4. Primer Escape
POV Adrien.
Al otro día nuevamente llegaba a la escuela. Me bajé del auto, el cual estaba estacionado al lado de un camión de tipo ambulancia. Una enfermera se bajaba de ahí con una maleta, seguramente con los instrumentos que usaría. Me vió y me saludó con la mano y yo sólo le sonreí nerviosamente.
No, ni loco me dejo pinchar.
Gorila ya se había ido, así que caminé lo más sigiloso que pude hasta una pared, donde nadie me veía. Salí corriendo, hasta llegar a otra pared, pero ésta vez de mi lado derecho del edificio escolar.
Solté un suspiro. Estaba más seguro que en la pared anterior, pero no me disponía a entrar. Plagg salió de su escondite, seguro para que le dé queso.
--¿Que te pasa? ¿Por qué rayos no entras?
Al parecer dejó el queso para interrogarme.
--Porque no quiero entrar, eso es todo.
--A mi no me engañas. ¿Es por la donación de sangre?
--Bueno...--volví a suspirar.--Sí, es por eso. Es sólo que ayer ví un cartel donde decía que era obligatorio donar al menos una bolsa, y...
--No quieres donar ¿Cierto?
Si se pudiera sin necesidas de puntiagudas agujas, si donaría.
--O sea... me gusta ayudar a la gente, pero no de este modo.
Plagg estaba pensando, aunque de inmediato supo la respuesta.
--¡Ya sé! ¡Le tienes miedo a las agujas!
--¡Cállate!--le susuré, aunque nadie nos estaba mirando.--Te podrían ver, y sabes lo peligroso que es si pasa eso.
--O también te pueden descubrir a tí, y que le temes a una pequeña agujita.--se burlaba él.
Mi kwami sólo se tapaba la boca para evitar reírse a carcajadas. Yo rodé los ojos, pero luego escuché unos pasos.
--¡Plagg, escóndete!--le susuré.
Él obedeció. Los pasos se acercaban a mi dirección y luego ví que la que se acomodó a lado mío era... ¿Bella?
Parece que encontré algo más en común con ella.
--Hola, Bella.--la saludé.
Ella dió un saltito al principio y luego se dió vuelta.
--Oh, me asustaste. Hola, Adrien.
La tenía a mi lado. Otra excusa para hablar con ella.
--¿Que haces aquí?
--Emm... yo... no quiero entrar.
--¿Por qué? ¿Que pasa?
Ella suspiró.
--Te lo voy a decir, pero prométeme que no le contarás a nadie.
--No te preocupes, puedes confiar en mí.--le sonreí.
En serio esperaba que ella pueda hacerlo.
--Ya. Es que yo no quiero entrar porque... le tengo miedo a las inyecciónes y esas cosas.
--No puede ser ¡También yo!--exclamé alegre. Me gustaba tener cosas en común con ella, ya que así nuestra relación sería más... especial.
--¿En serio? Creí que era la única...--se alegró también.
--¿Y que planeas hacer? No podemos estar escondidos aquí para siempre...
--Mira... yo pensaba en no entrar a clases. ¿Que opinas?
¿Un escape juntos? ¡Sería genial! Pero luego pensé en los riesgos que tendríamos.
--No lo sé...--respondí finalmente.
--Es que igual no hay otra manera. Aunque también tendríamos problemas con nuestros padres si nos descubren, pero no se me ocurre otra cosa...
--A mi tampoco. Yo la verdad no sé qué hacer.
Y era cierto. Intentaba pensar en qué haríamos, hasta que vimos a un grupo de chicos que nos observaba, para luego aproximarse a nosotros.
--Hola. ¿Que hacen acá? ¡Aaah ya sé! ¡Están asustados por los exámenes!--nos dijo un chico moreno, que se veía bastante simpático.
--En realidad no. Hay una colecta de sangre obligatoria en nuestra escuela y no queremos donar.--le respondí.
--¿Por qué? ¿Le tienen miedo a la aguja?--preguntó una chica rubia.
Yo y Bella nos miramos.
--Si.--respondimos apenados al mismo tiempo, aunque ella más bajo que yo.
--No se preocupen. Hay muchas personas igual que ustedes, así que no crean que son los únicos.--decía amablemente un castaño, que era el último chico del grupo.--En nuestra escuela nosotros entramos hace 3 semanas y ya están empezando con los exámenes. Hoy harían uno, pero vamos a escaparnos.
--Si, y no vamos a entrar.--habló la rubia.--Así hacemos ese exámen después y tendremos más tiempo para estudiar.
--Asi que ¿Que dicen? ¿Se unen a nosotros?--nos preguntó el moreno.
Ambos nos miramos, pero luego me acordé de mi padre, y seguro Bella también de su familia.
--No puedo. Mi autobus escolar me viene a buscar.--respondió Bella.
--Y a mí mi chofer.--hablé yo.
--Bueno, supongo que sus padres tienen celular. Envíenles un mensaje diciendo que van a salir más tarde o una cosa así.--decía la rubia.
Yo no sabía si hacerlo. No me gustaba mucho mentir, pero tampoco me quedaba de otra. Miré hacia mi lado y sí, Bella ya estaba con el teléfono en sus manos enviando un mensaje.
Volví la cabeza hacia adelante. Lo pensé bien, suspiré y finalmente lo hize.
Por suerte Nathalie respondió rápido, y como hoy no tenía ninguna clase antes de las 6 me dió permiso para "salir con Nino después de clase" y volver sólo.
A Bella también le dieron permiso, aunque su excusa fué "hoy debo quedarme hasta más tarde para hacer el primer trabajo grupal". También le dieron permiso, pero le pareció raro a su mamá que comenzaran tan temprano los trabajos.
--¡Si nos dejaron!--dije yo.
Los chicos se alegraron, pero me acordé de algo importante...
--Esperen... ¿Como haremos un justificativo para faltar a clases? Nuestros padres no lo van a hacer, y si nos descubren estaremos en graves problemas.
--¡Yo te lo hago! Tengo muy bonita letra, y si quieres te lo doy hasta firmadito.--me respondió el moreno.
--Y yo se lo voy a hacer a la señorita, para que tampoco tenga problemas.--dijo el castaño mirando a Bella.
--Gracias.--le respondió ella.--¿Cómo te llamas?
--Yo soy Claude. Él es Victor y ella Melody.
--Un placer, chicos.--les dije amablemente.--Yo soy Adrien y ella es Bella.
--Si sabemos que eres Adrien.--respondió Victor.--Sales en un montón de carteles.
--Si, soy modelo para mi papá...
--¿Y van a ir o no?--nos preguntó Melody.
Todos nos motivaban para que fueramos, con palabras como: "¡Vamos!" "¡Se van a divertir!". Bella y yo nos miramos de nuevo, y finalmente respondí.
--Yo sí. No voy a permitir que me entierren una aguja. ¿Que dices, Bella?
Ella lo pensó un poco más, pero luego dió también su respuesta.
--Ya. Vamos.
El grupo celebró y se animó, y finalmente estabamos listos para seguirlos.
--Vamos a un parque que yo conozco.--dijo Claude.
Todos caminábamos siguiendo a Claude. Tal vez esta escapada no sería tan mala después de todo.
Antes de ir al parque fuímos a la casa de Claude, porque según él su hermano tiene una radio y él la quería llevar. Por suerte no estaban sus padres, así que pudo sacarla sin problemas de su casa. Era bastante grande, a decir verdad.
--¡Ahora sí! ¡Vámonos!--exclamó Claude.
Él encendió la música y seguimos caminado hacia dicho parque. Cuando al fin llegamos nos detuvimos un rato antes de sentarnos en el pasto.
--¡Ya! ¡Pasen las monedas, chicos!
Todos sacamos dinero para ver lo que teníamos. Al parecer compraríamos bebidas o comida.
--Yo no traje. Nunca traigo dinero.--dijo Bella.
--No importa, nosotros la invitamos.--sonrió Claude.
Ella le agradeció, pero yo me puse a pensar. ¿Por qué Bella no traía dinero a la escuela? ¿Será porque es nueva aún o su mamá no la deja? A veces un poco de dinero si sirve para emergencia. Seguí pensando ¿Que pasa si su casa está lejos? ¿Cómo se iría en autobus?
Me hundí tanto en mis pensamientos que me dí cuenta que Claude ya había salido de comprar, y llevaba dos bolsas, con una botella en cada una.
--Me costó comprarlas, pero acá están. ¡Así que vamos a comenzar la fiesta chicos!--gritó Claude bastante motivado.
Todos saltábamos al compás de la música mientras celebramos, bueno, casi todos. Bella no se movía mucho. Seguro no era muy fanática de las fiestas o celebraciones, pero aún así la intenté motivar para que saltara y bailara igual que nosotros, pero sólo sonrió un poco.
Finalmente buscamos un lugar en el parque, donde nos acomodamos y nos sentamos. Hablamos un poco y la verdad me encantaba su actitud y hacer nuevos amigos, pero Bella no hablaba en ningún minuto.
No permitiría que pase lo mismo que ayer. Ésta vez no la ignoraria.
--¿Y cómo la estas pasando, Bella?--le pregunté lo suficientemente fuerte como para que todos escucharan.
--Bien.--respondió.
--Como que no estabas bailando mucho.--dijo Victor.--¿Te pasa algo?
--No. Es que no me gustan mucho las fiestas y nunca he ido a una.
Tal como lo sospeché.
--Pero puedes confiar en nosotros, no te preocupes.--le decía Melody.--Además no es taaan fiesta si sólo estamos nosotros.
--Aún así, si no quiere bailar mucho no la obliguen.--les dije. Quería que se sintiera cómoda.
--Aquí eres libre de hacer lo que quieras.--le decía Claude.
Ella parecía que le iba a decir algo, seguro volver a agradecerle, pero Victor habló primero.
--Ya chicos, tengo sed. Claude ¿Por qué no traes las botellas?
--¡Obvio! ¡Ahora las traigo!
Claude se fué a buscarlas, y rápidamente volvió trayendo las dos botellas, que al parecer eran de... ¿alcohol? Con razón dijo que le costó comprarlas...
Esto me daba mala espina.
--¡Chicos! ¡Estamos listos!--gritó el castaño, mientras los demás aplaudían.
Claude le entregó una botella a Melody, para él quedarse con la otra y leer la botella antes de beberla:
--¡Suave licor, dulce tormento!--Y ahí es cuando le dió un sorbo.--¡Salud!
--¡Salud!--respondieron Victor y Melody.
Luego bebió otro sorbo y le pasó la botella a Victor. Éste le agradeció, mientras Melody bebía de la segunda botella.
--¡Está muy rico!--comentó Melody, devolviéndole la botella a Claude.
Ahí es cuando le iban a pasar la botella a Bella.
--¡Vanos! ¡Toma!--le decían, intentando animarla.
Ella decía que "no" y movía su cabeza hacia los lados rápidamente, nerviosa.
Ellos seguían insistiéndole, pero yo finalmente dije:
--¡Dejenla! Si ella no quiere tomar, no la obliguen, por favor.
Es ahí cuando ellos respetaron su decisión, pero ahora a quién animaban para beber es a mí. Yo la verdad nunca había tomado bebidas alcólicas, pero siempre me intrigaba su sabor. Hace olvidar las penas, según dicen.
Los malos recuerdos que tenía de la desaparición de mi mamá y de las prohibiciones de mi papá, si me hacían querer tomar.
Estaba por ubicar la botella en mi boca, pero Bella me susurró algo. Esta vez sí le puse atención para lograr escucharlo.
--¿Estás seguro?--me dijo.
Yo volví a mirar la botella, el grupo me seguía animando.
Lo voy a hacer.
Bebí un corto sorbo, pero me decían "es muy poco" "bebe más", así que seguí bebiendo lentamente y Victor me impulsó un poco la botella para que bebiera más, hasta que dejé de hacerlo porque casi me termino atorando.
El sabor no era tan malo, de hecho era muy peculiar.
--¡Un poco de música!--gritó Claude
Todos dijimos que "sí" celebrando. El encendió la radio y seguimos bebiendo, sobretodo Melody. Excepto Bella, quien sacó su colación que se supone que se comería en el recreo. Incluso ofreció galletas a los demás, pero estos rechazaron, agradeciéndole. Estaban felices con las botellas, al parecer.
En cambio, yo no pude rechazarle. No sé si comer mientras bebía alcohol será una buena idea, pero de todas maneras si tenía un poco de hambre. Al parecer, ella estaba bien con su jalea y sus galletas.
Es ahí cuando sentí que sí olvidaba mis malos recuerdos. Era feliz celebrando, pero sobretodo porque lo hacía junto con Bella.
Holiwis UwU
Aquí su sensual escritora otra vez xDxD
Weno, antes que nada quería avisarles que este cap lo basé un poco en un corto que ví como hace un mes en clases (ya saben, los últimos días, donde no hacíamos nada más que ver videos en el proyector y jugar cartas :v), así que decidí que quedaría bien para el primer escape :)
Otra cosa que ya se habrán dado cuenta es que estoy haciendo los capitulillos más largos UwU así que tienen mucho por leer :D
Ahora sí eso es todo!! Voten y comenten si les gustó, ya saben lo típico :v
Nah pos, bye :v
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