He aquí la canción que representa y fue una gran inspiración para escribir esta historia, espero que puedan apreciarla como yo lo he hecho <3.

La música envolvía el ambiente y las luces de colores y decoraciones de Halloween daban al lugar un toque vibrante y casi irreal. Había disfraces para todos los gustos: algunos terroríficos, otros tan ridículos que solo provocaban carcajadas. Taehyung y yo pasamos entre la gente, apartando telarañas artificiales y esquivando zombis y monstruos mientras avanzábamos hacia un rincón más tranquilo. Al llegar allí, pude divisar a mis amigos, que estaban reunidos cerca de una mesa decorada con calabazas y luces naranjas.

Pero mi atención fue capturada de inmediato por una figura vestida como Ghostface junto a Baekhyun.

—¿Yoongi? —pregunté, con una pizca de sorpresa.

Sin decir una palabra se quitó la máscara, dejando ver una cabellera entre rubia y castaño claro, como un tono suave de toffee.

—No me digas que Kim también se disfrazó de Ghostface —Jimin gruñó entre dientes, sonando casi frustrado.

A mi lado, Taehyung rió suavemente y luego se inclinó hacia mí. —Voy a ver a mis hermanos un rato. —susurró antes de alejarse, dejándome con el dúo.

Cuando volví la mirada, noté a Baekhyun riéndose y hablando animadamente con Jimin. Baekhyun había optado por un disfraz bastante peculiar: imitaba a Will Byers en la noche en que desapareció. Llevaba un chaleco rojo sobre una camisa de cuadros y jeans, completando el look a la perfección. Su entusiasmo era contagioso, y parecía estar disfrutando cada momento de la noche.

—Así que Heartstopper. Se ven muy... tiernos—dijo Jimin, mirándome y señalando mi atuendo con una sonrisa entre curiosa y divertida.

Yo asentí, agradecido de que no tocara el tema de nuestra distancia en las últimas semanas. No quería romper el ambiente ligero con un asunto tan personal, así que respondí de manera casual.

—Ghostface es mi franquicia de terror favorita —comenté, refiriéndome a su disfraz y a modo de cumplido. A pesar de su silencio, parecía satisfecho con el pequeño elogio.

Entonces Baekhyun, siempre energético y entusiasta, se colocó entre Jimin y yo, enlazando sus brazos en los nuestros. Su emoción brillaba en su rostro y sus ojos reflejaban la misma intensidad que siempre mostraba cuando algo lo apasionaba.

—¿Saben a qué serie le hago honor? —preguntó, con una emoción casi infantil, esperando con ansias nuestras respuestas.

Jimin lo miró, pensativo, y finalmente arriesgó una respuesta: —¿El de Gravity Falls?

Baekhyun bufó y yo me reí antes de negarlo con la cabeza. —Es el de Stranger Things, Jimin. Ya sabes, el personaje que desapareció en la primera temporada, ¿recuerdas?

Jimin abrió los ojos, sorprendido y soltó una carcajada. En esos breves instantes, parecía que nada malo podría ocurrir. Éramos solo nosotros, disfrutando de la noche, ajenos a cualquier preocupación.

🍂

No tenía idea de cómo Jungwon había logrado tomar el control de la cabina de DJ desde que llegamos, pero algo en su expresión alegre y su habilidad con la música me hacían pensar que Chanyeol había movido algunos hilos para ayudarlo. Parecía que Jungwon había preparado cuidadosamente una playlist para la ocasión, seleccionando canciones que hicieran a todos perderse en el momento.

De repente, el ritmo de la música cambió, el volumen disminuyó hasta que apenas se escuchaba y la voz suave de Jungwon se proyectó a través de los altavoces.

—Damas y caballeros, por favor, tomen a sus parejas para la siguiente canción —anunció con tono ceremonioso, aunque con una chispa traviesa en su voz.

Los invitados respondieron con vítores y la pista de baile comenzó a llenarse de parejas que se acercaban, tomándose de las manos o entrelazando sus brazos con emoción y entusiasmo. En ese instante, sentí una ligera presión en mi hombro y al girarme me encontré con Taehyung mirándome con una leve sonrisa en sus labios, sus ojos brillando con una intensidad suave pero hipnotizante.

—¿Me concederías esta pieza? —preguntó, extendiendo su mano hacia mí en un gesto formal.

Su gesto me hizo sonreír, y tomé su mano sin dudar. —Será un honor… —respondí en voz baja, correspondiendo a su juego.

Lo siguiente fue tan natural como respirar. Al tomar mi mano, me acercó suavemente a él, rodeando mi cintura con un brazo mientras nuestros cuerpos se alineaban en un abrazo que se sentía íntimo y seguro. Dejé que mi cabeza descansara en su hombro, con la vista ligeramente perdida en la multitud, pero sin dejar de estar consciente de él, de su presencia tan cercana.

La música comenzó a sonar en un compás lento y envolvente, sus notas llenando el aire con una melancolía delicada y hermosa. Me sorprendió ver a Yoongi y Jimin conversando no muy lejos de nosotros. Al ritmo de la melodía, comenzamos a movernos lentamente de un lado a otro, dejando que nuestros pasos se sincronicen con la canción que Jungwon había elegido.

—In starlit nights, I saw you... So cruelly, you kissed me, your lips, a magic world.

Las palabras flotaron entre nosotros y la voz de Taehyung, suave y profunda, rompió el hechizo de la música.

—Jungkook… —murmuró, atrayendo mi mirada hacia él—. Le pedí a Jungwon que pusiera esta canción porque quiero que sea nuestra.

Su confesión hizo que mis mejilas ardieran ligeramente y mis latidos se aceleraron, como si cada palabra que salía de sus labios fuera una chispa que encendía algo en mi interior. De pronto, cada nota, cada línea de la canción cobraba un significado especial, reflejando nuestra historia de alguna manera, el anhelo y el amor que había florecido entre nosotros.

Taehyung tomó un respiro profundo, como si estuviera buscando las palabras adecuadas para expresar lo que sentía.

—Desde mi transformación, no ha habido un solo día en el que me haya sentido verdaderamente vivo… hasta que llegaste tú —el tono de su voz demostraba una sinceridad tan pura que me hizo estremecer—. Tu existencia le da esperanza a la mía. He esperado durante más de un siglo por ti, Jungkook. ¿Te gustaría quedarte a mi lado para siempre? Para compartir nuestras eternidades… —tomó mi mano con suavidad, y sus ojos de ese color dorado se fijaron en los míos—. Jeon Jungkook, ¿puedo ser tu novio para empezar?

—The killing moon, will come too soon, fate...

Mi mente, mi corazón, todo mi ser respondió antes de que pudiera procesarlo del todo. —Sí… claro que sí —murmuré, con una sonrisa que no lograba contener, porque en ese instante comprendí que él era el hogar al que siempre había pertenecido, incluso antes de conocerlo.

Llevé mi mano a su nuca, atrayéndolo hacia mí y presionando mis labios contra los suyos en un beso profundo, cargado de todo lo que no me atrevía a decir. No me importaba quién estaba mirando, no me importaba que estuviéramos rodeados de gente, en ese momento solo existíamos él y yo bajo la melodía de nuestra canción, un refugio donde por fin me sentía completo.

Mientras el mundo se desvanecía alrededor, me dejé llevar por el calor de sus labios, por la dulzura y por lo que nos esperaba.

Sin embargo, en ese instante perfecto, no pensé en que alguien faltaba desde hace casi dos horas. Aunque el momento parecía eterno, en algún rincón de mi consciencia recordé que había un miembro de mi grupo que no estaba allí con nosotros: Baekhyun.

Esa noche mágica terminaría abruptamente cuando, a la mañana siguiente, recibiríamos la noticia que estremecería al pueblo. Baekhyun había desaparecido y los sheriffs ya estaban comenzando la búsqueda por todo los bosques e incluso en los lagos, imaginando lo peor.