40. Confesión
POV Bella.
--¡No puedo creer que mi hermosa Camila me haya dado un autógrafo! ¡Mira esta foto!
Luka me mostraba aún emocionado su selfie con la artista, en la que esta le dio un beso en la mejilla mientras el chico sonreía de oreja a oreja enrojecido.
--Lo sé, Luka. No creí que llegarías a emocionarte más que nosotros.
--Pues... yo sí. Digo, tú y Adrien ya la vieron antes, así que por eso no te emocionaste tanto como yo al recibir tu autógrafo y tu foto.
--Sí...
No quise responder más por la incomodidad que aún me provocaba ese tema. La espera en la fila del Meet & Greet se hizo más corta de lo que creí al contarle susurrando toda la verdad a Luka, a pesar de la inmensa cantidad de gente, que por suerte no prestaron atención por la emoción por Camila. Sólo Adrien y yo sabíamos de nuestros alter-egos, y que alguien más lo supiera aún me perturbaba un poco.
--Bella, necesito hablar contigo de esto. ¿Lo sabes no?
Bajé la vista al escuchar eso. Ni hablar con personas desconocidas, ni los maltratos de mi antigua amiga o de Chloe me habían hecho sentir tan insegura en mi vida. Aunque confiara en Luka, no podía olvidar las tensiones que siempre tuvo con Chat por mí y lo bien que se lleva con Adrien.
También debe sentirse igual de extraño.
--T-Tienes razón.--hablé aún con la cabeza baja.--Pero...
--Tranquila.
El peliazul subió mi mentón con su mano, mirándonos frente a frente. Inmediatamente corrí la cabeza hacia el lado, para luego mirarlo de reojo.
--Luka...
--No es su culpa. Entiendo que no me lo hayan dicho, su identidad es un secreto y nadie lo debería saber. Lo entiendo perfectamente.
--¿Eh?
--Yo también fui un héroe, unas pocas veces, pero lo fui. Soy Viperion, y con mis poderes puedo retroceder el tiempo, aunque como soy sólo para misiones muy difíciles no soy tan conocido como Rena Rouge, Carapace y Queen Bee.
--Ellos tampoco luchan todo el tiempo con Ladybug y Chat...
--Así es, pero los han ayudado en más ocasiones e incluso más importantes, y yo sólo he luchado como dos o tres veces nada más.--sonrió, tomando mis manos y dándome una mirada de confianza.--¿Lo vez? No tienes que preocuparte, casi todos tenemos otra parte de nosotros. Eso sí, no le digas a nadie que te dije eso.
Lo observé una vez más, hasta que correspondí su sonrisa. Luka en definitiva no era un mal chico.
--Bueno, entonces ya sabes por qué no contestaba tus llamadas todo este tiempo.--reí.
--Sí... de hecho, seré directo contigo.
Se acarició la cabeza mientras un leve rubor aparecía en sus mejillas, al igual que una pequeña sonrisa.
Ya sabía lo que significaba.
--¿Q-Qué quieres decir?
--Pues... tú me gustabas, Bella, pero como Katy.--rió silenciosamente.--De hecho hasta besaba tus posters.
--¡¿Qué?!--Me tapé la boca para no soltar una carcajada.--¿Cómo? ¿Por qué? ¡¿Y desde cuándo hay posters míos?!
--Para eso son las sesiones de fotos--volvió a sonreír.--Y segundo, sí, me gustabas hasta hacer cosas de ese nivel.
--Y... ¿Q-Qué hay de Marinette? Te he visto mucho junto a ella, y se llevan muy bien.
--No la he olvidado. De hecho... me gustaban las dos.
--Wow...
Un silencio incómodo se apoderó entre nosotros, y aún el nerviosismo no se alejaba de mí. Quizás estaba exagerando, pero aún así me sentía algo culpable de estar en esta situación con Luka mientras Adrien estaba ocupado en una importante misión.
--Aún me siento impactado.--habló al fin el chico, rompiendo el silencio.--Nunca me imaginé que Adrien y Chat Noir fueran la misma persona. Digo, ambos son muy diferentes.
--Pues, ya sabes lo que dicen. Las apariencias engañan.
--Sí...
Ambos nos quedamos observándonos uno al otro, al igual que hace un rato. Su cabeza se acercaba a la mía rápidamente, y no tuve tiempo de reaccionar antes de que sus labios tocaran los míos. Cuando intenté alejarme, ya era muy tarde.
Ahora sí que me sentía culpable.
--Luka...
--L-Lo siento, Bella.--se disculpó el chico.--Necesitaba hacerlo, aunque sea una única vez.
--Pero...
--Tómalo como un beso de despedida. ¿Sí?
No entendí sus últimas palabras, pero preferí no preguntarle. Con ese beso era suficiente.
--Perdón, Luka. De verdad eres un chico increíble, pero no te veo de esa forma. Suerte con Marinette. ¿Sí? Te irá genial con ella.
