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46. De Regreso A Paris

POV Adrien

--¡Ah! ¡Adrien! ¡Hazlo despacio!--reía Bella entre gemidos.

--Wow, no mentiste cuando dijiste que dirías eso alguna vez.--reí también, obedeciéndola para finalmente detenernos, pues ambos estábamos cansados.

--¿Ya terminaron?--dijo Plagg bajo las mantas de una pequeña camita que le hice.--¡Desde esa cita estuvieron todas las noches gimiendo en esa cama!

--Sí... ya... acabamos.--respondió mi novia aún jadeando.

--Fue el mejor cataclismo de todos. ¿No, mi Lady?

Ella asintió lentamente con la cabeza, mientras yo giré la mía y miré hacia el techo para ponerme a pensar. Los dos habíamos disfrutado tanto este viaje, o al menos la mayor parte de él. Además, no sólo la pasamos bien dentro y fuera del hotel, sino también dentro de nuestra habitación, y no queríamos desaprovechar ninguna de las noches que nos quedaban. Sin embargo, sabríamos que esta sería la última en quién sabe cuántos días, pues en unas horas más estaríamos en el avión volviendo a nuestro hogar.

--Amor...

--Dime, gatito.

--Sólo... quiero decirte que fue el mejor viaje de mi vida.

--También el mío.--sonrió.--A pesar de esa pelea y los días que estuvimos separados.

--Bueno, todas las parejas pelean alguna vez. ¿No es así?

--Sí, es cierto.--asintió.--Oye... ¿Qué hora es?

--Pues...--estiré mi brazo para revisar mi teléfono.--Las cuatro y media de la mañana.

--Y nuestro vuelo es...

--A las siete.--contesté.--Puedes ducharte primero si quieres.

--¿Estás seguro? Porque soy muy lenta...

--Bueno, no fuiste tan lenta en la cama que digamos.--reí.

--De acuerdo.--correspondió aquella risa.--Espérame aquí.

--¿En donde más, mi Lady?

Los dos nos acercamos a fin de darnos un corto beso en los labios, para luego volver a mirarla a aquellos hermosos ojos chocolate.

--Te amo, Adrien.

--También yo, Bella.

Ella sonrió, para después finalmente salir de la cama y dirigirse al baño. En cambio yo volví a mirar al techo, sin parar de sonreír de lo mucho que amaba este momento, de lo mucho que amaba todos los momentos en los que estaba con ella...

De lo mucho que la amaba.

--¡Que bueno que al fin terminaron!--exclamó mi kwami acercándose e interrumpiendo mis pensamientos.--Wow, jamás te había visto sudar tanto.

--Oh, Plagg.--reí.--Sólo fue que ambos estábamos muy...

--¿Calientes?

--Iba a decir apasionados, pero si quieres verlo de esa forma no me quejo.--volví a reír.

--Quién lo diría, se conocieron el primer día de clases y terminaron haciendo el delicioso en Rumania.--se cruzó de brazos el pequeño.

--Pff, no me digas que tú jamás lo has hecho.

--¿Qué? ¡Claro que sí lo hice con otros kwamis y varias veces! ¿De dónde crees que se forman más miraculous? ¿Eh?

--¿Y con quienes lo hiciste?

--Bueno, el primer kwami fue... ¡Oye eso es asunto privado!--exclamó Plagg al darse cuenta de a donde estaba llegando esta conversación. Yo sólo no paraba de reír al ver su reacción.--¡Ya deja de reírte! ¡Mejor volvamos al tema de Bella!

--Está bien.--dije parando de reír.

--Entonces... ¿Cuántas veces se escaparon juntos?

--Pues... sólo las necesarias para que podamos amarnos en paz.--suspiré, recordando todos esos momentos que pasaron por mi mente.

--Bueno, esta vez sí que llegaron muy lejos con sus escapes.--se palmeó la cara el kwami.--¿Se dan cuenta que engañaron a sus padres y a su escuela?

--No fue para tanto.--bufé.

--Wow, nunca creí que dirías eso alguna vez.--se sorprendió.--Antes todo era obedecer al malvado de tu papá y evitar todo lo divertido. ¡Y ahora mírate! ¡Estoy orgulloso de ti!

--Gracias, supongo.--sonreí levemente, pues el simple hecho de que tendría que volver a vivir en la misma casa que mi padre, o mejor dicho, Hawk Moth, no sería lo mismo de antes.--Plagg...

