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3. ¿Un Nuevo Amigo?

POV Bella.

No puede estar pasando ¿Esto era real? ¿Alguien me invitaba A MI a almorzar?

Bueno, debo admitir que en mi antigua escuela se podía almorzar en la casa. Me acuerdo que mi papá nos venía a buscar a mí y mi hermana, almorzábamos en nuestra casa y luego volvíamos.

Pero jamás me imaginé que alguien me invitaría a almorzar, y mucho menos el primer día.

Aunque ese chico me daba muy buena espina.

--¿Y? ¿Que dices?--me dijo Adrien, aún parado. Seguro esperaba una respuesta.

No podía rechazarle, no quería rechazarle...

--Sí.--dije y empezaba a cerrar mi termo y a guardar mis cosas en la lonchera, para cambiarme de lugar. Finalmente llegué donde se sentaban ellos.

--Él es Nino.--dijo el rubio, presentándome al chico moreno que ví en clases sentado junto a él.

--¡Así que tu debes ser Bella! Mi amigo me ha hablado mucho de tí.

--¡Porque tú me lo pedías!--exclamó Adrien dándole un codazo.

Ambos se reían juntos. No quería interferir en su relación de mejores amigos, pero tampoco podía rechazar la invitación de Adrien.

Aunque al parecer no lo hize mucho, ya que ellos seguían hablando como si nada y pues, yo era invisible.

No me importó mucho, porque estaba acostumbrada a esto. Yo sólo seguí con mi almuerzo como si nada.

Sonó el timbre. Adrien y Nino se pararon para ir al salón mientras seguían hablando. Yo sólo los seguí, detrás.

Volvimos al salón. Las clases, aburridas como siempre, pasaron rápido esta vez, porque la Srta. Bustier dijo:

--¡Atención alumnos! El día de hoy terminaremos antes la clase...

Todos se alegraron, incluyéndome, porque creíamos que saldríamos más temprano.

--¡Y no me refiero a la salida!

Es ahí cuando nos desanimamos. Pero bueno, de todas formas me gustaban los avisos, ya que hacían perder clase.

--Puede pasar, Sr. Damocles.--decía la maestra hacia la puerta.

Un hombre robusto y bastante barbudo, el mismo que nos dijo a mí y mi hermana a qué salon debíamos ir, entró a nuestra sala. Saludó y luego habló sobre "ayudar a la comunidad" y sobre las personas que necesitaban sangre y esas cosas. Espero que no sea lo que estoy pensando...

--...por eso--prosigió el hombre.--mañana habrá una donación de sangre en esta escuela, la primera que se hará de hecho. Muchos colegios han realizado colectas de sangre, excepto el nuestro. Así que ¡No falten mañana!

Recalcó ese "no falten mañana". ¿Por qué lo hizo? ¿No nos iba a obligar a donar sangre a todos o si? Porque, que yo sepa, la donación de sangre era voluntaria.

De todas maneras, terminó la clase. Genial, tener que esperar más de 30 minutos para que el autobus escolar llegue a buscarme. ¿Por que tanto? Pues, sólo porque mi hermana sale antes que yo, y eso hace que el autobus se llene de niños pequeños para luego dejarlos a sus casas, o eso era lo que me contaba mi mamá. Seguro eran tantos y vivían muy lejos como para que se demorara tanto. Pero bueno, no me quedaba de otra que esperar.

Nunca fuí una persona paciente, así que la espera se hacía larga y yo me enojaba. Me senté en el suelo mientras observaba el paisaje detrás de las grandes puertas del colegio, esperando a que el autobus se acercara. Nuevamente, estaba sola. Casi todos se habían ido y ya parecía tonta esperando ahí.

Tuve un escalofrío al sentir que alguien me tocaba el hombro. Me dí vuelta rápida y asustadamente, pero me relajé al ver que era Adrien.

--Hola.--me saludó.

--Hola.--le devolví el saludo.

--¿Por qué estás aquí?--me preguntó mientras también se sentaba en el suelo, al lado mío.

--Es que es mi autobus.--dije nerviosa, otra vez.--Mi hermana sale antes, y como sale antes la viene a buscar a ella primero, pero yo tengo que esperar.

--¡Huy! Que mala suerte. ¿Cuántos años tiene tu hermana?

--12

--Ah, claro, es de curso menor.--dijo él, creo que ya sabiéndose el horario.--¿Y tienes que esperar mucho?

--Pues por lo que veo, sí.--dije con un tono aburrido.--Antes me venía con mi papá, porque él me venía a buscar.

--¿Y qué paso?--me preguntó, curioso.

Decidí contarle un poco de mi historia, aunque me diera un poco de verguenza y me traiga malos recuerdos.

--Lo que pasa es que antes vivíamos yo, mi mamá, mi papá y mi hermana. Vivíamos en otro lugar, a media hora alejado de París, por eso iba a otra escuela.--contaba.

--¿Y?--seguía preguntándome.

--Y después... se separaron. Al parecer mi papá nunca amó a mi mamá, por algo escuchaba muchas peleas desde pequeña entre ellos.--me entristecí.--Luego mi papá le dijo, en frente de nosotras, que se acabó el amor hacia mi mamá. Pero no se separaron hasta después de un año.

--Que triste.--comentó el.

--Aunque mi papá nos adora a mi y mi hermana, solo que con mi mamá... no tiene el mismo efecto.

--Lo siento...

Aún faltaba contarle en qué se convirtió mi mamá después de eso, pero no quería aburrirlo contándole las peleas diarias que tenía con ella.

--No, no importa.

--Yo...

Iba a decir algo, pero luego lo ignoró.

--No, nada...

Quería preguntarle, ya que se notaba que quería contarlo.

--¿Seguro?

Su cara seguía apenada. Podía ser por lo mío o algo más, algo que no me puede contar...

--Si, es sólo que... quería pedirte disculpas.

Lo miré, extrañada.

--¿A mi?

--Si, por ignorarte demasiado en el almuerzo después de invitarte.

--Ah.--dije.

No tenía para qué disculparse de que mi destino sea ser invisible.

--Me distraje con Nino y mucho, después de que yo haya sido el que te invitó.

--No te preocupes. Es tu mejor amigo, está bien.

Quería decirle que era mi culpa por no ser tan sociable como ellos, o como casi toda la clase en general.

--Mañana... ¿Quieres volver a almorzar con nosotros? Te prometo que esta vez no te voy a ignorar.

--Sí.--afirmé.

Aún así tenía ganas de explicarle que no era su culpa. Me costaba muchísimo socializar hasta de lo más mínimo.

Hubo un silencio incómodo, aunque para mí todos los silencios lo son. Tenía que intentarlo, preguntarle cualquier cosa.

--¿Por qué no te vas?--le pregunté yo.

--¿Yo? Bueno, también me vienen a buscar, mi chofer. Siempre me viene a buscar temprano, pero hoy él tuvo un problema con el auto y me avisó que se demoraría.

--Ah.--sólo dije, sin saber qué decir.

Otro silencio más. Lo observé y analizé, para hacerle un cumplido o algo por el estilo, hasta que ví un anillo muy peculiar. Era entre blanco o grisáceo, con una pata de animal dibujada.

--Me gusta tu anillo.--comenté, intentando romper el silencio.

--¿Que?--preguntó él.

Seguro hablé muy bajo.

--Que me gusta tu anillo.--le repetí.

Adrien lo miró, para luego sólo decir:

--Gracias.

--Denada.--le dije yo.

Costumbre mía. Si alguien me decia "gracias", siempre tenía que decirle "denada", aunque a veces no lo escucharan.

Observamos alrededor y vimos que ya no quedaba nadie, haciendo que fuéramos los últimos en salir de la escuela, tanto que hasta notamos que el director nos estaba hechando.

--¡Vamos chicos! ¡Las clases ya se terminaron!

Ambos salimos sin decir nada, hasta que vimos unos afiches, recién puestos, que decían:

"Donación de sangre. Todos los alumnos de 1er grado medio en adelante deben donar al menos una bolsa. Mañana a las 9:30 horas"

Genial, otro cartel anunciando sobre la donación de sangre. Aunque claro, nunca nos avisaron que sería obligatorio, pero eso explicaba porqué el director recalcó que no debíamos faltar.

--Mi hermana se salvó.--comenté.

--¿Que dijiste?--me preguntó.

Al parecer nuevamente dije algo bajito, pero tenía que acostumbrarse. Yo soy así.

--Que mi hermana se salvó.--repetí.

--Claro, tu hermana menor. Y tu... ¿Que opinas? ¿Vas a venir mañana?--me preguntó algo nervioso.

También se veía algo nervioso cuando vió el afiche ¿Será que tiene el mismo temor mío? No, no lo creo. Se ve muy valiente... ¿Que digo él valiente? Yo soy la cobarde, para todo.

--Es el segundo día. Mi mamá no me dejará faltar.--respondí.

Justo en ese instante llegaron tanto mi autobus escolar como su chofer en su auto.

--Bueno, creo que nos tenemos que ir. Adios.-- se despidió.

--Adios.--también me despedí con mi mano.

Yo subí al autobus. Mi tía, o así le diría a la chofer por cariño, porque a pesar de no ser biológica se veía muy simpática cuando mi mamá me la presentó, y al parecer si era cierto, pero me preguntó lo típico:

--¿Cómo te fué en tu primer día de clases?

--Bien.--respondí.

En realidad fué un gran progreso hablar con Adrien, aunque sea un poco, ya que nunca lo hacía y mucho menos el primer día.

--¿Hiciste nuevos amigos?

Me puse a pensar. ¿Adrien me consideraría una amiga o sólo una compañera? Después de lo que me pasó en la otra escuela, aunque a pesar de no tener amigos si me trataban muy bien, no sabía si de verdad él me veía como una amiga.

Pero yo si lo veía como un amigo, a pesar de apenas conocernos. Así se empieza la amistad ¿No?

--Sí, uno.--respondí.

--¿A si? ¿Como se llama

No quería decirle. Seguro que por el nombre sospecharía de que se trataría del "modelo famoso, hijo de Gabriel Agreste".

--En realidad, no me acuerdo mucho su nombre.--terminé diciendo.

Finalmente, el autobus llegó a mi casa, o bueno, a mi departamento en realidad.

Me despedí, saqué mi llave y entré. Saludé al conserje y luego tuve que subir los 4 pisos para llegar al piso 5. Era lo que más odiaba de vivir en un departamento, aunque la subida se me hacía corta si imaginaba algo, pero hoy no tenía nada para imaginar.

Cuando por fin subí todos los escalones, abrí la puerta de mi hogar y saludé a mi hermana, quien estaba sentada en el sofá viendo una noticia de las típicas. "Ladybug y Chat Noir nuevamente salvan el día". La única razón por la que mi hermana veía las noticias era por eso.

--Quiero ser como ellos algún día.--comentó ella.

--Yo no. Me daría flojera salvar todos los días al mundo.

Y era cierto. Siempre he sido una persona MUY perezoza. Era una de las razones por las que mi mamá y yo peleábamos.

Decidí ir a mi cuarto y ponerme mis audífonos. Estaba cansada, aunque siempre estoy cansada.

Luego me acordé de lo de mañana, la "donación de sangre obligatoria". No, no iba a donar sangre ni loca. Jamás me habían hecho un exámen de sangre y ¿ahora querían sacarmela para donarla?

Me gustaba ayudar a las personas, pero de esta manera no. Aunque tenga que dejar a Adrien solo con Nino en el almuerzo, mañana faltaría sea como sea, aunque tenga que escaparme.











Sip, les debía capítulo largo por no actualizar antes :v

Literalmente, estuve ocupada ayer y hoy con asuntos familiares, aunque la pasé bien :)

Pero bueno, dejen estrellita y comentario si así lo desean. Sin nada más pa decir ¡Bye! :D

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