Le sonreí por última vez antes de irme. Cuando al fin me alejé de la calle, corrí llorando en dirección hacia mi departamento, pensando en cómo le diría esto a Adrien, sabiendo que además le guardaba el secreto de que su padre era Hawk Moth. Sin embargo, no tenía pruebas para esto último, y debía conseguirlas lo más pronto posible. Sequé mis lágrimas cuando estaba al frente. No quería que me vieran llorando, ni mucho menos que me retaran por ello. Mientras subía las escaleras, recordé por última vez los acontecimientos de hoy, los que esperaba olvidar pronto.
Ese beso quedaría tatuado en mi mente, pero no como un buen recuerdo.
3 SEMANAS DESPUÉS.
POV Adrien.
Han pasado 3 largas semanas después de que capturaran al maestro Fú. No me volví a acercar a la oficina de mi padre, ni mucho menos a él. De tan sólo pensar en que él y Hawk Moth trabajaban juntos y que mi madre estaba muerta en esa cápsula y no desaparecida me perturbaba. Ya empezaba a sospechar de que su trato consistía en que mi padre quería revivirla a cambio de que Hawk Moth tuviera los miraculous, pero... ¿Cómo podía confiar en ese sujeto? ¿Y si terminaba engañando a mi padre? De todas formas, aún no perdonaba que él no me haya dicho esto, y peor aún, que me haya mentido todo este tiempo en la cara a diferencia de Nathalie y Gorila.
Justo por esta razón, Bella y yo decidimos pausar nuestras presentaciones como Chat y Katy, y reservé inmediatamente el hotel a Rumania por una semana, aunque como el viaje de mis compañeros se retrasó un día tuve que comprar pasajes para mañana. Claude seguiría reemplazándome en esgrima, ya que como en la escuela seguían creyendo que "no me dieron permiso para el viaje", no quería evitar sospechas de nadie. Sin embargo, entre estos días noté un poco rara a Bella, pero seguro fue porque le conté todo lo que descubrí en la batalla, o al menos espero que sea eso y no una pelea demasiado fuerte en su casa.
Sí, una semana lejos de todo esto nos hará bien.
Lamentablemente, cuando pensé que todo estaba mal, tuvo que ponerse peor. Acababa de salir de una lucha con Ladybug, con quien hay una buena relación hasta ahora, y me hice una pequeña herida en mi dedo con un metal oxidado justo después del Lucky Charm, específicamente cuando volví a mi forma civil. Obviamente, Nathalie lo notó y no dudó en llevarme al hospital para que me den una vacuna contra el tétanos, por lo que el miedo se apoderó de mí. Por suerte me dejó llevar a Bella para que me acompañara, y ahora ambos estábamos en el hospital, esperando a que me llamaran.
--Ya sé que te dieron muchas vacunas en las escuela para tu viaje, Adrien, y sé que odiarás que te den otra, pero tu salud es primero.--habló Nathalie.--Mira el lado bueno, mañana viajarás a África con tus amigos.
No respondí. Ni siquiera me habían pinchado estas semanas, y ya estaba nervioso por el único que recibiría en mucho tiempo, claro si es que me cuidaba. Bella me aconsejó inhalar y exhalar lentamente para relajarme, pero era imposible, ya que ni siquiera habíamos entrado y ya tenía ganas de llorar. Para peor, no tardaron nada en llamarme.
--¡Adrien Agreste!
Todos se pararon, menos yo. Gorila estaba por levantarme, pero Bella lo detuvo. Posó su mano, y yo la tomé mientras me paraba lentamente. Nathalie, Bella y yo entramos a esa horrible sala, mientras Gorila se quedó afuera vigilando.
--Tranquilo, Adrien. Yo estoy aquí.--me susurró mi novia.
Me ordenaron sentarme en una camilla y Bella se paró a mi lado. Nathalie y la enfermera conversaban algunas cosas antes del horrible momento, y yo las observaba aún muy nervioso.
--Vas a estar bien.--intentaba tranquilizarme Bella mientras me acariciaba.--No te dejaré solo.
--¡No es así!--exclamé asustado.--¡Me van a enterrar una aguja en el brazo! ¡Tu me entiendes, princesa!
--Sí, es cierto, pero vamos a estar juntos. ¿Ok? Sólo relájate.
Las dulces palabras de Bella me calmaron un poco, hasta que la enfermera comenzó a acercarse con ese horrible utensilio.
--¿Listo, Adrien?--preguntó la enfermera con una puntiaguda jeringa.
--¡Claro que no! ¡Sáquenme de aquí!
--¡Adrien, tranquilízate por favor!--exclamó Nathalie.--¡Sólo será un pinchazo!
--Tranquilo, chico.--habló la enfermera.--No dolerá nada mientras te quedes quieto.
--¿Entonces sí duele?
--No te mentiré, sólo un poco.--rió, para luego voltear su cabeza a Nathalie.--¿Siempre es así?
--Desde pequeño.
Las dos se rieron, pero yo no le veía la gracia. La mujer de blanco volvió hacia mí, para elegir y ordenarme a descubrirme el brazo en el que me lesionarían, digo pincharían.
--I-Izquierdo.--tartamudeé asustado.
La enfermera me miró seria, y claramente sabía a lo que se refería. Me saqué lentamente la camisa, demorándome lo más que pude para que no me pincharan tan rápido.
--De acuerdo. Quédate quieto.--decía mientras me subía la manga de mi camiseta, para luego desinfectar mi brazo.--No te muevas.
--Adrien, mírame.
Bella giró mi cabeza para darme un dulce y profundo beso en los labios, aún sin soltar mi mano, la que apretaba fuertemente.
Ese beso era lo único que quería recordar.
Sin embargo, aún podía sentir el dolor de la filosa aguja y el líquido en mi brazo, por lo que mis lágrimas no paraban de salir. Bella las dispersaba con sus dedos, separándose de mí lentamente por falta de aire.
--¡Listo!--habló la enfermera, poniéndome un parche en el lugar y bajando mi manga.--Ya puedes mover tu brazo normalmente.
Obedecí, moviéndolo lentamente para no sentir tanto dolor, lo que aún así era imposible. Observé a Nathalie, quien estaba sorprendida por lo que acababa de ver. Claro, olvidé que ella no sabía sobre mi noviazgo.
--Yo... hablaré con la enfermera unas cosas.--dijo incómoda.
Fue en dirección a ella, mientras yo las observaba llorando. Bella aún no soltaba mi mano, seguro como su forma de consolarme.
--Amor, tranquilo.--me susurró.--Ya pasó lo peor...
--M-Me d-duele...
--Calma, gatito. Desahógate.
--Ahora sí estás listo.--dijo la enfermera regresando hacia mí.--Puedes irte.
Me bajé de la camilla y Bella me abrazó cuidadosamente mientras me acariciaba. A pesar de que seguía llorando, estar con ella en serio me hacía bien, y saber que estaría allí hasta en los peores momentos me alegraba mucho más.
Jamás me arrepentiría de haberla traído aquí.
Finalmente, Nathalie y yo firmamos unos papeles, para luego por fin salir de esa horrible sala y ese horrible lugar. Volvimos al auto, el cual se dirigía a la casa de Bella, ya que Gorila la había traído tantas veces que se sabía el camino de memoria.
--Disculpen.--habló tímidamente la castaña, haciendo que Nathalie se volteé.--¿Podría Adrien venir a mi casa? Tenemos que hacer un trabajo y los materiales están en mi departamento.
Sabía que era mentira, pero no quería ir a mi casa o a tomarme fotos después de todo lo que acababa de pasar.
Además, es el karma por su mentira también. ¿No?
--Adrien tiene sesión de fotos ahora...
--¿Puede posponerla entonces? Ese trabajo cuesta el 80% de nuestra calificación, y se trae inmediatamente a vuelta del viaje a África.
--Oh, bueno... si se trata de la educación de Adrien está bien, la pospondré.--suspiró.--Pero Adrien, llámanos apenas termines.
Asentí, aún sollozando mientras guardaba mi camisa en mi bolso, la cual no quise ponerme por lo dificultoso que resultaría. Bella sacó una bolsita de pañuelos de su mochila y me entregó uno. Lo recibí agradeciéndole, para luego secar mis lágrimas.
--Na-Nathalie.--tartamudeé.--¿Po-Podrías no de-decirle lo del be-beso a mi pa-padre por fa-favor?
--Adrien.--volvió a suspirar.--Tu sabes que no puedo ocultarle nada a tu padre, y me despediría si se entera de algo que no le dije.
Pero si puedes ocultarle algo a su hijo. ¿Verdad?
--Señorita Nathalie, por favor.--suplicó Bella.--Adrien no ha hecho nada malo, y siempre es muy obediente. Además, ya se vacunó, así que sería justo para él guardar este secreto después del mal rato que pasó.
Me sorprendí de esa actitud de Bella. Jamás creí que sería capaz de decirle algo así a Nathalie, o a cualquier persona en realidad. Siempre fue muy inocente y tímida, pero me gustaba que comenzara a defenderse. La mujer me miró, para luego mirar a mi guardaespaldas, el que asintió con la cabeza sonriendo.
--De acuerdo. No le diré nada a tu padre.
--Mu-Muchas gra-gracias.
Llegamos al departamento, nos bajamos del auto y Bella me ayudó con mi bolso sin preguntar. Subimos las escaleras y entramos a su pequeña pero acogedora casa.
--Toma asiento, gatito.
Me senté en el sillón, todavía llorando mientras tocaba mi brazo pinchado. Bella se dirigió a la cocina y Plagg salió de su escondite, pero no se burló al verme así.
--No creí que en serio te ponías así. Va a pasar pronto, Adrien.
--E-Eso espero.
La castaña volvió con una caja que dejó encima de la mesa, para luego tomar la compresa de hielo envuelta que estaba sobre ésta. Saqué la mano lentamente de mi brazo, para nuevamente subirme la manga. Ella puso suavemente el hielo sobre la zona.
--¡Auch!--me quejé.
--Calma. Los doctores me han dicho que el hielo es una buena manera de quitar el dolor de las inyecciones y esas cosas horribles. Con esto estarás mejor.
--Gra-Gracias.--dije recibiendo el hielo y sujetándolo en mi brazo.
--En serio, estás exagerando.--comentó mi kwami.--¡Las vacunas no duelen tanto!
--Lo dices porque jamás te han puesto una.--respondió la chica.
--¡Parece un niño pequeño!
Bella rodó los ojos y volvió la vista hacia mí.
--Tranquilo.--dijo mientras me acariciaba.--Si lo necesitas, sigue llorando. L-Lo mejor es desahogarse.
Vi como sus ojos también se llenaban de lágrimas. ¿Tanto le dolió verme así? Por suerte estaba sentada a mi lado derecho, por lo que pudo poner su cabeza en mi hombro sin problemas.
--¿Por qué tu también lloras? ¡No entiendo nada!
Plagg se quejó, para finalmente dirigirse al desordenado cuarto de su hermana. Ambos nos quedamos acurrucados mientras sollozábamos en el sillón.
--L-Lo siento.--se disculpó ella.--No pue-puedo e-evitar ponerme así cua-cuando veo a alguien que quiero mu-mucho llorar.
--¿Y-Ya te he di-dicho que te ves he-hermosa cuando lloras?--intenté coquetearle.
--T-Tú también.--la chica comenzó a secar sus lágrimas.--Bueno... ¿C-Cómo te sientes?
--Me-Mejor, gra-gracias a tí. Eres la mejor novia del mundo.--La castaña sonrió incómodamente, lo que yo obviamente noté.--¿Q-Qué te parece si vemos alguna pe-película divertida para animarnos?
--Me pa-parece una excelente i-idea. Iré a buscar helado.
La chica se levantó del sillón para volver a la cocina mientras yo me encargué de conectar mi Netflix y buscar una buena comedia para reírnos un poco. Unos minutos después, los dos estábamos ubicados en el sillón, comiendo helado y disfrutando de la película, la cual al rato después terminó.
--¡Podría ver esa película un montón de veces y no me aburriría!--exclamé.
--Opino exactamente lo mismo.--rió Bella.--Oye... ¿Por qué no le sacas una foto a Plagg? Se ve muy tierno así.
La castaña señaló al kwami, que dormía plácidamente en el sofá pequeño, aunque para él debería ser enorme.
--Mientras no se entere, claro que sí.
Tomé mi teléfono, apreté la cámara y lo levanté con ambos brazos para enfocar mejor a Plagg. Sin embargo, mi brazo aún dolía, pero aguanté hasta sacar la foto.
--L-Listo.--tartamudeé.
Le entregué mi teléfono a Bella para que vea la foto, tomé la compresa de hielo ya mucho menos fría y la puse en mi brazo, aún con una leve mueca de dolor en mi rostro.
Creo que sí tenía que hacerle caso a la enfermera.
--Adrien, supongo que moviste el brazo... ¿Cierto?
--Pues...--sonreí divertido.--No pude, lo siento. Iré a buscar otro hielo.
--No te preocupes, yo voy.
Tomó la compresa y volvió a la cocina, regresando segundos después con otra, aunque esta vez se sentó a mi lado izquierdo.
--Gatito... ¿Cuánto duele más o menos?
--Bueno... me duele un poco menos, así que el hielo funcionó, pero...
--Pero si no lo vas a mover tú, lo haré yo.
Bella volvió a poner el hielo en mi brazo, sujetándolo para posteriormente levantarlo un poco.
--¡Alto!--la detuve. Sus ojos castaños no paraban de mirar mi asustada cara.--¿P-Puedo sacarme el parche primero?
--Tienes razón. Que bueno que pediste más hielo.
No debí haber dicho eso.
En pocos segundos, ya estaba quejándome otra vez, todo porque el maldito parche estaba pegoteado a mi brazo. Bella lo estaba sacando lo más concentrada posible, oprimiendo el hielo a mi piel para evitar un poco el dolor.
--¡Duele! ¡Ay! ¡Mierda!
--¡Calma! Ya sólo falta la mitad.
Seguía sintiendo cómo la cinta adhesiva no quería despegarse, por lo que cuando por fin salió quise descansar mi brazo un poco, sin soltar el hielo de él. Sequé alguna que otra lágrima que se me había escapado, y finalmente suspiré.
--¿P-Puedo poner música?--pregunté cuando estuve más calmado.
--Esta bien. Yo mientras voy a ejercitar...
--Espera a que la ponga, por favor.
Tomé el control remoto, salí de Netflix y me dirigí a YouTube, buscando algo de Jagged Stone. Puse una de mis canciones favoritas, que era una balada pero a la vez rockera y con ritmo.
--Buena elección, me gusta mucho esa canción.--sonrió.--Ahora...
--Princesa.--volví a interrumpir.--Sólo... hazlo despacio.
--Estoy segura que diré eso en un futuro.--rió, obviamente malpensando la frase.--Esto seguro dolerá mucho menos que la inyección y el parche, y lo moveré lo más lento y despacio posible. Inhala y exhala. ¿Ok? Si lo estoy haciendo con el hielo es para que no sientas tanto dolor, niñito sensible.
Reí levemente, hasta que comenzó a levantar de a poco mi brazo. Preferí cerrar mis ojos para concentrarme en la música y no en el dolor. No mentía en que lo movería lento y despacio, y sí que dolía un poco menos que cuando me sacó la cinta adhesiva con el algodón.
Debería tener esta reacción en la clínica.
--¿A qué cosas le tienes miedo, además de las agujas también?--pregunté para romper el silencio, aún con los ojos apretados.
--Es una larga lista.--rió.--A los insectos, animales salvajes, alturas... prácticamente a todo.
--¿Pero alguno en especial? Como tu mayor miedo...
--Si lo dices así...--suspiró.--Mi mayores miedos eran no tener a nadie a mi lado que de verdad me comprendieran e incluso... al amor, pero... todos esos miedos desaparecieron cuando te conocí.
Esas palabras me alegraron mucho. Siempre esperé que Ladybug algún día fuera capaz de decirme algo parecido, pero sé que Bella es la indicada, y ahora nada me hará cambiar de opinión.
--¿Y hay alguno que se mantenga?
--En realidad... sí. Tengo miedo a lo que pueda pasar en el futuro, más que nada con mi familia.--suspiró.--Si no hacen un esfuerzo por dejar de pelear siempre y por todo, podríamos tener un lindo momento entre todos, pero si siguen así... todos terminaremos siendo indiferentes entre nosotros. Ya no falta mucho para que tomemos caminos separados.
--Es triste.--volví a suspirar.--Todavía estoy en shock de que mi padre trabaje para Hawk Moth, aunque sea por... el verdadero estado de mi madre.
Hubo un breve silencio, que hizo darme cuenta de que la reproducción automática puso otra canción de Jagged.
--Adrien, hay algo que debo decirte.--habló Bella.--Si no te lo dije antes fue porque te enteraste muy pronto de... ya sabes...
--Sí, eso.--Abrí mis ojos y volteé a verla.--¿Qué sucede? ¿Es muy grave o...
--Algo así.--habló rápido.--No quiero que te enojes, ni me termines por esto. Yo no quería, en serio, intenté alejarme, pero no alcancé. Sufrí estas tres semanas ocultándote esto, y estoy aterrada...
--Amor...
Bella volvió a sollozar, parando de ejercitar mi brazo y soltándolo junto al hielo. Al igual que ella conmigo, tomé su mejilla y la besé, al mismo tiempo que secaba sus lágrimas con mis dedos.
--Inhala y exhala. Cuando estés lista, dime.
La chica me hizo caso, hasta que tomó aire por última vez antes de pronunciar sus palabras.
--Luka... me besó.
Abrí mis ojos como platos al escuchar su confesión. De todas las cosas que haría Luka, no pensé que besaría a Bella sabiendo que era mi novia. Sin embargo, de no haberle dicho que Bella era Katy seguiría pensando que tengo dos novias, y peor, terminaría besándola en frente mío. Escuché atentamente su historia de lo que hablaron después de que yo me fuera, y por su actual reacción decidí creerle firmemente. Ya hablaría con Luka de esto, y ya entendía por qué Bella estaba tan rara. Sin embargo, aún me incomodaba que Bella y Luka se hayan... besado.
¿Por qué lo dejé sólo con mi chica?
--Bella... esto es mi culpa, no tuya. Yo creí que dejarlos juntos era ideal porque... eran sólo amigos. ¿No?
--¡Por supuesto que éramos sólo amigos!
--Mi lady, calma.
La abracé fuertemente. Por un momento dejó de importarme el trato de Hawk Moth y mi padre o el dolor que aún sentía en mi brazo. Verla triste por esa situación me dolía, y mucho más si se trataba de Luka.
--A-Adrien, t-tu brazo...
--Tranquila, estoy bien.
Nos soltamos del abrazo, para volver a mirarnos a los ojos.
--Me siento infiel, traicionera...
--Pero no lo eres. Tú no querías, y lo intentaste parar. No tienes la culpa.
--Creí que te enojarías más.
--Claro que no.--solté una risita.--Si fueras realmente infiel nunca me lo hubieras dicho, y decidiste esperar sólo para no afectar más por lo que estaba pasando. Bella, sé que tú me amas tanto como yo, y eso nunca va a cambiar.
--Sí... ¿P-Por qué no mejor volvemos a lo que hablábamos antes de esto?--Ella volvió a poner el hielo en mi brazo para seguir con los ejercicios, y yo sólo asentí volviendo a cerrar mis ojos.--¿Tu tienes otros miedos?
--Hasta el momento tengo sólo 3, bueno, tenía...
Tomé un poco de aire. Me ponía un poco incómodo hablar de mis miedos, pero después del berrinche que mi novia me vio hacer no tenía mucho que esconderle.
--Te escucho, tranquilo.
--El primero es... estar encerrado, como en una cárcel o un espacio demasiado cerrado, sin poder salir, sin aire libre, sin libertad... solo.
--¿Algo así como Claustrofobia?
--Un poco, pero no es por el aire, sino simplemente estar abandonado y sin nadie que me escuche, además de no salir jamás de ahí es lo que me aterra, o estar demasiado tiempo en algún espacio muy cerrado. El segundo era que Ladybug... me odiara.--solté una risa al decir esto.--A ella jamás le gusté, me reprochaba varias veces y rechazaba mis coqueteos, así que siempre viví con ese temor... pero eso se acabó hasta que llegaste tú, Bella.
Nuevamente abrí mis ojos y volteé a ver su hermoso rostro. Ella sonreía cada vez más, esa luminosa sonrisa que me volvía loco.
--Tampoco soy tan genial como...
--Eres mucho más que eso, Bella. Eres perfecta.
Rió tímidamente, para luego sellar sus labios en una sonrisa y volver a hablar.
--Y me imagino que el tercero son las agujas.
--Creo que lo demostré demasiado hoy.--reí.--Aún así, tengo otro miedo ahora, y es mucho más grande que los espacios cerrados y las agujas.
--¿Cuál es?
--Perderte.
Al escuchar eso, Bella acarició uno de mis rubios cabellos, volviendo nuestras miradas conectadas.
--Nunca me perderás, gatito. Siempre estaré aquí, contigo, aunque intenten separarnos.
--Sí, siempre.--suspiré una vez más.--Lamento que tengas que ayudarme con mi brazo. Es muy caprichoso de mi parte...
--No digas eso, no me molesta para nada. Sólo quiero que estés bien.--sonrió.--Te la debía de todas las veces que tú me salvaste y de todas las cosas en las que tú me ayudaste, incluyendo mi confesión de hace unos minutos. Ahora es mi turno.
Besó mi frente, para luego volver a los ejercicios, aunque esta vez en lugar de mover mi brazo hacia arriba y abajo, comenzó a moverlo hacia los lados. Por tercera vez cerré los ojos y respiré, esta vez pensando en la batalla contra Hawk Moth junto con su nueva aliada, que casi daña gravemente a Chloe. Era más fuerte de lo que todos creíamos, y lo demostró bastante.
--¡Auch!
Un dolor un poco más fuerte me sacó de mis pensamientos. Abrí mis ojos y me dí cuenta de que había levantado por completo mi brazo.
--¡Lo siento!--exclamó mi novia.--Esto duele un poco más, pero es necesario si necesitas estirar el brazo, para tomar algo en una repisa alta o...
--Esta bien, prosigue.
Inhalé y exhalé a un ritmo más lento para relajarme más. Mi princesa me daba unos pocos segundos de descanso para luego volver a los ejercicios. Sin embargo, en lo único que podía pensar para distraerme del dolor era en ese Domingo, ese traumático Domingo que parecía ser el mejor al principio. El maestro Fú estaba así por culpa mía, por culpa de mi padre...
Por culpa de los Agrestes.
--Ya terminé.--sonrió.--¿Por qué no intentas mover el brazo por tu cuenta? Sin hielo ni nada, puedes empezar...
--¿Qué tal si levanto esa caja que está encima de la mesa? Se ve algo pesada.--pregunté señalándola.
--Es una buena idea.
Me levanté del sofá, caminé unos pocos pasos a la mesa y tomé la caja. No estaba tan pesada como creí, pero preferí no decir nada porque no quería tomar algo en alto aún. Me senté con la caja en mis brazos, para luego voltearme a mi novia.
--¿Y para qué trajiste esto?
--Pues...
La chica finalmente la abrió. En su interior se veían varias cosas para curar, como ungüentos, alcohol, vendas, algodón y pastillas. Tomó uno de los ungüentos y un paquete de pastillas, para luego cerrar la caja.
--¿Es de tu madre?--pregunté.
--Técnicamente sí, pero tenemos de todo por si a alguna de nosotras nos pasa algo. Es tan organizada que siempre los revisa para ver si algo se venció.
--¿Y para qué sacaste eso?--dije señalando el ungüento.
--Calma.--rió.--Esta es una crema para todo tipo de dolores. Mi madre la usa para sus dolores musculares y en serio le es efectiva.
--Aún así, siento que...
--Sólo te sobaré un poco el brazo. ¿De acuerdo? No pasará nada.
Suspiré resignado, y finalmente asentí. Quería que esta incomodidad se vaya de una vez por todas y deje a mi pobre extremidad en paz.
--Hazlo.
Sacó la tapa de la crema para poner un poco en sus dedos, y posteriormente acariciarme circularmente en la zona. Nuevamente, quise tomar aire y botarlo para relajarme por el ligero dolor que sentía al principio. Por suerte sólo fueron unos segundos en los que acabó.
--Ahora necesito que tomes una de estas. Es un analgésico que te ayudará a disminuir el dolor.
Me entregó la caja de pastillas, le sonreí y me dirigí a la cocina. Tomé un vaso y eché a correr la llave para llenarlo con agua.
--¿Así que ya no te duele?
