, Rayito. Sígueme— escucho la voz de Doug antes de que aparezca caminando de espaldas, me inclino hacia un lado y efectivamente Jeff viene gateando mientras ríe persiguiéndolo. Esos son unos bonitos pantalones de bebé que luego tendrán que lavarse—. Hola, mis queridas perras ¡Dame gomitas!
Doug prácticamente corre hacia mí y me arrebata la bolsa para sacar un puñado, lo bueno es que es una bolsa grande y que de hecho Harry compró tres, así que aún nos quedan dos bolsas y Dexter ya se comprometió a comprar nuevamente gomitas para Halle. El chocolate si no me atrevo a tomarlo, el chocolate para los niños Jefferson, es sagrado.
Vuelvo a tomar la bolsa de gomitas y como mientras le arrojo a Dexter.
— ¿Si es normal que Jeff sea así de rápido y gatee a la perfección? —ante la pregunta de Andrew bajo la vista para ver que de hecho el pequeño rubio viene gateando hacia mí.
Yo podría echarme un repelente anti niños y de igual manera ellos encontrarían la manera de acercarse a mí.
—No todos los niños avanzan al mismo ritmo—respondo tomando uno de los gusanitos de goma azucarado y extendiéndoselo a Jeff que se sienta sobre mis pies, me sonríe y le devuelvo la sonrisa. Aun se puede controlar mientras no sea como Doug—, hay niños que como Jeff son muy desarrollados para ciertas acciones, no es raro, solo tiene su propio ritmo. Podrías leer un montón de artículos y encontrar que Jeff está avanzando de una manera rápida pero segura. Quién sabe, podría solo terminar siendo un niño genio.
Se hace un largo silencio y río viendo a Jeff chupar la gomita como si fuera lo mejor del mundo, luego alzo la vista y los tres presentes me observan.
» ¿Qué? Solo lo leí en internet y libros—me encojo de hombros—. Me gusta estar informado.
—Creo que tienes una fascinación sobre saber cosas de bebés— deja caer Andrew.
—Creo la misma mierda. Sabes un montón de cosas sobre bebés. Y mira que amo los bebés, pero toda esa mierda que tú puedes decir de cuanto en cuanto, me enseña cosas nuevas.
—Solo es normal...
—No es normal, Ethan— señala Andrew.
Muevo mi pie para que Jeff siente su trasero de bebé en el suelo, pero él muy astuto se agarra de mi tobillo mientras continúa comiendo.
—No soy tu banca, Jeff Nicholas.
—Déjalo que disfrute, mi hijo solo quiere tener el placer de calentarte el pie con su culito de bebé.
—No puedes negarle algo a mi sobrino, Ethan, admite que es una cosita tierna llena de una maldita dulzura.
—No está tan mal— es todo lo que digo aunque todos sabemos que el niño es todo un encanto que ahora está muy cómodo sobre mi pie. Vuelvo mi atención a Doug— ¿Irás al cumpleaños de Holden?
—No, Hilary leyó alguna cosa sobre ver películas en una hora familiar para estimular a tu bebé y cosas raras como esas, así que le sigo la corriente aun cuando sé que Rayito jamás se quedaría lo suficientemente tranquilo para ver una película.
»Yo solo dejo a la princesa soñar y luego soy recompensado.
—Es mi hermana, jodido idiota.
— ¿Y?
—Yo no estoy diciendo nada malo.
Y nadie lo menciona, pero dudo que Harry vaya porque dijo que quería una noche tranquila. Veo a Andrew, él ríe.
—Supongo que será una cita, cariño—anuncia.
—No sé, quizás podemos encontrar un tercero.
—Déjamelo a mí, conseguiré a alguien digno de tu compañía para la fiesta.
—Entonces lo dejo en tus manos, Andrew.
— ¿Alguna preferencia?
—Sería muy bonito si nuestra compañía llevara falda o vestido.
—Lo que se traduce, Andrew, a que él quiere que tenga tetas y no pollas.