--¿Si?

--En serio, gracias.

--¿Por lo que te acabo de decir antes?

--No, por todo.--sonreí sincero.

--¿Todo? ¿A qué te refieres con eso? Digo, yo nunca hago mucho que digamos.

--No me refiero a eso.--solté una risita, recordando su perezosa naturaleza.--Porque desde el momento en que llegaste siempre estuviste para mí, alegrándome desde el día en que recibí mi miraculous, apoyándome en todas las locuras que hago, y aconsejándome siempre que me equivoco, claro, a tu manera.

--Eso fue demasiado cursi para mi gusto.--volvió a cruzarse de brazos.--Pero no hay de qué. También debo agradecerte por siempre comprarme mi queso Camembert a pesar de lo mucho que lo odias.

Eso me provoco otra risa. Quería abrazarlo, pero Plagg se alejó mientras miraba mi pecho desnudo. Claro, había olvidado ese pequeño detalle por un momento.

--Está bien, luego.--reí una vez más.

El tiempo pasó rápido, y en menos de lo que esperábamos ya estábamos llegando al aeropuerto gracias al dueño del hotel, quien se ofreció a dejarnos antes de irnos. Nos ayudó a bajar nuestras maletas y ahora sólo nos quedaba despedirnos de él.

--Adiós, señor.--hablé.--Y muchas gracias por todo lo que ha hecho por nosotros en nuestra estadía en el hotel.

--No es nada. Son mis huéspedes, es mi trabajo hacerlo.--sonrió.--Me demostraron que son una pareja muy unida, y espero que terminen formando una linda familia tal como mi hija.

--Oiga, no se adelante tanto.--rio Bella, haciendo que todos riéramos.--Y hablando de parejas, ojalá que usted también pueda ser feliz con su nueva esposa.

--Claro que será así.--suspiró.--Recuerden que pueden volver cuando quieran.

--Téngalo por seguro.--respondí.

Estreché la mano con el hombre y luego le di un corto abrazo, para después dejarle espacio a Bella para que se despidiera, realizando mi misma acción. A pesar de los pocos días que estuvimos, le habíamos agarrado bastante cariño a él y su familia, quienes siempre se portaron muy bien con nosotros.

Incluso se portó más gentil que mi padre en años.

Finalmente, tomamos nuestras maletas y miré sonriendo a la castaña, quien me miraba de la misma manera. Rápidamente devolvimos nuestra mirada al frente y comenzamos a caminar hacia adentro de aquel aeropuerto.

--¡Adiós, chicos! ¡Que tengan buen viaje!--exclamó el jefe del hotel ya desde lejos.

Después de un rato, al fin estábamos en el avión. Sin embargo, aún no había despegado, pero Bella estaba igual o más nerviosa que la primera vez antes de despegar, por lo que decidí tomar su mano y finalmente animarla.

--Amor, tranquila. No pasará nada malo en el avión, justo como en la primera vez.

--No es eso, descuida.--respondió.

--¿Ah sí? ¿Y entonces a qué le temes?

--A volver.--se entristeció.--Nuestras vidas volverán a la normalidad, ya no seremos tan libres como aquí lo éramos y... sólo tengo un mal presentimiento.

--Mi Lady, descuida.--sonreí para intentar calmarla.--Sí, tal vez volvamos a nuestra vida normal, pero volveremos a cantar en la televisión como Chat Noir y Katy Jones, volveremos a tomar helados en donde André, volveremos a ver a nuestros amigos y muchas cosas más.

--Pero... ¿Qué hay de ti? Volverás a vivir con... ya sabes.

--Ah, ese asunto.--suspiré.--Quédate tranquila, Bella. Yo lo solucionaré luego.

--¿Vas a hablar con él?

Al escuchar esas palabras volví a suspirar. Cuando lo confrontara y le mostrara las pruebas de que sé su identidad, lo único que sabía es que no reaccionaría bien. No obstante, obviamente esto no podía dejarlo pasar así como si nada, por lo que tarde o temprano tendría que hacerlo de todas formas.

Además, él ni siquiera sabe que soy Chat Noir. ¿Qué problema habría?

--Tal vez.--asentí finalmente.

--¿Estás segur...

--El avión está a punto de despegar. Por favor, abróchese el cinturón y apague su celular o déjelo en modo vuelo.

Los dos sacamos nuestros celulares al mismo tiempo, y descubrimos que ambos estaban ya puestos en dicho modo. Nos miramos entre nosotros, recordando aquella cita que tuvimos.