La voz de Plagg hizo que dirigiera mi mirada hacia él, quien se estiraba después de su siesta. Mientras sacaba una de las pastillas, respondí:
--Todavía un poco, pero menos que antes.
Puse la pastilla en mi boca y luego tomé el agua para tragarla. Seguía observando a Plagg, quién traspasó el refrigerador de Bella, seguramente para comprobar si hay camembert. Salió rápido, pero molesto.
--¡Es increíble que no haya nada de camembert aquí! ¡Sólo queso normal! ¡Tengo hambre!
--Debiste comer helado con nosotros.
--Sabes que lo dulce no es lo mío.
Definitivamente mi kwami es un caso difícil.
Salí de la cocina para volver al sillón, pero me percaté de que Bella esta vez tenía una guitarra en sus manos, esa que vi la primera vez que estuve en su casa, y esa misma que dijo que no sabía tocar. Levantó la mirada al darse cuenta que la observaba demasiado.
--¿Qué haces ahí parado? Toma asiento.--sonrió.
Le obedecí y nuevamente me senté a su lado. Sólo por curiosidad, quise preguntar:
--¿Por qué la guitarra?
--Pues... sólo falta una cosa para curarte completamente, y eso es la música.--Hizo click a una aplicación en su teléfono para afinar las cuerdas.--Aún no sé tocarla, pero la utilizaré como bajo.
--Dudo que sea tan difícil aprender para tí, digo, si ya tienes talento en el piano y para cantar, de seguro para todos los instrumentos.
Volvió a sonreír, mostrando esa bella sonrisa que me alegra la vida. Comenzó a tocar su "bajo" al mismo tiempo que comenzó a cantar.
--Voy a inventarme un mundo para ti no más, por qué este es muy pequeño y no encontraras, quién cura un corazón tan grande si está malherido. No pasaran los años ni la gravedad, y hasta los mentirosos dirán la verdad. Tendremos una casa en Marte en tiempo compartido.
Inmediatamente reconocí la canción, y sin dudas estaba listo para seguirla. Amaba que hasta nuestros gustos musicales eran tan parecidos, así que de inmediato comencé a cantar.
--Tú eres la princesa que si un sapo besa un príncipe se encontrará,
Yo seré el soldado que siempre a tu lado su vida te entregará. Se fueron los villanos que ya por veteranos se tuvieron que jubilar. Después llego un gitano y leyéndote la mano me dijo que ibas a volar.
--Te amaré, me amarás. Si no hay un final perfecto para regalártelo, lo voy a escribir, sólo para ti, tendré que inventármelo.--cantamos ambos uniendo nuestras voces.--Te amaré, me amarás. Si no hay un final perfecto para regalártelo, lo voy a escribir, sólo para ti, tendré que inventármelo.
--Aunque aún no te conozco, te conozco bien.--prosiguió mi princesa.--Hay algo de mis ojos que siempre tendrás.
--Y cada noche un cuento nuevo inventaré, porque toda la vida serás mi Bella.
Ella amó ese pequeño cambio de nombre que hice al finalizar la canción, notándose claramente por su enorme sonrisa. Rápidamente, guardó la guitarra en su funda y la devolvió a su habitación. Miré mi teléfono para comprobar la hora, percatándome de que ya eran las 6 y media de la tarde, así que rápidamente le envié un mensaje a Gorila para que me fuera a buscar.
Espero que no me regañen por la hora.
--No falta mucho para que mi hermana llegue a mi casa.--habló Bella saliendo de su cuarto, como si supiera lo que pensaba.--Después de esa junta con sus amigas seguro llegará hambrienta.
--¿Entonces de allí inventaste lo del trabajo para la escuela?--pregunté, levantándome del sillón.
--Pues... algo así.--rió.
--Bien, yo me debo ir. Gorila me vendrá a buscar pronto y...
--Lo sé, pero mañana al fin se acabarán esas reglas, o al menos por una semana.
--Claro que sí. Disfrutaremos Rumania como nunca, tenlo por seguro amor. No más peleas, ni mentiras, ni personas que se interpongan en lo nuestro. Sólo tú y yo.
--¡Ejem!
Plagg carraspeó fuertemente, haciendo que ambos nos sobresaltáramos. El pequeño se cruzó de brazos con una mirada de furia demasiado tierna como para parecer enojado.
--¡Lo siento, amigo! Seremos tú, yo y Plagg.
--Siempre el burro por delante. ¿No? ¡No voy a ser el que toque el violín!
--Seguro cambiarás de opinión cuando estemos en Rumania.--respondió Bella.
--¡Pues eso espero o le golpearé ese brazo a tu novio!
--De acuerdo.--dije seguro.--Si quieres comenzar la dieta de quesos...
--¡Esta bien! ¡No lo haré!--exclamó el kwami.--Pero en serio, chicos. No me dejen abandonado.
Plagg cambió su mueca de queja a tristeza, así que le acaricié la cabeza con mi dedo mientras le sonreía. A pesar de sus quejas y su obsesión por el queso camembert, Plagg no sólo es mi kwami, sino también mi amigo.
--Claro que no. Nunca te abandonaría, Plagg.
Finalmente tomé mi bolso y nos dirigimos a la puerta, aunque no me iría sin antes despedirme de mi novia.
--Adiós, mi lad...
--Espera.--interrumpió ella.--Antes llévate esto.
Estiró su mano, para entregarme la misma crema que había utilizado antes para aliviar el dolor de mi brazo.
--Amor, en serio, no...
--Sé que quizás estoy exagerando, pero si te sigue doliendo mucho el brazo o en caso de que te lesiones o algo, prefiero que te lleves una de éstas. Nunca se sabe cuándo podrás necesitarla.
--¿Tu madre no se enojará?
--Tiene un montón de éstas, no se dará cuenta.--rió.--Sólo debo sacar otra de su mueble, ponerla en la caja y listo.
--Me encanta que te preocupes así por mí, en serio.--sonreí, recibiéndola.--¿Estás segura que no te molesta?
--Si se trata de tí, jamás me molestaría.
--Digo lo mismo. Me moriría si te pasara algo.--Le dí un corto beso en su mejilla.--Gracias, princesa. Por animarme, por confiar en mí, por ayudarme... por todo. Jamás podría compensártelo.
--Con lo del viaje basta, de verdad.--sonrió emocionada.--Ese es el mejor regalo que me has dado.
Le sonreí por última vez antes de abrir la puerta y retirarme. Bajé las escaleras, mirando los alrededores con una sonrisa mientras escuchaba las frases románticas de Plagg. Al llegar a casa, lo primero que hice fue subir a mi habitación y buscar mi maleta, la cual estaba en una repisa alta. La tomé con ambos brazos y la ubiqué sobre mi cama, sobando un poco mi brazo izquierdo por el leve dolor que sentía, el que creí que sería más fuerte, pero al parecer lo que hizo mi chica sirvió bastante.
Necesito agradecerle más.
Mientras empacaba mi ropa, decidí pensar en una sorpresa, algo así como una cita mientras estábamos en Rumania, pero empezando con una nueva canción especial para ella. Ya tendría tiempo de pensar en la letra y la melodía, pero necesitaba planearlo todo con los del hotel.
--¿Todavía no empacabas?
Plagg habló recién entrando a mi habitación, llevando mi celular entre sus pequeñas manos.
--¿Que hacías con mi teléfono?
--Revisaba tus galería de fotos de Bella. ¿Recuerdas que antes era de Ladybug?
--Exacto, era.
Le arrebaté mi celular, el cual aún seguía desbloqueado, específicamente en los mensajes. Habían dos de ellos eliminados, los cuales eran para... ¿Bella?
--¡Rayos! No alcancé a cerrar esa parte...
--Plagg... ¿Qué le enviaste?
--¡Nada! ¡Por favor no me canceles el queso!
Me crucé de brazos sonriendo maliciosamente, asustándolo más para que al fin confiese.
--Dime.
--¡Esta bien! Le... envié pantallazos de tu galería.
--¿Que?
--¡Tranquilo! ¡Ella no los vio! ¡Mira! ¡No tiene los tics azules! ¿O sí?
Volví a revisar mi teléfono, y en definitiva, Plagg tenía razón. Suspiré aliviado, ya que por suerte no creería que soy un loco.
--Esta bien, creo que exageré un poco.--sonreí amablemente.--Aún así cambiaré mi patrón.
El kwami rodó los ojos y se recostó en la almohada de mi cama, tragándose un pequeño pedazo de queso. Mientras tanto, continué empacando todo lo necesario para el viaje. A pesar de la emoción que sentía de estar solos con Bella, estaba algo nervioso. Es el primer viaje sin compañía de un adulto, sin mi padre, ni Nathalie, ni Gorila, ni siquiera miss Bustier y mis compañeros.
Nadie más que nosotros dos viviendo esta aventura.
Hola!!!
Creí que el hiatus sería más largo, pero no pude evitar ni un poco seguir con esta historia uwu. No me siento lo suficientemente inspirada para continuar con otras, así que disculpen a los que querían leer "Invasores" :(. Aún así, quise hacer un capítulo largo para recompensar un poco todo lo que me demoré xD y creo que hasta el momento es el capítulo más largo que he hecho :v empecé con 1.200 palabras y ahora pues... he hecho más de 6.000 ewe. (Y sí, hasta el momento). Bueno, ya entré a clases y... ¿Pa qué decirles que sí si no? PORQUE NO QUIERO VER ESAS CARAS OTRA VEZ :D (Más que los trabajos, mi curso es el que estresa xd)
Bue ya, las preguntas xD. ¿Qué les pareció el cap? ¿Faltas de ortografía? ¿Qué les pareció Ikari Gozen? ¿Esperaban algo más que sólo el capítulo y los insta en la convención? (Yo sí, quería spoilers xd)
Y eso es todo por hoy!!! Muchas gracias por la paciencia y por leer. Espero que estén muy bien <3 los amo mucho mis hermosos lectores. Y sin nada más que decir... ¡Bye! 😊👋🏻
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