Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Primer vistazo



Primer vistazo.


30 de abril, 2011.

Te diré dónde está lo jodido de tener ilusiones: que te las rompan.

El mundo es un lugar plegado de geniales personas, pero también de pequeñas mierdas oportunistas y duele cuando eres víctima de una.

¡Joder! Sí que duele.

No me molesta que alguien me pida una ayuda, pero me cabrea que me usen.

Conocí a una belleza cautivante en una fiesta de un conocido. Hubo clic, deseo y luego mucho sudor. Hasta ahí las cosas estuvieron bien. Luego nos vimos unas pocas veces más, la pasamos bien, nos divertimos, hubo placer mutuo, pero como siempre, a veces aunque sea difícil de creer parece que soy un puto ingenuo.

Tengo debilidad por las historias tristes así que compré la mierda que la chica me vendía. Sobre sus sueños, su familia disfuncional, sus aspiraciones a ser actriz y sobre como en los castings parecían que le pedían siempre favores sexuales en lugar de hacer audiciones. Compre toda su mierda.

La conecté con un productor, porque oh, mira, que empático puedo ser el jodido Dexter. Pues ya está, soy un maldito crédulo.

Porque ella obtuvo un pequeño papel en una serie, estaba feliz, yo me sentí feliz de ayudar y luego casi me doblo ante la puñalada en mi espalda.

Filtró conversaciones bastante insinuantes que tuvimos y luego dio una primicia en una revista sobre cuán bueno era follando, incluso se tomó la molestia de hacer una descripción sobre cómo luce lo que llamó: mi macizo amigo.

No es que confiara en la mujer, pero esperaba más. Y la guinda del pastel fue cuando en medio de la locura para calmar los daños, Max investigó y toda su historia de mierda era una farsa.

Tal vez soy demasiado blando y mi debilidad por comprar historias tristes sea un defecto. Eso explicaría por qué sigo dándome trancazos con la realidad. Hace unos meses fue mi supuesta "mami" apareciendo, alguna estafadora que me llenó de ilusiones por unas pocas horas porque súper Max de nuevo me salvó.

Estoy feliz con mi familia, pero eso no quiere decir que no me gustaría saber sobre mis raíces, tener explicaciones sobre cómo terminé en una casa hogar, pero algunos lo ven como una puta manera de lucrar. Supongo que lo que a mí me duele a algunos solo les divierte.

No pretendo hacerme una maldita víctima. Mi vida es jodidamente buena, no me falta lo material, tengo amigos geniales, una familia que me ama y todo un camino lleno éxito. Pero hay días y situaciones que son una mierda.

Y a veces solo me canso, no quiero que me vean como Dexter Jefferson un tipo con el que puedes conseguir dinero o algún beneficio. Sé que soy diversión, parece que no me tomo las cosas en serio, pero ¡Joder! ¿Cuesta tanto creer que tengo sentimientos? Es una mierda, la verdad.

Asiento hacia el mesero para que me dé otra bebida, él enarca sus cejas, pero me encojo de hombros. La única razón por la que me estoy saliendo con la mía es porque este es un bar terrible donde parece que todo el mundo está ebrio, no creo que mi gorra con la visera cubriendo mis ojos junto a unos lentes hagan mucho por mí.

Los tragos comienzan a multiplicarse y no me siento mejor, pero al menos no lo pienso tanto. Sé que estoy ebrio y mi estado de ebriedad es del tipo engañoso en donde parece que soy consciente de todo, pero apenas me duerma olvidaré mucha mierda, por lo que debo tener cuidado con lo que hago, no deseo atraer ningún otro desastre a esta situación.

—Esta es una jodida situación de mierda —canturreo pidiendo otro trago.

Mi celular vibra y de manera torpe lo saco, me toma varios intentos entender lo que Ethan me dice, él lleva un par de horas escribiéndome.



Ethan: ¿En dónde diablos está tu culo?

Dexter: qué? Qieres follarl0?



De acuerdo, estoy muy ebrio y escribo como un imbécil, pero él lo entenderá.



Ethan: hablo en serio. Estoy preocupado, sexy, pero preocupado.

Dexter: Hrry ssab.

Ethan: ¿? Dime dónde estás, pasaré por ti.

Dexter: t amo, no t necsit0 ahor.



Guardo mi celular y comienza a vibrar, apuesto a que es Ethan...O Harry. De seguro fue con el chisme al bastardo y le dijo que mi culo está lo suficiente ebrio para escribir como si no supiera hacerlo. Gimo y no me molesto en responder, sostengo mi rostro en mis manos y siento que el mundo es un poco inestable.

Solo debo concentrarme en no cometer ninguna jodida estupidez, si lo logró, estaré a salvo y Max menos estresado.

