Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 49


La noche sigue su curso, y con ello me refiero, a que empiece mi parte favorita de una fiesta: bailar.

Giselle y yo hablamos durante un largo rato sobre Ettore, y le expliqué porque me referí a él como tipo de novio. Ella me sorprendió contándome su experiencia con un chico que conoció hace varios años y continuaban sin tener la etiqueta exclusiva de novios. Giselle parece que lo quiere, aunque, tras un par de copas, admitió que, a veces piensa en dejarlo porque siente que no la valora lo suficiente o no la ve como la mujer que presentaría a sus padres. Le aconsejé que, si no era feliz, que terminase con ello.

-Bueno, chicos, seguid hablando de mierdas, pero, ¡nosotras iremos a bailaaar! - Exclama Giselle, cogiéndome de la mano y saliendo del círculo masculino.

El efecto del alcohol que he ingerido provoca ese tipo de felicidad o entusiasmo estúpido que solo me hace reírme o, incluso, olvidar que llevo tacones y moverme con libertad y sin el peso del dolor que probablemente tenga mañana.

Mañana... Espera, ¿a qué hora vamos a volver? No quiero problemas con Josh. Freno a Gisella, después de habernos alejado más de lo esperado de su grupo.

-¡Giselle! Espera, tengo que hablar con Alaric. - Ella me mira y asiente.

-Te espero aquí. Voy a hablar con el estúpido de Johann y le daré un ultimátum. - Dice riéndose, refiriéndose al chico que le gusta, le apoyo.

-¡Vale, no te muevas! - Me giro y, de pronto, choco con alguien.

-Oh, perdona. - Me disculpo, aunque, al levantar la mirada, me encuentro con el mismo collar de mi hermanastro, pero es otra persona quien lo porta. Conecto mi vista con unos ojos azules determinantes.

Ben.

-No te te preocupes. - Responde, con una voz que me hiela la sangre. Reconozco un acento llamativo en su voz, aunque no sabría identificarlo.

Sonrío incómoda, haciéndome a un lado, en busca de Alaric. Ben se adelanta.

-Si buscas a Alaric, han ido fuera, va a venir un amigo nuestro, Giorgio, y no querían hacerlo esperar. A mí me dejaron aquí, ¿quieres que te acompañe? - Lo único en lo que pienso, es que no quiero. Hay algo en él que me causa rechazo, será prejuicio, pero no me importa.

-Lo haría, pero estoy con Giselle, íbamos a bailar un rato. - Me excuso, él mira por encima de mi hombro, y sonríe, de forma traviesa.

-Ah, ¿sí? Yo no la veo por ninguna parte. - Contesta.

¿¡Cómo!?

Miró hacia atrás y, para mí sorpresa, Ben tiene razón. ¡No está! ¿Dónde jodidos se ha ido? ¿Por qué todos se han marchado y me he tenido que quedar con él?

Me animo a mí misma. Tal vez no está mal después de todo, le daré una oportunidad, aunque, si intenta algo conmigo, no haré nada bueno.

-Esta bien. ¿Vamos a beber algo? - Sugiero. Él acepta.

-Nada me haría más feliz, Leah. - Su respuesta me hace reír, y, junto a Ben, me dirijo hacia las barras más cercanas. Unas más alejadas del ambiente fiestero, donde solamente hay sentada una persona.

Me siento en el pequeño asiento al lado del hombre rubio. Ben parece más mayor que sus amigos, le echo unos veintidós años, e incluso veinticinco.

-¿Qué desea? - Me pregunta el trabajador.

Pido un cóctel cualquiera, y Ben pide una bebida que jamás había oído antes, llamado mi atención.

¿Qué es eso?

-Disculpe, póngame lo mismo que a él. Gracias. - El bartender, le lanza una mirada cómplice a Ben, extrañándome.  No me pasa por alto como él asiente, como si le diera permiso. Decido callarme.

-Veo que no te quieres perder nada. - Comenta divertido, tocándose el collar.

-No te equivocas. No estaré mucho tiempo por aquí y quiero aprovecharlo lo máximo posible, y cómo mi padre no me deja salir sola a la calle, pues, es lo que me toca. - Nos sirven un vaso pequeño con un líquido amarillento. Jamás había visto eso.

-¿A qué te refieres con lo de tu padre? - Curiosea. Me encojo de hombros.

-No lo sé. Es que, nuestra relación nunca ha sido cercana porque nunca he tenido contacto con él. Y, de pronto, quería que pasase la Navidad aquí y, ni siquiera me deja salir con Alaric. - Explico, tocando el vaso de cristal.

-¿Y qué haces aquí? - Sonrío.

-Bueno, me he saltado las normas. - Ben se ríe.

-Llamaré a la policía. ¡Una menor de edad se ha escapado de casa con el irresponsable de su hermanastro! ¡Y bebé alcohol! - Estallo a carcajadas, pidiéndole que se calle.

Vuelvo a ojear su collar, con interés.

-¿Y ese collar? He visto que Alaric tiene el mismo. ¿Es un rollo de amigos? -Sin perder la sonrisa, me contesta que sí.

Nada más.

Cambia de tema.

-Venga, brindemos por tu libertad. De un trago, ¿eh? A ver de qué estás hecha. - Me reta.

Alzó mi copa y me lo bebo de un trago, sin pensarlo.

Joder.

Diversos sabores cruzan por mi garganta, quemándola levemente en el acto, pero a la vez, su sabor no es tan intenso. Hago una mueca. Un mareo me recorre entera de igual forma.

-¿Te ha gustado? - Abro los ojos y me fijo en que Ben se lo ha bebido y está en perfectas condiciones.

