Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

12. Compartiendo Nuestras Vidas

Ambos caminamos en dirección al gran puente, donde había un robusto heladero en su carro de helados.

--Vainilla y chocolate, como sus cabellos. ¡Y no olvidemos la cereza! Eso refleja a sus corazones...

Nos pasó a mi y a Adrien dos helados de esos mismos sabores. Luego nos sentamos en una banca de las de al frente.

--Es raro que no me diera el mismo helado de la vez pasada.--habló Adrien, observando su helado.

--¿Por qué?--le pregunté yo, confundida.

--Porque... bueno, como acabas de ver, éste heladero no pregunta por los sabores, porque según él, sus helados son del amor.--se sonrojó al decir eso.

--Wow, aunque sean o no del amor, adivinó mis sabores favoritos.--sonreí.

El soltó una risita.

--Pues que suerte tienes.

--Si.

Hubo un pequeño silencio, antes de que me preguntara lo siguiente:

--¿M-me puedes seguir contando de tus padres?

Yo me asombre. ¿En serio quería saber más de mi familia? No tenía casi nada interesante.

--¿E-en serio?

--Si. Ya sé que se separaron, y que tu papá no quiso a tu mamá, pero... ¿Qué pasó después con ustedes? Me refiero, a tí, tu mamá y tu hermana.

--Ok... es algo complicado de contar. Mi mamá cambió mucho cuando terminó con mi papá. Se volvió mucho más estricta, sobreprotectora y hasta un poco enojona, diría yo.

--Justo como mi papá...--dijo él, entre una mezcla de triste y asombrado.

Yo lo observé. A él le tocaba hablar ahora.

--No, en serio Bella.--suspiró.--No te he contado toda la historia de mi mamá. A ver, cómo empiezo. Pasa que mi mamá y mi papá viajaron al Tíbet, sólos. Yo los dejé porque, bueno, hay veces en las que necesitan estar sólos para amarse aún más. Pero...

No Adrien, no te pongas triste. Yo no sé consolar. ¡Yo no sé consolar!

--Mi mamá desapareció en ese viaje. No sé cómo, mi papá jamás me dijo. El reaccionó exactamente como tu mamá, y así sigue hasta ahora.

--Lo se. Se supone que los padres estan ahí para apoyar a sus hijos, no para gritarles a cada rato.

--O para ni siquiera notar su existencia...

Ambos nos entristecimos mientras seguíamos comiendo nuestro helado.

--Además mi papá es tan sobreprotector conmigo que ni siquiera me deja salir de casa, ni con mis amigos, nada. Me tiene encerrado. Y si salgo, tiene que ser con Nathalie, su asistente, y Gorila.

--Sé exactamente lo que se siente. Tener que salir siempre con alguien que te protega, en este caso mi familia, pero ya sea mi papá o mi mamá quién nos saque, siempre tiene que haber una pelea de por medio.

--Que mal. Al final te arruinan toda la salida.

--Lo sé. Pero en realidad... no me veas como bicho raro o algo así...

¿Por qué decía eso? Siempre lo he sido.

--No, no. Está bien. En serio, cuenta.

--Es que... a mi no me gusta salir mucho, la verdad. Me gusta estar sola, en mi cuarto, pensando. Pero todo se arruina cuando llega mi mamá, y como llega tan estresada del trabajo le decimos algo malo y comienza una pelea interminable. En ese caso, preferiría salír de mi casa y no volver.

--Yo también he querido eso. No volver. Por eso siempre me termino escapando de casa. Además, mi papá siempre le da más importancia a su trabajo, así que jamás sale conmigo. Yo siento que a veces papá le da más importancia a él mismo que a su propio hijo.

--También mi mamá, y siempre que le discuto eso me dice malagradecida. Pero también está super pendiente de su novio, y no le gusta que yo y mi hermana se lo mencionemos, sinó nuevamente se enoja.

--¿Y que hay de tu papá?--me preguntó él.

--Igual o peor que mi mamá. De pequeña siempre tuve que escuchar gritos entre ellos, y también hacia mí. Cada vez que me equivocaba o hacía algo mal se enojaban conmigo, y lo siguen haciendo hasta ahora. Deben entender que jamás seré la hija perfecta ni la que ellos siempre quisieron.

--Exacto. Se supone que los padres deben tratar bien a sus hijos y quererlos por lo que son.

Hubo otro silencio corto.

--Siento mucho lo que pasa en tu familia. Es muchísimo más grave y difícil que lo mío.

--¿Y lo tuyo no lo es? Debes tener demasiada paciencia para aguantar todas esas peleas.

Solté una carcajada. Si es que yo y él terminamos siendo novios, él debe ser el de mucha paciencia.

--No, no. Creeme, soy todo menos paciente. Aunque en mi familia, nadie lo es.

--¡Pero si jamás te veo enojada!--exclamó, entre risas.

--Entonces mejor no me visites cuando esté en casa. Soy super enojona, herencia de mis padres.

--De verdad, me cuesta creerte.

No sé cómo, pero de tristes pasamos a felices. Nos reíamos juntos, otra vez. Esta salida le ganaba por mil a todas las que tuve con mi familia. Ese rubio, no se cómo, pero me hacía sentir bien. Luego de un rato terminamos nuestro helado.

--Estos helados son los mejores que he probado. Gracias por llevarme aquí, Adrien.

--¿Qué te puedo decir? André hace los mejores helados de todo Paris.

--Si, se nota.--sonreí.

--Y ahora dime... ¿Cómo te llevas con tu hermana?

--Es con la mejor me llevo de mi familia, o en realidad la única con la que me llevo bien. Hay veces en las que no puedo vivir sin ella, aunque en otras es insoportable.

--¿Como qué veces es "insoportable"?

--Cuando está pegada a su tablet mientras le hablo, o cuando simplemente no estamos de acuerdo en algo, la pelea sigue siendo enorme. Pero lo que más me irrita de ella es cuando pierde algo. Es super desordenada y eso hace enojar tanto a mi mamá que... ni te lo imaginas.

--Vaya...

--Y si te preguntas sobre mis amigas allá, no eran lo mejor. Siempre me veían como compañera y no como amiga, cuando yo lo hacía, a pesar de... cómo me trataban.

--Cuenta, te escucho.--dijo Adrien, tan atento y comprensivo cómo siempre.

--Bueno...

*Flashback*

--¡Pegaste este recorte mal, Bella!--exclamó Karla, enojada.

--Lo siento. Yo...

--¡Basta! Lo voy a hacer yo. Es increíble que hoy tengamos 4 trabajos que hacer juntas, ¡Y tú no has hecho nada!

--Porque a tí nunca te gusta lo que hago.--susurré

--¿Que dijiste?

--No, nada. Yo... intento hacer lo que me dices.

--Intentas, pero no lo cumples. Además ¿Por qué no puedes ser más rápida? ¡Eres super lenta y queda poco tiempo!

Intentaba aguantar las ganas de no llorar. Si lo hacía, terminaría matándome.

--Perdon. Continuemos...

*Fin del flashback*

--Wow... no sabía eso. Lo siento.

--D-de verdad, no importa. Tú si tienes muchos amigos.

--En realidad... no siempre fué así.--respondió.--Antes de llegar a la escuela no tenía ni un sólo amigo. En ese tiempo mi papá aún no me dejaba ir a la escuela, y tenía que estar siempre encerrado. Cuando por fin me dejó ir, comenzé a hacer amigos y bla bla bla, tu ya lo sabes.

--Si, y también sabes como soy yo con eso. En cuanto a mis padres, me sobreprotegieron tanto que terminó gustándome la soledad. Pero jamás puedo decirles lo que siento o siquiera hablar con ellos, porque siempre están en desacuerdo y se enojan. Con mi hermana no puedo hablar de cosas serias, y con los de mi otra escuela mucho menos. Por eso siento que nadie me entiende, y que no encajo en este mundo.

--Bueno, yo si te entiendo.--sonrió el rubio.

--¿D-de verdad?

--¡Claro que si! Bella, tenemos tanto en común.

--No es cierto. A tí te gusta salir, a mi no. Tu tienes amigos, yo no. Tú eres sociable, yo no. Tú a pesar de todo eres fuerte, valiente y alegre, y yo todo lo contrario. Tu sufres más que yo,....

--Ambos no nos llevamos bien con nuestros padres.--interrumpió.--Ambos no tenemos la libertad que queremos, ambos sufrimos ¿Ok? Creeme, yo si te entiendo...

Me tomó las manos. Yo me puse nerviosa mientras miraba nuestras manos juntas. Luego volví a fijarme en ese anillo. Por cómo Chat había actuado las veces en que me llevó a casa y por como Adrien me trataba... ¿Sería buen momento para preguntarle? Después de todo estábamos sólos...

--Adrien... d-debo preguntarte algo.

--Confía en mí, dime.--respondió, notando mi nerviosismo.

--Bueno. Pero no te enojes ni nada.

--¿Por qué me enojaría, mi La...--el chico carraspeo.--Bella?

Ese "mi Lady" que evitó fué tan obvio.

--Tu... ¿Tu eres Chat Noir?

El chico quedó petrificado.

--¿P-por q-qué preguntas eso?

--Primero, pues... por ese anillo.--dije, señalándolo con la mirada.

El lo observó, y no respondió. Se veía algo nervioso, pero al igual que como diría él, quería que no estuviera así conmigo.

--Segundo, por la forma como me tratan ambos. Otra persona no lo haría...

--C-chat Noir es muy coqueto.--se excusó él.

--Y tercero... m-me dijiste "mi Lady" como ambos.

El se quedó conpletamente sin palabras. Finalmente suspiró.

--¿Guardarás el secreto?

--Además de eso, y-yo también q-quiero que c-confíes en m-mí.

Me miró, sonriendo. Quería mirarlo a los ojos, eso ojos tan verdes y hermosos que tiene, pero la vergüenza me ganaba.

--¿Ya te puedo decir "mi Lady" entonces?

--C-claro, si quieres.

El levantó mi cabeza, donde ahí logré ver sus hermosos ojos. Sin querer nos acercábamos más. ¿Daría mi primer beso ahora? Siempre he sido nerviosa, pero ahora lo estaba aún más.

Sonó un teléfono, el cual interrumpió el romántico momento. Yo siempre lo dejo en silencio, así que era obvio que era el de Adrien. El no tuvo otra opción que contestar.

--¿Hola?

Mientras hablaba decía palabras como "Sí" "Ok" "¿Ahora?" "Vamos para allá". Luego cortó rápidamente.

--¿Que pasó?--pregunté.

--Es Claude. Ya terminó el torneo, así que debemos irnos.

--Ok, vamos.

Ambos volvimos rápidamente a la escuela. Llegamos al lugar de los casilleros, y la mayoría estaba duchándose. No se veía nadie conocido cerca, así que esperamos un rato. Claude salió, ya vestido. Le pasó el bolso con las cosas de esgrima a Adrien, y luego dijo:

--¡Llegaron justo a tiempo, chicos!

--Pues sí, acabamos de llegar.--dijo Adrien.--¿Cómo te fué?

--¡Excelente! Siempre quise participar en un torneo como éste. Y además, toma esto.

Claude le pasó un trofeo y una medalla a Adrien.

--Claude, no puedo aceptar esto. Tú te lo ganaste con tú esfuerzo. Es tuyo...

--No, no, no. Esto es tuyo. Además, si yo me lo quedo te descubrirán. Y Bella, aquí está el certificado falso del "dentista".