Doy un sorbo del nuevo trago, ya ni siquiera quema. Hay movimiento a mi lado, ladeo mi cabeza para observar. Noto unas piernas mal cubiertas en un abrigo, voy subiendo mi mirada para encontrar cabello castaño cubriendo el rostro de mi vecina. El tipo que atiende no tarda en acercarse a ella, aunque la mira dudoso.

—Dame cualquier cosa. Cualquier cosa que sea fuerte —pide en una voz quebradiza. Se estremece.

—De acuerdo.

Ya sabes, lo dije, mi maldito lado empático débil de las historias tristes. Está resurgiendo en este momento.

Apoyo mi mano debajo de mi barbilla y admito que mi madre diría que no es amable observarla con fijeza en medio de su miseria. Y también admitiré que la veo un poco borrosa debido a mi alcoholizado estado.

Cuando el trago es dejado frente a ella, ella intenta hacer un solo trago, pero tose y parece que eso abre alguna compuerta porque comienza a llorar. No solo lágrimas, su cuerpo se sacude y hago una mueca porque es difícil observar tanto dolor en alguien tan joven. Mientras apoya sus codos en la barra cubre su rostro, uno que no he visto aún.

Hace un rato me lamentaba de mi necesidad de ayudar y caer por las historias tristes, me dije que no caería más en un mal juego, pero su dolor luce tan crudo y jodidamente real que me encuentro preparándome para hablarle.

— ¿Por qué? ¿Por qué nos está sucediendo esto? —Alcanzo a escucharla decir.

—La vida a veces es jodida —digo.

Ella voltea a verme y repara en mi terrible disfraz: puede descubrirme o puede solo pensar que soy raro y escondo algo. Pero está lo suficientemente triste para que no le importante. Estoy ebrio pero incluso mi culo borracho sabe que la belleza no es solo una mala jugada del alcohol, incluso aunque sea un desastre lloroso de rímel corrido, la chica podría detener el tráfico.

Y no es jodidamente amable reparar eso cuando parece que sus lágrimas van a ahogarnos.

—Yo diría que muy jodida —murmura con voz temblorosa.

—Si lloras por cada vez que la vida te patee el culo, vas a quedarte sin lágrimas, cariño —Se lo dije a cada BG.5 en algún momento.

A Harry cuando consiguió el primer corazón roto en la escuela.

A Doug cuando se negaba a salir a dar el primer concierto por miedo y tuvo alguna especie de crisis llanto donde se negaba a salir.

A Ethan cuando sus padres lo echaron de casa.

Y a Andrew...Bueno, todavía no he tenido oportunidad de decírselo a él.

También me lo he dicho muchas veces a mí mismo, porque la vida a veces es una mierda, pero no debemos arrastrarnos en ella, siempre puede mejorar.

Tomo una servilleta y la extiendo hacia ella.

—No lo entenderías— Limpia sus lágrimas aunque estas no dejan de llegar.

—Estoy bastante ebrio, así que seguramente no voy a recordar esto mañana, puedes explicarme para entender.

Y desearía que mis palabras no fuesen reales, pero no miento. En cuanto caiga, muchas cosas serán olvidadas. Cuando esos ojos azules y brillantes se enfocan en mí, contengo mi jodida respiración como si esta fuese una nueva manera de embriagarse. Le ruego a la jodida vida que no me dejé olvidarlos.

—He hecho algo horrible —sacudo mi cabeza para volver a tener atención a sus palabras.

Soy un cabronazo, la chica sufriendo y yo distraído en cosas que no interesan en este momento. El alcohol me vuelve más idiota, no queda duda de ello.

— ¿Irás a la cárcel por ello? —Si es así, puedo darle el contacto de Jeremy.

Debería existir un lema que diga: Si la cagas, Jeremy McQueen resuelve tu problema.

—No. Eso creo.

—Entonces no todo está perdido —Me quito los lentes aunque tengo mis dudas, pero mientras la observo ella no tiene ninguna reacción de reconocimiento.

Siento alivio y me relajo tanto como puedo.

—Aún hay solución —Garantizo aunque desconozco cuál es el problema, solo me gustaría que estuviese menos triste.

—Nada va a ser igual.

—Quizás va a ser mejor.

—No. No lo será —insiste.

Hay dos opciones:

Opción a: ella de verdad está en un serio problema.

Opción b: es tan pesimista como Ethan.

— ¿Quieres contarme por qué? —pregunto no muy esperanzado de que me cuente.

— ¿Vas a recordarlo?

—Me temo que no.

Su pecho se eleva en una respiración profunda, asiente hacia mí y con labios temblorosos parece llegar a un acuerdo consigo misma.

—Hoy es mi cumpleaños —Dice, me acerco más en mi silla porque entiendo que no quiere divulgar su vida.

—Feliz cumpleaños.

