POV Adrien.

Ya pasaron 3 semanas, eso significaba momento de exámenes. Hasta ahora me está yendo bien, pero a Bella no. Siempre es la última en terminarlos, y cada vez que le pregunto su calificación es bastante deficiente.

¿Seria una buena excusa ayudarla a estudiar, sólo para estar con ella?

El sonido del timbre para el recreo interrumpió mis pensamientos, y yo sólo quería intentar animarla después de tanto reprobar.

--Adrien, estaré con Alya y Marinette. ¿Quieres venir?--me dijo Nino.

--Gracias por la invitación, pero no. Estaré con Bella este recreo. Hace 3 semanas que no hablo a sólas con ella.

--Con que a sólas ¿Eh?--Nuevamente se puso picarón.

--Si si, vé con las chicas.

Nino sólo se encogió de hombros y se fué junto a ellas, aunque Marinette me quedó observando bastante triste mientras salía del salón.

Yo me acerqué a Bella, con sólo ganas de hablarle.

--Hola, Bella.--La saludé mientras nuevamente aprovechaba la ausencia de Nathaniel para sentarme a su lado.

Ella levantó la vista de su teléfono y lo apagó rápidamente.

--Hola, Adrien.--Me respondió.

--Yo... vine porque he estado pensando algo.--Tenía que ir directo al grano.--Estamos en semana de exámenes, y por lo que veo a tí no te está yendo muy bien.

Ella bajó un poco su cabeza, para sólo decir un "Si". Yo continué hablando:

--Y mañana tenemos exámen de física, así que... ¿Te gustaría venir a mi casa para ayudarte a estudiar?

Ella pestañeó dos veces algo asombrada, y yo sólo esperaba su respuesta.

--No puedo, mi mamá no me deja.--respondió nerviosa.

--¿Ni siquiera para estudiar?--hablé yo.

Ella negaba con la cabeza, para luego decir "No". No quería rogarle, pero no tenía otra opción.

--Por favor, Bella. No creo que se enoje más que cuando vea tus calificaciones ¿O si?

Ella lo pensó unos momentos.

--¿Y si no lo sabe?--sonrió levemente.

Yo solté una risita.

--¿Tan sobreprotectora es tu mamá?--le pregunté, curioso.

--Muchísimo.--Me respondió.--Sólo debo decirle a mi mamá y a la tía del autubus escolar que me voy a quedar en la escuela para hacer un trabajo.

--O sea... ¿Mentirles?

--Es eso o no podré ir, y en serio quiero subir mis notas.

--Entonces... ¿Eso es un sí?--Dije alegremente.

--Si.--Afirmó, algo nerviosa como siempre, pero al menos sí irá.

--¡Genial!--exclamé, pero luego intenté calmarme. No quería parecer raro de lo feliz que estaba.

Sería la mejor visita del mundo.

Para romper el silencio antes de que se acabara el recreo, cambié de tema.

--Así que... ¿Tu tía trabaja en tu autobus escolar?--pregunté.

--¿Mi tía? No.--Soltó una risita que casi no se escuchaba.--Así le digo a la chofer de cariño.

--¿En serio? Pues no eres la única. Yo a mi chofer... le digo Gorila.--Reí.

--¿Que? ¿En serio?--Volvió a reírse de la manera anterior.

--Si, es que literalmente parece un Gorila. Luego lo conocerás y sabrás el por qué.

El timbre volvió a sonar, y algunos de mis compañeros volvían al salón.

--Creo que debo volver a mi asiento antes de que Nathaniel venga...

Me estaba levantando, pero su voz me interrumpió.

--Espera.--habló Bella.

Sólo me quedé quieto.

--Debo estar en casa antes de las 5, para no alterar a mi mamá.--Me dijo, a lo que yo reí un poco.

--Descuida, estarás a esa hora en casa sin falta.--le dije.--Así tu mamá no enloquecerá.

--Si.

Nathaniel se aproximaba, así que yo me despedí rápidamente con la mano y volví a mi asiento.

--¿Y? ¿Qué tal todo?--decía Nino.

--Digamos que... la ayudaré a estudiar esta tarde, en mi casa.