--Muchas gracias, Claude.--respondí, recibiendo el papel.--Yo iré al baño.

--Ve tranquila, Bella.--me dijo Adrien.

Yo entré al baño de chicas, por suerte totalmente vacío, lista para espiar la conversación de Adrien y Claude.

--Ahora, tú te llevarás esto. Yo saldré por la ventana antes de que alguien me vea. ¡Adios!

--¡Claude! ¡Espera!

No escuché ni un ruido más, hasta que llegó el maestro.

--¡Adrien! ¡Otra vez estoy orgulloso de tí!--decía el hombre.--¡Nuevamente eres el mejor! Y sé que amaste el torneo ¿O no?

--C-claro que si.

--¡Me alegra que pienses eso! Te espero este Viernes ¿Ok? Enseñaré nuevos movimientos, cada uno más difícil que el otro, pero sé que lo lograrás hacer.

--Si, obvio.

El maestro se fué, y ya no había nada que escuchar. ¿O si? Entonces simplemente entré a uno de los baños. Si soy sincera, siempre tengo ganas de ir al baño. Debo ir en todos los recreos, o si no termino pidiendo en clase. Pero bueno, así soy yo.

Al salir, ví a Adrien en su teléfono, esperándome. ¿Por qué era tan atento conmigo? ¿Por qué alguien como yo le terminó gustando?

Ambos sabíamos lo mucho que nos gustábamos, pero jamás lo decíamos.

--¡Ya saliste, my Lady!--dijo él al verme.

Aún me incomodaba un poco que me dijera así, aunque ya me acostumbraría, al igual como me terminé acostumbrando a Paris.

--No es por meterme en tu espacio privado--continuó él.--, pero... ¿S-siempre te demoras tanto en el baño?

--Sí, siempre.--respondí, entre risas.--Soy lenta hasta para eso.

El rubio también rió. Cuanto amaba esa risa.

--Está bien, no pasa nada. Esperaré el tiempo que sea por tí...

Un estruendo interrumpió el momento. Ambos nos acercamos a la ventana. Un akumatizado esgrimista invadía la ciudad, y se dirigía hacia la escuela.

--Vaya, si me pagaran por luchar contra esgrimistas akumatizados, tendría más dinero del que ya tengo.--comentó Adrien.

--Parece que Claude hizo enojar a alguien.--dije yo.

--Eso significa que te tendré que dejar a tu casa, mi Lady. ¿O prefieres que te diga princesa?

--Como tú quieras, gatito.--contesté.

Él se fué a transformar, y luego me tomó (e incluso a algunas de mis cosas) en dirección a mi casa. Me dejó en la puerta, como siempre.

--Bueno, debo ir a combatir contra ese esgrimista. Adios, mi princesa. Gracias por este día.

--Gracias a tí. Lo disfruté mucho.

Me besó la mano, y esta vez estuve más tranquila. Suspiré más alegre, ya que por fin pude encontrar a alguien que me haya entendido, y con el que tal vez logre expresarme.

Pero sólo éramos amigos, por ahora...































Hola!!!! Si, ya sé que les prometí al menos 1 capítulo por semana, pero esta vez en serio no pude.

¿Por qué? Resulta que estos últimos días MI ESCUELA LITERALMENTE ME QUERÍA MATAR!!!

Incluso una partecita de este cap está basado en lo que pasó esos días (no del todo, obviamente) Intenten adivinar cual :v

Pero lo bueno es que ya hay más de 2k en este fanfic!!! Y también más de 300 votos. Todo gracias a ustedes, que se toman el tiempo de leer lo que escribo :D ¡MUCHAS GRACIAS POR TODO! 🖤🖤🖤

Y eso es todo!!! Espero que el cap les haya gustado, voten, comenten y recuerden que los quiero muchísimo 💖.

Bye!!!! 😁👋🏻

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro