Seré aquella guerrera que no teme morir en combate con tal de defender a compatriotas.

Yo lucharé por los míos, los herejes.

Por mí.

Seré la voz de los que no son escuchados.

Provocaré una masacre que derrumbará lo existente para crear sueños y amor en todos. Terminaré con lo despiadado, con el horror y miedo de vivir una vida con luz propia.

Por primera vez me levanté de la cama, aunque madrugara y simulara dormir en la cama, con fuerza y convicción necesarias para la jornada. Sin embargo el cansancio estaba vez era una paz incomparable dentro de mi pecho con un aire fresco en mi nariz.

Me alisté y comí la ración del desayuno permitida, lavé mis dientes sin sentir el pesar de la rutina y abandoné mi hogar con paso firme, seguro y sin dudas. Algunas pase por El Venerado donde tuve la revisión diaria y aunque eso podría ser el desencadenamiento de mi muerte tenía dentro de mi un baile de festejo, no había tiempo para seguir llorando, era hora de actuar. No fui descubierta esa mañana y pude llegar a Sumisión sin problemas alguno.

A la entrada fuimos todos columnados en filas para escuchar el sermón. Un anciano se subió al púlpito con el santo libro para recitar algunas palabras que provocaban emoción en mis compañeros. En cuanto a mí cada frase me resbalaba, no teniendo efecto alguno. Cuando el viejo hombre bajó del estrado subió el listado de los Elegidos, o conocidos vulgarmente también como los Venerados, con una una lista en las manos tosiendo antes de pronunciar nombres sin orden. Ese juego de suerte hacía que vibrara entera.

Yo fuí nombrada para la prueba que podía definir mi destino.

Unas fuertes manos me tironearon con fuerza y me arrojaron a una sala sin ventanas y pequeños agujeros. Cerrando la puerta de un golpe me dejaron completamente sola.

Todo había sido demasiado rápido, yo encerrada y aislada del mundo. Entonces me di cuenta que pasaría noches en ese lugar, donde tendría que soportar el frío de días de nevados. Era esencial para ser una infiltrada, tenía que convivir con arañas y ratas en el mismo sitio combatiendo con ellos sin ser eliminada antes del interrogatorio.

La luz se apagó sin aviso de alguna forma, me veía obligada a soportar la oscuridad. Mi cuerpo comenzó a erizarse por la temperatura, pero tenía claro que que iba a conseguirlo.

Ruidos tan fuertes que podrían dejar a cualquiera sordo inundaban mis oídos, mis ojos ardían, mis mejillas estaban húmedas, la frente me pesaba y me dolía de tal manera que sobrepasaba todo, era similar a un clavo martillando tu piel, carne y huesos. De repente mi piel empezó a sudar un helor estremeciendome entera, encogía los dedos de mis pies y manos para mantener el calor, movía mis piernas y brazos para sobrevivir de ese tormento.

Conecté mi alma, mente y espíritu concentrando en el interior del cuerpo y el exterior donde este se situaba. Aquello fue mi salvación, pude entender todo lo que estaba viviendo y distinguir cada sonido aunque fuera inaudible.

Rasguños se acercaban a mis pies y con la planta de las botas golpeaba el piso sintiendo a los ratones reventándose, con los codos aplastaba a todo bicho que revoloteaba sin poder dormir.

Estaba decayendo,desvaneciendo del cansancio.

Alelí no te entregues a la derrota, resiste.

¡RESISTE, RESISTE, RESISTE POR LO QUE MÁS QUIERAS RESISTE!

La noción del tiempo ya no era medible, mordía mis labios hiriendo los para sentir la calidez del sangrado y sorber de este, tragar mi propia sangre.

La puerta se abrió con lentitud crujiendo, era mi esperanza de seguir.

—Alelí Berenguer, has resistido a la primera parte de la Gran Prueba. —Escuché una voz gruesa que provenía de un señor corpulento quien sacudiendome me sacó de ahí y de golpe me llevó a un sitio totalmente distinto. Este estaba lleno de espejos donde mi imagen se multiplicada por mil. Me senté y frente mío se encontraba un desconocido, él no mostraba su rostro, este estaba cubierto con el gorro de la cogulla que traía puesta.

—Muy bien acá las órdenes son claras, yo pregunto y tú respondes, si interrogas ya sabes cuál es tu destino —mencionó de golpe. Aunque no puedo ver sus ojos se que están clavados en mí queriendo descubrir a una hereje más y disfrutar del espectáculo de su muerte.

No olvides camuflaje como una iguana.

No olvides tu disfraz.

Empezó el clímax de la obra de teatro.

Tomen asiento para observar la actuación.

Y preparen las cabritas.

Ponganse muy cómodos.

No solo veía mi reflejo por todas partes también el suyo asustandome por lo aterrador e imponente porte de este desconocido.

Quise mover mis pies para distraerme, apretar mis manos para ocupar mi mente.

Error 404 eso no está permitido para sobrevivir.

—¿Quién eres tú? —Sus largos dedos golpeaban contra la mesa de forma desafiante. Él tenía un solo fin, terminar con mi existencia.

—Alelí Berenguer, una servidora de nuestro gran héroe y señor Supremo —respondí con falsa admiración, tenía que seguir el juego aunque mi cabeza me diera vueltas a causa de la falta de comida. Observé mi cuerpo reflejado en aquellos espejos, imponentes, transparentes que contrastaban con mi aspecto, unas ojeras negras, mi pelo sucio con terrones, mis mejillas ya no eran tan grandes, me atrevería a jurar que estaban pegadas al craneo.

Tortura,dolor y debilidad es el secreto para enfrentar cobardemente a los que son y serán siempre la amenaza contra este sistema totalitario.

—¿Con qué hombre te casarías?

—Con el hombre que se presente a mis padres obteniendo su aceptación —contesté de de forma natural. Vaya mereces un premio por ser una mentirosa serial.

De hecho no pienso casarme con ese imbécil algo se me ocurrirá.

—¿Qué piensas de la muerte de Emma? —Su voz se convirtió en un eco y miles de imágenes aparecieron delante de mis ojos, bailando y burlándose de mi fortaleza. Aquella mirada llena de inocencia sin entender que es una herejía o un pecado me remueve los recuerdos. Ella no sabía que la verdad es subjetiva, somos diferentes a los súbditos, nosotros tenemos una realidad totalmente distinta, nadie es dueño de la razón.

—Se la merecía, ella era una contaminación a la pureza que debería tener Escarmia —dicté a secas.

Falso, eso es mentira, ella tenía el derecho de volar, reír y amar a quién se le diera la gana.

Emma era pura, no como estos asquerosos, infelices e idiotas.

Me dio asco haber pronunciado aquello.

Perdóname, Emma, pero esto debo hacerlo para salvarme a mí, a los míos y honrar tu memoria que me ha dado la valentía de seguir con toda esta farsa la cual terminará cuando haga caer al rey con aquello todas las piezas. Se destruirán el peón, el caballo, la reina, la torre y el alfil.

—¿Qué castigo merece la persona quien honró su muerte? —Aquella pregunta retumbó como tambores en mi cuerpo haciéndolo vibrar de cólera.

El castigo y venganza deben sufrirlas ustedes y su gran adoración,Supremo.

—Darle un paseo por toda Escarmia con ropas reales y una corona mientras el pueblo se burle como se le antoje. Entonces después de ser la burla de todos, la quemen en una hoguera y celebraremos con bailes y fuegos artificiales —contesté con rudeza. Aplaqué el deseo de romper aquellos espejos, mesa, sillas, de matarle con mis propias manos estrangulandolo para demostrar toda mi ira, pero no lo hice, solo me limité a sonreír agachando mi rostro en símbolo de servidumbre como si yo acatará todas las órdenes que se me impusieran.

Antes de ser quemada y consumida, lo serás tú, y podré mofarme antes de mi muerte porque ya estarás destruido por mi existencia. Desearás que nunca hubiera nacido, pero lo siento ya lo hice y este es mi destino. Derrotarte.

—Por último, ¿es justo el orden social?

¿Justo? Por favor, si explotan y dejan morir a los obreros en las construcciones de sus grandes palacios al ser aplastados por ladrillos, muros, cimientos a causa del hambre y del cansancio.

No es justo.

Nada es justo aquí.

Ya deseo que pasen sus lenguas por nuestros pies y vean lo que se siente.

Van a estar de rodillas arrastrándose por el suelo pidiendo y suplicando misericordia.

No la tendrán.

Haremos justicia y lo eliminaremos de la faz de la tierra.

—Es el mejor sistema que puede regir aquí, debe haber las clases obreras y las que dominen, si no esto no tendría orden y sería una anarquía.

El desorden es el principio de un nuevo comienzo.

Cambiaré el orden de los tiempos.

Por mi libertad, desafiaré todo lo establecido.

Quería reírme en su cara por esta desfachatez de cuestionamiento.

Já, ya te pondré como empleador doméstico y ahí respóndeme tú si es justo mientras limpias los baños y recoges el papel higiénico con cagadas. Ahí veremos si piensas lo mismo.

Se abrieron las puertas de un golpe con mi última respuesta y se filtró una potente rafaga de luz que podría dejar ciego a cualquiera.

—Bienvenida seas a los placeres establecidos, buena sierva fiel entra en el gozo de tu redentor.

Es él, yo se que es él.

¡Muéstrate! ¡Muéstrate y no seas cobarde!

Suenan los cañonazos de nuestra gran guerra y se olfatea tu derrota.

Tu fin.

Observé por todos lados siguiendo ese esplendor engañoso, con el firme deseo de tener ese enfrentamiento y encontrarte. Quiero verte.

Tarde o temprano caerás bajo mis pies y de todos aquellos que haz herido.

Los muertos a causa tuya bailarán en sus tumbas y beberán vino regocijándose de su triunfo. 

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Buenas tardes de herejía <3

Solo vengo a decir o recalcar un datito totalmente curioso.

¿Por qué el entrevistador no mostraba su rostro?

Un gran abrazos y besos

La Gran Hereje.