--Así que mi amigo ya tiene una cita.--me seguía molestando él.

Yo sólo reía cada vez más. No podía estar más feliz.

--Es sólo estudio, nada más.--dije.

--Si, claro.--Me respondió sarcásticamente.--Me lo contarás todo.

--Esta bien, esta bien.--Intenté calmarlo.

Pasó el día y sólo me faltaba esperar a Bella. Estaba al frente de las puertas, pero aún no salía mientras miraba hacia arriba, esperando a que bajara.

Por ahí vi pasando al sr. D'Argencourt, quién al verme me dijo:

--Recuerda que el campeonato de esgrima es este Viernes.--Luego salió por las puertas para irse.

Lo había olvidado por completo. Era miércoles y sólo faltaban dos días, pero la verdad es que no tenía muchas ganas de participar. ¿Alguna vez tendría un Viernes para salir con mis amigos justo después de la escuela? De todas maneras, estaría casi toda la escuela ahí, viéndome competir.

Pude al fin observar a Bella acercándose hacia mí, pero como siempre cargaba su mochila, su lonchera y su chaqueta, que era bastante rellena.

--¡Bella!--le grité.

Ella se acercó corriéndo de puntillas hasta esta cerca mío. Yo no la paraba de observar.

--Y... ¿Nos vamos? Gorila nos espera.--dije al fin.

--Si, vamos.--respondió ella, con su bajo tono.

Ambos salimos del establecimiento, para acercarnos a mi gran auto.

--Bella, él es mi chofer.

Ella dijo un leve "Hola" mientas saludaba con la mano, mientras Gorila sólo asintió con una leve sonrisa.

Todos subimos al auto, para dirigirnos a mi casa. Ella se pasó todo el corto viaje observando la ventana.

Te ves tan hermosa así.

No pude evitar sacarle una foto en secreto. Tomé mi celular, le desactivé el flash a la cámara y le tomé una foto justo así.

--Perfecta.--susurré para mi mismo.

Llegamos a mi gran mansión, bajamos de la limusina y Gorila abrió la puerta. Los tres entramos y Bella se sorprendió al observar lo grande que era la mansión.

--Wow.--Fué lo único que pudo decir.

--Si, bastante grande.--dije.

Seguía observando, hasta que se quedó mirando el gran cuadro, donde yo y mi padre estábamos de negro. No fué dificil que ella supiera lo que ocurrió.

--Yo... l-lo siento mucho.--se apenó la castaña.

--No importa, en serio.--dije yo, también apenado.--¿P-por qué no mejor vamos al comedor?

--Si... hablando de eso, me aprendo mejor las cosas sentada en una mesa.

--De acuerdo, si así lo quieres pues vamos.

Yo la guié hacia mi gran, pero vacío comedor. Ella sólo se asombró más.

--Esto es hasta más grande que mi casa.--comentó Bella, aún sorprendida.--¿Y por qué la mesa es tan grande?

--Prefiero no responder eso...--constesté.--¿Nos sentamos?

--Si.

Me dirigí a mi asiento de siempre, mientras Bella se sentó a uno de los lados.

--¿Y tu chofer no se ofende de que le digas Gorila?--me preguntó.

--No se lo digo mucho, pero no.--respondí, riéndo un poco.--¿Y? ¿Sacamos ya los cuadernos?

--Si, mejor.

Y así nos quedamos estudiando, o mejor dicho yo le enseñaba toda la materia otra vez a Bella, una y otra vez. La hora pasó rápido y Bella logró aprender algo, mientras yo seguía enseñándole con la mayor paciencia posible para no estresarla.

Aún quedaba otra hora más para que Bella se fuera, pero no quería gastar todo ese tiempo estudiando.

Quería que nos contaramos todo, y tener confianza con ella.

Por suerte ya habíamos terminado la materia. Repasamos unos 15 minutos más y luego dije:

--Creo que ya terminamos, y aún te queda tiempo antes de que te vayas a casa.

Ella sólo asintió. Seguí hablando, sin más rodeos.

--Quiero... mostrarte mi cuarto.--Toqué mi cabeza, y seguro me enrojecí.

--Emmm... si, vamos.--Ella igual estaba nerviosa, pero no se enrojeció.

Ambos guardamos nuestros libros y cuadernos, y luego nos levantamos de las sillas.

Subimos la enorme escalera, yo iba adelante y ella me seguía. Me dirigí a mi habitación y abrí la puerta, donde ambos entramos. Bella volvió a quedar impresionada por lo inmenso que era mi cuarto.

--Tu cuarto es enorme.--Dijo ella.--Aunque toda tu casa lo es.

--Si, todos lo dicen.--Comente.

--Mi cuarto es super pequeño, aunque toda mi casa lo es.

--¿Algún día me la presentarás?--pregunté, curioso.

--Si es que mi mamá me deja, pero no creo.

--Entonces creo que tendré que enfrentarme a tu mamá.

Después de decir esto ambos reímos, Bella más bajo que yo como siempre.

Le hize un mini-tour por mi habitación, para luego al terminar sentarnos en mi cama.

--Parece que te gusta mucho el deporte, sobretodo el esgrima.

Ahí es cuando nuevamente me acordé del campeonato de este Viernes, del cual no quería participar.

--En realidad... no tanto. De hecho mi papá es el que me obliga a tenerla, entre otro montón de clases, además de modelar.

--¿En serio? ¿Por qué tanto?

--Porque... en realidad ni yo se. Supongo que porque la mayoría de los ricos deben tener un montón de clases para "perfeccionarse".

--Ah.

Seguí hablando para evitar otro largo silencio.

--Y bueno... este Viernes tengo torneo de esgrima, pero no lo sé... no tengo muchas ganas de participar.

--¿Por qué no?

Recuerda, Adrien. Directo al grano.

--Es sólo que estoy aburrido de tantas clases y que por culpa de eso casi ni tenga tiempo libre.

Listo, al fin se lo dije a alguien. Necesitaba contarle más, para que también pudiera conocerme más.

--Yo también quiero salir con mis amigos, o visitarlos. Muy pocas veces puedo hacerlo...

--Que mal...--comentó, también algo triste.

Por su cara pude notar que quizás estaba buscando una solución, pero no la encontraba.

--No te preocupes.--La miré sonriendo.--Con el tiempo he estado aprendiendo que es mejor disfrutar esos pequeños momentos de felicidad, como por ejemplo... ¿Te acuerdas cuando nos escapamos los primeros días de clases?

--Sí. T-te pasaste un po-poco tomando.--Tartamudeó.

--¡Pero mira el lado bueno! ¡Nos salvamos del pinchazo! ¿No?

--Si.--rió despacio.--Si hubiera ido a clases estaría llorando todo el día.

--Yo también, y mucho.--reí.--Me hubieras visto cuando era pequeño, cuando mi mamá y mi papá me sujetaban para cualquier pinchazo del que quería escapar.

--Yo una vez golpee a mi mamá por eso.--dijo riéndo.

¡¿Que?! Parece que mi chica resultó algo agresiva.

--¿De verdad?--Terminé diciendo.

--Si. También me estaba sujetando y no tenía otra opción.

Los dos terminamos riéndo por nuestras fallidas escapadas de pequeños, y ahí es cuando se me ocurrió una idea, lo que me hizo parar de reír.

--¿Adrien? ¿Estás bien?--Me pregutaba la castaña.

--Si, y mucho. Ya sé que hacer para no ir al campeonato el Viernes.

Me levanté rápidamente de la cama, tomé mi celular y le marqué a Claude. Si no le hubiera pedido su teléfono, no sé que haría.

Después de saludarlo y preguntarle cómo estaba, le dije al fin todo lo que tenía planeado.

--Espera... ¿Me estás diciendo que yo te remplaze en el torneo de esgrima?--decía Claude en el teléfono.

--Dime que por favor sabes esgrima, y que tu escuela no competirá en ese mismo torneo.

--¡Pues estás de suerte!--exclamó Claude.--Amo los deportes, y justo voy a taller de esgrima en mi escuela. De hecho soy el mejor de mi clase.

--¡Asombroso!--exclamé alegre.