--Amor... ¿Hace cuánto tenemos nuestros celulares en modo avión?--pregunté sonriendo travieso.

--¿Me estás diciendo que gracias a ti no he ocupado mi teléfono hace días?

--Oye, al menos te quité esa adicción.--reí.

--Quizás, pero acabas de formarme una nueva.--me miró sonriendo.

--Lo mismo digo.--levanté las cejas, pues los dos sabíamos bien a lo que nos referimos.

--Tonto.--rodó los ojos, para luego volver a reír juntos.

El vuelo inició, pero de tan sólo estar distraídos con Bella mientras escuchábamos música, justo como en el primer viaje, no nos dimos cuenta de lo rápido que pasó el tiempo y de que ya estábamos en Francia otra vez. Nos bajamos del avión, recogimos nuestras maletas y salimos. Sin embargo, al llegar al aeropuerto escuchamos nuestros nombres a lo lejos, por lo que ambos nos volteamos y observamos a Claude corriendo hacia nosotros.

--¡Claude!--grité alegre.--¿Cómo est...

El castaño me tapó la boca, para después tomarnos a Bella y a mí del brazo para llevarnos a una pared bastante alejada de las personas.

¿Por qué estaba actuando así?

--¡Chicos! ¡Que bueno que están vivos!--exclamó a la vez que jadeaba por lo rápido que había corrido.--O mejor dicho... ¡Que bueno que sus padres no los mataron aún!

--¿Qué? ¿De qué estás hablando?

--Dijiste que responderías mis mensajes. ¡Y nunca lo hiciste! ¡Era algo muy importante!

--Espera... ¿Nos puedes explicar por partes, por favor?--habló mi novia, igual de confundida que yo.

--Sólo... sáquenle el modo vuelo a sus celulares y sabrán a qué me refiero.--suspiró.

Los dos no dijimos nada y obedecimos a Claude. No obstante, al sacar dicho modo de nuestros teléfonos notamos el estruendoso zumbido sonar una y otra vez por los mensajes, notificaciones y llamadas perdidas que nos estaban llegando, una detrás de otra. Por un momento creí que el aparato explotaría, pues literalmente no podíamos ni oprimir un mensaje. Por suerte, los sonidos pararon al cabo de uno o dos minutos.

Comencé a revisar las llamadas perdidas primero: 50 llamadas de papá, 70 llamadas de Nathalie, 100 llamadas de Gorila y eso no era todo si contaba las de todos mis amigos. Posteriormente fui hacia las notificaciones, y la mayoría de ellas eran noticias de cosas que decían "Adrien Agreste está desaparecido junto a su compañera de clases" "El Coleccionista ha vuelto" y otras cosas más. Por último, revisé todos los mensajes, pero eran tantos que no leí ninguno y sólo los pasé de largo, pues prefería que el castaño me explicara.

--Claude... me gustaría enterarme de lo que pasó por ti.--dije aún asombrado.

--En resumen... sus padres, su escuela y prácticamente toda la ciudad descubrieron que se habían escapado juntos.

--Sí, eso ya lo sabemos.--contestó la chica, quién también había dejado de ver la pantalla de su celular.--¿Pero cómo?

--Bueno todo fue... por mi culpa.--se entristeció.--Lo que pasa es que hubo un partido de esgrima justo entre los días que estaban fuera, y te suplanté como siempre solía hacer, pero Kagami me quitó la máscara frente a todos. ¡Te juro que intenté evitarlo pero ella no paraba de interrogarme e intimidarme para que hablara pero no podía hacerlo porque ella reconocería mi voz y...

--Claude, tranquilo.--intenté calmarlo.--No es tu culpa, hiciste lo que pudiste y esto... tarde o temprano se iba a descubrir.

--Lo sé, pero no digas que no es mi culpa porque sí lo es. Gracias a eso el director me citó en su oficina, y me hizo muchas preguntas sobre ti y... me puse muy nervioso.--explicó.--Creí haberlo convencido en no decirle nada a tu papá, pero... al parecer me engañó.

--Entonces ya lo sabe, y cuando habló con mi papá seguro le dijo algo de Bella y llamó a su madre también.--suspiré algo frustrado.--Pero insisto, Claude, no tienes la culpa de nada.

--¡Cuidado!

