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13. Culpable

POV Bella.

--¡Despierta! ¡Son las 2 de la tarde!--exclamó mi mamá, enojada como siempre.

Vaya manera de empezar el día.

--¡Acuérdate que hoy vienen las amigas de tu hermana! ¡Así que apúrate!

Ella se fué. Al parecer ya había tenido otra pelea con Lucy. Me levanté y miré mi celular. Era sábado, y las 1:55 pm.

Como siempre, mi mamá adelantando las horas.

Mientras me duchaba, oí a mi mamá y Lucy discutiendo lo suficientememte fuerte como para que se escuchara desde el baño. Aunque, de todas maneras, el departamento sí era bastante pequeño.

No alcanzé a desayunar hoy. Habían veces que me pasaba, porque como pasado las 1 sigo durmiendo. Y no es porque tenga anemia o algo así, sinó porque hay un momento en las noches donde pongo mi alarma para despertarme. Ahí por fin mi casa se vuelve silenciosa, sin peleas.

En esos momentos, me la paso con el celular (como siempre), pero más que nada me pongo mis audifonos y escucho la música que más amo. Me pongo a "bailar" sin que nadie me vea, olvidando los últimos ratos de peleas y gritos.

Me vestí, y luego volví al baño para buscar el secador de pelo. No me gusta mucho secarlo, porque viene todo el aire caliente y algo que odio es el calor. En cambio, amo los días de frio y la lluvia.

Almorzamos a las 3:00 pm. ¿Por qué tan tarde? Porque toda mi familia se demoraba, incluyéndome. Aunque también se enojaran con mi hermana, yo me llevaba la mayor parte de la "culpa".

--Otra vez te demoraste mucho en el baño, Bella.--me decía mi mamá.

--¿Y que? Yo soy demorosa.

--Hoy vienen las amigas de tu hermana, y tu lo sabes. Cada vez que vengan invitados, tienes que apurarte más.

--Ya, lo siento. ¿Feliz?

--No, porque siempre lo vuelves a hacer.

Mi hermana no opinaba nada, pero seguro se puso del lado de mi mamá. Me molestaba tanto que siempre haya una pelea en mi casa. ¿Cuando por fin viviríamos en armonía?

Sonó el timbre de abajo. Mi mamá se paró y abrió. Ahora había que esperar a que justo esa chica subiera la escalera, justo la amiga de mi hermana que me caía mal, Peggy. No sé que es peor de ella, si lo entrometida que es o su extremada puntualidad.

El timbre de arriba sonó y mi mamá le abrió de inmediato, recibiéndola muy bien.

Como si fuera una invitada de lujo, claro.

--¡Hola!--exclamó ella, entrando a la casa de inmediato, como si viviera aquí.

La saludamos, y tuvimos que darle un poco de almuerzo por lo rápido que llegó.

--¿Y cómo estás?--le preguntó mi mamá, alegre de verla.

A mi mamá le caía bien, seguro porque no se metía en la vida de ella.

--¡Super bien!--contestó.

Almorzé lo más rápido que podía, aunque se me dificultaba. Yo no era mucho de comer, y por eso siempre comía lento. Cuando por fín terminé, levanté la loza y me fuí a mi habitación, excusándome con que debía "estudiar" para un exámen.

Que tenía exámen sí era cierto, pero por lo vaga que soy jamás estudiaba. Luego yo me terminaba quejando y poniéndome triste por la mala nota que tuve, diciéndome: "la próxima vez sí estudiaré", lo cual, obviamente, nunca pasaba. Lo raro es que, de alguna manera y aún sin saber cómo, lograba salvar el promedio y pasar de grado.

Me puse mis audífonos y revisé mi celular. Ví el WhatsApp y tenía nuevos mensajes, pero o eran de los grupos donde soy fantasma o de la clase. Me dirigí al segundo primero, porque obviamente hablarían de algo más importante que en los otros.

Que suerte que lo ví a tiempo, porque me acordaron también a mí. Kim preguntó sobre "¿Qué día se traía la donación para la caridad?", y Alix le respondió que el martes. Luego yo recordé que, efectivamente, sí dijeron que se traía el Martes. Lo bueno es que ya empezaba a conocer a mis compañeros, y todos se portaban bien conmigo, aunque para lo único que me hablaban era para pedirme papel higiénico.

Luego seguían hablando, y preguntando sobre los ejercicios de matemáticas del exámen del Lunes. Ahí es cuando Adrien habló, y no pude evitar sonreir. Todavía recordaba la salida de ayer, o mejor dicho "la escapada". Jamás había disfrutado tanto salir con alguien de esa manera, y sobretodo porque yo no soy de salir mucho. ¿El la seguirá recordando? En fin, no sé porqué me imaginaba tantas cosas apenas ví que habló, si sólo envió una respuesta de un ejercicio.

Eso sí me guardé todos los números de todos mis compañeros. No para acosarlos, sinó para recordarlos mejor. Igual, jamás les hablaría. Veía la foto de perfil para recordar cómo se llamaba cada uno, y así ya no se me volvían a olvidar los nombres ni a confundir, como me ha pasado varias veces cuando pequeña.

Después revisé los otros grupos, sin siquiera leer los mensajes. Salí del WhatsApp, y justo me llamó mi papá. Obviamente le contesté.

--¿Hola?--hablé.

--Hola hija. ¿Cómo estás?

--Bien. ¿Y tu?

Y así seguía la conversación. No hablábamos cosas tan interesantes, porque lo único que me preguntaba era si tenía exámen en la semana, cómo estaba mi hermana, si estaba estudiando y nada más. Luego se despidió, y yo seguía escuchando mi música.

"Esta noche no paro
Entre las nubes yo bailo
Contigo no hay salida ni reparo"

Ahora venía la mejor parte: ir a mis cuentas fandom. Mis redes sociales tenían notificaciones, de gente que sí lograra entenderme y que le gustaba lo que a mí. Podía expresarme cómo quería, sin que nadie me diga nada. Comentaba, publicaba, decía todas las groserías que quería y hasta a veces me peleaba. En fin, me encantaba.

Escuché unos pasos hacia mi habitación. Rápidamente escondí mis audífonos y mi celular. Tomé el cuaderno que estaba encima de mi cama y lo abrí, justo a tiempo.

--Hija, te traje helado.--me dijo mi mamá, amablememte.

No entiendo porqué se portaba tan amable conmigo cuando habían "invitados".

Obviamente para que no vean nuestra realidad, claro.

De todas maneras lo recibí. No tenía hambre, pero sabía cómo se ponía si le rechazaba comida.

--Gracias, mamá.--dije.

Ella cerró mi puerta, para volver a hacer sus cosas. Se escuchaban las voces de Lucy y Peggy, y según mi hermana debían estudiar, pero su amiga sólo quería jugar. Y esa otra cosa que me molestaba: sus "jueguitos". No se cómo, pero siempre esa niña, porque eso es para mí, terminaba invadiendo mi privacidad y entrometiéndose en mi habitación.

Mi celular vibró. Tenía un nuevo mensaje. Pensé que seguro sería que se me olvidó silenciar uno de los grupos fandom en los que nunca hablaba, porque hablaban tanto ahí que ¿Cómo no hacerlo? Igual no salía de ellos, por si estoy sola y no sé con quién hablar. Pero cuando ví realmente quién era, logré sorpenderme.

Adrien.

¿Cómo logró saber mi número si jamás se lo dí? Claro, era la única nueva en el grupo, y seguro ya tenía guardados a todos mis compañeros excepto a mí.

Lo revisé, y decía:

"Hola. ¿Qué tal todo, mi Lady? 😸"

Le respondí lo que siempre les digo a todos:

"Hola. Maso ¿Y tu?"

Siempre le decía a todos "bien", aunque no lo estuviera, pero a él no podía mentirle.

"También. Llegué a mi casa hace hace 15 minutos, porque tuve otra de mis muchas sesiones de fotos."

"Vaya. Que duro debe ser modelo"

"Lo es, pero ya estoy acostumbrado."

"Yo estoy en mi casa, pero justo la entrometida amiga de mi hermana también está aquí."

"Que mala suerte, princesa."
"¿Pero por qué no mejor recordamos la salida de ayer? Deberíamos repetirlo 😉"

"No creo que mi mamá me deje"

"A mi tampoco me dejarán, pero nuestros padres no tienen que saberlo"
"¿Que tal algún día después de clases?"

"Me encantaría, pero no puedo mentirle tanto a mi mamá"

Ninguno se contestó por unos segundos, hasta que él preguntó:

"¿Te puedo llamar?"

Mi primera llamada con él. ¿Por qué me ponía tan nerviosa si ya habíamos hablado en persona? De todas maneras, eso era normal en mí.

"Si, claro 😊"

Finalmente mi celular vibraba. Simplemente contesté la llamada del chico.

--¿Hola?

--¡Que rápido contestas, prrrrincesa!

Yo solté una leve risa.

--Así que... ¿Cuando quieres salir, mi Lady?

--Ya te dije, no creo que mi mamá me deje.

--¿Que tal el viernes?

Suspiré.

--No puedo. Yo tengo psicóloga y tú esgrima.

--¿Y quién dijo que debía ir a esgrima? Vamos, te acompaño.

--Adrien, no...

--Le diré a Claude que finga ser yo, otra vez. Ahora que lo pienso, no quiero seguir yendo. Estoy aburrido de tantas clases.

--¿Qué? No, Adrien. No quiero que se enojen contigo por mi culpa.

--Esto es mi responsabilidad. Tu no tienes la culpa de nada.

Nadie me había dicho eso. Siempre yo era la culpable de todo, e incluso mi familia me lo decía.

--Además, si Claude pudo ocultarlo una vez, perfectamemte puede seguir haciéndolo ¿No?--dijo Adrien.

--Si, creo que tienes razón. Pero...

--Pero no puedes rechazar mi invitación a acompañarte. Y luego comemos algo, no lo sé. ¿Te parece?

Mierda, nunca podía rechazar una salida con comida.

--Esta bien, pero si te descubren yo te lo advertí.

El rió.

--Me he escapado un montón de veces de mi casa. Tengo experiencia.

--Esta bien. Entonces el viernes ¿De acuerdo?

--Como tú digas, princesa. Ahora me tengo que ir. Debo seguir estudiando para el exámen del Lunes. Un beso para mi chica favorita.

--Adios, gatito.

Esperé a que él cortara. Sin embargo, no lo hacía.

--¿Y? ¿No vas a cortar? Parece que mi Lady quiere saber más de mí.--coqueteó.

--Es sólo que... no importa.

--¿No quieres cierto?

--Nunca corto las llamadas. Siempre espero a que las corten.

No mentía. Hacía lo mismo con todos.

--Parece que mi princesa realmemte es una damisela.

Yo reí.

--Es sólo por si acaso. Puede que la otra persona tenga algo importante que decir y se le acuerde a última hora. Nunca se sabe.

--Bueno, yo...

Otra voz se escuchó detrás del telefono, algo extraña de hecho. Decía:

--¡Corta de una vez!

--¡Plagg, no!--exclamó Adrien.

Y así se acabó la llamada. Me llegó un mensaje de él diciendo:

"Ahora sí. Adios, mi Lady 😗"

Yo le respondí:

"Adios, gatito"

Estaba sonriendo. Amaba hablar con él, y si ya no podíamos dejar de hablarnos, no estábamos tan lejos de por fin ser novios. Mi sonrisa se borró cuando la amiga de Lucy abrió mi puerta de golpe, con ella detrás.

Es mi cuarto ¿Cómo se atreve?

--¿Con quién estabas hablando?--dijo, poniéndo las manos en sus caderas.

--C-con nadie.--respondí, mientras le hacía señas a mi hermana para que la sacara de aquí de una buena vez.

--Peggy, creo que deberíamos seguir jugando.--intervino Lucy.

--¿Pero no que le íbamos a mostrar el slime a tu hermana?

--Peggy...

No entiendo cómo mi hermana lograba soportar a esa niña, si hasta a ella la dominaba. ¿En serio le gustaba eso? La tal Peggy le arrebató el frasco con slime a mi hermana.

--Mira, Bella. Yo y Lucy acabamos de hacer este slime. ¡Tócalo!

No tuve otra opción. Quería que esto acabara rápido de una vez y que por fin se vaya de mi habitación. Pero como siempre, lo peor tenía que pasar, y a esa chica se le resbaló ese slime hasta caer en mi ropa. Yo reaccioné, obviamente, pero estaba tan enojada que preferí no decir nada.

--¡Lo siento! Yo te ayudaré a sacarlo.

Esa niña hacía varios esfuerzos, pero las manchas seguían. Yo miraba enojada a mi hermana, y ella sólo agachaba la cabeza. Todos sabían que el slime por algo no podía estar en la ropa ¿No? De todas maneras, le tuvimos que avisar a mi mamá, y como me cayó en la camiseta y en el pantalón tuve que cambiarme de ropa.

--Otra vez, perdon.--dijo la amiga de Lucy, sonriendo incómodamente.

--No importa, en serio.--respondí, con un duro intento de no explotar.

Finalmente se fueron de mi habitación, para que luego entrara mi mamá.

--Agradece que lavaré tu ropa y que hay una manera de sacar lo sucio.

--Gracias.--respondí, de mala gana.

--No entiendo por qué tú tocaste ese slime si no querías. Seguro no hubiera pasado eso.

--Ahora es mi culpa ¿No? ¡La que entró sin permiso en mi habitación fué ella!--susurré, enojada.--Cada vez que viene ella algo malo pasa.

--Tienes que entenderla, es una niña.

--¡Una niña con la misma edad de mi hermana! Ya está bastante grande para darse cuenta de lo que hace.

--Pero tú, que eres mucho mayor que ella, le hiciste caso.

Yo rode los ojos. No podía soportar esta conversación. ¿Qué culpa tenía yo de que la amiga de Lucy fuera una total entrometida?

--Mejor... sigue estudiando.--dijo finalmemte mi mamá, saliendo de mi habitación.

Siempre que tenía un buen momento con Adrien, cualquier persona, situación o incluso cosa, me lo tenía que arruinar.

Y lo peor es que yo siempre era la culpable de todo.


































































No me maten we :v

Lo siento de nuevo por la demora, pero creanme que no es nada fácil escribir con tantas pruebas y tareas a tu alrededor :"v

Pero obviamente no los dejaría sin capítulo tanto tiempo (como pasó las otras dos veces :v).

Otra vez, gracias por leer mi fanfic y hacer que crezca :D <3.

Sin nada más para decir, los quiero muchísimo y bye!! 😁👋🏻

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