--Y no te preocupes por el torneo, porque nuestra escuela jamás ha participado en uno.--seguía hablando él.--Literalmente es la única que no se ha enfrentado a otra escuela.

--¿Entonces podrás fingir ser yo después de clases?

--Por supuesto que sí. Te lo debía después de hacerte beber demasiado...

--Pero debes tener mucho cuidado y hacer que no te descubran. En ningún momento te quites el traje de esgrima, y cuando termine me llamas de inmediato ¿De acuerdo?

--¡De acuerdo! ¡Cuidaré mi identidad con mi vida!

Esa última frase me recordó mucho a una de las primeras cosas que pensé después de la batalla contra "Corazón de Piedra".

--Por favor ¿Prometes hacerlo? Si te descubren, yo seré el que estará en graves problemas.--me puse serio.

--Si, si, lo prometo. Si ya no me han descubierto en varias escapadas de la escuela, esto no será tan dificil.

Después de que haya dicho esto, le agradecí muchísimo y luego me despedí. Cuando me voltee noté que Bella había escuchado toda la conversación.

--Bueno, sólo falta una cosa para completar mi plan. Bella Brodeaur... ¿Te gustaría salir conmigo después de clases el Viernes?

Ella lo pensó al principio, pero luego no dudó en aceptar.

--Si.--Respondió sonriendo.

--¡Super!--Excamé yo, muy alegre.

--Espera...--Ella encendió su teléfono, y luego apenada me volvió a mirar.--Ya son las 5, tengo que irme.

Al escuchar eso también me apené, no quería que se fuera aún. ¡¿Por qué el maldito tiempo tenía que pasar tan rápido?!

Sin opción, tuvimos que bajar. Yo llamé a Gorila para que la deje en su casa, pero yo acompañándola.

Ya en el auto, Bella al fin rompió el silencio.

--Oye... muchas gracias por todo hoy.

Yo la miré, sonriendo.

--Gracias a tí por venir a mi casa, y si necesitas algo sólo... avísame.

--Sí.--Respondió, también con una sonrisa.

Llegamos a su departamento, y ella abrió la puerta para bajarse. Yo sólo la miraba de mi asiento.

--Adios, Adrien.--Fue lo último que escuché de esa hermosa chica el día de hoy.

--Hasta luego, Bella.--Me despedí también.

Ella entró a su departamento, y Gorila encendió el auto para que volviéramos a casa.

Cuando ya llegamos, yo fuí a mi cuarto como siempre. Plagg salió de su escondite, cruzado de brazos.

--Vaya vaya.--Decía el kwami.--Parece que el chico olvidó muy rápido a su Lady.

--¿Que? ¿D-de qué estás hablando?

--No me mientas, Adrien. Se nota que quieres algo con esa chica.

--Yo...--Con tan sólo pensar en ella me enrojecí, pero rápidamente lo desaparecí.--¡No vayas tan rápido, Plagg! Es sólo...

--¿Una amiga? Por tu cara no creo que sea sólo eso...

--¡Esta bien! Tal vez si me guste un poco...

--¡Ajá! ¡Lo sabía! Lo único que no entiendo es... ¿Cómo es que te gusta alguien que es todo lo contrario a Ladybug?

Plagg, si la conocieras mejor sabrías el porqué.

--Sólo es que me parece linda y tierna... y siento que tiene algo especial.

--¡Agh! ¿Por qué tienes que ser tan romántico? ¡Me quitas el apetito!--Gritaba Plagg, hambriento como siempre.

Rodeé los ojos y me lanzé a mi cama, pensando si de verdad me seguía gustando Ladybug. Después de todo, siempre me ignoraba y sólo me veía como amigo ¿No?

Creo que Ladybug no es la chica para mí.

Octavo capítulo terminado :D
Espero que les haya gustado :) si es así voten, comenten, etc etc etc xDxD

Otra cosa: No sé si en Febrero podré escribir :(. Pasa que me iré de vacaciones a un lugar sin internet y no creo que pueda seguir subiendo capítulos 😭😭.

Pero bueno, al menos espero tener los borradores listos :)

Sin nada más que decir... ¡Bye! 😁😁