Capítulo VIII
El joven de la barra se acercó a él sin traer la cerveza que había pedido, frunció el ceño dispuesto a hacer un escándalo pero todo quedó en nada cuándo el otro habló, por primera vez en toda la noche, fuerte y claro: — Uno chico se llevó a tu amigo, no creo que sea algo bueno.
Se giró en su lugar mirando a su alrededor sin hallar al de cabello largo, divisó la camisa que se había quitado momentos atrás puesta en otra persona pero eso no era importante ahora, se volvió a girar hacía el joven quién solo señaló una dirección que él de inmediato siguió. Odiaba tener que ir cuidado gente cada vez que salía a beber desde la universidad, por eso lo había dejado. Ahora tenía que cuidar el trasero de un maldito idiota borracho, en serio si desapareció solo para divertirse le rompería las piernas.
En la dirección señalada solo encontró el camino al baño y unas escaleras, fue al baño primero revisando cada rincón de este como si pudiera ocultarse hasta en la cañerías, al no verlo decidió subir las escaleras esperando que no sea la residencia de los dueño o un prostíbulo oculto, no, sólo encontró un pasillo con una puerta cerrada al final y dos personas en mitad del pasillo a punto de tener sexo... Huaisang era uno de ellos y aunque no se oponía tampoco parecía consciente de lo que estaba pasando, de hecho tenía los ojos fijos en la pintura frente a él mientras se dejaba tocar sin ánimos de nada.
Jiang Cheng suspiró y se mentalizó en menos de unos segundos para acercarse, apartarlos y darle un puñetazo al desconocido que cayó al suelo demasiado conmocionado para reaccionar a tiempo antes de que le llegara una patada en los testículos provocando que se retorciera del dolor.
— ¡Tú! —dijo Huaisang ajeno a lo que sucedía.— Mira esa pintura ¡Es horrible!
Tuvo que resistir las ganas de darle un puñetazo también y a cambio lo agarró del brazo para sacarlo de allí haciendo caso omiso a los alegatos del otro.— ¿Que mierda estás pensando? ¿Que no te das cuenta en la estupidez que te acabas de meter?
Huaisang lo miró genuinamente confundido olvidando el dolor de su brazo.— Yo no sé... No sé ¿Que hice?
— ¡¿Qué hiciste?! —masajeo el puente de su nariz intentado calmarse.— Nada, nos vamos.
Aflojó un poco el agarre más no lo soltó hasta sacarlo del bar dónde el aire frío de la noche golpeó sus rostros logrando que Jiang Cheng se calmara al menos un poco, caminaron hasta alejarse lo suficiente para dejar de escapar por si el desconocido les seguía, aunque seguro seguía retorciéndose del dolor en mitad del pasillo.
— Huaisang ¿Cómo te sientes? —preguntó siendo respondido por la imagen del chico vomitando junto a un basurero, le tomó del cabello para que no se ensuciara y esperó.
— Me duele todo... Tengo frío.
Se abrazó a si mismo sintiendo su piel desnuda bajo sus dedos, no lo tomó importancia aunque si lo hubiera hecho notaría la falta de una prenda. Pronto el frío ya no sé caló por sus huesos, a cambio una chaqueta cubrió sus desnudos brazos.
— Vamos.
Asintió dejándose llevar por el brazo que rodeo sus hombros, caminó con dificultad intentando de caer y de poner en orden su mente que intercalaba imágenes de peces nadando con sus colas de abanicos y sus pies flotando en las nubes, nada de lo que veía tenía sentido hasta que un mechón de cabello cayó sobre su rostro. Frunció el ceño llevando una mano para comprobar lo que sospechaba. Lloró. Jiang se desesperó aún más.
— ¿Y ahora que mierda te pasa?
— La trenza... —lloriqueo.— ¡Ya no está!
Puso los ojos en blanco agotado.— Deja de llorar por eso
— Pero me gustaba... La cuidé para que no le pasara nada porque era bonita ¡Y ya no está!
— No puedes llorar por eso.
— ¡Voy a llorar todo lo que quiera por mi trenza! —gritó tosiendo por las arcadas que le comenzaron a dar.
— Deja de hablar y pasame las llaves.
El otro buscó un sus bolsillos entregándole todo lo que tenía en estos como si no supiera que era lo que le pedía, seguramente no lo sabía, abrazó la chaqueta a su alrededor apoyándose en la reja cerrando los ojos con toda la intención de dormir allí aunque fue interrumpido siendo arrastrado hacía el interior, subió las escaleras tambaleándose.
— Los peces se fueron —comentó una vez sintió algo suave bajo él.— No me gustan las nubes... Pero son de algodón ¿Te gusta el algodón? A mi me gustan los Tanghulu* —se removió un poco para estirar su cabello por la cama.— ahora quiero comer uno, tengo la boca amarga... Pero me duele el estómago ¡Me duele!
— ¡Cállate! —le gritó tirando los zapatos del otro a alguna parte de la habitación escuchando un sollozo de parte del contrario, lo miró unos segundos y puso los ojos en blanco.— Duérmete
— No quiero —murmuró tomando una almohada para abrazarla haciéndose bolita a su alrededor.— Me siento mal...
Suspiró y se sentó a su lado.— Vamos, no lo hagas difícil, necesitas descansar.
— No quiero, quiero a mi Da-ge...
Y se puso a llorar nuevamente aunque ahora parecía estar realmente afectado con lo que sea que estuviera en su mente, no sabía si irse, se sentía confundido y altamente cansado.
Al final se quedó a su lado hasta que se durmió.
•
Despertó al sentir que algo pellizcaba su mejilla, se removió incómodo en la posición que tuvo durante toda la noche, por lo que resolvió por estirarse en toda la cama. Cuándo logró enfocar la mirada vió a Jiang Cheng sentado a su lado mirándole de vuelta con el ceño fruncido.
— Hasta que despiertas, pensé que habías muerto —le dijo, internamente agradeció que a pesar de su tono enfadado le habló casi en un susurro.
— ¿Que hora? —preguntó sintiendo su garganta raspar, no le gustaba esa sensación.
— Las dos.
— Ah... —volvió a cerrar los ojos, lo que volvió a abrir al procesar la información.— Es muy tarde.
— Lo es —afirmó.— Toma asiento, debes comer algo.
— No... Se me revuelve el estómago.
Con algo de dificultad se sentó en la cama, su cabeza dolía como el infierno y su cuerpo no se sentía mucho mejor, se prometió no volver a beber en su vida aún si ya perdió la cuenta de cuántas veces se dijo esto.
— Por supuesto, anoche bebiste como si no hubiera un mañana.
— ¿Lo hice? —preguntó confundido tomando entre sus manos el plato que le fue ofrecido.— No recuerdo mucho... Seguro estuve llorando toda la noche y fui una molestia para ti.
Se acomodó mejor en la cama pensando si decirle la verdad o no, sino recordaba nada prefería dejarlo así ya que no sabía como iba a reaccionar.
— Sí, lloraste toda la jodida noche. Agradece que no te dejé botado, estabas realmente odioso.
— Jaja... Lo siento. ¿Es congee? No, solo es arroz —se respondió a si mismo.
— Te hará bien, come, después tomarás una pastilla para el dolor de cabeza.
— No es necesario que te preocupes tanto por mi...
— Lo sé. Pero lo estoy haciendo así que se bueno y hazme caso.
Nie Huaisang sonrió levemente aún con el insoportable dolor en su ser y comenzó a comer disfrutando en silencio la compañía del otro. Luego de un par de cucharadas sintió que su estómago terminaría vomitando todo por lo que lo dejó y esperó unos minutos antes de pedir la pastilla.
— Me siento fatal... Nunca me había sentido tan mal en la vida —Alegó recostándose nuevamente en la cama sintiéndose incómodo con la ropa.
— Es una señal para que dejes de ser un irresponsable —se levantó de la cama tomando la bandeja.— Descansa y piensa en las consecuencias de tus actos.
Rió.— Suenas como mi hermano.
— Y tú como un idiota niño mimado.
Dicho esto salió de la habitación dejando a un medio muerto Huaisang en soledad y silencio.
•
•
•
¿Si les aparece el capítulo anterior? Me sale que no está publicado pero estoy segura que sí 😓
JC le ha salvado el trasero, literalmente, a NHS jajaja. No iba a dejar que algo malo le pasara a mi bebe uwu
Creo que el capítulo que viene es el más largo y también mi favorito.
Que ansiedad lo quiero publicar xd
En fin. Hasta el domingo.
¡Pony Fuera!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro