Observo la mirada perdida de Chloe por el espejo. Está detrás mía sentada en la tapa superior del váter con la vista pendiente en la ventana del baño, se puede ver por ella el comienzo del anochecer.

Me muero de ganas de preguntarle que pasa con James aunque debo respetarlo, pero, en serio, ella no es reservada y menos en el tema de líos. Sin embargo parece que él fue algo más que eso.

Por lo que he observado, está dolida, demasiado a ser verdad y me preocupa, además en los ojos de James lo primero que se percibe es algo extraño, algo que ronda por ellos, tal vez angustia, no lo sé con certeza, pero se ve que le persigue, perturba, y creo que es la mala conciencia, la peor de las enemigas.

Mi mejor amiga es de las que perdonan rápido, y sino lo ha hecho es porque algo muy fuerte ha sucedido.

Recuerdo, de repente la cara que traía al llegar.

-Chloe. - La llamo, enseguida despega su mirada de la ventana y me presta atención. -¿Por qué llorabas antes? - Inquiero curiosa, espero que Jocelyn y Brandon no tengan nada que ver en el tema.

-Mis padres. - Contesta con simpleza y el timbre roto. Lo sabía.

Mi tristre amiga se levanta y sale del baño, voy trás de ella. Se sienta en mi cama, yo me pongo delante suya apoyándome en la pared.

-Me han prohibido acercarme a Penny definitivamente. Ya es duro estar lejos de ella ya que no convivo con ellos para no volver a verla hasta que cumpla treinta años. - Dice sin mostrar ninguna expresión.

Sus padres son de lo peor, no la van a dejar estar con su hermanita.

Un tiempo atrás Chloe lo pasó realmente mal, yo diría que bastante, y sus padres por aquel horrible suceso echaron a su hija de casa, claro, la compraron un apartamento, no por pena, sino por la imagen que les daría, no podían permitirse que saliera en los periódicos su hija durmiendo en las calles. Es ridículo pero es así. Con tan solo quince años tuvo que vivir sola, aunque ellos se lo pagan todo, con no tenerla cerca está bien. Pero estas vacaciones se la llevaron para darle otra oportunidad o algo así, no sé que habrá salido mal.

-¿Qué ha pasado Chloe? ¿Por qué no me dijiste nada de esto al volver? - La pregunto, no entiendo nada.

-Me lo acaban de decir, por llamada. Dicen que soy un mal ejemplo, una hermana inadecuada. Lo peor. - Se le escapan algunas lágrimas. -Pero no quiero hablar de ello, mejor de la fiesta de está noche. - Asiento a su petición, aunque, como siempre esquiva cualquier tema que le provoque tristeza, yo puede que no sea la más adecuada para decirlo sin embargo yo por lo menos los enfrento. Pero ya ha tenido suficiente con volver a ver a James, lo dejaré pasar por hoy.

-Pues no sabía si tendrías ganas de ir. Bueno, que estoy diciendo. Tú siempre quieres fiesta. - Me empiezo a reír, Chloe en cambio me lanza una almohada y, al final acaba riéndose conmigo, mi risa es contagiosa.

-Obvio sí, no voy a amargarme más por los idiotas de mis padres y James. Después de varios meses de tranquilidad necesito ya a un hombre en mí. - Dice haciendo caras raras y pasándose las manos por el cuerpo.

-Dios, estas muy mal, pero no te culpo. Estoy igual. - Me tumbo en la cama y me estiro bostezando.

-¿Sí? Se supone que soy yo la que está enamorada, no tú. - Se ríe intentando ponerle gracia al tema, eso me gusta de ella. Pero en el fondo, le duele pronunciarlo. -¿Tienes a los irresistibles amigos de tu hermano rondando en boxers por tu casa y no te los tiras? Déjame decirte que eres una idiota. -Niega en mi dirección fingiendo estar decepcionada.

-Primero, uno es mi mejor amigo, Brant es un imbécil con un pene en la frente, solo piensa en una cosa, Ryder creo que tiene novia, James es tu ligue y Damien... - No me he contado nada de el buen besador.

-Así que Damien, interesante. - Me lanza una mirada pícara.

-Bueno, nos besamos el otro día. - Me rasco la nuca incómoda a sentándome

-¿Nivel? - Se pone seria, exagerada.

-Casi sexo. Pero es que, no quería hacerlo con él.- Digo mientras me tapo la cara con las manos.

-Pero, ¿por qué? No eres virgen. ¿Qué mas da? Aunque yo te aconsejaría a Brant, que bueno es. - Me carcajeo, que amiga tengo.

-Ya pero, no me voy a tirar a cualquiera. A ver, si le tengo ganas a Damien, si te soy sincera, me hubiera acostado con él, pero, fue como demasiado precipitado. ¿Y Brant? Ni de broma.

-Te entiendo, bueno, volviendo al tema, hoy triunfamos. - Se levanta y empieza a bailar de una manera sensual, yo me rio.

-Deja eso para después, ven conmigo al vestidor y a ver que nos ponemos. - Corremos contentas al gran armario. Chloe y yo tenemos la misma talla, eso es genial, su ropa me cabe y la mía a ella.

-Un vestido sería la peor decisión, hace frío aunque no demasiado, igual, ¿qué haces en un bosque con eso? Una falda tampoco, unos vaqueros es lo ideal. - Dice la experta en moda, la verdad ese campo se le da de perlas. Quiere estudiar para ello, ser diseñadora. Yo en cambio tengo otras preferencias, me interesa las matemáticas, la física pero no para ser una nerd. Y sobretodo la psicología, aunque aquello no es una asignatura en nuestro centro a mi me llama mucho la atención.

-¿Haremos fogata como el año pasado? ¿O qué? - Pregunto mirando una chaqueta.

-Sí. Aunque Brant avisó por Twitter que la fiesta seguirá en su casa, incluso en vez de dirigirnos al bosque podríamos ir directamente a su mansión. Y sabes que los policías a las una de la madrugada terminan la fiesta, aburridos. Además, en su casa hay cuartos. - Lo último lo dice de forma coqueta. -Ya sabes, aprovecha. - Madre mía con esta chica.

-¿Solo piensas en sexo Chloe? - La pregunto alzando una ceja.

-No me juzgues, llevo meses en vela. Deberías comprenderme. - Pone una mueca tristre, y se cruza de brazos con un puchero.

-Vale, vale. Sigamos adolescente hormonal. ¿Qué me pongo? - Ella se ríe y sigue buscándome algo.

Chloe al final se decide por unos vaqueros azules oscuros de tiro alto y con una gran rotura debajo del trasero, eso ahora se lleva mucho. Se pone una preciosa blusa lila con la espalda descubierta y unas botas bajas de tacon cubiertas de terciopelo, son del mismo color que la prenda superior. El cabello lo ha dejado suelto y se lo ha alisado.

Yo me he puesto unos vaqueros negros apretados con roturas en las rodillas y una en el muslo derecho. Un crop top rojo sangre de tirantes con un escote en forma de v y unas botas Dr Martens negras con rosas. Ojeo las chaquetas dudosa, cojo una vaquera oversize también con alguna que otra rotura y algo que me encantó de ella fue que en el bolsillo derecho pone en negro FUCK YOU y en el izquierdo BITCH. Me he dejado el pelo suelto pero con un moño alto, es un peinado simple y moderno.

Nos terminamos de poner algunos accesorios y maquillarnos. Cogemos nuestros móviles y yo las llaves y salimos de mi cuarto.

Hemos estado como tres horas preparándonos, el resultado es muy bueno. Bajamos las escaleras como divas, las que somos.

Nos sorprendemos al tener delante nuestra a los populares, pensé que se habían ido. Están todos arreglados y muy guapos, ellos nos miran de una manera no muy decente. James está anonadado con Chloe, tampoco es que este diferente, solo un poco de maquillaje. Pintalabios, rimel, ella eyeliner y ya. Creo que la cara de tonto la pone siempre que la ve.

Terminamos de bajar los pocos escalones y nos encaminamos hacia la puerta. Todos vamos al mismo destino, pero ahora que lo pienso, ninguna de las dos tiene coche y hoy es festivo, seguro que habrá algún taxi. Dudo que Derek quiera llevarnos, bueno, llevarme.

Salimos todos a la vez, los chicos se dirigen a uno de los coches grandes, son dos.

Nosotras nos quedamos quietas mientras saco el teléfono. Alguno de ellos se paran al ver que no nos movemos.

Ryder se acerca a nosotras. -¿No os venís con nosotros? - Me extraña su amabilidad. En silencio miro a Chloe, me dice que sí en susurros.

Observo a Derek, está molesto pero extrañamente no comenta nada. -Claro. - Sonrío acercándonos al coche donde va Evan.

-Chicas, mejor que vayáis en el coche de James, nosotros iremos en este pero él solo recogerá a sus amigos. Iréis mejor. - Miro rápidamente a Chloe, está nerviosa pero alza la cabeza, y decidida se sube en el asiento del copiloto. Eso me ha sorprendido. James sonríe negando con la cabeza y se va a su lugar, al del conductor.

Yo me siento en la parte trasera, hay tres asientos, y detrás mía hay tres más, sin embargo están ocupados por bebidas alcohólicas para la fiesta. Entonces mi lógica despierta.

El coche se mueve y se detiene enfrente de la casa de Aaron. Y empieza a pitar varias veces.

-¡Para James! Sabes que eso me irrita. - Chloe alza la voz hacia él dejando de mirarse las uñas.

Vuelve a pitar, mi amiga suspira con exasperación mirándole mal.

-¡Tú nunca entiendes nada, te digo que no lo hagas y es lo primero que haces! - Explota Chloe, me huele que se avecina una pelea de pareja, bueno, lo que quedó de esa extraña relación.

-¡Eres tú la que no entiende nada! ¡Qué solo escuchas a los demás y no a mí! - Esto ya se va del tema, me empiezo a sentir incómoda. Miro por la ventana y veo tres siluetas acercándose al coche.
Espera, si son tres, aquí no cabemos todos, tendría que ir con el alcohol pero muy apretada o ir en el maletero.

-¿¡Qué me estás queriendo decir!? ¿¡Qué yo tuve la culpa idiota!? - Madre mía. Adrien saluda a James pero frunce el ceño al verlo gritar con la histérica de mi mejor amiga.
Sus ojos van a la parte donde me encuentro, mierda. Él me reconoce a la perfección por lo que sonríe malicioso.

-¿Queréis dejar vuestra jodida discusión para luego? Aquí no hay sitio. - Mas que una pregunta es una orden. Me fijo en él, su voz suena tan fría, cortante, de hielo, ese sin duda alguna es Ettore.

-Leah siéntate encima de Ettore y ya. - Demanda el castaño. - ¡Siempre desconfías y no crees en mi palabra! ¡Todo fue tu culpa! - No me gusta la opción que me ha dado, pero me bajo del coche para que ellos suban. A continuación con los nervios a flor de piel le observo, él no dice nada ni objeta nada, me adentro y lentamente me siento en las piernas del malote, Dios, espero no romperselas.

Sus amigos se carcajean, pero él no, solo está serio con la vista clavada en la ventana.

Y con los gritos de fondo de la parejita acompañada de mi vergüenza brutal nos vamos a la que sería, espero, una fiesta inolvidable.

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