—Creo que todos habíamos entendido, Dex.
Tomo la otra bolsa de gomitas, estas son azucaradas, y comienzo a comerlas mientras les arrojo a los demás y por supuesto que le doy a Jeff otro poco más aun cuando eso garantiza que seguiré siendo su banca.
—Seguro también vas a ser de esos niños que hablan rápido y luego Andrew preguntará por qué ¿Eh, Jeff? —bromeo alzando mi pie y él ríe.
—A veces no eres tan gracioso, Ethan.
—Pero eso no me quita lo genial, Andrew.
Harry entonces entra llevando un café y conversando con Hilary, se detiene observando la bolsa en mis manos y la otra vacía, suspira.
—Una vez más estos imbéciles se comen las golosinas de mis hijos.
—Fue Jeff— señalo al niño comiendo el gusanito azucarado acido.
— ¿De verdad, Ethan? ¡¿Vas a culpar a mi príncipe rubio?!
—Tú no quieres ver a la princesa defendiendo a Rayito o siendo mamá extremista, en serio Ethan.
—Dexter dijo que lo abriera que él compraría más dulces—intento esa táctica, Dexter me señala.
—Bastardo, por el día de hoy nuestros nombres no serán unidos.
—Dethan—digo sonriendo.
—Cállate.
—Dethan. Dethan. Dethan.
— ¡Cabrón cállate!
—Infantiles, pero busquen los dulces para mis hijos si no quieren una patada en sus culos— advierte Harry bebiendo de su café muy calmado pero es porque él sabe que a nadie le gusta verlo enojado y la advertencia nos pondrá en marcha.
***
"¿Dónde mierda estás Andrew Derrick Wood?
No es que me vea mal estando solo afuera.
Pero mueve ese culo como ya mismo."
Envío el décimo mensaje a Andrew quien siempre parece tener un problema con llegar temprano a los eventos sociales. Para cualquier tontería como una publicación en sus redes a la hora exacta, llamar para una cita médica o cualquier cosa así es el tipo más puntual, pero dale la hora de unos premios, fiesta o salida y parece que el jodido reloj se le pierde.
Mi celular suena.
"Paciencia corazón. Iba por el tercio de nuestro trío.
Lleva una falda.
Llego en minutos, promesa."
"Mueve el culo"
"De acuerdo...
Quiero que sepas que lo estoy moviendo."
Dejo que pasen otros pocos segundos antes de escribirle de nuevo.
"¿Ya?"
"Claramente estás viendo que sigo sin llegar.
No me distraigas mientras conduzco. Soy responsable."
"¿Ya?
¿Llegaste?"
"¿Estás aquí?"
"¿Ya?"
"¡¿Yaaaaaaaaaaaaa?!
Mueve el culooooooooooo."
"¿Ya estás llegando?"
Saco el último cigarrillo de una caja que me ha durado cinco días, nada mal quizá no soy un vicioso del todo, y lo enciendo mientras continúo enviándolo mensaje tras mensaje.
"Andrew...
¿Ya?
Corazón, mi sexy culo se cansa de esperar."
"¡Joder, Andrew!
¿Yaaa?"
"Te juro que estoy a instantes de llegar y quemarte el maldito teléfono.
Ya voy llegandooooo"
"Eso dijiste hace unos minutos.
Falso.
Mentiroso.
Nunca más creeré en ti."
"Impuntual.
Cómprate un jodido reloj."
"Báñate a tiempo.
Aprende a ser puntual."
"Llora :'("
"Eres tan mentiroso que sé que no vienes en camino porque tú no respondes mensajes al menos que te detengas en semáforos.
¡Y no hay tantos semáforos de camino acá!"
No me responde y guardo mi celular en el bolsillo trasero del pantalón mientras fumo mi cigarrillo. Puede escucharse la música fuertemente sonando desde dentro de la casa de Derek Cooper. Pasan al menos quince minutos en los que desde hace mucho mi cigarrillo se acabó.
