Comenzamos a ver flores, animales y árboles con frutos como si de un cuento de hadas se tratase.

—Muy femenino— Andrés menciona con cara de desagrado.

—Esto es extraño— miré a mi alrededor —pensé que nos encontraríamos con un demonio o algo así.

—¡Oh claro!, y ¿Pensabas luchar contra él? — Alex exclamó horrorizado —no se ustedes, yo prefiero mil veces esto a que nos coma el coco.

Todos lo miramos y nos echamos a reír —No puedes negar que eres el más pequeño, ¿aún te crees un niño? — le dije entre risas.

—Yo soy un niño— especificó cruzándose de brazos.

—Si como no, un niño— Aniel dice fastidiado, comenzamos a caminar y observar el lugar con detenimiento, veíamos lo tan perfecto que era y sin darnos cuenta estábamos perdidos en medio de este lugar.

—¿Cómo nos haremos para regresar? — Alex pregunta y todos volteamos a verlo.

—Es cierto, mejor volvamos— digo mirando por todos lados y frunzo el ceño confundido.

—Jeremith, ¿Cómo regresaremos? ¿al menos sabes cómo llegamos aquí? Porque yo estoy más que perdido entre todo esto— Andrés dice frustrado y señalando todo el lugar.

—Les dije que sería mala idea— Alex refunfuñó —pero nunca me hacen caso.

—Vengan, creo que es por aquí— digo dudoso.

—¿Cómo es eso de qué crees? — Andrés me mira con sorpresa —ya acepta que estamos perdidos hermano.

—Chicos todo va a estar bien, encontraremos la salida de vuelta a casa— dije mientras empezaba a caminar y ellos me siguieron.

Perdido en mis pensamientos miraba al camino y vi unas pisadas, espera... —Chicos encontré algo que nos puede servir para regresar— mencioné señalando los huecos en el sendero, fuimos siguiendo las huellas hasta que se acabaron y cuando levantamos la vista había una gran roca bloqueando la cueva.

¿Qué pasó? — dije boquiabierto —¿Y ahora qué haremos? — gruñí y miré a los chicos.

—Tranquilo, buscaremos la manera— Aniel palmea mi hombro y todos empezamos a ver si podíamos quitarla, pero ni la piedra más pequeña se movía.

—Miren esto, chicos— Alex nos llama y nos dirigimos allí —hay dibujitos aquí— mencionó apuntando al lugar.

—Son escrituras, Alex, estudié sobre esto— Dijo acomodando sus lentes y cruzándose entre nosotros para tocar la piedra —aquí dice que para lograr salir debemos resolver el misterio de— hizo una pausa y frunció el ceño —¿krynon?, Siempre tienen nombres raros en estas cosas— dijo tratando de descifrar lo siguiente.

—Las personas del pasado no tenían buenos gustos— Alex ríe.

Andrés le golpeó no tan fuerte la parte trasera de la cabeza a Alex y este se quejó entre dientes para luego hacer silencio.

—Y que mientras más nos acerquemos habrá una serie de retos y pistas las cuales nos llevarán al último reto.

—O sea qué, ¿Tendremos que pasar por retos peligrosos para llegar al último en el cual podríamos morir? — todos asentimos —No me gusta esa idea— Alex dice inquieto.

—No es que te guste, Alex, es que tenemos que hacerlo todos juntos, en equipo, para volver a casa— digo aclarando las cosas —¿O no quieres volver?

—Lo que no quiero es morir— dijo mirando a todos.

—Gallina— dije fingiendo toser.

—Y tú una niña— dijo un poco alto y molestó.

—¿Qué? ¿Te gusto? — le hice ojitos.

—¿Me ves cara de gay? ¡Shu sarnoso! — su cara de asco lo era todo y nos echamos a reír.

—¡Ey chicos! — Aniel llama nuestra atención —Al terminar todo esto nos devolverá a nuestra dimensión y a la misma hora que estábamos antes de entrar aquí, dice que prestemos mucha atención, en el camino encontraremos armas mágicas que nos ayudarán en nuestro viaje y en el momento en que las tengamos en nuestras manos sabremos usarlas profesionalmente— todos nos quedamos boquiabiertos por lo que acababa de decir, eso era realmente increíble.

—Esa parte de las armas sí que me gustó— Alex habla de nuevo, ¿y será que no puede estar callado?

—Cállate, deja que el cerebrito termine— Andrés habló exasperado.

—No soy cerebrito, solo soy más inteligente que ustedes, inútiles— siempre que le dicen así se molesta —prosigo— volvió a observar la piedra con dibujos —dice que cada uno tendrá una en específico dependiendo de nuestras habilidades, que debemos tener cuidado al usarlas y con qué o quién las usamos porque en esta dimensión todo está vivo.