Capítulo 37
~Andrés~
Alzado en el cielo empecé a mirar aquella arma en mis manos confundido, buscando alguna cosa que me falte por descubrir, viene a mí siempre que la dejó en el aire o lanzo lejos, sus flechas son infinitas y eso es genial. Empiezo a apuntar a todos lados con ella sin soltar la flecha y algo llama mi atención.
Jeremith está con la niña y se ve enojado.
Le ordené a Dess que bajara con cautela para escucharlos, pero ella desaparece de repente y acarició la melena del grifo que gruñe y me inclino hacia adelante a lo que ella responde y le da varias vueltas a Jeremith antes de bajar y luego me bajo mirándolo con mis brazos cruzados esperando una respuesta.
—Lo escuchaste todo, ¿cierto? — Jeremith me mira y lo veo dudar.
—¿Qué se trae? Ella está actuando muy extraño— dije mirando sus ojos fijamente.
—No hay que perder el tiempo, vamos a entrenar para poder vencer a Greg— luego de decir eso y sin dejarme decir algo más tomó su arma y empezó a practicar con un árbol.
Suelto un suspiro y veo a Dess así que corro a un barranco tirando mi arma y luego lanzándome a mí, ella vuela rápido para sostenerme y luego llevarme por mi arma y alzarse al cielo con tanta rapidez que no sé cómo no caí de su lomo, dio varias vueltas y señalé con mi arma un conejo y se la lancé que a pesar de saltar y moverse rápido pude atinarle, sonreí y mientras colocaba la flecha en su lugar vi a un hada cerca de mí mirándome.
—¿Qué necesitas?— la miré curioso.
—¿Cómo se llama usted?— su voz era tan dulce y por su posición física... era notable que estaba nerviosa.
—Mi nombre es Andrés, mucho gusto— estreché mi mano a ella y al verla sonrojarse y dudar en si darme la mano sonreí —yo no muerdo.
—Yo...— me dio la mano mirando hacia abajo —mi nombre es Freya.
—Lindo nombre— suelto su mano para seguir apuntando con la flecha a lugares distintos y la veo frente a mí y Dess gruñe así que levanto una ceja viéndola, ella me miró curiosa y se pone a mi lado —¿Qué estás haciendo? — acaricio el pelaje de el hermoso grifo bajo de mí.
—Solo veo lo que haces— dice y empieza a dar vueltas alrededor de mí —¿Cómo es su nombre?— pregunta señalando a Dess.
Suspiro y me recuesto de espaldas en su lomo y miró al hada que ahora flota sobre mi —se llama Dess—.
—Muy lindo nombre y...— intenta tocarle pelaje y detengo su mano, ella me mira sonrojada y sorprendida.
—No le gusta— susurro cortante.
—¿Te gusta Dess? — dice divertida.
—¿No tienes algo más importante que hacer?— la miro de reojo.
Ella niega y se sienta encima de mí, abre las alas y yo frunzo el ceño.
—¿Qué crees qué haces niña? Baja de encima mío.
—No quiero— ella dice y recuesta su cabeza en mi pecho así que me levanto tomándola por los brazos para quitarla de encima mío.
—Basta, me estás molestando— la suelto y me acomodo para sostener a Dess y salir volando a otro lado —es tan extraña.
Nos detenemos cuando pensamos estar lo suficientemente lejos, pero en un abrir y cerrar de ojos aparece frente a nosotros.
—Si que eres intensa— susurro.
—¿Podemos entrenar juntos?— se pone extremadamente cerca de mi cara y me alejo.
—¿Si acepto prometes luego dejarme en paz?— pregunto con esperanza, pero ella niega con la cabeza —no tengo opción, ¿cierto?— ella asiente — bien, muéstrame que tienes.
Me alzó en el cielo viéndola cómo se concentra, me mira y luego Dess baja frente a ella y la acaricia y yo frunzo el ceño.
—Dess, ¿qué haces? — pregunto confundido y la escucho gruñir y la hada se sienta sobre el aire frente a mi quedando cara a cara.
—Yo manipuló los animales— la veo sonreír con suficiencia —¿te gusta? — solo le faltaba saltar para parecer una niña cuando le emociona algo.
—Me sorprende, solo un poco— dije sereno —¿puedes dejarla ya?
—No— pensó —solo si me das algo— su pregunta no me sentaba muy bien y la miré con atención.
—¿De qué se trata?
—¿Prometes hacerlo?— empieza a volar a mi alrededor.
—No puedo prometer algo de lo que no sé— digo serio, pensando en todas las cosas que podría pedirme.
—¡Vamos!, no seas aburrido— ríe leve y sigo del mismo modo sin inmutarme —solo es un pequeño beso— susurró tan bajo que apenas la escuché y su cara parecía un tomate de lo roja que estaba y reí sarcásticamente.
—¿Crees que yo haría algo así?— rio más —debes estar bromeando niñita— al hablar hice énfasis en la palabra "niñita" con el fin de molestarla y alejarla de mi pero no funcionó.
En cambio, se quedó viéndome y en un parpadeo Dess voló rápidamente hacia ella y ella hacía nosotros uniendo sus labios con los míos de una manera rápida y la alejé dándole una mirada de pocos amigos e hice que Dess me bajara a tierra firme y caminé a donde estaban los chicos reunidos, pero cuando llegó ella llega tras de mi colgándose en mi espalda.
—¡Eeh! — me quejo y miró a los chicos —necesito deshacerme de ella— ellos ríen y los miro mal —no estoy bromeando, me estoy empezando a enojar en serio.
—Somos novios— ella dice poniéndose a mi lado y toma mi mano entre sus dos pequeñas manos.
—No somos nada— la miro y le doy un tirón a mi mano haciendo que me suelte —te he dicho que me dejes en paz niña.
—Andrés, le gustas— Alex dice y ríe, lo miro mal, pero lo veo sonrojarse mirando hacia abajo. Blanqueo los ojos viendo a Alex y Jeremith tomados de la mano en burla hacia mí.
—No empiecen, ¿cuándo será el momento en el que maduren?— bufo —¿cuándo piensan ir en busca del último reto — miro a Jeremith y él se pone serio mirando a todos a su alrededor.
—Nos iremos al amanecer, deben descansar— asiente y luego mueve su cabello.
Todo vieron la noche hermosa que hacía y la lluvia de meteoros que pasaba y empezaron a recostarse en distintos lugares para dormirse y recobrar fuerzas para el día siguiente en el cual nos esperaba el último y más complicado de los retos, el reto que hará que podamos volver a nuestro mundo y debo admitir que extrañaré mucho este lugar.
Extrañaré mucho a Dess.
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