—Y es el peor cumpleaños de mi vida.

—Retiro mi felicitación, ¿Qué sucede?

—Creo que cometí un error aunque parece lo correcto.

—De acuerdo, cuéntame de ello.

Ella suspira y cuando comienza a hablar sobre ir a una mansión como el desencadenante principal de este día, yo la escucho.

No sé qué esperaba de su historia, pero lo que escucho es bastante fuerte. Ella llora mucho y yo maldigo bastante. Hay tanto dolor en su rostro, su voz.

—Quería detenerlo, susurraba que no, pero luego me paralicé...

—No es tu jodida culpa, quisiste detenerlo —tomo su mano en la mía y siento un nudo en mi garganta.

Ésta chica no es consciente o se niega a verlo, pero ha sido violada. Entró en pánico y no luchó con uñas y dientes, pero no deja de ser una violación y siento que quiero correr por el maldito bastardo y cortarle las bolas.

Tengo sentimientos muy crudos en este momento.

—Tus intenciones vinieron de un buen lugar...Lo entiendo. Pero debes ir a la policía y denunciarlo —Ella llora todavía más ante mis palabras

¡Joder! Parece que la estoy cagando, pero de verdad creo que debe ir a la policía. No puedo obligarla a hacerlo y tampoco puedo ser visto yendo. Esta es una situación difícil y ni siquiera sé si estoy siendo lógico porque me he bebido mi peso en licor.

—No puedo, no puedo —sacude su cabeza.

Voy a agarrar otra servilleta para limpiar sus lágrimas, pero parece que las hemos acabado. El tipo que nos atiende nos mira desde una esquina lejana sin saber de dónde vienen las lágrimas de la chica. Me pongo de pie y alzo mi camisa para limpiar sus lágrimas, espero Hilary no se cabree de que la camisa blanca que me regaló ahora esté arruinada en maquillaje, murió en una buena causa. Cuando termino de limpiar sus lágrimas, la observo.

Su situación es lamentable, fue prácticamente una niña tomando una decisión adulta basada en la desesperación y preocupación, no era la salida correcta, tal vez, pero no puedo juzgarla. No quiero hacerlo.

Tomo su mano una vez más y aunque el mundo me parece inestable y gira, me mantengo de pie.

—Me gustan los niños —digo en un intento de calmar sus lágrimas—. Si conociera a tu sobrino, posiblemente querría robármelo.

— ¿Qué?

—Amo el jodido rojo, ¿No te parece un puto color maravilloso? —Sonrío o espero que salga como una sonrisa—. Tengo dos hermanos, fui asistente de cirugía durante mi infancia, muchos pacientes fueron dados de baja. Murieron jóvenes...

De esa manera digo muchas cosas triviales, pero son reales. Algunas, incluso, son detalles pequeños que muy pocos conocen de mí. En internet hay un montón de información sobre mí, pero mantengo algunos detalles guardados que le doy a ella. Parece que mi táctica funciona porque ella incluso en medio de sus ojos hinchados sonríe ante mis ocurrencias.

Cuando termino de divagar lucho contra el bostezo, no quiero dormirme todavía. No quiero que termine. Es la primera vez en mucho tiempo que me siento libre y tranquilo sobre estar con alguien sin temor a que me apuñale o lo finja.

—Te diré algo... —No sé su nombre, ella tampoco lo dice—. La vida se compone de alegrías maravillosas y jodidos dolores. Bondad y maldad, a veces nos toca la peor mierda, pero ello no determina nuestras vidas. Has tenido una experiencia terrible, pero eso no definirá quién serás a partir de hoy.

»Te veo como alguien fuerte, eres joven y te queda mucha vida por delante —Me encojo de hombros—. La vida te acaba de patear, pero ella siempre jode, mi consejo es que le devuelvas el favor y vivas sin que esto te detenga.

»Este puede ser un día que destruya tu vida o puedes decir tomarlo y hacer de ello una jodidamente una prueba de lo que estás hecha, de tu fortaleza y el orgullo de una batalla en la que saliste a carne viva, hecha pedazos, pero sobreviviste.

Ella permanece en silencio durante largos segundos, se ha tomado al menos cuatro tragos, podría ir algo ebria, la verdad no lo sé. Parpadeo continuamente porque siento mis jodidos ojos irritados y quieren cerrarse.

—Tengo un tatuaje —dice de la nada y asiento como si estuviese al día con la noticia.

Ella alza su cabello y ladea su cabeza, una vez más me pongo de pie y camino hasta ella. Observo detrás de su oreja un sencillo y pequeño corazón.

— ¿Es significativo o estético? —pregunto o eso espero, siento que mi lengua se traba un poco.

—Un corazón detrás de mí oreja porque significa que aun cuando mi cerebro controla mis emociones, mi corazón se encuentra latente para guiarme.

