[Llegar a conocernos]

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Fuertes sonidos hicieron presencia alrededor.

Todo el mundo estaba reunido para ver como la princesa Elise daba inicio a la ceremonia.

El reino de Soleanna se encontraba entusiasmado, mientras que la joven saludaba a sus súbditos con fulgor y elegancia. Al lado de ella se encontraban algunos 5 sujetos más, (todos encapuchados) contando por supuesto, a la guardia y protectora de la princesa.

Una eriza de pelaje color gris suave, con grandes y cautivantes ojos esmeralda.

Su nombre es _____.

Era muy fiel hacia la princesa y el reino de Soleanna desde que nació, se cree saber.

Se encontraba al lado de Elise, tratando de mantenerse alerta por cualquier peligro o amenaza que pueda suceder.

_____, no era catalogada como alguien "normal" en el reino.

Tenía extrañas habilidades de nacimiento, que a su favor, usaba para proteger a la princesa. Elise y ella eran muy unidas, casi como si fueran hermanas, (al menos por parte de una) se conocían muy bien la una a la otra.

No se veían muchos seres antropomórficos en Soleanna, ya que cada habitante prefería irse a Mobius, un lugar más tranquilo y sereno. Sin embargo, _____ al tener la propuesta de irse, no lo hizo. Decidió quedarse con la princesa; a la que sorprendió un tanto ese día.

Elise, temía quedarse sola.

—_____, ¿estás bien? —preguntó la peli-roja preocupada; la eriza eleva su mirada hacia la humana.

—Lo estoy, princesa —contestó; su conversación con ella misma quedando inerte.

—Te veo un tanto distraída, ¡anímate! estás en la ceremonia, nada malo puede pasar —la eriza solo alzó los hombros como respuesta.

—No debe decir: nunca, princesa —Elise suspiró; resignada. 

Reiteró su atención al frente.

_____ dirigió su mirada a un punto anónimo.

No tenía más en que pensar, solo se mantenía concentrada en su entorno por cualquier posible peligro.

Ella era muy centrada en su trabajo, y no era por presumir, pero se había vuelto experta en combate cuerpo a cuerpo; era habilidosa con la espada y ni hablar de sus reflejos.

Todos los habitantes a los que ayudaba, la catalogaban como: "La eriza perfecta", pero ella no se sentía de tal modo, solo disfrutaba su deber y su forma de ser. Que, para aclarar, era proteger a la princesa, ser digna, y respetar al juramento de Soleanna.

Sin interés, volteó a mirar hacia el pueblo. Un pequeño escalofrió le recorrió, se le hacía conocida la conmoción.

Sentía que algo andaba mal, MUY mal.

Pudo notar como pequeñas... ¿naves y barcas?... se veían cerca por el cielo, pero al mismo tiempo, lejos... tal vez sea por las nubes. De una cosa estaba segura, no eran del ejército del reino.

Con preocupación, se giró a mirar a la princesa, notando como ella encendía el gran cetro, si se le puede decir así.

Ahí viene ese presentimiento nuevamente; mucho más cerca que antes.

Elise al terminar, dirigió la vista a sus súbditos, viendo como todos aplaudían y vitoreaban una vez su acto terminó.

_____, no se encontraba NADA tranquila. Vio como una de esas cosas que había visto anteriormente, estaba cada vez más cerca. Por acto reflejo, tomó a Elise por la muñeca y la agachó para que el ataque próximo no logrará darle, mientras exclamaba en grito un:

—¡Cuidado!

De repente, todo estaba hecho un caos. El gran Egg Carrier fue visualizado desde la temible niebla reciente.

Este descendía, mientras que robots de tamaño medio desprendían de él, colocándose en círculo, encerrando a las personas que hacían posible la celebración. 

No dieron a nadie vía de escape; los tenían acorralados.

La eriza mantuvo a Elise detrás, mientras la princesa podía presenciar el caos ocasionado.

El Egg Carrier por fin llego. Pareciera que todo el desastre que el tipo en la plataforma causó, solo fue por mera diversión. 

Hablando del desconocido para la princesa: se pudo visualizar perfectamente a un hombre alto, pero robusto. _____ no se dio tanto de fiar, ya conocía a este tipo, y sabia que no tenia una reputación de "buen hombre".

El desconocido dio una ligera reverencia para después presentarse con formalidad.

—Encantado de conocerla, Princesa de Soleanna —comenzó, dejando un poco de lado la formalidad—Soy el Dr. Eggman, he venido a descubrir el secreto de las llamas del desastre, y a llevarme las gemas milagrosas que guardan la clave de su secreto... ¡la esmeralda del caos! —ante lo dicho por el doctor loco, Elise sostuvo fuertemente y por reflejo, la esmeralda que ella portaba en mano— Ahora, princesa, pase por aquí por favor.

Elise se alejaba del robusto hombre, resguardando más entre su pecho la esmeralda que tenía. _____ alzó un brazo dejando a la princesa detrás de ella; signo de protección.

—Oh, ¡ni creas que ella te hará caso! —expresó la guardiana, Eggman soltó una leve risa.

—¿Qué haría una chiquilla como tú? ¿Cachetearme? ¡Ja! apenas y me darías cosquillas —imprecó con choteo en la voz.

La guardiana se molesto por aquel tono, sin embargo, demostró total tranquilidad. Había recibido burlas peores que esa; "Eggman" ni llegaba a la talla.

—No sabes de lo que soy capaz de hacer —dijo.

—Demuéstramelo entonces —toreó el Doc., incitándola a algo de lo que, para ella, se arrepentiría.

—Si insistes —con una leve sonrisa, en reflejos rápidos y cuestión de minutos, todos los robots de alrededor se encontraban destrozados y mallugados.

Elise no se sorprendió, era consciente de lo que _____ podía hacer. Sus entrenamientos desde pequeña debían ser útiles después de todo.

La eriza al terminar la labor, sacudió sus manos mientras se estiraba un poco. Eggman tenía (ligeramente) la boca abierta. Tenía que admitirlo: estaba sorprendido.

No conocía mucho a la eriza, solo la había visto una vez, que recuerde: luchando al lado de su fastidioso némesis. Ella era una rival con la que no se debían meter, ya quedó claro.

—Fácil —exclamó ella con leve ego.

—Wow, querida. Te subestime demasiado, debo admitir, pero había más de donde vinieron esos, y créeme, no creo que puedas con todos a la vez —en un chasquido, más Egg Gunner's emergieron, eran el doble que los anteriores.

Elise se acercó a la eriza, intentando detenerla de lo que sea que tuviera en mente hacer.

Sabía que era una locura, y no quería que saliera lastimada por su culpa.

—_____, c-creo q-que-

—Mantente detrás, Elise —musitó con enojo y seriedad; lo último desconcertando demasiado a la princesa, jamás la había oído hablar de ese modo.

Bajo levemente la cabeza, aceptando la casi orden de su protectora.

Eggman rió.

—Me llevaré a la princesa, quieras o no eriza de quinta.

—Bueno, ¡eso será sobre mi cadáver!

—No me importaría tener una eriza de trofeo, la verdad —_____ se asqueó.

Giró a mirar cualquier punto que pudiera ayudarle a sacarla de la situación, claro que junto a su protegida.

Sin aviso, la neblina se expandió en circulo. Un gran remolino color azul cobalto se encontraba dando círculos por la zona. Elise se mantuvo mirando el extraño suceso, mientras que _____ miraba con aburrimiento y fastidio; cruzó sus brazos.

Sabía quién era. Y ya se había tardado en aparecer.

—Aww, Eggman, ¿empezaste la diversión sin mí? ¿Sabías qué es de malos modales empezar una fiesta sin el invitado de honor? —un erizo oji-verde se mantenía cerca de la pila de escombros que los robots de Eggman habían provocado; miró al nombrado en falso rechazo.

Elise se mantuvo unos instantes mirando al azul en asombro, un rápido flashback paso por su cabeza.

—¿T-Tú?... no puede ser...

—Tardaste mucho, ¿no crees, Sonic?

—Me ofendes, _____ —la eriza le rodó los ojos, uniéndose al cobalto.

—¿Terminamos esto? —preguntó en seriedad, Sonic le asintió con una sonrisa, gesto que no fue bien recibido.

—Toma la izquierda, yo la derecha —coordinó sin parlotear más.

El cobalto le volvió a asentir, dando pose militar.

—¡Lo que diga, mi señora!

_____, puso sus ojos en blanco y se aproximó a la parte derecha, destruyendo con un tanto de facilidad la mitad de los robots.

Se volteó, viendo como Sonic daba un leve golpe a uno para luego inclinar su cabeza y ver como caía. Casi como cuando lanzas la moneda a un pozo y te quedas como idiota viéndola caer.

Con una sonrisa satisfactoria de haber terminado su labor, volvió con la eriza.

—¡Misión terminada, mi señora! —exclamó juguetón, _____ le miró con cara de pocos amigos, al cobalto no le importó ya que estaba casi acostumbrado a su actitud.

—Tómate esto enserio, Sonic.

—Me pides mucho, _____.

La eriza visualizó detrás de Sonic; tomó a este por la cabeza para agacharlo y así el pronto disparo no logrará darle. Con una cuchilla pequeña que mantenía en el bolsillo de su uniforme, la lanzó con fuerza a su dirección.

—¡¿Al menos puedes prestar atención a tu alrededor y no tomar todo como un juego?! —gritó con desgana, eliminando por completo al robot que casi le daba a Sonic.

—¡Le quitas lo divertido a la vida, _____! —el runner dirigió un ataque tele-dirigido a su nuevo oponente; destrozándolo en pedacitos. Se quitó algunas tuercas de entre las púas—Además, sé que me quieres así —una sonrisa burlona y picara le adornó, _____ rodó los ojos.

—En tus sueños quizás, erizo.

—Lastimas mis sentimientos. Lo sabes, ¿no?

—Lo sé... por eso lo hago —la peli-gris le dirigió un guiño, algo que medio sonrojo al cobalto.

_____, sin tiempo más el cual perder, miró como más Egg Gunner's se acercaban. 

—Sonic, tenemos que irnos, ¡toma a Elise y sal de aquí! —el nombrado le miró preocupado.

—¿Segura qué puedes sola? —preguntó, la eriza le ojeó con seriedad.

—Jamás te necesite, erizo engreído. Además, no me quedaré, solo daré distracción —el cobalto dio una sonrisa frustrada mientras posaba sus brazos en cada extremo de su cintura.

—Al menos me preocupo por ti. Algo no muy usual de mi parte, por cierto —con molestia, se dirigió a la joven humana en una sonrisa amigable— ¡Hey! tranquila soy amigo de tu guardiana —sin tiempo para responder de parte de Elise, el azul la cargo con delicadeza— Me llamo Sonic, Sonic The Hedgehog —le lanzó un guiño.

La peli-gris (que veía todo desde atrás) resopló con enojo mientras le partía la cabeza a unos de los muchos intrusos más que venían en camino.

—Sonic, presentaciones después, huir, ¡AHORA! —el erizo bufó y salió corriendo de ahí con una leve sonrisa en cara.

Aunque no lo admita, a veces quería el mal temperamento de _____.

Elise no dijo nada en toda la escena, se encontraba en sus pensamientos. En sus ideas. En sus visiones y recuerdos.

¿Este erizo tenía que ver con el de sus somnolencias?

Solo trató de mantener la calma mientras era cargada por el cobalto, y de reojo, _____ a su lado, esquivando los misiles dirigidos hacia el trío.

—¡No ese maldito erizo de nuevo! —Eggman exclamó con enojo y dio la orden de atacar con más fuerza— ¡Ataquen!

Más amenazas se visualizaron, _____ destruía tantas como podía, pero tenía que admitir que se estaba cansando.

El volar, atacar y hasta incluso patear, todo al mismo tiempo, no eran tan gratificante. Pero veía al erizo divertirse, así que... eso le molestaba y motivaba al mismo tiempo.

—¡Wow! ¡Ha! ¿No es divertido? —gritó esquivando, aún con Elise en brazos.

—¡NO! ¡No lo es! ¡C-Cuidado! —la eriza con su pequeña habilidad bajo la manga, elevó una pared semi-destruida, poniéndola por sobre la cabeza de Sonic y Elise para proteger a ambos.

—¡Ups! tengo que admitir que no lo vi venir.

La eriza solo le mostró una mueca y se encargo de deshacerse de lo demás que les venga encima y por detrás, tenía que mantener a Elise a salvo. Y lo primero en la lista: era alejarla de Sonic.

Ese erizo no era de fiar demasiado, al menos para ella que no lleva de conocerlo mucho tiempo.

Sin notarlo por su "divertida" batalla, cierto erizo plateado veía todo el show desde lo alto de un techo cualquiera.

—Al fin te encontré, Semilla de Iblis.

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Los amo, byes >3<

[Editado: 10/ Agosto/ 2022]