Unos gritos algo lejanos de personas se escuchaban, por lo que sólo significaba una cosa: un akuma. Miré rápidamente hacia la chica, observando como ella sólo asentía con la cabeza, por lo que corrí rápidamente, a pesar de las exclamaciones de mi amigo.

--¡¿A dónde vas?!

--¡Al baño!--respondí.--¡Quédense ahí y no se muevan a menos que el akuma se acerque!

Al ver lo lejos que ahora se veían ellos deseé que hubieran escuchado mi última advertencia. Finalmente me metí en uno de los baños, transformándome lo más rápido posible para luego salir. Tomé mi bastón y me impulsé hacia la villana, quién tenía como poder encerrar a las personas en cajas de metal.

--¡Bella!--exclamó mientras aún encerraba a la gente.--¡Ven aquí, hija! ¡Mereces un castigo!

Oh no, es la madre de mi novia.

--Hasta que al fin llegas.

Volteé hacia la voz femenina a mi lado, la cual pertenecía a aquella heroína que hace una semana no veía.

--Tanto tiempo, Ladybug.--fue lo único que pude responder.--Ataquemos de una vez por todas.

Ella asintió con una sonrisa sin decir nada, y ambos decidimos acercarnos a la villana, para luego de un rato confundirla después de esquivar tantas veces sus ataques. A diferencia de otros akumas, este sí tenía cierto grado de importancia para mí, pues se trataba de mi suegra akumatizada, y tenía que evitar a toda costa que se acercara a Bella para evitar que le hiciera daño.

--De acuerdo, este es el plan.--habló la azabache.--Tú irás por la derecha y yo por la izquierda, y luego los dos la atacamos por detrás. ¿De acuerdo?

--Entendido.

Ambos volvimos a acercarnos a la mujer, aunque esta vez por diferentes lados. Sin embargo, el plan de Ladybug no salió muy bien que digamos, pues logró encerrarme en una de esas cajas. Usé mi cataclismo para salir rápidamente, pues no perdería ningún minuto si de esta villana se trataba. Apenas salí del lugar, pude notar que la adulta ya se había ido, y que Ladybug también había usado su poder, pues tenía una especie de maniquí entre sus brazos. Al verme fuera, de inmediato bajó hacia mí.

--¡Chat Noir, ve a esa tienda y busca una peluca y ropa para disfrazar a este maniquí mientras yo armaré una trampa! ¡Así engañaremos a la villana!

--Bien pensado mi Lady, pero hagámoslo rápido.--dije mirando mi anillo, que ya piteaba por los 5 minutos que le quedaban.--¡Vamos!

Los dos nos fuimos por diferentes direcciones, y tal como ella dijo, busqué una ropa igual a la de Bella y una peluca lo más parecida a su cabello posible. Llegué con las cosas hacia el lugar en donde Ladybug se ubicaba y le entregué las cosas, pero al observar que la akumatizada se encontraba bastante cerca del lugar en el que mi novia y Claude estaban, no lo pensé dos veces e iba a ir corriendo para detenerla, pero la azabache me agarró de la cola justo al momento de ir.

--¿A dónde vas, Chat Noir? ¿No me vas a ayudar con la trampa?

--Voy a distraer a la villana.--me volteé para verla.--Alguien debe traerla hasta aquí... ¿No es así?

--Vaya, que inteligente eres gatito.

Ese último apodo me incomodó un poco, pues ya no era lo mismo que Ladybug lo dijera a diferencia de antes. Simplemente asentí y estiré mi bastón, dirigiéndome lo más rápido posible hacia donde estaba la mujer. Por suerte logré superar su velocidad y llegar a tiempo para enfrentarla, pero al ver hacia abajo observé las asustadas miradas de Claude y mi querida Bella.

--¡Chat...

La castaña inmediatamente le tapó la boca al chico, pues al tener a la akumatizada a tan sólo unos metros de distancia no era lo más adecuado en estos momentos. Les hice una seña para que se ocultaran detrás de una pared un poco más lejana, pero lo suficiente para que la villana no los pudiera ver desde donde estaban, y ambos sin dudar obedecieron. Por suerte, se ocultaron justo a tiempo, ya que apenas se fueron la mujer ya había llegado hacia donde estaba yo.

--¡¿Chat Noir?! ¡¿Cómo rayos saliste de mi caja?!

--Un gusto volvernos a ver, pero son trucos de gatos que no puedo decir.--sonreí desafiante.

La akumatizada volvió a lanzar sus rayos que rápidamente se convertían en cajas, en tanto yo los esquivaba y a la vez corría hacia la dirección contraria.

--¡Que no se te ocurra escapar, gato escurridizo! ¡Ven aquí, cobarde!

--¿Cobarde? ¡Querrás decir experto en escapes!

Ella continuaba lanzándome su ataque, pero yo continuaba evitándolos y yendo hacia mi destino, justo afuera de la salida del aeropuerto. Apenas llegué, la villana detuvo sus poderosas agresiones para observar a la "chica" sentada frente a ella, la cual estaba de espaldas. La mujer inmediatamente la reconoció y frunció el seño. Se acercó rápidamente hacia la castaña, probablemente para gritarle y después encerrarla.

--¡Con que aquí estás, estúpida desobediente!

La akumatizada volteó fuertemente la silla, pero en lugar de ver la cara de su hija sólo pudo observar un rostro rojo lleno de grandes puntos negros. Estaba a punto de decir algo, mas una delgada cuerda negra la envolvió, rodeándole todo el cuerpo. Luego, Ladybug apareció sujetando el yo-yo que la amarraba, para luego tomar sus lentes y romperlos, finalmente haciendo aparecer el akuma. La chica soltó a la villana, capturó el akuma y liberó a la mariposa blanca, para luego lanzar el maniquí y volver Paris a la normalidad.

--¡Ganamos!--dijimos la azabache y yo chocando los puños.

Debo admitir que extrañaba un poco la rutina, y sobretodo esta sana amistad con Ladybug.

--¿Q-Qué hago aquí?--habló la mujer en el suelo.

--Descuide, fue akumatizada pero ahora está a salvo.--sonrió la ojiazul.

--Y ahora debería irse a casa a descansar un poco.

--Mmm... ¡Esperen, ya record...

--¡Taxi!--exclamé, aprovechando que vi uno. El vehículo se detuvo hacia nosotros, y yo inmediatamente me acerqué al chofer a la vez que sacaba dos billetes de mi bolsillo.--Quédese con el cambio si quiere, pero esta señora necesita ir a su hogar, un akuma la atacó y ahora necesita descansar.

--Claro, pero... ¿Cuál es su dirección?--preguntó el hombre aceptando el dinero.

Me acerqué a su oreja para susurrarle al oído la dirección de la casa de Bella, mientras tanto Ladybug le abría la puerta para que se subiera al taxi, con una cara algo extrañada de lo que estaba haciendo.

No quería que la madre de Bella fuera a buscarla al aeropuerto sólo para gritarle.

Cuando el vehículo finalmente se fue con la adulta dentro, yo solté un suspiro de alivio. Me volteé hacia la azabache, para luego observar su confundida cara una vez más.

--¿Qué? Sólo le hice un favor a esa pobre mujer. ¿No viste lo asustada que estaba?

--¿Cómo es que sabes la dirección de su casa en primer lugar?--se cruzó de brazos.

--Pues... digamos que una vez rescaté a su hija y ella me dijo su dirección.--sonreí, después de todo era cierto.

Nuestras joyas sonaron, por lo que estaba a punto de irme, pero la ojiazul me detuvo con un grito esta vez.

--¡Espera!

Decidí detenerme, pues conocía ese tono de voz, y casi siempre significaba algo importante. Di media vuelta otra vez para luego acercarme a ella.

--¿Qué sucede?

--Pues... mientras tú y los demás héroes no estaban aquí, Viperion, Ryuko y yo ideamos un plan.

--No entiendo. ¿A qué te refieres con "ideamos un plan"?

Ladybug señaló hacia los techos, por lo que miré hacia arriba y observé a los héroes recién nombrados trayendo al maestro Fu sano y salvo, quien era cargado por el peliazul. Los héroes bajaron hacia nosotros con el anciano aún en brazos del chico.

--¡¿Qué?!--grité sorprendido pero a la vez alegre.--¡¿Pero cómo?!

--Aprovechamos que Hawk Moth estaba distraído con el akuma, Mayura estaba debilitada y ese enorme guardaespaldas jugaba con unos muñecos.--habló la japonesa.

--Ladybug nos dio el código para entrar, y no fue tan difícil rescatar al maestro.--comentó Viperion.

--Por desgracia...--Fu se bajó de los brazos del peliazul para por fin estar de pie.--Ahora Hawk Moth sabe todos los secretos del libro, pues me obligó a decodificarlo para él a fuerzas. Por el momento, debo esconderme por el tiempo que sea necesario, así que necesito que sigas cuidando la caja por mí, Ladybug.

--Eso haré, maestro.--habló la ojiazul firme pero con una sonrisa.

--Y todos ustedes deben tener más cuidado desde ahora. Claramente Hawk Moth está mucho más peligroso, y por eso también deben avisarle a los otros héroes.

Los cuatro asentimos, pero el pitido de nuestros miraculous nos volvió a interrumpir.

--Gracias maestro, pero ahora debemos irnos.--respondió la azabache de coletas por última vez.--Si quiere lo ayudo a trasladarse para que pueda ocultarse más rápido.

--Nunca me voy a arrepentir de haberte elegido, Ladybug, lástima que no puedo decir lo mismo de otros.

Al ver que el anciano dejó de mirar a la chica para observarme, la culpa comenzó a llegar a mí, al igual que aquellos recuerdos de dicho concierto al que decidí ir en lugar de ayudar en el parque con los otros héroes. Desde la vez de la moto que prometí no volverle a fallar, pero sin embargo lo hice, a pesar de no tratarse de evitar luchar contra un akuma esta vez.

--Maestro, yo...

--Silencio, Chat Noir. Hablaremos de esto más tarde.--Fu nuevamente volteó su cabeza hacia la ojiazul.--Asegúrate de darle mi nueva dirección luego, Ladybug.

Ella asintió sin decir nada, en tanto Viperion y Ryuko sólo miraban esta tensa escena incómodos.

--Esto tiene una explicación, en serio...

--Entonces dímela mañana apenas salgas de clases, y no quiero excusas para que faltes esta vez.

--Está bien, maestro.--bajé la cabeza sin reprocharle esta vez.

--Ya puedes irte, Chat Noir. Recuerda que no puedes ver las identidades de estos dos héroes cuando se destransformen.

Asentí suspirando y me despedí de Ladybug, para luego estirar mi bastón y volver por fin al aeropuerto.

--¡Fuera garras!

Apenas dije eso, mi kwami salió del anillo bastante agotado, pero a la vez con una sonrisa bastante burlona.

--Parece que alguien está en problemas.--sonrió.

--Esto es serio, Plagg.--dije a la vez que sacaba un queso Camembert de mi bolsillo para dárselo, aunque el pequeño inmediatamente se lo tragó.--El maestro Fu está muy enojado, y si esta vez no me perdona... tal vez no pueda volver a ser Chat Noir.

La cara de mi amigo cambió al escuchar eso último, entristeciéndose al igual que yo. Hubo un silencio incómodo por unos segundos, pues los dos no sabíamos qué decir.

--¿Y qué vas a hacer?--preguntó finalmente el kwami.

--La verdad... es que no tengo idea.--suspiré otra vez.--Lo pensaremos cuando llegue a casa, pero ahora necesito saber si Bella está bien.

Plagg sólo asintió y volvió a su escondite rápidamente. Yo de inmediato me dediqué a buscar el lugar en donde había dejado a mi novia y Claude, pero a la vez con el miedo de lo que mi padre me diría al llegar a casa después de todos los mensajes y llamadas que no le contesté y, sobretodo, el miedo de saber lo que pasaría con mi miraculous.

¿Cómo es que un día que parece ir muy bien puede cambiar por completo en tan sólo unas horas?

Hola!!!! Ya sé que tienen ganas de matarme, pero no lo hagan please :(

Bue, pasa que he estado a full con la universidad y además se me ha venido muy difícil 😭 incluso estoy empezando a dudar si es que realmente me gusta esta carrera, pero mis papás ya me ven trabajando de eso así que tampoco quiero matarles la ilusión xd. Bue, pero no quiero deprimirme otra vez por esto así que mejor vamos con las preguntas...

¿Qué les pareció el capítulo? ¿Faltas de ortografía? ¿Ya vieron el especial de Nueva York? Yo sí, fue una pinchi bomba de emociones, pero la que más destacó fue enojo por los spoilers que el fandom ponía porque la wea se estrenó en una página xd al menos me conseguí el link a tiempo antes de ver unos mas graves jajajaja.

Y eso es todo por hoy!!! Los quiero muchísimo, gracias una vez más por todo el apoyo que siempre le dan a este fic a pesar de todos los atrasos jeje ❤ y sin nada más que decir, bye!!! 😊👋🏻

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