Eso es jodidamente profundo y hermoso, como ella. Ella es joven, pero hoy le ha tocado crecer abruptamente bajo una baraja de mierda que le tocó. Soy conocido por tener locos impulsos y uno me embarga, me inclino y dejo un beso en su tatuaje, ella se sobresalta.

—Creo que deberías tatuarte esta fecha como una marca de guerra, nada debería arruinar tu cumpleaños.

—No quiero saber nada de esta mierda de cumpleaños. Lo odio.

—Puedes tener dos fechas de cumpleaños, la mañana bonita que me dijiste que tuviste con tu familia y si quieres el segundo puede ser mi fecha. Te presto mi día.

Creo que eso no tendrá maldito sentido mañana, pero en este momento me suena muy lógico.

»Así que puedes tatuarte mi fecha de cumpleaños. Cumplo el diecisiete de octubre, ¿No es una fecha genial?

—Supongo que lo es...

De nuevo permanecemos en silencio, me alejo para observarla. Su vista está en mi pecho y luego sube a mis ojos.

—Creo que nunca más sentiré, estoy entumecida. Me arruinó.

No, hermosa. No dejes que una escoria arruine tu vida. Me acerco de nuevo.

— ¿Está bien si beso su tatuaje una vez más? Estoy malditamente seguro de que sentirás, lo prometo.

Para mi sorpresa asiente y de nuevo beso su tatuaje, solo que está vez es a conciencia, más significativo.

Entonces, ella me sorprende y cuando estoy retirándome, sus manos están en mis mejillas y luego su boca en la mía dándome un torpe beso...Que yo le devuelvo. Es descoordinado, crudo, emocional e intenso. No lo cuestiono, no la detengo.

Ella quiere sentir y yo estoy aquí, solo no esperaba que también me hiciera sentir putas cosas a mí.

Cuando su boca se aleja, asiente y ve hacia el frente. Pido otro trago porque ahora estoy más inestable de lo normal gracias a ésta chica. De alguna manera, cada vez que intento ayudar termino jodido, solo que está vez ha sido a causa de algo muy diferente.

—Creo que iré al baño —murmura y asiento.

Espero.

Espero otro poco más.

Pero ella no vuelve y cuando estoy muy seguro de que perderé el conocimiento en un bar y luego apareceré en las noticias matutinas. Alguien aparece.

—Vengo al rescate de culo borracho.

Mis ojos están a medio cerrar y mi estómago revuelto, pero aun con su gorra y abrigo, reconozco a Ethan.

— ¿Pero qué carajos?

—Sí, digamos que me puse acosador y rastreé tu culo borracho. He conducido hasta aquí, vamos.

—Eso es amoooor.

—Y lo tuyo estupidez —garantiza.

Rio y él gruñe. ¡Joder! Ha venido de Liverpool a Manchester por mí. Lo abrazo y se queja. Comienzo a reír.

—Dexter...

—No quiero que se aprovechen de mí nunca más...Duele —digo.

— ¿Estás llorando? Ven, saquemos tu culo borracho de aquí.

Me ayuda a ponerme de pie, paga mis tragos y nos tambaleamos hacia la salida. Hago que se detenga y algo me dice que está perdiendo su paciencia. Estoy sorprendido cuando Doug sale del auto. Ah, qué jodidos buenos amigos.

—Voy a escribir —anuncio—. Voy a escribir una puta canción sobre lo que me gusta.

—Bien —dice Doug acercándose y palmeando mi rostro—. Procura escribir que tienes un amigo rubio genial.

—Una amiga rubia menor que yo que toca el teclado —garantizo. Me da una palmada en la mejilla con algo de fuerza y luego ríe.

Llevo una mano a mi boca y otra a mi estómago, Ethan le advierte a Doug que se aleje y es bueno que lo haga porque comienzo a vomitar y cuando termino, quiero acostarme en el suelo. Ellos no me dejan. Me ayudan a levantarme.

—Escribiré una canción, una jodida canción —prometo—. Algo sobre mí.

—Bien, bien —acepta Ethan metiéndome en el asiento trasero—. Piensa en ello mientras Doug va por el agua.

»Estás hecho mierda, Dexter. ¿Qué te sucede?

—No quiero que se aprovechen de mí, esa mierda duele....Y ella me necesitaba.

— ¿Ella quién?

—Pero se fue y no volvió. No quiero olvidar.

—Lo que digas, Dexter. Solo no vomites en el auto.

No sé si lo hago, pero cuando despierto al día siguiente estoy en una cama con una resaca infernal y unos recuerdos jodidos que no me dicen mucho de la noche anterior. Pero quiero escribir, tengo la sensación de que algo importante pasó.






Recién salido del horno.

Espero y lo disfruten.

Un beso.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro