POV Adrien.

Lunes por la mañana. Teníamos educación física, y hoy nos tocaba trotar 15 minutos sin parar, pero en total teníamos que dar más de 20 vueltas, y Bella... no era muy buena en eso.

Mientras trotaba, ví cómo la chica se cansó al instante. Quería ayudarla, pero el maestro nos vigilaba a todos para que lo hiciéramos en solitario. Era la que más lento y cansado trotaba, pero no me importaba, yo la amaría igual.

El porfesor tocó el silbato, y todos caminamos para liberar el cansancio. No se puso tan roja, y seguro luego se le quitaría. Ahora nos tocaba los abdominales, y como fué por lista Chloe me tuvo que sujetar las piernas. Había que hacer 40, y yo los logré hacer todos, aunque terminé cansado, la verdad.

Ahora era el turno de Chloe. Yo le sujeté las piernas, e hizo 30 sólo para intentar no sudar, aunque no le resultó. Ella se iba a parar para dirigirse a las gradas.

--¡Alto, señorita Bourgeous!--exclamó el maestro.

--¿Que quiere? ¡Ya terminé y estoy cansada!

--Debes sujetarle las piernas a Bella. Es la que sigue después de tí en la lista.

--¿A esa? Pfff, por favor. Ya le sujeté las piernas a Adrien ¿Por qué debo hacerlo otra vez?

--¡No me contradigas, Chloe! ¡Hazlo!

--¿Quiere que llame a mi papi? Recuerde que lo podría despedir.

Armand se quedó callado. Odio cuando Chloe amenaza siempre con llamar a su padre.

--Yo lo haré.--dije, ofreciéndome.

--Esta bien, Adrien.--dijo el profesor.--Chloe, ya puedes sentarte.

Chloe se fué a las gradas mientras me miraba de mala manera. Marinette también me miraba raro, pero no creo que sea por celos. Digo, es sólo una amiga.

Bella se dirigió a la colchoneta y se puso en posición para hacer los abdominales, aunque no estaba lista.

--Lo harás bien.--Intenté animarla.

--No es cierto. Nunca he hecho más de 30 abdominales, y seguro hago menos.

--No importa cuantos hagas, yo estaré aquí contigo.

Miré esos hermosos ojos castaños por un momento. El maestro tocó el silbato y Bella comenzó a hacerlos. Tenía sólo un minuto para hacer 40, pero sólo logró hacer 26.

--Listo, ya acabó. ¿Ves?

--Fuí la que menos hizo, Adrien.

--¿Y acaso importa? Seguro tienes muchas otras habilidades.

--No es cierto. Soy la peor en todo.

--Para mi tu siempre serás la mejor en todo.

Ella sonrió levemente. Quería seguir hablando con ella, pero el porfesor me mandó a las gradas, ya que Bella debía sujetarle las piernas a Ivan. Me senté junto con Nino, y el no paraba de emparejarme con Bella.

--Parece que te gusta tanto que la haces tu consentida.--comentó Nino.

--¡Ya basta!--reí.--Solo mírala. Es tan... hermosa.

--¿Cuántas veces has salido con ella?

--Bueno... te lo contaría, pero ahora no.

--¿Por qué? ¡Vamos, cuenta!--se entusiasmó mi amigo.

Yo carraspeé, haciendo señas a Armand con los ojos. El sólo asintió.

Ya acabada la hora, todos nos fuímos a las duchas. Mientras me bañaba, escuché decir a mis compañeros que el profesor de geometría tuvo licencia y no pudo venir hoy, y como nos tocaba con él en las últimas horas saldríamos más temprano.

Me vestí y me puse a pensar: ¿Qué haría esa hora y media libre? Inmediatamente descarté la opción de llamar a Gorila para que me viniera a buscar, pero sí tenía en cuenta salir con Nino y tal vez invitar a Bella. ¿Qué mejor que salir con tu mejor amigo y tu futura novia después de clases?

El recreo comenzó, y yo y Nino nos dirigimos al salón. Bella aún no había llegado, así que nos sentamos en nuestros lugares de siempre.

--¡Ahora! ¡Dime! ¿Qué pasó con Bella?

--¡Tranquilo, Nino!--reí.

--¿Y por qué no querías que el maestro lo supiera?

--Es que... tal vez...--decía jugando con mi anillo.--Me escapé del torneo con ella.

--¡¿Qué?!--gritó Nino, tan fuerte para que todos lo escucharan.

--¡Shhh! ¡Silencio Nino! ¿No ves que hablo con mi papi?--se enfadó Chloe.

--L-lo siento.--respondió Nino, sonriendo incómodamente. Volvió a darse vuelta hacia mí, esta vez susurrando.--¿Cómo que te escapaste del torneo?

--Sí, es sólo que no tenía ganas de participar y le dije a alguien que me reemplazara.

--Vaya...

--Pero eso no importa mucho. Lo importante es que estaba junto a Bella.

--¿Cómo que no importa mucho? ¿Que pasa si los descubren?--susurró.--¡Y si se enteran que también se escaparon de la donación de sangre estarán en graves problemas!

--No seas paranoico, Nino. Nadie nos descubrió ahora, así que nadie nos descubrirá después. Inténtalo tú con Alya, creeme, les servirá.

--Pues, si lo dices de ese modo tal vez me deje de preocupar.--se calmó Nino.--¿Y qué hicieron con Bella?

--Buenos, fuímos al cine y luego a tomar helados de André.

--¡¿Qué?!--volvió a gritar Nino.

--¡Adriboo, dile a tu amigo que se calle de una vez!--exclamó Chloe.

Ambos la ignoramos.

--¡Son los helados del amor, Adrien!

--Lo se, y luego... hablamos.

--¿Hablaron? ¿De qué?

--Varias cosas, pero en resumen... me dí cuenta de que ella también sufre.

Nino sólo se quedó callado, para esta vez escucharme. Yo juraba que gritaría otra vez.

--Su vida está llena de peleas, Nino. Desde pequeña y hasta ahora. Su familia... tampoco es la mejor.

--Wow...

--Y yo sé como se siente que te obliguen a ser el hijo perfecto, pero no puedas ni así complacerlos.

El timbre volvió a sonar, anunciando el fin del recreo. Bella entró al salón justo antes de que lo hiciera la srta Mendeleyev.

--Esta vez no iremos al laboratorio. Lo deben limpiar así que nos quedaremos aquí.

Justo como la vez que akumatizaron a Chloe. Ya esperaba que fuera el almuerzo para reunir a Nino y Bella, y contarle lo que tenía propuesto. Al parecer, el profesor de geometría sí faltó, y lo hará por una semana, lo que significaba que nos tocarían 45 minutos de clases y saldríamos temprano.

1 hora y media para pasar con las personas que más quería.

Por fin fué el almuerzo. Los 3 estábamos sentados, Bella como siempre con su almuerzo traído desde casa.

--Arroz, otra vez.--comentó, desanimada.

--No te desanimes, Bella. Es mejor que nada.--dije, intentándola animar.

--Bella... ¿Te enojarías si te digo que Adrien me contó cuando se escaparon del torneo para ir a tomar los helados de André?--habló rapidamente Nino, pero aún así Bella lo logró entender.

--Emm, no.--dijo, algo nerviosa.--S-sólo... guarda el secreto ¿Ok?

--¡Tranquila, Bella, que sí lo haré! Sé que sus padres los matarán si se enteran.

Bella sonrió, para luego agradecer, como siempre lo hacía.

--Ahora les propongo algo.--dije.--Como el profesor de geometría está enfermo y obviamente saldremos temprano, pensaba en que salieramos esta tarde. ¿Les gustaría?

--¡Claro que sí, viejo!--respondió Nino.

--¡Genial!--giré mi cabeza hacia la chica.--Bella...

--Yo... creo que sí, pero debo volver a la escuela a la hora que salíamos siempre.

--Volveremos juntos. Recuerda que a mí también me vienen a bucar.--guiñé un ojo.

--¿Y a mi qué? ¿Me dejarán solo?--dijo Nino.

--Tu también debes ir a casa ¿No, Bella?

--Si, cierto.--dijo ella, soltando una pequeña risita.

--¿Y trajiste dinero?--pregunté.--Por si pierdes el autobus escolar y debes irte en uno normal.

Ella sacó del bolsillo pequeño de su mochila una billetera, aunque se demoró en hacerlo, supongo que por las muchas cosas que tenía allí adentro. Luego me mostró lo que trajo.

--¿19 dólares?--me sorprendí.--¿No que no te dejaban traer dinero?

--Lo saqué de mis ahorros. Sí es importante traer dinero para cualquier emergencia, y esto también lo es.--sonrió.--No te preocupes, también traje monedas por si acaso.

--Ok... sólo no te lo gastes todo.--Le aconsejé.--Y si necesitas algo más de dinero, avísame.

--No, Adrien. Ya tengo, no te preocupes, pero gracias de todas maneras.

--Denada, Bella.

Nos quedamos observandonos, el uno al otro, frente a frente.

Esos hermosos ojos cafés que me enamoran.

--¡Oigan! Estoy aquí aún.--interrumpió Nino.

Ambos volvimos a la realidad. Miramos a Nino, cruzado de brazos y fingiendo su enojo. Luego nos fuímos a nuestro salón para la siguiente y última clase del día. Tuvimos que hacer una guía en parejas, y Bella lo hizo con Nathaniel mientras yo lo hice con Nino, pero pasó tan rápido el tiempo que de un minuto a otro tocó el timbre, y éramos el único curso que salía.

Nos dirigimos al centro comercial, y al entrar lo primero que vimos fué a... ¿Luka?

De todas maneras, él estaba sentado en uno de los asientos de adentro mientras tocaba su guitarra.

--¿Ese no es Luka?--preguntó Nino, mientras lo señalaba.

--Al parecer, sí.

--¿Quién es Luka?--preguntó Bella.

--Es el hermano de Juleka. Ese peliazul que está ahí.--señalé.--¿Que tal si vamos a hablarle?

--Buena idea, viejo.--respondió Nino.

Los tres nos dirigimos hacia él.

--¡Vaya Luka! ¡Jamás creí encontrarte en un centro comercial!--hablé.

Al oirme, Luka dejó de toca para mirarnos.

--No me gustan mucho, pero no había otro lugar para esconderme.--sonrió el peliazul.

--Tú y tus "escondites" son tan originales.--comentó Nino.

Luka rió, para luego mirar hacia la hermosa castaña que estaba con nosotros.

--¿Y quien es esa chica?--preguntó él.

--¿Ella? Bueno, su nombre es Bella y es una nueva estudiante en nuestra escuela.--respondí.--Además, es una chica asombrosa.

--H-hola.--saludó nerviosa.

--Tranquila, yo no muerdo.--respondió él.--Soy Luka. Un placer conocerte, Bella.

--S-si, igualmente.

--Bueno Luka, ya que estás sólo aquí nos preguntábamos si... ¿Te gustaría estar con nosotros?--preguntó Nino.

--Por supuesto, pero con la condición de que escuchen mi última melodía.

Los tres nos sentamos con él. Luka tocaba una hermosa y novedosa melodía en su guitarra, seguro alguna que habría compuesto él. Mientras yo, por mi parte, siempre debía tocar las melodías clásicas en el piano. ¿Cuándo podría tocar una canción que sí me gustara? ¿O cuándo podría componer mis propias canciones, como lo hacía Luka? Claramente, ni eso podía hacer en mi casa, pero me encantaría algún día poder hacerlo.

--¡Que grandiosa melodía!--comenté yo.

--¡Te salió geniál!--exclamó Nino.

--Gracias, chicos. ¿Que hay de tí, Bella?

Ella sonreía levemente, y sabía que cada vez que lo hacía era porque de verdad le gustaba algo.

--Es hermosa, Luka. Tocas muy bien.

--Gracias, bonita.--Él le guiñó el ojo, lo que hizo que ella sonriera nerviosa.

Esa escena me dió un poco de celos, hasta que Luka dijo para quién era y me dejé de preocupar.

--Es una canción que escribo para Marinette, aunque aún no tengo la letra.

--Espera... ¿Te gusta Marinette?--preguntó Nino.

El asintió con la cabeza.

--Pues en ese caso, Marinette debe ser una chica muy afortunada de gustarle a alguien como tú.--comenté.

Bella sólo asintió, respondiendo con un "si".

--¿De verdad creen que le gustará?

--Definitivamente.--afirmé.

Luka sonrió levemente, para luego guardar su guitarra.

--Ahora cumpliré mi parte del trato. ¿Vamos?

--Si, vamos.--respondió Nino.

Todos caminábamos por el centro comercial, simplememte paseando hacia ninguna parte en especial, hasta que llegamos a nada más y nada menos que una de las tiendas de mi papá: "Gabriel's Collection".

--Bella... ¿Me puedes prestar tu gran abrigo otra vez?--le pregunté a la chica, antes de entrar.

--Si.--respondió, entregándomelo inmediatamente.

--Muchas gracias.--dije, mientras me lo ponía.--Seguro hay un montón de fotos mías allá adentro y no quiero que me reconozcan.

--Bueno... en momentos así, puedes pedírmelo cuando quieras.

--No será siempre, no te preocupes. Aún así gracias.

--Denada.

Entramos los 4 a la tienda, donde sí habían muchas fotos mías, saltando, posando, etcétera. En los maniquies estaba la ropa que usaba en cada una de mis fotos, y obviamente también ropa de chica.

También había una pequeña televisión, donde mostraban el comercial donde yo salía. Mientras mis amigos se dispersaron, me dirigí hacia el lugar de joyería, y eso fué lo que verdaderamente me sorprendió de la tienda. Lo sopeché e inclusoas o menos sabía, pero mi papá jamás me había contado. La mesa de vidrio estaba repleta de joyas casi iguales a los miraculous, incluyendo el mío. Entendí mucho mejor por qué mi papá tenía ese libro, que también le dió mi mamá. Saqué una silenciosa foto al lugar, para luego buscar a los chicos.

Salimos de la tienda, le devolví el abrigo a Bella y le mostré la foto a los chicos.

--¿Que opinan?

--Opino que tu papá está demente.--comentó Nino.

--Yo... no se qué decir.--dijo Bella.

--Sin palabras.--habló Luka.

--Pues... ¿Por qué no vamos a comer algo?--propuso Nino.--Tengo antojo de papas fritas.

--Si, creo que tienes razón.--contesté.--Vinimos aquí para distraernos ¿No?

Los tres asintieron.

--¿Entonces qué estamos esperamos? ¡Al patio de comidas!

A pesar de mis palabras, aún seguía pensando. ¿Por qué hacer diseño de joyas de los miraculous? Pero principalmente ¿Habría una verdadera razón por la que mi papá no quería que viera su libro en primer lugar?

Siento que mi padre me oculta algo, pero no sé con exactitud qué.

Jola!!!! Acá de nuevo su zenzual eskritora Bv

Bueno, ya sé que siempre me quejo de la escuela, but si no subo capítulos seguido deben saber las razones :v

Esta semana fué estresante, sobretodo porque ME DIERON 5 TRABAJOS PARA LA PRÓXIMA SEMANA WE!!! Y aún me queda 1 por terminar ahre :"v

Na pos, ya saben cómo pasé el fin de semana, pero bueno, qué se le va a hacer :""v

Por el otro lado, nuevamente les agradezco por cómo va creciendo este fanfic, cada vez con más personitas que lo leen :D. Muchas gracias a todos, ustedes saben que los quiero mucho y con todo el corazón <3

Espero que les haya gustado el cap, y sin mada más para decir, bye!! 😁👋🏻.
Los quiero 😗😗.