33. Un Desastre
Narrador Omnisciente
--¿Y? ¿Encontraron algo ayer?--preguntó el hombre desesperado.
--No, señor.--respondió apenada la mujer.--Recorrimos todas las partes que nos pidió, y no pudimos encontrar ni un rastro.
--¡Maldición!--gritó enfurecido.--Al menos mi hijo no se ha enterado de nada.
Gabriel miraba la tablet, en donde la cámara grababa a Adrien durmiendo tranquilamente.
--¿Qué haremos ahora?--preguntó Nathalie.--No podemos estar mucho tiempo aquí.
--Pues, al parecer esa chica cuidó de mi hijo muy bien.--sonrió Gabriel.--Deben seguir buscando, y si tenemos que retrasar nuestro regreso valdrá la pena.
--Su hijo en serio cree que estamos en Nueva York. ¿Por qué le mintió en primer lugar?
--Sólo para asustarlo un poco, pero de todas formas nunca lo llevaría aquí, al Tíbet.--suspiró.--Si no encuentran un guardián, sigan buscando una solución para reparar este miraculous lo más rápido posible.
Nathalie bajó la cabeza mientras Gorila la consolaba acariciándole la espalda. Gabriel se levantó de la cama para acariciar suavemente la cara de la mujer.
--Sólo así podrás usarlo, y me podrás ayudar como tanto querías, Nathalie. Sólo... debemos encontrar la respuesta.
--¿No hay nada en el libro?
--Lamentablemente no.
El hombre giró su cabeza para observar el gran libro junto al miraculous del pavo real sobre la pequeña mesa del cuarto.
--Buscaremos donde sea para poder arreglar ese miraculous de una vez por todas.--sonrió la mujer.
--Confío en ustedes para que lo hagan.
--A sus órdenes, señor.
El guardaespaldas y la mujer se retiraron de cuarto. Gabriel se acercó a la mesa para tomar el miraculous y observarlo fijamente. Se quitó sus lentes y cerró los ojos, dejando caer unas pocas lágrimas. Nooroo salió de su escondite, acercándose lentamente a su amo.
--Señor... ¿Esta bien?
--Emilie...
POV Adrien.
Desperté con un horrible dolor de cabeza, uno que recordaba pero que a la vez jamás había tenido antes y que era demasiado fuerte, incluso un poco más que el de mi tobillo, que también me dolía bastante.
--¡Buenos días, borrachín!--me saludó Plagg animado mientras tragaba su queso.
--Auch.--me quejé con una mano sobre mi frente.--¿Qué me pasó?
--¿Ya no te acuerdas? ¿En serio?
--No mucho.--contesté sincero.--¿Por qué? ¿Pasó algo malo?
--¿Algo malo? ¡Al contrario! ¡Hiciste la mejor fiesta del mundo!--exclamó entusiasmado.--¡Jamás creí que serías tan genial, Adrien! ¡Excepto que te pasaste de copas!
--¿Qué?
Automáticamente, todos los recuerdos venían a mi cabeza. La fiesta, bailé con Bella, hablé con mis amigos... y eso era lo último que recordaba.
--Aww, que lindo.--comentó mi kwami.--¡Incluso los dos tórtolos durmieron juntos anoche!
--¿De qué estás...
Miré hacia mi lado, y mi novia aún dormía tiernamente. Sonreí al verla así, pero no quería despertarla.
Espera... ¡¿Dormimos juntos?!
--¡Plagg dime que no hice nada malo!
--¡Cálmate!.--rió.--Están con ropa y dormiste fuera de la cama. ¡Dah!
Saqué la manta que me cubría, y efectivamente Plagg tenía razón. Suspiré aliviado, ya que no hice nada que a Bella no le gustara.
--Uff, estuvo cerca. ¿Y qué más hice?
--Pues... te pusiste muy ebrio, invitaste a famosos, vomitaste en el suelo y resbalaste con tu pie lastimado.--carcajeaba.
--Con razón todos estos dolores.--suspiré.--¿Algo más?
--Bailaste y saltaste como loco, hiciste una fiesta de espuma... ¡Ah! ¡Y Bella se enojó contigo por borracho!
--¿Ah sí?--me desanimé.--Bueno, tiene sus razones para hacerlo.
--¡Pero descuida! ¡Le escribiste una carta para que te perdone!
--¿Que hice qué?--reí.--Creo que ya escuché demasiado.
Salí de la cama y me levanté, pero al primer paso que dí mi pie dolía como la vez que me caí en la pista de hielo.
--¡Ay!--exclamé.
