La canción de Effect finaliza, y vuelvo a repetirla por quinta vez. Realmente me encanta, y cuando una melodía me fascina como lo hace The demon returns, me gusta escucharlas hasta cansarme, pero de ella todavía no lo hago.

Abro otra pestaña para entrar en una de mis redes sociales favoritas, donde hace mucho tiempo no he subido ninguna foto. Cuando este de vuelta en Greenville, le diré a Chloe que necesito una sesión de fotos urgente. Me gusta mucho la fotos que me hace. Se le da bien la fotografía. Tiene talento en ello.

Veo las fotos de mis conocidos sonriendo, con su familia, en alguna fiesta o al aire libre. Pongo el dedo en el panel táctil para continuar viendo las publicaciones de la gente. Una foto llama mi atención, con solo ver su nombre me fijo. En ella está Derek junto Ryder, y en el pie foto avisan de la fiesta que harán hoy en mi casa.

Lo sabía.

Paso de su foto y después de un largo rato ojeando las publicaciones de incluso personas que no conozco, paso a ver mis notificaciones, de las que últimamente no he estado muy pendiente. Entre peticiones de seguimiento y personas que me han dado me gusta a alguna de las fotos que subí hace tiempo, encuentro una que me hace dudar de cuando la ha hecho y no me he enterado. Maldito Adrien.

Quito de mi regazo el portátil dejándolo a un lado con cuidado y me levanto con rapidez de la cama para dirigirme a la puerta que había cerrado anteriormente. Salgo de la habitación y justamente pasa la persona que buscaba. Sin embargo, no se percata de mi presencia, se dedica a pasar por mi lado mientras se pone la cazadora. ¿A dónde va?

Afuera está diluviando. Ha comenzado a llover hace un par de horas y así sigue.

Con curiosidad sigo sus pasos, que van al salón. Ahí está Adeline, también preparándose como si fuese a salir, y parece angustiada. Edward, quien está junto a ella también tiene una expresión de preocupación. Y Blair en las mismas condiciones. ¿Qué habrá pasado?

Al no saber de que va la cosa, decido preguntar y así enterarme que ha pasado ya que sus caras muestran que no hay buenas noticias.

-¿Ha pasado algo? - Les pregunto algo inquieta.

Llamo la atención de los presentes y parecen buscar las palabras para anunciar la noticia.

-Sí, Leah. - Me contesta mi madre con voz pausada. -La hermana de Edward ha sufrido un accidente automovilístico. - Termina de decir con lástima.

Joder, que putada.

Aunque sea, tal vez, egoísta me he sentido un poco aliviada porque pensé que había sucedido algo en mi casa, o que tenga que ver con mi familia. Yo no conozco a la hermana de Edward, por lo que tampoco me ha dolido, pero tengo empatía por lo que espero que este bien.

-¿Y es grave? - Inquiero segundos después con algo de duda, pensando si debería haber preguntado eso.

-No lo sabemos todavía, solamente que está en el hospital de la ciudad. - Avisa Edward con voz seca, intentando aparentar que está bien. -Vamos, tenemos que irnos. - Les avisa él mientras se dirige a la puerta con Adrien quien se va con paso rápido.

-¿Cuándo volveréis? - Pregunto a mi madre antes de cruzar la puerta del salón.

-No lo sé. Te avisaré, ¿vale? Ten cuidado y no hagas cosas indebidas, que nos conocemos... - Lo último sé que va referido a un tipo en específico.

Ya no me tiene confianza... No me extraña.

Asiento intentando no soltar una carcajada y la acompaño a la puerta principal. Al abrirla una ráfaga de viento entra dentro congelándome y mojándome ligeramente los pantalones. Cierro de inmediato y por una pequeña ventanita que está incrustada en la puerta, veo como el coche se aleja hasta perderse entre el camino que los árboles poco a poco van tapando.

Me giro y vuelvo tras mis pasos para volver a la habitación y seguir con mi música y entrar en más redes sociales, también aprovechar para hablar a Chloe.

Al pasar por la habitación de Ettore me quedo parada y pienso en algo de lo que no me había percatado hasta el momento.

Estamos solos, y no sé porque me produce nervios. Seguramente se quedará en el cuarto al igual que yo todo el día y no nos cruzaremos hasta que vuelvan los demás. Él seguramente sepa que se han ido, ¿no? Podría decírselo pero tal vez lo sepa, seguramente.

Entro a la habitación y me siento en la cama. Vuelvo a poner el laptop en mis muslos y veo la imagen que sale en la pantalla.

Es una foto mía donde apenas se me ve la cara ya que estoy mirando por la ventana. Adrien me ha etiquetado en ella. No me gusta que me etiqueten en fotos, menos en las que no sé que salgo. Pero es una estupidez, total, mañana se borra automáticamente.

Decir que estoy entretenida mirando la lluvia chocar contra la ventana es estar muy aburrida, como es en mi caso. Han pasado dos horas en las que he dado vueltas en Internet, escuchar música de cualquier tipo, ver una de las tantas películas románticas que adoro... Pero, nada. Sigo aburrida. Dejé el ordenador a un lado y me he puesto a mirar por la ventana sin tener nada mejor que hacer, esperando que de entre los árboles salga un vampiro y tener la típica historia de romance juvenil. Sí, demasiado aburrida e imaginativa.

Aparto la mirada de la ventana y decido ir a la cocina a por algo de comer, que antes he ido a por algo de beber y no comí nada porque no tenía hambre. Ahora sí la tengo.

Abro la puerta de la habitación y salgo de ella. Camino por el pasillo en silencio, y al pasar por la puerta de Ettore pienso en detenerme al oír su voz. Aunque desecho la idea y sigo andando. No obstante, cambio de idea al escuchar de nuevo su voz. No está hablando, sino cantando. Eso me atrae como imán hacia su puerta, sin poder evitarlo.

Con sigilo me acerco a su puerta intentando pisar con cuidado para que el suelo no cruja porque es de madera. Doy pasos largos evitando el molesto sonido que hace la madera y me posiciono justamente detrás de la puerta y pego mi oreja a ella.

Sí, está cantando y que bien lo hace.

No escucho música de fondo, así que presto más atención al ritmo que da y a la letra. Al escuchar otra frase reconozco de inmediato la canción. Es una de mis canciones favoritas de Starset, My Demons.

"Take me high and I'll sing
Oh you make everything okay (okay, okay).
We are one in the same
Oh you take all of the pain away (away, away).
Save me if I become
My demons."

Es un grupo de rock que sinceramente me fascina, me parecen increíbles las canciones, el ritmo que tiene, la letra... todo. Yo no soy muy fan del rock, pero hay grupos como este que me llaman mucho la atención, otro ejemplo es The Fray. Este grupo me lo enseñó Chloe que es fanática del rock y del heavy metal y yo poco a poco me meto en esos estilos que me gustan cada vez más.

Él continua cantando y yo sigo escuchándolo atontada la magnífica canción al igual que su voz ronca, llena de emoción, sintiendo lo que canta, la letra, su significado.

De repente siento un cosquilleo en uno de mis pies. Seguramente es el frío que tengo en ellos. Debería haberme puesto unos calcetines gruesos y no estos tan finos. Lo ignoro pero vuelvo a sentirlo.

Despego mi oreja de la puerta molesta y bajo la mirada a mis piernas buscando la causa del cosquilleo. Al ver una araña subir lentamente por mi pierna comprendo que no tiene nada que ver por el frío, sino por la enorme araña que sigue ascendiendo.

Mi respiración se entrecorta y doy pasos hacia atrás sin importarme los sonoros crujidos. De pronto, empiezo a agitar la pierna frenéticamente para que la araña se caiga. Mi miedo aumenta al ver que no funciona, aterrorizándome cada vez más.

Busco a mi alrededor algo con que apartarla sin tener que quitarla con la mano, ni de broma la tocaré. Al ojear rápidamente el pasillo y no encontrar nada útil vuelvo la vista hacia mi pierna derecha.

El pánico que había intentando guardar sale en segundos reaccionando al no ver la araña donde estaba. Entonces, experimento ese horrible cosquilleo en alguna parte de mi espalda, lo que provoca que sin pensarlo dos veces me vaya hacia atrás chocando contra la pared. Suelto un grito de verdadero terror y empiezo a agitarme con fuerza. Sin dejar de moverme comienzo a correr por toda la casa terminando en la cocina. Procedo a quitarme la sudadera que llevo puesta con frenesí. La arrojo al suelo dejando de correr y me pongo a pisarla repetidas veces hasta cansarme, repitiendo "maldita araña".

-Ya está, no hay peligro. - Digo con la voz entrecortada, respirando pesadamente.

Como si hubiera hecho una tarea muy pesada me apoyo en la pared, al lado de la puerta, con la respiración irregular.

-¿Por eso has actuado como una lunática? ¿Por una araña? - Inquiere de pronto Ettore, con algo de burla en su timbre.

Giro la cabeza y le veo aparecer por la puerta de la cocina y se recarga en el marco de está sin dejar de observarme. Quedando a poca distancia.

Cierro la boca y me siento avergonzada. ¿Me ha visto? Joder, que bochorno. Aparto la mirada al otro lado, pensando que decir, buscando algo.

-Era muy grande. - Me excuso sintiéndome aún más avergonzada. -Además, estaba subiendo por mi pierna. - Vuelvo a decir intentando no quedar mal. Conectando de nuevo la mirada.

Espera, ¿por qué le estoy dando explicaciones? Con decirle que había una araña es suficiente, no tengo que darle algún otro detalle. Últimamente me siento estúpida, cuestionándome todo.

Será porque me tiene que venir el período y estoy idiota todo el rato.

-¿Te refieres a esa? - Pregunta con duda. Siento como mi cuerpo se vuelve a alterar y llenarse de nervios.

Con la mente nublada y el temor volviendo a recorrerme de arriba a abajo, no lo pienso y me tiro hacia Ettore abrazándome a él con miedo. Él pierde el equilibrio y sin poder sujetarse a ningún objeto o cualquier otra cosa, caemos al suelo con brusquedad.

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