Cuando Garrett Paterson sale a fumar y conversa un poco conmigo me sorprendo un poco, porque casi nunca lo he visto, al menos que se trate de películas, y las pocas veces en la que lo vi en algún premio de su brazo siempre estaba su novia, la hermosa Krista.
No es que haga conversación muy interesante, pero al menos me entretiene y no es un mal tipo, lo observo fumar y cuando va a volver a la fiesta en donde aún se espera al cumpleañero, le pido un cigarrillo. Lo enciendo y voy casi acabándolo cuando finalmente veo el maldito auto de Andrew.
Camino hasta el auto y toco la ventanilla de Andrew mientras expulso el humo de lo que quedaba del cigarrillo.
—Pensé que mi culo iba a congelarse esperándote—anuncio no muy feliz. Odio esperar.
—Lo siento. Estaba buscando compañía para nosotros.
Vuelvo mí vista completamente hacia su acompañante y no puedo controlar mi sorpresa al encontrar a Grace ¿Por qué Andrew la ha traído? Le doy otra última calada a lo que podría llamarse la sobra de un cigarrillo y le sonrío. Noto que toma una profunda respiración.
—Buenas noches Grace.
—Buenas noches Ethan.
—Buenas noches Andrew—ríe Andrew antes de abrir su puerta.
Rodeo el auto sin poder evitarlo y abro la puerta para ella, lo que trae una mueca de sorpresa de ella y una respuesta no tan amable de mi parte. Sin embargo no me privo de verla de pie a cabezas luciendo más que bonita en una falda que hace que mi mirada persista un poco demasiado en sus piernas. Cuando mi mirada llega a su rostro me doy cuenta de que me está comprobándome también.
— ¿Te gusta la compañía que conseguí para nosotros?
—Ahora eso suena como que me pagaste. Ya sabes, como si yo fuera una fulana—río ante las palabras de Grace, ella siempre parece tener cosas ocurrentes para decir, supongo que eso podría establecer que es rara, pero a mí me resulta divertido.
—No sabía que ibas a traerla.
—Ahora eso suena como que soy un cachorro.
—Los cachorros no llevan bonitas faldas como tú— establezco lo obvio, sin embargo luce sorprendida— ¿Entramos?
—Si— responde Andrew dándole suaves empujones y de nuevo me pregunto ¿Por qué la trajo con él?
Breana nos recibe, a veces ella quita un poco el sentido, aun cuando no me involucro con rubias puedo admitir que es una mujer preciosa a la que cualquiera quisiera conocer mejor.
Luego de saludos, nos adentramos a la fiesta. Es una casa grande, sin embargo hay tantas personas que se ve pequeña y se percibe una pequeña ola de calor.
Andrew parece decirle algo a Grace justo antes de anunciar que ya vuelve. Y me deja solo con Grace.
Mal. Eso está muy mal y ella está visiblemente incómoda. Y es aun incómodo cuando solo estamos parados uno al lado del otro sin intercambiar palabra alguna.
¿Honestamente? No sé qué podría decirle, no parece como que quiera hablar justo ahora, mayormente me estoy diciendo que huya de ella o no entablar ningún contacto que llegue a más, pero ella parece ser mejor que yo en eso de mantenerse al margen.
Entonces Derek y Krista aparecen, y Derek es muy bueno coqueteando abiertamente con Grace. Y eso no me gusta, por lo que quizá me vuelvo un poco demasiado territorial, como si fuera un hombre no evolucionado. Que vergonzoso es esto.
Cuando ellos se retiran mágicamente aparece Andrew y hoy tengo ciertas ganas de ahorcarlo. Primero por hacerme esperar, segundo por traer a mi tentación consigo y tercero por desaparecer y dejarme en una situación incómoda con alguien que está mucho más incómoda que yo.
Sé que mi brazo está alrededor de los hombros de Grace, pero ¡Maldita sea! Aun cuando me ordeno quitarlo no lo hago, de lo cual me arrepiento cuando noto la mirada y sonrisa de Andrew.
Y ahí está el rubio al que muchas quieren santificar y quien aseguran no rompe un plato. Como si Andrew no fuera todo un torbellino de sorpresas.
—Me pregunto.
— ¿Qué?
— ¿En qué momento me robaste a mi acompañante?
—Cuando fuiste por bebida y alguien le coqueteó. Ese fue el momento en el que dije que hoy yo me encargo de proteger a esta rubia.
—Esta rubia se llama Grace.
—Lo sé. Sé que te llamas Grace Spear—digo lo cual no era necesario.
—Entonces si es tu acompañante es tu deber hacerla disfrutar esta noche y llevarla a casa.
Cuarta razón para querer ahorcar Andrew. Aprieto mis labios sin entender muy bien su lógica al principio porque creía que Grace le gustaba, pero es como si de repente viera a Andrew llevar arco y flechas junto a una sonrisa de ganas de joder a otros.
—Te conozco Andrew Wood y no va a funcionar.
— ¿Es o no es tu acompañante?—pregunta Andrew. Frunzo el ceño hacia él intentando que entienda que debe detenerse.
—Siempre puedo tomar un taxi y...
—Es mi acompañante—interrumpo a Grace antes de que comience a divagar porque he notado que suele hacer eso y porque no hay manera en la que la deje irse en un taxi, además aun ni disfruta la fiesta.
—Bien. Grace estás en buenas manos. Iré a socializar—asegura Andrew yéndose.
Andrew se va y parece que con ello se lleva el candado de la boca de Grace. Porque una vez abre la boca, no vuelve a callarse. Me atormenta.
En un principio espero que entienda mi silencio, pero entonces eso parece hacerla hablar más y decir tonterías. Me hace perder mi escasa paciencia.
—Hablas mucho— la interrumpo— vamos a bailar.
Si baila, no habla.
Y si bailamos al menos puedo disfrutar de unos pocos minutos de Grace relajada y solo divertirnos de buena manera.
Odio el momento en el que comenzamos a bailar porque descubro que ella baila bien, me afecta y quiero pegarla mucho más a mi cuerpo.
¿Por qué me has hecho esto, Andrew?
***
Bailar ayudó a que Grace se relaja, pero quizás demasiado. No ha vuelto a callarse. Nunca más ha vuelto a estar en silencio y a veces habla muy rápido sin perder el contacto visual, no sé cómo lo hace, pero está a instantes de hacerme desmayar de lo mareado que podría ponerme sus abruptos cambios de temas.
— ¿Por qué no quieres una bebida?— aprovecho su momentáneo silencio mientras doy un trago a mi bebida.
Su respuesta casi me hace reír sobre yo queriendo embriagarla, bromeo un poco sobre ello y entonces ella sonríe. Una bonita sonrisa que ya no me hace pensar en que quiero callarla. Decido preguntar si tiene miedo a embriagarse, pero creo que conozco la razón de su poca bebida.
Ella es una muy mala bebedora, eso ha quedado comprobado en los recuerdos que finge no tener, cosa que su sonrojo siempre delatará.
— ¿Sabes? A veces no creo que no recuerdes el día de la despedida de soltera de Hil. Digo, tú parecías estarla pasando muy bien.
— ¿Y si volvemos a la etapa en donde me ignoras y yo me siento rechazada?
—No. Creo que me gusta esta etapa en donde me cuestiono sí recuerdas o no esa noche.
—Cristo, lo haces sonar como sí hubiésemos tenido sexo.
Mi vaso queda suspendido. Mierda. No tuvimos sexo, pero al menos su mano por unos segundos consiguió algo de mano a mano con mí en ese momento despierta polla.
—Si hubiésemos tenido sexo créeme que lo recordarías. En cada lugar de ti.
Ante su sorpresa le guiño un ojo, parece que puedo dejar a esta habladora un poco sin palabras. Sus mejillas se sonrojan, lo cual me encargo de señalar, su sonrojo crece en consecuencia.
Pero repentinamente su sonrojo pasa a una palidez, siento la necesidad de preguntar si se encuentra bien a lo cual afirma que sí. Cuando saca relucir mi falta de modestia no me sorprende, así que me inclino hacia ella para decir lo que aprendí al crecer:
—Cuando creces y no recibes el cariño que esperas, aprendes a dártelo tú mismo. Cuando crees que alguien va a amarte y no lo hace. Tú te amas a ti mismo con más fuerzas. Ignoras la búsqueda de defectos y te concentras en tus virtudes.
»Ya tengo a otras personas diciéndome lo que está mal en mi vida, mis defectos. Parece justo que me recuerde a mí mismo las razones por la que algunos seguramente me consideran especial. Es mi manera de afrontar la vida.
Me observa tan fijamente que por un momento temo lo que pueda estar viendo: a alguien no capaz de cosas tan básicas como amor, familia y compromiso. No debería ser difícil, pero no estoy hecho para ello.
— ¿Cómo podría alguien no quererte Ethan?
—Eso casi suena como si me quisieras.
—Soy una fiver, mi lado fiver evidentemente te quiere.
No puedo evitar hablar sobre esa siendo una de las razones por las que las Fivers son tan importantes para mí. Me hacen sentir aceptado, no tan perdido y saber que al menos algunas de mis decisiones han sido acertadas.
—Eres dulce. Te pintan como el playboy y lo eres. Pero eres dulce. Eres un cachorrito herido.
—Gracias por la comparación. El más espectacular de los cachorros al menos ¿Verdad?
—Ahora entiendo porque April puede soportar estar a tú alrededor. Es como parte de tu encanto ¿No?
— ¡Me descubriste!
—Dentro de tu encanto debe hallarse que te tomes siete vasos de licor y no tengas algún efecto secundario.
—No soy de peso ligero como unas por ahí, que van por el mundo alabando pollas.
Se rinde, puedo ver cuando acaricia el tabique de su nariz que perdió la batalla de fingir no recordar. Pero ¿Qué tanto recuerda?
Cuando admite que recuerda señalo cuán evidente era. Me acusa de ser malo y no puedo evitar el coqueteo que sale cuando establezco que de hecho soy muy bueno. Y jodidamente entonces pienso por unos segundos en sexo. Con Grace.
Son unos pocos segundos pero eso definitivamente fue una buena estimulación visual.
Cuando ella admite recordar todo no creo que lo haga, de lo contrario estaríamos hablando de su manoseo con beso incluido. Me doy cuenta de que me voy sintiendo a gusto y en confianza, lo que me hace desear dar marcha hacia atrás y lo que me trae en consecuencia lo que podría ser otra divagación un poco más seria de su parte.
—Mira ya, no lo sientas como una obligación...
Ella habla y habla, veo alrededor y no sé si es una jodida casualidad o simplemente estoy destinado a que me pasen mierdas. Reconozco esa cabellera rubia, reconozco cada rasgo de su rostro, incluso reconozco la breve sonrisa que me da. No hay manera en la que no reconocería a Samantha.
La voz de Grace es apenas un eco. He coincidido con Samantha en algunas ocasiones, pero nunca la dejo acercarse, nunca hablamos y ahora ella está caminando hacia mí, siento mi estómago revolverse. No puedo pensar, no quiero que se acerque.
Cuando se acerca siento que peso va cayendo sobre mis hombros, el recuerdo de una vida perdiéndose por llevar mi sangre
Creo que estoy a instantes de enloquecer y Grace no deja de hablar. Estoy por decirle que se calle y nos vayamos, pero es un momento muy extraño para notar su boca. El cómo se mueve su bonita boca al hablar ¿Qué carajos? Estoy seguro de que estoy enloqueciendo.
—Maldita sea todo lo que es mierda— gracias por pegarme esas palabras Dexter. Grace dice algo, pero no enfoco qué es—Lo siento rubia habladora.
Mis manos van a sus mejillas y dejo caer mi boca sobre la suya. No sé muy bien por qué la beso, si por querer alejar a Samantha o porque quiero. Creo saber la respuesta.
Si quisiera alejar a Samantha todo lo que tendría que haber hecho es haberme dado la vuelta e irme.
Cierro mis ojos, los labios de Grace son suaves y tienen un recubierto de licor. Es algo breve e inocente si sacas de la ecuación la reacción inmediata de mi cuerpo, pero de igual manera es un poco electrizante.
Así como le doy el corto beso, con la misma rapidez me alejo. Me observa desconcertada con mejillas muy ruborizadas, paso mi brazo alrededor de su cuello y presiono su rostro de mi pecho dispuesto a disculparme y a explicarle que en mi momento de enloquecer resulta que quise besarla. Ni siquiera me doy cuenta de que la estoy abrazando fuerte hasta que sus brazos rodean mi cintura, me relajo. Voy a aclararle lo que ha sucedido sobre mi raro impulso.
Entonces Samantha dice mi nombre y vuelvo a la realidad. De inmediato me tenso y todo lo que puedo hacer es decir su nombre mientras la observo.
La belleza de Samantha parece simplemente incrementar y a veces, cuando coincidimos aun en la distancia siento que puedo recordar buenos momentos de nuestra relación, no en vano estuve en una relación larga y seria. No en vano muchas veces quise hacer todo por ella.
—Que sorpresa encontrarte aquí...Sobre todo teniendo en cuenta que has hecho hasta lo imposible para que nuestros caminos no se crucen— dice con suavidad.
No sé cómo luzco, pero esto me afecta. Verla trae el eco de sus reproches y predicciones a mi mente. Me hace sentir tan mal por no haber sido lo que esperaba, lo que ese bebé necesitaba.
Ella repara en la presencia de Grace y hay un intercambio algo tenso de palabras, descubro que Grace tiene unas maneras peculiares de insultar con palabras escondidas como "perfume." Cuando Grace se presenta digo la cosa más tonta e incoherente:
—Mi novia.
—Su...novia—hay desconcierto en su voz, y aprieto mi abrazo implorando que solo siga la corriente de locura que me ha poseído—, la mejor novia que seguramente ha tenido.
—No lo dudes habladora— no puedo evitar reír y beso su mejilla, no fingido, solo me nace—. No pensé que conocieras al cumpleañero.
—He ido al programa y vine con alguien que los conoce— responde Samantha, una expresión de pesar aparece en su rostro—. Me gustaría que un día nos des la oportunidad de hablar Ethan.
—Creo que hablaste lo suficiente en su momento; pronosticaste ciertas cosas sobre cómo sería mi vida. Hay cosas que se dejan atrás. Dijiste e hiciste lo que quisiste. Ahora no vas a fingir que no era lo que quería.
—Lo triste es que no lo entendiste y sigues sin entenderlo.
¿Qué podría no haber entendido cuando dijo tantas cosas en palabras claras y concisas? Sin embargo la expresión de tristeza en su rostro casi me tienta a escucharla, pero el daño ya está hecho, ya sembró en mi mente ideas que no puedo sacar. Su cosecha de malas intenciones dio frutos llevándose las pocas esperanzas que tuve alguna vez.
—Estoy aburriéndome Ethan.
— ¿Si? — no veo a Grace, mantengo la mirada en Samantha.
—Sí, dijiste que iba a ser divertido y que si me aburría yo iba a obtener un beso.
—Cierto...
Espera... ¿Qué?
—Quiero mi beso.
Por un momento estoy muy confundido sobre si escuché bien o si de casualidad en mi distracción Grace se bebió toda la botella de ron ligada con vodka o tequila. Pero sonrío y ¡Dios me ayude! Pero más que querer probarle un punto a Samantha quiero obtener al menos un beso sobrio de esta chica para recordar. Y uno que ella sí recuerde.
Está vez cuando mi boca entra en contacto con la suya, no es un beso corto, es suave y tanteo un poco dándole pequeños besos antes de sentirla relajarse y darle un beso profundo que acaba con mis brazos rodeándole la cintura y pegándola a mi cuerpo. Hay un poco de lengua y no puedo evitar lamer sus labios. No es un beso eterno, pero es un beso tan bueno que me gustaría que lo hubiese sido.
Y me gustaría no tener un pene semi erecto ahora. Pero no se puede luchar contra la naturaleza.
Llevo mis labios a su oreja y trato de justificar mi arrebato.
—Se ha ido, gracias, habladora.
— ¿Habladora?
—Sí, eres bastante habladora.
Debo alejarme porque estoy a instantes de besarla de nuevo y entonces ¿Qué seguiría? Nada bueno para ninguno de los dos. Yo no tengo relaciones serias y Grace es una chica de relaciones, o al menos eso me da entender.
Parece molesta, indignada y un poco decepcionada, y todo ello me hace sentir mal, porque he descubierto que es una mujer llena de chispa y energía. Quiere irse a casa.
Extiendo mi mano hacia ella y se niega sutilmente cruzándose de brazos si ese no es un rechazo, no sé qué lo sea.
—Samantha cree que somos novios. Dame tu mano. Solo esta vez, lo prometo—una excusa que en parte se tinta de verdad.
— ¿Cumples tus promesas?
Soy sincero en mi respuesta:
—Trato que estas nunca se me escapen de las manos.
***
7 de abril, 2014.
Se me escapó de las manos.
Mi promesa hacia Grace se me escapó de las manos.
Porque no solo esa será la vez en la que tomaré la mano de Grace, no.
Max está enloqueciendo, Grace esta cabreada caminando rápidamente hacia la salida y yo técnicamente ya no estoy soltero.
La alcanzo cuando llega a la puerta, pero solo porque ella está demasiado sorprendida con los flashes de las cámaras. Y esto apenas comienza.
—Vamos novia, tiempo para lucirnos.
—Con esa cara de chupa limones, dudo que desbordes amor.
Eso me hace reír y me alivia, me da una pizca de la Grace llena de carisma y ocurrencias. Hunter y Kid aparecen para cubrirme, tomo la mano de Grace.
—Mantén la vista al suelo—sugiero para que no sea cegada.
Caminamos hasta su auto en una lluvia de preguntas y flashes que ignoro de una manera experta. Ella respira aliviada y siento culpa porque debido a mí este es solo el comienzo de la locura.
— ¿Cómo va a funcionar esto? — noto el agarre de su mano en la puerta de su auto, sus nudillos están blanco debido a la fuerza con la que sujeta la puerta.
—No lo sé. Fingimos salidas y felicidad.
Su rostro va cambiando de amabilidad y chica cabreada. He visto muchas mujeres cabreadas en mi vida, y Grace está súper cabreada ahora mismo, lo cual empeora cuando le pido que me escriba para ver que haremos.
—Aclaremos algo desde este momento Ethan. No soy una de tus conquistas tontas a las que les dices una palabrita tonta y las tienes en la palma de tu mano. No hago esto porque quiera. Soy fiver y amo a cada uno de ustedes como fan, pero no sueño con casarme contigo o darte bebés...
Me siento un poco mal porque muchas de sus palabras no las capto demasiado ocupado viendo de su boca a sus ojos. En este momento Grace está llena de fuego y eso como que me afecta un poco. Atrapo una que otra palabra de lo que dice, pero no estoy prestando mucha atención a lo que seguro es un apasionado discurso.
Sin embargo soy bueno improvisando, así que cuando se queda en silencio y solo estoy viendo su boca, suspiro fuerte llamando a la inspiración. No necesita saber que me perdí más de la mitad de su discurso por estar fascinado viendo su boca y sus ojos.
—Le diré a Hottie que me dé tu número, te escribo y planeamos... todo ¿Te parece? Y no es nada personal. Siempre he huido de esta mierda de fingir. No me gusta mentir, mucho menos mentirle a mis fans con un romance falso.
»Siento que estoy decepcionando a parte de mis fivers y a mí mismo con todo este circo que estamos hablando. No estoy cabreado contigo, lo estoy con las circunstancias.
—Ahora eso es un paso. Tampoco me gusta mentir, pero esto será poco tiempo ¿Cómo nos llamó Doug?
—Grethan — río—, lo vio en las tendencias del twitter.
—Increíble, ya hasta mi nombre se sabía. Bueno, hagamos que Grethan sea la cosa más parecida a una pareja real que alguien pueda ver. Si vas a mentirle a tus fivers hagamos que al menos ellas sean felices con la pareja más ladrona de suspiro de toda la historia.
—Supongo que es lo mejor— me inclino y beso su mentón porque con mis pensamientos extraños y desviados un beso en esa dulce boca no sería una buena opción—, desde este ángulo seguro que parece que te beso.
—Todo un profesional.
—Conduce con cuidado habladora. No dejes que los flashes te afecten. Mantén unas gafas de sol contigo y nunca caigas en la provocación de responder lo que te digan. El silencio es tu mejor arma.
—Estás asustándome, parece que me preparas para la guerra.
—Nunca nadie me dio esa advertencia cuando empecé en este mundo. Créeme puede aturdirte y no quiero que mi novia termine aturdida.
—Noto que tu voz hace un sonido raro cuando dices novia ¿Algún trauma?
—Creo que ya deberías ponerte en marcha.
Deja el tema pasar, sube a su auto y casi sonrío por su claro descontento y porque sé que esta mujer habladora no se irá solo sin decir nada más. No me decepciona, habla.
—Aun quiero ahorcarte.
—Haz la fila, yo también quiero ahorcarme. Solo no termines agradándome demasiado por favor.
— ¿Lo que se traduce?
—No cedas ante mí.
Su auto se marcha y me quedo de pie observando. Paso las manos por mi rostro sin importarme cuántas fotos están siendo capturadas ahora, me giro hacia los dos guardaespaldas.
— ¿Alguna vez buscaron en el diccionario la palabra «jodido»?
—No— responde Hunter divertido.
—Eso es porque mi belleza en la foto que sale justo debajo de la palabra te deslumbraría. Porque la definición de jodido soy yo. Estoy profundamente jodido.
» ¿Y sabes qué? Culparé a Andrew, porque Andrew llegó tarde. Andrew la llevó a la fiesta, Andrew me hizo quedarme con ella y...
—Andrew no te dijo que la besaras y declararas que era tu novia— observo a Andrew quien parece haber llegado hasta mí, ríe y alza sus manos—, solo hago un hecho. Tus decisiones, corazón, no las mías.
—Te odio, imbécil.
—No, una vez me dijiste que no creías que alguien pudiera odiarme. Así que te creí y sé que me amas.
—Tú...Y la gente cree que eres un santo.
—Santo Wood a tus servicios— se ríe y yo solo me quedo de pie intentando entender qué tanto va a cambiar mi vida.
—Estoy tan jodido.
Holaaaaa, ayer se me borró parte del extra pero me quedé hasta tarde escribiendolo de nuevo y me gustó más como quedó, así que no hay mal que por bien no venga.
Andrew el supuesto santo Wood que definitivamente no es tan santo me mata, igual que su momento Endrew. A mí querida Halle les prometo que al final Dexter si le compró sus gomitas y que Jeff dejó de usar los pies de Ethan como banca.
Por cierto, Ethan con sus mensajes me recuerda a mí cuando llego primero a un lugar que otro, literal enloquezco y comienzo a acosar a la persona y hablarle de cómo han perdido credibilidad y moral para mí haha.
Espero les guste.
Un beso.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro