[Hacia el pasado]

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Sentías mareos a todo momento mientras escuchabas unas voces de fondo.

A modo de alerta, te levantaste al recordar en dónde se hallaban, y por quién fueron capturadas.

Ensanchaste los ojos por la sorpresa de la realidad, mirando a tu alrededor, parando tu mirada en Elise, se hallaba sentada a un lado tuyo, cabizbaja.

Al sentir que alguien la estaba mirando, la peli-roja elevó la mirada, encontrándose con la tuya casi consiente.

Sonrió enormemente, y se acercó a ti, aun con la preocupación que tenía hace minutos y horas.

—¡____!, ¿te encuentras bien?, ¿te duele algo? —alzaste la mano derecha en alto, negaste con movimiento de cabeza leve mientras te restablecías y te sentabas en la orilla de la "cama", más que cama parecía una hamaca, sorprendentemente ya no te dolía tanto el cuerpo como antes, podías soportar el dolor un poco más ahora, comparado con antes, claro.

—Estoy bien Elise, ¿dónde estamos? —la peli-roja suspiro en alivio, se sentó a tu lado junto a la "cama" improvisada en la que te hallabas.

—Creo suponer que estamos en la base de Eggman —frunciste el ceño, por la irritación te acariciaste la frente.

—Genial... —murmuraste con sarcasmo y falta de emoción en el tono, no notando a tu lado la mirada triste y culpable de tu contraria.

"En cuanto vea a Sonic, ¡le daré el coñazo de su vid-!"

Elise apretó los puños sobre sus rodillas, haciendo demasiada presión en estas; hasta podría lastimarse si sigue así, tenía tantas ganas de llorar, pero no podía, debía contenerse.

No debía llorar.

La eriza al ya terminar con su drama mental, (y culpar de todo al erizo azul) miro a la princesa, sorprendiéndose por el cómo se mordía el labio y se apretaba las manos contra las rodillas y piernas, encima del vestido por supuesto.

La peli-gris jadeo de sorpresa y tomo rápidamente las manos de Elise, no sabía que esto la hacía sentir culpable.

—¡E-Elise!, ¡h-hey no llores!, ¡está bien!, saldremos de esta —Elise se negó a mirarte, apretaba mas las manos contra las tuyas.

—L-Lo siento, n-no tendrías tantos problemas s-si... quisiera evitar causarte todo esto, si no me hubieses conocido- —alzaste tu mano en alto, parando su hablar.

Elise se sorprendió y te miro a la par que también parpadeaba, nunca antes te había visto con esa expresión en tu cara.

Mientras tanto, tú no podías quedarte así y escuchar las palabrerías ridículas de la peli-roja.

—Suficiente Elise, todo esto NO es tu culpa, debes dejar de sentirte culpable por todo, solo sonríe, relájate de cualquier pena, me gusta tu sonrisa, me ayuda a saber que estaremos bien —Elise desvió la mirada a otro lado, con las mejillas ligeramente sonrosadas— no te pido que me sonrías de manera falsa —apretaste un poco sus manos con las tuyas— solo te pido que no importa que, siempre debes mantenerte en positivo, sigue el consejo que te dio Sonic en ese prado, "ten iniciativa", si, se que puede haber situaciones de las que probablemente no salgamos ni vivas —a la princesa le recorrió levemente un escalofrío por la espalda ante su imaginación— pero eso no quiere decir que nos rendiremos como cobardes, debemos intentarlo aunque sea, si no lo hacemos nosotras, ¿quién más lo hará?

La princesa bajo la mirada, ojeando un punto fijo en el suelo.

Tenía sentido todo lo que habías mencionado, pero su miedo no era ser una cobarde o no tener valentía.

Su miedo era la soledad, era el perderte.

Apretó los ojos y alejó las manos de las tuyas, casi de manera brusca por el pensamiento.

Te sorprendiste por lo que había hecho.

—¿Elise? —¿qué tal si cuándo todo acabe, Sonic la convenza de irse con él?— ¿Elise? —¿la dejará sola?, ¿quedará olvidada?, ¿cómo se supone que sobrellevaría el dolor de ya no verla más?

Era obvio que cuándo todo terminara, el cobalto le dirá sus sentimientos, estos siendo correspondidos. Como deseaba ser él en cualquier sentido de la palabra.

—¡Elise! —grito la eriza a su lado, ya harta de la ignorancia por su parte.

La princesa pestaño con sorpresa por el grito, despertando. Miro con nerviosismo a la guardiana.

—¿D-Dime? —la peli-gris ladeó la cabeza con confusión y negó.

No quería incomodarla más de lo que ya se notaba, lo mejor era tener la boca cerrada... por ahora.

—No nada... solo... quería saber si te encontrabas bien —la princesa le asintió con una sonrisa falsa en el rostro, eso hizo molestar a la eriza— Elise si hay algo que te molesta, puedes decírmelo, no te juzgare, juntas podremos resolver el problema, solo si me dices que sucede —la princesa bajo la cabeza de nuevo, negándose a mirarla, ¡le daba tanta pena!

¡¿Qué tal si la calificaba de bicho raro por sus tontos sueños egoístas?!

Suspiro y inhaló para tranquilizarse.

"Tranquila Elise, solo es ____, no hay porque temer, s-solo... dile lo que sientes y convéncela de no irse de tu lado... ¡¿Por qué es más fácil decirlo que hacerlo?!"

—Mmmm, ¿Elise? —la princesa finalmente salió de su brumo de pensamientos, mirando a la eriza espetante a que le diga que sucede.

Suspiro de nuevo tratando de tranquilizarse.

"Esto no ayuda"

Finalmente, la eriza desistió y se alejo un poco de Elise, tal vez, ¿la estaba haciendo sentir incomoda?, ¿o la presionaba demasiado?

Dejó la mirada en el suelo por un momento, abatida de que la princesa no le diga que le molesta, algo que hizo sentir culpable a la contraria en cuanto se entero.

"Pensé que teníamos confianza mutua"

—Si no quieres decirme lo entender-

—Cuando acabe todo esto, ¿te irás con Sonic? —la oji-verde abrió los ojos como platos por la pregunta, mientras que Elise se mordía el labio, hasta el punto de casi hacerlo sangrar por la presión/tensión del momento.

¡¿Qué clase de pregunta era esa?!

—¡¿Qué?!, ¿qué te hace pensar eso?, ¿y porque me iría con él? —la oji-verde pregunto entre curiosa y un poco asqueada.

Si no podía ni soportarlo cuando están juntos por al menos poco tiempo, imagínate si se va con él.

Ya estaría muerto sin dudas.

Elise se contento un poco por lo que expreso, pero cambio su alegría por tristeza nuevamente al recordar él como Sonic miraba a la peli-gris.

No era ningún secreto, y era más que evidente, que el erizo gustaba de ella, ¡hasta el vagabundo más cercano lo sabia!

"Como es que... lleva poco tiempo interactuando con ella, ¡¿y ya logró conquistarla?!, ¡enamorarse de ella!, mientras que yo, que llevo años de conocerla, y jamás pude-"

—B-Bueno, no sé, a Sonic le agradas mucho, así que intuí que se irían juntos —mentira, eso no era lo que quería decir.

"¿Por qué soy tan cobarde?"

La eriza a su lado suavizó su mirada, tomó las mano de la princesa con suavidad, haciendo círculos en ellas con sus dedos, algo que hizo enrojecer a la contraria.

"¿Cómo se supone que avance si ella hace este tipo de cosas?"

—No me iré a ningún lado Elise, te prometí que estaría contigo siempre, ¿lo olvidas? —Elise evito su mirada esmeralda.

"Las promesas cambian ____"

Antes de poder articular algo más, la puerta de entrada se abrió, dando paso al doctor Eggman junto a una enorme sonrisa en el rostro.

Elise se levanto de su asiento junto a ____, esta poniéndose enfrente de modo protector.

Eggman solo le alzó una ceja a la eriza y evitó a esta, yendo hacia el mando de computadoras.

_____ y Elise se miraron arqueando una ceja con confusión de la ahora indiferencia de su parte.

La eriza relajó su semblante de ataque, pero no por completo.

Aunque no pueda dar pelea y estar en sus 10 sentidos, no se rendiría, no sin luchar.

—¿Qué es lo que quieres de nosotras? —preguntó con cierto enojo la peli-gris, Elise solo se quedó aun lado de ella, mordiéndose la lengua, evitando decir o preguntar algo que eleve mas la tensión.

Eggman le envió una mirada divertida antes de bufar.

—De ti nada, en realidad, a la que quiero es a la princesa —Elise se alejó un poco en incomodidad, la eriza se puso más enfrente, cuidando de algún próximo peligro.

—¿Y para qué?, ¿qué tiene que ver la princesa en tu viles planes, Eggman? —ella cuestionó nuevamente.

Eggman solo te sonrió más.

—Puessssss... digamos que tu novio azul tiene algo que me pertenece —tu cara palideció de repente.

¡Sabias que no debiste haberle confiado la esmeralda a Sonic!

Sacudiste la cabeza, no, no debes pensar en eso ahora.

—¿Y por qué crees que él te la dará? —Eggman caminó hasta estar al frente del enorme cristal, admirando lo que está por fuera/delante de el, como un conducto en forma circular.

Decirle el típico "él no la tiene, ¿qué te hace pensar eso?", sería absurdo, ya que Eggman es inteligente, y sabe cuándo le están mintiendo o engañando, ¡ejem!, bueno, a veces...

—Ese erizo no es fácil de vencer, y además de fastidiante-

—Y que lo digas —interrumpiste rodando los ojos, algo que hizo a Eggman sentir, ¿orgullo?

¿Será acaso su hija perdida?

El doctor negó con la cabeza, la agito alejando esos pensamientos.

—¡Agh!, como decía... —frunciste el ceño cruzando los brazos, prestándole tu atención— él nunca suele tener puntos débiles, más que sus patéticos amigos, pero al final, ellos siempre ganan, no le hallo sentido amenazar a uno de sus amigos, si tengo al resto encima igual —la eriza se cruzó de brazos, desesperante a que llegue al grano.

—¿Y?

—Y que Sonic tiene un gran aprecio por ti, hasta me atrevo a decir que romántico, se le nota en la cara, no necesitó de mis grandiosos intelectos científicos para saberlo, con ese punto claro —el Doctor se acerco a ti y te abucheo la punta de la nariz con su inquietante sonrisa— el daría todo por ti, incluso hasta diría, que su asquerosa y podrida vida.

Rechinaste un poco los dientes en enojo mientras bajabas la mirada por lo que el Doctor te había argumentado.

¿Sonic enamorado de ti?

No... ¡eso es imposible!, para empezar, casi y empiezan a interactuar de modo "normal/amigable", no se conocen por mucho yyyyy, no desechando el hecho, ¡de que ambos se odian! (Al menos eso crees)

¡El es un espíritu libre!, ¡siempre dice y repite que el amor es tonto!

No puede estarlo, no alguien como él.

Pero... ¿es tan malo que lo esté?, ¿cuál es el problema si es así como te insinúa Eggman?

Y si, ¿tú también...?

Sacudiste la cabeza dándote cuenta que acaparaste la atención de los 2 presentes, una con mirada afligida y el otro confirmando sus sospechas con el sonrojo en tu cara.

—¡E-El so-solo me quiere como una amiga!, ¡so-somos amigos!, ¿creo? —tartamudeo la oji-verde mientras miraba por un momento hacia otro lado cuándo soltó la última palabra, devolvió la atención de inmediato, escuchando pasos acercarse.

—Yyyyyy, hablando del Rey de Roma.

"Oh no"

Fijaste tu vista por el cristal, notando como Sonic llegaba junto a Tails y Knuckles, no te sorprendió que vinieran con él, si no que su semblante serio y enojado te daba un escalofrió, y mala espina.

Te alejaste de la gran ventana, no queriendo mirarlo más.

¡¿Por qué tu cara ardía tanto?!

—Llegas tarde —hablo Eggman, mirando por el cristal al trió Sonic Heroes.

Sonic le envió una mirada enfurecida.

—¡¿Dónde está ___?! —demando en pregunta, casi con el veneno saliendo de su boca, por tal grito, te exaltaste un poco y tú cara ardió aun más.

Te palmeaste las mejillas, tratando de concentrarte y no darle importancia al asunto del que Eggman te hablo hace un rato.

"Luego piensas en eso ____, ¡luego piensas en eso!"

—Oh vaya, parece que alguien solo piensa en su amada eriza antes que en la princesa —Sonic apretó los puños, clavando sus dedos enguatados de manera muy brusca entre sus palmas.

—Maldito bastardo... ¡¿qué le hiciste a Elise?! —Eggman se encogió de hombros sin preocuparse, tomó a la princesa de su brazo para acercarla al cristal y exponerla.

—Oh Sonic, me indignas al pensar que le haré algo a la princesa de Soleanna —Tails y Knuckles se mantuvieron en una pose de batalla mientras que Sonic cada vez perdía la paciencia por no verte.

—¡¿DÓ-N-DE ES-TÁ ____?! —volvió a preguntar, esta vez asustando un poco a Eggman.

Claro que no lo demostró por claras, y obvias razones.

—Oh ella, esta justo aquí —Eggman te sacó de tu lió mental y concentrado cuando te tomó del brazo en un modo brusco, te acerco al cristal.

Chillaste un poco por el agarre, aun necesitabas reposo por las erizas de tercer grado.

—¡Auch!, ¡¿qué haces?!, ¡suéltame inútil! —reclamaste mientras intentabas zafarte, eso solo provocó que Eggman te apretara más el brazo, volviste a llorar entre la impotencia y el dolor que acaba de regresar a tu cuerpo.

"Mierda"

Elise se mostró preocupada, y los presentes nuevos también, siendo que Sonic tuvo la expresión mas enojada de entre todos.

—¡Suéltala Eggman!, ¡si la sigues lastimando te juro que-!

—¡Pa, pa, pa, pa!, detente ahí príncipe azul, ¿quieres a tu princesa?, ya sabes que hacer —jadeaste cuándo viste a Sonic sacar la esmeralda del caos con resignación.

—¡Sonic no te atrevas! —gritaste con enojo hacia el azul, este suspiro y te ignoró.

Eggman con su repulsiva sonrisa, toco unos botones de entre sus guantes, abriendo una cúpula al frente del erizo.

Te mordiste la lengua, rezando por los mil vientos, que Sonic no lo haga.

Pero tus rezos mentales no sirvieron de nada, igual lo hizo.

Bajaste la cabeza con impotencia, te sentías tan cansada que no podías dar pelea, no podías hacer nada, y lo odiabas, odiabas que gente te venga a salvar, odiabas que gente haga las cosas por ti, que te traten de inútil.

Lo único que podías hacer era observar, y creo, que hasta eso le estas dando tu más humilde desprecio.

Eggman soltó una carcajada, dio repulsión de no más escucharla, te soltó de modo brusco, cayendo tú al suelo, Elise amortiguo tu caída, tomándote antes de que besaras el suelo.

Sonic se molesto aun más por el cómo te había soltado.

El trió se asintió mutuamente listos para atacar, pero Eggman ya había presionado el botón, dejándolos presos en una enorme barrera con estelas y rayos violetas.

Abriste los ojos con sorpresa y shock.

Knuckles gruño con enojo, le dio un golpe al campo de energía, algo que no sirvió en nada porque lo envió hacia atrás.

—No sirve de nada, es demasiado poderoso —Sonic gruño en su lugar mientras veía al malvado científico— ahora, permíteme que te presente a mi última creación, este es el prototipo de Solaris —abriste levemente la boca por la sorpresa, miraste al trió con preocupación por lo que les podría pasar si no se idean una manera de salir, ¡pero ya!

Tu corazón bombeaba por el miedo, recuerdos guardados en caja fuerte se desbloqueaban solos.

Miedo.

Como odias esa palabra, una vez tu madre te dijo que el miedo te hace...

—Débil... —Elise te miro mientras arqueaba una ceja por lo que susurraste, pero la devolvió hacia el loco científico que estaba apoyado en lo que se podría decir como: "El detonador"

—Con esta máquina, ¡podré controlar el transcurso del tiempo! —y con lo ultimo dicho con su voz de "súper villano", jalo la palanca, elevando al trió que estaba preso.

Negaste con la cabeza ante lo que veías, apoyaste las manos en el cristal, viendo como desaparecían de vista, cada vez elevándose más hasta llegar al techo, un portal emergió de allí.

Sus gritos de sorpresa fue lo único que pudiste escuchar.

—¡Sonic, Tails, Knuckles! —gritaste con impotencia mientras los veías irse.

Bajaste la mirada y te recargaste en el cristal, cayendo cada vez más hasta llegar al suelo, sin atreverte a levantar siquiera la mirada.

¿Por qué tenias tantas ganas de llorar?

Si esto hubiera pasado antes, cuándo te comportabas como una cretina con Sonic, ¿no te abría importado?

"No llores, no frente a Elise"

Debías darle un buen ejemplo a la princesa, ¡tenias que hacerlo!, ¡lo habías prometido!, ¡no puedes permitir que ella lloré!, ¡no puedes permitirte ser débil!, después de todo, eres como el detonador del caos, y bien que eso te carcome la conciencia día y noche.

Tenias que mantenerte fuerte, aunque por dentro no lo parezcas para nada.

"No debe importarme, no debe importarme, ¡no debe importarme!"

Te repetías una y otra, y otra vez. Tratando de convencerte mentalmente que Sonic no te importa, que no debería importarte SUS amigos, que no debería importarte a donde fuera.

Solo Soleanna debía importarte, SOLO Elise debía importarte.

"¡¿Por qué?!, ¡¿POR QUÉ ME IMPORTA?!"

La princesa de Soleanna se dirigió con el ceño fruncido al complacido Eggman.

Necesitaba respuestas sobre que había hecho con ellos.

El doctor le dirigió la mirada y rodó los ojos al saber que es lo típico y tan cliché que iba a preguntar.

—No te preocupes... no están muertos... no aun —dijo con una sonrisa, susurrando lo ultimo con un toque en broma y malicia, apretaste los manos contra el cristal al escucharlo— mi grandioso invento los ha tele-transportado a otro tiempo —arqueaste una ceja mirando al suelo, aun con tu mirada afligida, impotente y molesta, te miraste las manos por un segundo antes de escuchar la voz de Eggman a tu lado en tono gracioso— ¿Quién sabe donde acabaran?, podría ser al pasado, o a un futuro lejano —se alejo de ti con aburrimiento al no levantar la mirada, siguió caminando alrededor de la pequeña, pero, gran base— pero mi maquina aun necesita ciertos... arreglos —Eggman poso su vista en ti, que aun seguías en el suelo, notando como temblabas, le gustaba— de hecho, lo que me hace falta para complementarla, es tu poder —finalizó mientras fijaba la vista en la princesa, alzándole una mano con cara seria.

Elise arqueó una ceja en el lugar, miro al científico a su frente con confusión.

—¿Mi poder? —cuestionó, ensanchaste los ojos en shock.

"¿Có-Cómo...?, ¿c-cómo es que sabe...?"

—Si —alejaste tus pensamientos y al fin te dignaste a mirarlo, en shock por lo que decía, pero no dejando notarlo, Elise te miro con interrogación, ella te había notado, es en estos momentos que maldecías que Elise te conozca tan bien— podre llevar a cabo mis planes... ahora que tengo las esmeraldas del caos y a ti... —señalo a Elise— la princesa de Soleanna —le frunciste el ceño al científico, él te rodó los ojos junto a una mueca en desagrado— y su inútil guardiana —apretaste los dientes con ira junto a los puños, sino estuvieras tan débil, ya le habrías partido la cara— la princesa Elise es todo lo que necesitó para reavivar las llamas del desastre —te levantaste cómo pudiste y te pusiste frente a Elise, señalas a Eggman con una mueca en asco.

—¡No!, ¡eso no pasara! —Eggman sonrió ladinamente y se puso una mano en la barbilla con modo pensativo.

—Mmm, veamos, ¿la guardiana sabe algo que acaso la princesa no? —ante este argumento, Elise arqueó una ceja, bajando la mirada para observarte, solo alcanzando a ver tu espalda, te congelaste en el lugar.

—¿_____?, ¿hay algo que me estás ocultando? —miraste a la princesa con nerviosismo y negaste, no atreviéndote a abrir la boca.

Eggman solo carcajeo, con sus manos hizo en el aire un ademán, como si estuviera presentando el titulo de una historia o capitulo.

—Con su poder, ¡podré controlarlo todo y dominar el mundo! —miraste a Eggman mientras tu ceño en enojo se inundaba aun más, enserio que querías matarlo aquí mismo.

—Solo causaras destrucción, ¡es lo único que conseguirías si haces todo esto! —contra-atacaste su argumento mientras dabas un paso al frente y le encarabas tus facciones furiosas.

Sin embargo, esto no inmuto a Eggman, o siquiera lo intimido, se agacho y tomo tu barbilla y mejillas en una mano con fuerza, Elise chillo de sorpresa cuándo te quejabas del dolor.

—¡____!, ¡ya basta!, ¡suéltala! —Eggman miro a la princesa.

—Ahora, por el bien de las 2, mas el tuyo —el doctor te dirigió una mirada maliciosa mientras te veía retorcerte en su mano con dolor.

A la peli-roja le paso un escalofrió en terror por la espalda.

Tenia miedo, mucho miedo de lo que te podría pasar.

—Será mejor, princesa, que hagas lo que yo te digo —Elise asintió en su lugar sin dudarlo ni un momento, no podía seguir viendo a Eggman lastimarte.

El doctor sonrió y te soltó, dejándote caer sin delicadeza al suelo.

Te quejaste mientras te sobabas las mejillas.

Muy probablemente te haya dejado marca de dedos en ellas.

"Qué asco, me siento asquerosa"

Elise corrió hacia ti para socorrerte, te tomó en brazos mientras te quejabas un poco por lo lejos que estabas del suelo.

—C-J5, W-S6 —ante el llamado, 2 pares de robots llegaron con rapidez, Eggman les chasqueó los dedos mientras salía del plantel— escolten a la princesa a su celda —los robots asintieron.

—Como ordene, señor —Eggman salió del plantel, dejándote a ti y a Elise, solas con el par de robots.

Te quejaste un poco más fuerte, el dolor en el brazo, no lo soportabas para nada.

Elise te miro con grave histeria y preocupación.

Suspiro, mirando y dirigiéndose al par de robots a su frente.

—¿Tienen una sala médica?

¡Espero que les halla gustado!

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¡Nos leemos luego!