Capítulo 44
Greg despertó de su trance cuando escuchó el grito de la niña, descontrolado por la furia sostuvo a todos con manos creadas por magia negra y los estrelló contra el suelo. Las hadas estaban heridas y agotadas, los chico fueron nuevamente alzados por Greg y alejando a la niña de la zona de batalla empezó a acercar a los cuatro a él.
—Les dije que no la tocaran— escupió con desprecio y los lanzó contra una piedra gigante.
Saturna se convirtió en una gran almohada para retener el golpe, cuando ellos cayeron al suelo fijaron su mirada en el rival que tenían al frente, se posicionaron los cuatro para la batalla mientras que Dess y Saturna estaban detrás de ellos atentas. Greg no los aguantaba más, se empezaba a molestar más de lo habitual y el suelo bajo sus pies empezaba a temblar mientras se formaban algunas grietas en él. Se elevó en el aire y las grietas abrieron como si algo debajo explotara, rápidamente todos se alzaron en el cielo. Greg se acercó a ellos con una rapidez inexplicable golpeando a Jeremith con fuerza mandándolo lejos, los demás tratan de contratacar, pero fue en vano, Greg fue más rápido y los saco del camino fácilmente para volver a acercarse a Jeremith y golpearlo mientras que él intentaba evadir los golpes y se los devolvía haciéndolo ni inmutarse de ellos. Jeremith creía que ese último reto era absurdo, no podía competir con el rey del lugar con quien mató a la reina. Los demás intentaron atacar, pero como si Greg tuviese ojos en la espalda los podía esquivar y devolvérselos, la pelea se estaba volviendo tan complicada para los chicos que ya se estaban empezando a agotar, Greg dio un último golpe a Jeremith y se volteó hacia los chicos molesto.
—Podrían ser menos idiotas— los tomó a todos en una mano creada por su magia —no tienen ninguna oportunidad de ganar contra mí, son muy débiles, no tienen ni la cuarta parte de mi fuerza, por favor— rio con sarcasmo —ríndanse, no podrán salir, pero les daré un buen lugar en este mundo.
—A ninguno nos interesa quedarnos en un mundo donde reina la maldad, el egoísmo y la ignorancia— Aniel dijo eso antes de pensar en las consecuencias.
Greg lo apartó del grupo dándole la espalda a los demás enfrentándose solo a él, lo miró curioso y luego se echó a reír sin más.
—Es increíble como una persona tan debilucha puede venir y retarme, ¿en serio quieres morir?— lo sostuvo con más fuerza —tienes inteligencia, no la usas debidamente a lo que noto.
Aniel ladeo la cabeza viéndolo como si fuese un idiota —me sorprende ver como no puedes gobernar justamente un mundo a pesar de tener tanta fuerza, poder lograr que todos te teman y de hecho, si dices que no utilizo mi inteligencia debidamente seria porque también eres inteligente. pero hay algo que no entiendo, las personas inteligentes piensan, ¿acaso haces eso?, ¿algo similar?— las enormes y pesadas palabras de Aniel hacían que Greg cada vez más se le arrugara la cara en molestia, su ira aumentaba pero sin saber nadie donde quería llegar aquel chico, lo escucharon volver a hablar —tienes miedo, de nosotros y las hadas porque sabemos y tenemos la capacidad de trabajar con el cerebro y en equipo, me imagino tantas cosas, las cuales hubieses podido pensar para eliminarnos pero creo que no eres lo suficientemente poderoso como dices y presumes como algún ricachón su dinero.
Greg vuelto una furia apretó con toda su fuerza a Aniel, quien gimió fuertemente de dolor retorciéndose, sus huesos se partían y sus órganos destrozados dentro de él causando que expulsara sangre por la boca, nariz y oídos; sus ojos se salieron de sus orbitas y colgaban en su rostro, acabando con su vida Greg lo lanzo al suelo. todos se quedaron boquiabiertos, de los ojos de los chicos empezaron a salir lágrimas, pero no se inmutaron, estaban perplejos. en cambio, Saturna con un mar de lágrimas soltó un grito desgarrador, ensordecedor y corrió hasta su amo sosteniendo su rostro arrodillada a su lado para luego acomodarlo con toda la delicadeza como si solo estuviese dormido, se levantó con la cabeza agachada elevándose en el aire para quedar justo en frente de Greg. En el momento justo en el que él iba a golpearle ella lo hizo con una fuerza que lo tiro hacia atrás.
todos estaban llorando, pero aun con lágrimas en los ojos y completa furia nublándoles las ideas empezaron a golpear a Greg con más velocidad y fuerza, él podía a duras penas evadir los golpes, aunque devolvérselos no ya que no les permitían, eran un golpe tras otro sin parar. La niña se levantó para ir a ayudarlo pero Jeremith fue más rápido y la encerró en una jaula de luz siendo eso peligroso para ellos, minutos después Greg ya se encontraba agotado y sin saber que más hacer empezó a formar una enorme bola de magia negra frente a él, todos retrocedieron pero Jeremith empezó a hacer lo mismo con su magia alcanzando rápidamente el tamaño de la de Greg y empujándola a su dirección, empezando a hacer una fricción mientras más se acercaban. aquellas dos peligrosas esferas de luz y oscuridad empezaban a frotarse y empujarse la una a la otra siendo impulsadas por la fuerzas de los combatientes. Saturna se puso al lado de Jeremith tocando su hombro con una de sus manos y con la otra expulsando la misma luz que él, luego Alex, Andrés y por último Dess de la misma manera empezando a tener la fuerza necesaria para empujar a Greg causando que pierda el equilibrio y su esfera oscura se deshaga quedando él dentro de la de luz gimiendo de dolor y retorciéndose mientras su cuerpo se iba deshaciendo en pequeñas partículas desapareciendo por completo.
La niña quedo viendo todo mientras gritaba y negaba en suplica que no lo lastimaran, que era su padre, rogaba a llantos por él, se dejó caer sin fuerzas llorando, su pelo se deslizo desde sus hombros cubriendo su rostro.
—Los voy a matar...— susurró —¡LOS VOY A MATAR A TODOS!— gritó fuerte y todos vimos algo en ella que nos dejó perplejos.
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