--¡Shhh!--susurró Plagg, señalándome a la chica dormida.--¡Agradece que dejé un vaso de agua y la sal de fruta en tu escritorio!
Cojeé hacia allí y nuevamente Plagg acertó. Disolví el "remedio" en el agua y lo bebí lentamente.
--Gracias, Plagg.--hablé cuando terminé.
--No es nada. Por lo que veo, estás peor ahora que la primera vez que tomaste.
Rodeé los ojos y seguí cojeando hasta la puerta. Tenía hambre y quería ir a la cocina para buscar algo de comer, pero cuando me dirigí a las escaleras me llevé una gran sorpresa.
Mi casa es un desastre.
Había suciedad por todas partes, copas y botellas vacías y mis invitados durmiendo por todo el suelo, incluso algunos en la misma escalera.
--No puede ser...--susurré.--¡¿Qué voy a hacer, Plagg?! ¡Mi padre va a matarme!
--Tu quisiste hacer esta fiesta en primer lugar.
Bajé cuidadosamente las escaleras para no arruinar más mi pie ni aplastar gente. Cuando por fin las bajé todas, me dirigí al comedor, pero me llevé otra sorpresa al ver a Nino y Alya desnudos y con una sábana que los cubría sobre la enorme mesa.
--Esto se salió de control.
No sabía si reír o preocuparme, aunque necesitaba despertar a Nino para que me ayudara a arreglar esto.
--Espero que hayan usado condón.--comentó Plagg.
--¿P-Por q-qué no lo despiertas tú?--le pregunté tímidamente a mi kwami.
--¡Recuerda que nadie debe saber tu secreto, genio!
Suspiré, caminando lentamente hacia la mesa y recogiendo la ropa caída en el suelo para poder pasárselas. Tragué saliva, para por fin mover suavemente a mi amigo.
--Nino.--susurré.--Despierta.
--5 minutos más.--se quejaba.
--No los necesitas, créeme.--seguí susurrando.
El moreno abrió un ojo, para luego rápidamente abrir el otro.
--¿Qué? ¿Adrien? ¿Eres tú? Te ves... raro.
--Ten tus lentes, amigo.--hablé, entregándoselos nervioso.--¿Y-Ya puedes ver?
--Sí, ahora sí.--parpadeó un par de veces.--Espera... ¿Qué haces aquí?
--Pues... juzga por tí mismo.--coloqué una mano sobre mi nuca, sin saber qué más decir.
Nino estaba por levantarse, hasta que por fin sintió el cuerpo de Alya sobre el suyo, dándose cuenta de lo que acababa de hacer.
--Wow.--habló sorprendido, pero enrojecido a la vez.--¿Tengo que despertarla?
--Creo que sí, antes de que alguien más los vea.--sonreí.
Un sonido salió de mi bolsillo, y era nada más que mi teléfono. Quería contestar rápidamente para evitar que alguien más se despertara, pero eso falló para Alya.
--¿Qué es ese ruido?--preguntó la chica mientras se movía.
Finalmente contesté, sin alcanzar a ver quién era.
--¿Hola?
--Parece que ya despertaste, Adrien.
--¿Na-Nathalie?--dije nervioso.--¿Q-Qué tal el viaje? ¿Cómo está mi papá?
--Justo de eso quería hablarte.--suspiró.--No creo que podamos llegar hoy. Tu padre debe quedarse más tiempo por trabajo, así que no creo que lleguemos hasta mañana.
--¡Genial! Digo... ¡Vaya!--exclamé.
Al menos tengo todo el día para ordenar.
--Intentaremos llegar en la mañana, para que Gorila te lleve a la escuela como siempre. ¿De acuerdo?
--Sí, entiendo.--Observé que Alya ya estaba reaccionando y comenzaba a levantarse.--M-Me tengo que ir, Nathalie.
--Yo también. Adiós, Adrien.
--¡Adiós! ¡Suerte!
Corté rápidamente, justo antes de que Alya comenzara a hablar.
--¡Vaya! ¡¿Qué demonios hicimos ayer, Nino?!--soltó una carcajada.
--Lo que tanto anhelábamos hacer. ¿Te gustó, cierto?
--¿Tú que crees, amor?
Ambos se besaron románticamente, pero aún cubiertos por las sábanas. Por un momento me pareció tierno, ya que esa forma de amor no era tan pervertida como todos piensan. ¿O sí? De todas maneras, Bella era demasiado tímida, y no se atrevería a hacerlo aún.
--Los dejaré solos para que se vistan. Aún hay mucha gente allá afuera.--reí.
--¡Es cierto, Alya!--reaccionó Nino, poniéndose rápidamente su ropa interior debajo de la sábana.
Salí de allí, regresando a la parte donde la gente estaba cómodamente tirada en el suelo. Cojeé hacia una mesa donde aún quedaban galletas, papas fritas y picadillo que casi nadie comía por sólo pensar en el alcohol. Tomé una galleta y la mordí, aún observando mi desordenado hogar y pensando en qué hacer para volver todo a la normalidad.
--Con ese pie deberías descansar.
Una voz masculina se escuchó detrás mío. Me volteé y ví a Luka, quien ya se había despertado.
--Buenos días a tí también, Luka.--lo saludé.--¿Y Marinette? Anoche los ví muy juntos en la fiesta.
--Se fue, o mejor dicho, se desmayó después de mezclar tabaco y ron, así que preferí llevarla a su casa.
--¡¿Que hizo qué?!--exclamé sorprendido.
¿Por qué Marinette haría algo así?
--Estaba muy enojada con Bella, e inmediatamente me dijo la razón.--suspiró.--A Marinette le gustabas.
--¡¿Qué?!--exclamé aún más sorprendido.
Ví que varios de mis invitados se despertaban a causa de mis gritos, pero no me importaba. ¿Cómo que todo este tiempo yo le gustaba a Marinette? ¿Cómo fuí tan ciego para no darme cuenta?
--De todas formas, ya lo sabía.
--¿Cómo? ¿Te lo había dicho antes o...
--No.--Luka rió.--Se notaba demasiado por cómo te miraba, y Juleka me contaba tantas veces que tartamudeaba mucho cuando estaba contigo.
--Bueno... yo siempre creí que era por timidez, pero jamás creí que yo le gustaba.
--Era muy obvio, Adrien.--rió.--Creo que eras el único que no sabía que le gustabas.
--¿Quién le gustaba a quién?--preguntó Ivan acercándose a nosotros.
--Pregúntale a Bella, seguro ella también sabe.--dijo Luka.--Yo le diré a los chicos que se despierten y ayuden a limpiar este desorden.
--No, Luka. Es mí casa, y es mí responsabilidad lo que pasó ayer.
--Pero tu salud es primero, y anoche no descansaste mucho ese esguince que digamos.--Luka bajó la vista para ver mi pie.
--Luka, en serio...
--Y no sólo tu tobillo necesita descansar después de todo lo que bebiste anoche, amigo.
--Creo que tienes razón.--suspiré.--Iré a mi cuarto.
--Te ayudo.--se acercó Claude.
Después de subir las escaleras y al entrar a mi cuarto, me percaté de que Bella aún dormía, así que tuve que acostarme cuidadosamente en la cama para no despertarla.
--Te traeré un poco de hielo, Adrien.--habló el chico antes de irse.
Le agradecí y él cerró la puerta lentamente. Tomé mi celular y aún eran las 9 de la mañana, así que decidí dormir un poco.
Quizás así el efervescente le haga más efecto a mi resaca.
Abrí mis ojos, y lo primero que ví es a mi pie acomodado entre unas almohadas con una compresa de hielo, que ya no estaba muy helada que digamos.
--Buenos días, gatito.
Miré hacia mi lado, y observé a Bella leyendo algo así como una carta.
--Buenos días, princesa.--la saludé.--¿Qué lees?
--¿En serio no sabes?--ella rió.--Me escribiste una carta de disculpa por haberte emborrachado tanto. ¡Y tiene hasta marcas de tus lágrimas! ¡He incluso de licor!
--¿De qué estás hablando?--pregunté dudoso, hasta que luego me acordé de lo que Plagg me dijo esta mañana.--¿Puedo leerla?
--Claro.--me la entregó riendo.
No entendía la razón de porqué se reía tanto, pero me intrigaba saber lo que escribí. De todas formas, leí la dichosa carta, y no pude evitar reírme un poco también.
"Querida mi Lady... sólo quiero bailar contigo a la luz de la luna, pero no me quieres ver ni en pintura. ¡YO TE AMO MUCHO, MUCHO, MUCHO! ¡¿POR QUÉ YA NO ME ESCUCHAS?! Te quiero dedicar tantas cosas, pero no estabas feliz. ¡ASÍ QUE PERDÓNAME POR TODO! SOY UN IDIOTA, DEBÍ HACERTE CASO! Sólo me tenté con unas bebiditas para olvidar las penurias, ya que mi papá no me quiere y mi mamá no está, pero parece que no te gustó. ¡ASÍ QUE RUEGO QUE ME PERDONES O SI NO ME TIRO POR LA VENTANA COMO UN GATO CAYÉNDOSE DE UN ARBOL! Si no me perdonas, yo... ¡ME MATO! ¡SÍ! ¡ME MATO! Porque sin tu amor no puedo vivir... te amo tanto, y siempre te amaré... ¡TE AMO! ¡PERDÓNAME! ¿ME PERDONAS? Si te he fallado te pido perdon. Con mucho amorsh... la gatita pasiva."
Nunca más vuelvo a tomar.
--¡¿Qué rayos?! ¿En serio me puse "la gatita pasiva"?
--¿Cuánto tomaste en total Adrien?
--No me acuerdo, en serio, no recuerdo casi nada de ayer.--suspiré.--Mientras no haya revelado mi identidad...
--No lo hiciste... ¿Verdad?--cambió su cara a preocupación.
--Nadie me ha dicho nada al respecto, así que creo que no.
--¿Cómo? ¿Ya te despertaste antes o...
--Sí, aunque no recuerdo a qué hora. Sólo me acuerdo que cuando bajé ví a un montón de gente en el piso, la mayoría extraños.--reí.--Y sobre la carta...
--No te preocupes, te perdono.--rió.--Pero no vuelvas a tomar así, en serio. No quiero verte tirado debajo de un puente con una botella porque te lanzaste "por amor", ni mucho menos que hagas locuras como... las de ayer.
--Está bien, no lo volveré a hacer.--sonreí.
--Hablando de eso... ¿Es cierto que... por un momento pensaste que tu padre no te quería?
--Yo... bueno, tal vez un poco, pero debo entender que me quiere... a su manera. Siempre ha sido frío conmigo, ya lo sabes, no hablamos mucho entre nosotros desde que mi madre desapareció y... ya estoy acostumbrado.
--Ni me lo menciones, seguro debe esconder... muchos secretos.--miró hacia el lado. Siempre se ponía algo rara cuando le hablaba de mi padre.--Pero no te culpo. A veces también me he sentido así con mi mamá. Que te griten todo el tiempo no es nada lindo, e incluso ahora que lo pienso... prefería la fiesta a otra pelea más en mi casa.
--Creo que me sentía tan sólo y con tanto silencio que me pasé.--reí.--¡Ni siquiera dejé descansar a mi pie!
--Y lo peor es que se supone que tu padre volverá hoy.
--En realidad... cambió la fecha. Es una larga historia.
--Vaya suerte.--sonreí.--¿Dónde está Plagg?
Apunté hacia el mueble donde guardaba sus quesos. Le expliqué a Bella, provocando otra risa de su parte. Finalmente, revisé mi celular para ver la hora.
--¿Son las 2 PM ya?
--Sí. ¿Qué tiene?
--¡Es tardísimo!--rió.--¿Hasta qué hora duermes en tu casa?
--¿Por qué crees que me regañan tanto?
--¡Eres una vaga!
--¡Y tú un borracho!
La castaña tomó una almohada y me golpeó con ella. Yo tomé otra para seguirle el juego, y así amanecimos formando una tierna pelea de almohadas, sólo ella y yo riéndonos sin parar.
--Wow... definitivamente nunca me imaginé hacer estas cosas cuando me gustaba Ladybug. ¡Contigo todo es mucho mejor!
--Lo mismo dig... ¿Espera Ladybug?
--Ya sabes, ella me gustaba antes, pero ahora eso cambió para siempre.
Su sonrisa se volvió seria, mirando hacia abajo, como si estuviera acordándose de algo.
--Sí, entiendo. No estoy celosa...
--Pero tampoco te ves bien. ¿Pasa algo, princesa?
--No, nada, en serio.--sonrió algo incómoda.--Tengo hambre. ¿Que tal si desayunamos?
--¿Desayunar?--él rió.--Mejor pidamos una pizza.
--Como tú digas.
Después de un rato de llamar, Bella bajó a buscar el pedido y nos devoramos la pizza, quedándonos más juntos que nunca.
Ahora sólo espero que los chicos alcancen a limpiar el desastre.
Ya filo, sin weas largas pa bajar esta vez xD.
Hola!!!! Perdón por haberme demorado tanto, pero esta vez fue por un problema de inspiración :/. Hace tanto calor que últimamente estoy durmiendo muy poco, así que estoy pal oyo :"v pvto verano culiao alv.
Bueno... las preguntas :v. ¿Qué les pareció el capítulo? ¿Faltas de ortografía? ¿Creen que el hiatus de la S3 será largo o corto? :"v
Y eso es todo por hoy!!! Espero que les haya gustado :3. Sin nada más que decir, los amo mucho mis queridos lectores <3 gracias por todo!!! Bye!!! 😁❤👋🏻
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