-¿¡Qué era eso!? No vuelvo a fiarme de ti. - Recrimino, limpiándome la boca.

-Era el especial Paradise. Tiene un efecto instantáneo, pero no te preocupes, solo te sentirás bien. - De pronto, noto como la adrenalina se apodera de mí. Todo en uno. -¿Qué sientes, Leah? - Noto a Ben más cerca de mí, pero no me importa.

Le sonrío estúpidamente, incluso, me acerco a él.

-Me siento bien. - Ben me acaricia el pelo.

-Perfecto, cómo quería que estuvieras... Ahora, Leah, escúchame atentamente si no quieres que esto termine mal, quiero que me cuentes todo, desde que conociste a Ettore hasta ahora. Cuéntame tu vida, quiero saberlo todo. - Cuando nombra a Ettore, mis pensamientos chocan, pero mi mente no es capaz de razonar y solo le digo que sí.

-Vale, ¿qué quieres saber Beni? - Me río al ponerle el apodo, él aprieta la mandíbula y pierde todo signo de alegría.

De pronto, ladea una sonrisa pero es escalofriante.

-Mejor, llámame Benedetto, Leah. - Sentencia, y, de nuevo, mi cuerpo impide que conecte los hechos. Quiero salir corriendo, aunque me mantengo acomodada en la silla, y, sin poder remediarlo, hablo.

-Me suena tu nombre. Escuché a Josh mencionarlo con Alaric está tarde. Se supone que has hecho algo que ha molestado a mi padre. - Me burlo.

Continúo.

-¿Cómo es posible que conozcas a Ettore? - Inquiero, con voz de borracha.

-Porque es mi hermano. Sigue hablando. - No evito la sorpresa.

Sacudo la cabeza. ¿Qué me está pasando?

Me levanto, quiero irme a casa. ¿Por qué dice que es su hermano? Todo da vueltas.

-No es posible, Ettore nunca me ha hablado de ti. - Replico, Benedetto me obliga a sentarme de nuevo.

Busco la mirada del bartender, pero este apenas me mira. Se mantiene ajeno a lo que sucede.

-No te ha contando nada. ¿Acaso sabes lo de su querida Melody? - La mención del nombre de esa chica me paraliza.

-¿Cómo sabes eso? Tú no sabes quién es. - Mi voz tiembla.

-Claro que sé quién es, yo mismo la maté. - Su voz se vuelve lenta, el tiempo se para. Abro los ojos desmesuradamente.

¿Qué? No, esto no puede estar pasando.

-Tranquila, Leah, no recordarás nada de esta conversación. Así que, habla o serás la siguiente. - Su amenaza me provoca terror, sin embargo, no me muevo.

-Ettore y yo estamos saliendo. Nada más. - Le digo, temblando. Mi mente empieza a despertar.

De pronto, su mano me toca el brazo y me lo aprieta con fuerza, me quejo. Me hace daño.

-Será mejor que seas más concreta. Acaso, ¿sabes a qué se dedica? ¿Qué hace por mí? ¿Quién es su padre? ¿Sabes dónde está su madre? ¿Te ha contado algo de verdad? ... No eres nada para él.

-Yo... - La cabeza me la vueltas. Su agarre se vuelve más fuerte. Las lágrimas salen de mis ojos. Me dice que me concentre. Hablo: -Me dijo que su madre estaba enferma, no sé nada más. Llevamos saliendo poco tiempo. - Me suelta. No parece satisfecho con mis respuestas.

-Al final, voy a terminar contandote la verdad a ti. No sabes nada de tu querido novio.

No es la primera vez que alguien me dice eso no en referencia a Ettore, y, efectivamente, tiene razón. Me peleé por esta misma razón con Adrien. De pronto, acabo de descubrir que tiene un hermano que dice ser un asesino, y yo no comprendo nada, mi cabeza da vueltas y estoy mareada.

Toco mis mejillas y me doy cuenta de que estoy llorando.

Benedetto se aproxima a mí y posa sus manos en mi rostro.

-No llores, pequeña. Mañana no recordarás esto. Oh, mira, por ahí viene Alaric. Nos volveremos a ver Leah, esto no ha terminado. - Y sin más, se marcha, dejándome confundida. Unas personas que permanecían cerca nuestra, lo siguen y desaparecen.

Benedetto... me ha drogado.

Miró hacia atrás. No lo veo.

-No me mires y disimula. - Dice de pronto el hombre tras la barra, limpiando la mesa como si nada. Le prestó atención, aunque él ni siquiera me observa. -Disimula. - Hago lo que pide. Prosigue -: He mezclado el Paradise con agua. Escúchame bien, mañana podrás recordar, pero tendrás que fingir que no.

-¿Por qué me ayudas? - Le pregunto, desorientada.

-Vete y no vuelvas aquí. - Se gira y se va al otro lado como si nada.

Una mano se posa en mi hombro, asustándome. Es Alaric.

Debo fingir.

-¿Qué tal? ¿Quieres quedarte más tiempo? - Pregunta él.

Niego.

-He bebido más de lo que puedo aguantar, vámonos. - Digo, haciendo caso al chico de detrás de la barra.

Después de pasar por la multitud, llegamos a la puerta y salimos del edificio que esconde una gran fiesta en su interior. Todos los integrantes del grupo de amigos han desaparecido, no hay nadie por aquí. Sin embargo, distingo a una persona en la fila mirándome.

Lo observo de pasada, aunque vuelvo la mirada. Es Ettore.

❄️❄️❄️

¡Hola!
No he actualizado en mucho tiempo, pero se vienen cosas interesantes.

Espero que hayáis disfrutado el capítulo.

NEFERET👽💗

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro